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jueves, 27 de diciembre de 2007

Rebeldes del Swing (Swing Kids)

Rebeldes del Swing (1993)

La acción se situa en Alemania en los meses inmediatamente anteriores al estallido de la II GM. Peter Müller (Robert Sean Leonard), es un adolescente, hijo de un opositor al régimen ejecutado por los nazis, que junto con sus amigos Thomas (Christian Bale), Arvid (Frank Whaley) y Otto (Jayce Bartok) forman un grupo de “Chicos Swing” aficionados al baile, a la musica jazz y al desenfadado estilo de vida anglosajón. El grupo de Peter trata de mantener su estilo de vida en medio de la asfixiante presión del nazismo, que cada vez se muestra menos tolerante con las expresiones culturales de los Chicos Swing. Para evitar problemas con las autoridades, Peter y Thomas se alistan en las juventudes hitlerianas, tratando de conservar sus principios libertarios y su afición por el Swing en secreto, a pesar de lo cual,  los “Chicos Swing” se verán progresivamente arrastrados por los aspectos más oscuros del régimen nazi.

Mezclando elementos de Drama y Musical, “Rebeldes del Swing”, puede enmarcarse dentro del cine juvenil, de “rebeldía” un poco al estilo de “El Club de los Poetas Muertos” pero trasladado al marco de la Alemania nazi. Ciertamente no se trata de una historia excesivamente original ni en lo tocante al desarrollo de su argumento ni en cuanto a los personajes, que resultan un poco tópicos. Tampoco la denuncia del nazismo -que es otro de los ejes arguméntales del film- resulta demasiado original o contundente.

Lo mejor de la película radica en la ágil realización que ofrece el director Thomas Carter, y en unos buenos números musicales muy bien resueltos y con una espectacular puesta en escena. Asimismo, la interpretación de los jóvenes actores protagonistas también raya a un buen nivel, destacando el prometedor Christian Bale (el nuevo “Batman”) y Robert Leonard en sus respectivos papeles, junto con Frank Whaley que interpreta al atormentado personaje de Arvid. También hay que recocer una más que lograda ambientación de los ambientes berlineses, pues los exteriores de la película se filmaron en gran parte en Praga, y de la época de los años 40.

En resumen, podemos decir que “Rebeldes del Swing” es una película de aseada factura, aunque un punto previsible y quizás algo pretenciosa. Bajo mi punto de vista no logra transmitir al espectador todo lo que se propone. Pese a ello hay que reconocer que el relato está llevado con un notable pulso narrativo y que la historia resulta bastante entretenida. No es una gran película pero no carece de interés.

Calificación: 6/10

viernes, 14 de diciembre de 2007

Adios Muchachos (Au Revoir, Les Enfants)

Adios Muchachos (1987)

A finales de 1943, el Colegio católico de los Padres Carmelitas en Fontainebleau será el escenario del nacimiento de una estrecha amistad entre dos niños de 13 años de edad, Julien Quentin (Gerard Manesse), un muchacho católico, hijo de una rica familia parisina, y el recien llegado Jean Bonnet, (Raphael Fejtö), un chico judio que en realidad se apellida Kippenstein y que se oculta en el colegio de la persecución nazi. Con trasfondo del ambiente desolador de la guerra que se libra lejos del colegio, Julián y Jean vivirán el paso de la infancia a la adolescencia así como el descubrimiento de los sentimientos adultos y de la verdadera amistad.

Más de una década después de sacudir conciencias tratando el tema del colaboracionismo en “Lacombe Lucien”, Malle volvió a tocar nuevamente el tema del comportamiento de la sociedad francesa durante la época de la ocupación alemana. También en este caso el ritmo de la narración es pausado, y se presentan los hechos de una forma bastante aséptica, pero, a diferencia de lo que ocurría en “Lacombe…”, la carga emocional que transmite el film es bastante mayor, así como el ritmo narrativo es mucho más vigoroso que en aquel film. Con “Adios muchachos” Malle ofrece una lección magistral de cómo hacer cine con aparente sencillez, pero rico en matices; contando una historia interesante con un ritmo pausado, y sobre todo, de cómo ser sensible sin caer en la sensiblería. Como el mismo Malle comentó: “A través de este muchacho que se me parece, he intentado reencontrar aquella primera amistad –la más fuerte- bruscamente destrozada, y representar mi descubrimiento del mundo absurdo de los adultos, con su violencia y sus prejuicios”.

Si “Lacombe Lucien” era una visión descarnada acerca de la realidad del colaboracionismo, “Adios Muchachos” es todo un canto a la amistad y, simultáneamente, una denuncia de las enormes cotas de maldad que es capaz de alcanzar el ser humano. La película tiene varias escenas magistrales (desde la inicial despedida de la madre de Julien en la estación, o la lectura de “Las mil y una noches”, cuando Julien descubre el secreto de Bonnet, y por encima de todas las sobrecogedoras escenas finales). Otro aspecto que me gustó mucho es el tratamiento que se ofrece de los alemanes, mostrando que no todos eran “nazis malos”. Asi la película nos muestra a dos soldados bávaros que rescatan a los niños en el bosque o a un oficial alemán que expulsa a la policía francesa de un restaurante donde estaban acosando a un cliente judío; pero naturalmente sin ocultar la crueldad de la GESTAPO. Esa honestidad de Malle al retratar a los “amigos” y “enemigos” con justicia es algo inusual en el cine.

Por lo demás, aparte de una sólida dirección y guión, la película se apoya en unas magníficas interpretaciones del dúo de niños protagonistas, que rezuman naturalidad y espontaneidad ante las cámaras, logrando que sus interpretaciones resulten absolutamente creibles. Y es precisamente la humanidad que transmiten todos los personajes la que hace de esta película tenga una profundidad desascostumbrada.

En definitiva, “Adios Muchachos” es un directo a la mandibula de la emotividad, además de un sentido y bonito homenaje a la inocencia juvenil, a la tolerancia y a la amistad verdadera, así como una contundente denuncia de la injusticia que es capaz de perpetrar el ser humano. En mi opinión, una pequeña Obra Maestra. Imprescindible.

Calificación: 8,5/10

martes, 11 de diciembre de 2007

Lacombe Lucien

Lacombe Lucien (1974)

La historia nos sitúa en un pequeño pueblo del suroeste francés, en Junio de 1944. Mientras la liberación de Francia comienza a vislumbrarse, el joven Lucien Lacombe (Pierre Blaise), de 18 años, hijo de un miembro de la Resistencia detenido por los alemanes, malvive con su madre trabajando como limpiador y cazando animales campestres. Pero Lucien, deseoso de escapar de su mísera situación, y tras ser rechazado su ingreso en la Resistencia, se unirá al grupo local de colaboracionistas franceses que trabajan para la policía alemana, lo que le permitirá situarse en una posición de poder casi ilimitado respecto a sus vecinos, posición de la Lacombe no dudará en hacer uso abusivo repetidamente. Sin embargo, su situación se complica cuando conoce a Alberto Horn, un sastre judío que vive recluido en una casa ocultándose de los alemanes junto a su hija Frances, de la que Lucien se enamora perdidamente, iniciando con ella un peligroso romance.

Con “Lacombe Lucien” el realizador francés Louis Malle hizo una valiente aproximación a un tema de lo más espinoso en el pais galo: la toma de posición de la sociedad civil francesa ante la ocupación alemana. El personaje de Lacombe Lucien, (el cual, según nos aclara el filme al final, es verídico) es retratado como el paradigma de la actitud que tomaron muchos franceses frente a la ocupación, decantándose por el pragmatismo antes que por el idealismo patriótico. En ese sentido, no puede negarse que el film logra pintar un complejo fresco de las relaciones que se establecieron en los dramáticos dias de la ocupación nazi, unas relaciones entrelazadas y a menudo contradictorias (por ejemplo, respecto a los judios a los que no pocos franceses despreciaban tanto como los alemanes). A lo largo de sus mas de dos horas de metraje, el film nos va desgranando un denso compuesto de acciones y reacciones en las que el personaje central (Lucien) viene a ser una especie de catalizador, lo que deja al final del visionado cierta sensación de asepsia ideológica por parte de Malle. Esto resulta bastante valiente desde el punto de vista ético, aunque quizás deja a la película en un cierto “limbo” de indefinición moral, dejando que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones.

Personalmente opino que “Lacombe Lucien” es el típico caso de película que no termina de funcionar pese a sus loables intenciones artísticas. El ritmo, más que pausado, resulta lento, hasta el punto de que la historia transmite por momentos la sensación de arrastrarse más que de avanzar, y ciertamente a mi se me hizo aburrida a ratos. La preponderancia del aspecto discursivo sobre la acción (prácticamente nula) es tan abrumadora que algunas partes del film resultan inevitablemente farragosas y me produjeron sensación de hartazgo en más de una ocasión.

Por lo demás hay que reconocer que la parte plástica del film está muy lograda, tanto por la música de fondo, que muy apropiadamente incluye melodías fancesas de la época, acordes de piano, canciones de jazz…etc, como por la excelente fotografía de exteriores. Asimismo, el elenco de actores, en su mayor parte desconocidos, logra unas buenas interpretaciones, llenas de naturalidad, destacando especialmente Pierre Blasie en su papel protagonista de Lucien Lacombe.

En definitiva “Lucien Lacombe” puede considerarse una película notable desde el punto de vista sociológico, por abordar sin maniqueísmos de ninguna clase una etapa bastante controvertida de la historia reciente europea y francesa en particular. Sin embargo cinematográficamente hablando, creo que está lejos de los mejores dramas sobre la II GM.
Calificación: 6/10

viernes, 7 de diciembre de 2007

La patrulla del coronel Jackson (Back To Bataan)

La patrulla del coronel Jackson (1945)

Poco antes de la caida de Filipinas, a finales de 1941, el Coronel Madden Jackson (John Wayne) recibe el encargo de organizar una fuerza de guerrilleros filipinos para hostigar a las tropas de ocupación japonesas en las islas. Con la ayuda de un oficial filipino, el capitán Andrés Bonifacio (Anthony Quinn) un hombre atormentado porque su antigua novia se dedica a hablar por la radio como propagandista de los japoneses, (pero que en realidad colabora con los americanos), Jackson organizará un eficiente grupo de guerrillas cuyos golpes de mano lograrán crearles muchas dificultades a las fuerzas japonesas.

A la hora de valorar esta película hay que tener muy en cuenta que se enmarca en plena época de actividad propagandística de la insdustria hollywoodiense a favor del esfuerzo de guerra aliado, en este caso contra el enemigo que aun combatía: Japón. Como no podía ser de otra forma, el tratamiento de los personajes japoneses es descaradamente propagandístico, presentadolos como unos seres absolutamente taimados y retorcidos, lo que a veces hace que los personajes japoneses aparezcan como representaciones caricaturescas del “malvado amarillo”. Especialmente delirantes son las escenas en las que las tropas de Jackson desbaratan una ficticia ceremonia de declaración de independencia de Filipinas por parte de los japoneses.

En cualquier caso, mas alla de su contenido propagandístico, la película tiene algún que otro aspecto reseñable. El más evidente es el de contar en su elenco con dos gigantes de la pantalla como Wayne y Quinn, que sí bien no alcanzan en esta película sus mejores cotas interpretaivas, si que demuestran oficio en sus respectivos papeles. Otra de sus virtudes radica en la ambientación de los escenarios de la selva filipina, que está bastante lograda. Finalmente, hay que reconocer que el film, pese a la relativa escasez de escenas de acción, muestra en las secuencias de combate un alto grado de credibilidad, aunque eso sí, con las limitaciones típicas de la época (muertes no sagrientas), y con algún que otro efecto visual poco logrado.

Por lo demás “La Patrulla del Coronel Jackson” no aporta mucho más al género bélico, y además cae en algunos de los clichés típicos del cine de propaganda (sacrificio de los Filipinos por EEUU, el niño que sacrifica su vida por la causa…) que se ven realzados por el típico “Happy Ending” de este tipo de filmes. En resumen, estamos ante un título medianamente correcto y que se deja ver, pero del que no puede extraerse gran cosa.

Y con esta reseña, por cierto, concluyo este mini ciclo dedicado al gran John Wayne y al frente del Pacífico.
Calificación: 4,5/10

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Arenas Sangrientas (Sands of Iwo Jima)

Arenas Sangrientas (1949)

La película nos narra la historia de un pelotón de marines norteamericanos mandados por el Sargento John Stryker (John Wayne), un hombre amargado que parece pagar su fracaso matrimonial con el alcohol y descargando su furia contra los hombres que tiene bajo su mando. Tras entrenar concienzudamente a su pelotón de marines, Stryker los liderará en los duros y sangrientos combates por la isla de Tarawa y más tarde, en la encarnizada batalla por Iwo Jima.

Pese a ser una película de tintes claramente propagandísticos, “Arenas sangrientas” supuso un espaldarazo en la carrera de John Wayne, pues la película obtuvo un gran éxito comercial, y gracias a ella, “The Duke” recibió la primera nominación al Oscar de su ya dilatada carrera, en 1949. Por cierto, ese fue un año marcado por las nominaciones a películas Bélicas ambientadas en la II GM, pues “Fuego en la Nieve” y “Almas en la hoguera” acapararon varias nominaciones para los premios de la Academia de Hollywood.

Aunque naturalmente tanto reconocimiento por parte de público y crítica parece (y seguramente es) excesivo dada la calidad cinematográfica del film, hay que reconocer que este tiene varios aspectos meritorios, sobre todo teniendo en cuenta la época en que se rodó. Principalmente la película está bien hecha en su primera parte, donde muestra el entrenamiento de los marines y sobre todo, el asalto a Tarawa. Esta pequeña isla, fue escenario de duros combates entre americanos y japoneses que son muy bien reflejados en la película. Las escenas del desembarco, cuando los marines quedan clavados en la playa debido al fuego procedente de los blocaos japoneses está muy lograda y resulta bastante realista para la época, si bien con la limitación de se muestran las muertes “dulces” o no sangrientas de los soldados que caen en combate. El otro gran acierto de la película es que, gracias al apoyo del ejército a la producción, contó con armamento real de la II GM, por lo que la recreación del material de los marines es perfecta, desde los tanques a las armas portátiles, todo el atrezzo militar es rigurosamente realista.

Pero por lo demás, la película cojea en varios aspectos. El guión es un tanto irregular, mezclando elementos de drama romántico un poco pasteloso, con los típicos enfrentamientos del “padrazo” Stryker con sus subordinados díscolos. A ello se le unen las escenas de acción épico-heroicas, con soldados que mueren exhalando frases pretendidamente emotivas… demasiados tópicos al uso. Y como no podía ser menos, también se recrea el mítico plano de la Bandera de EEUU plantandose en la cima del Monte Suribachi, el icono fotográfico por excelencia de la batalla de Iwo Jima y una de las imágenes mas conocidas de la II GM.

En cuanto a los actores, Wayne muestra oficio en el papel de “American Hero” duro pero sensible a la vez, valiente, pero imperfecto, en el que tan a gusto se sentía, en un personaje muy parecido al que interpretaria en varias películas. Aunque, eso sí, no considero que su interpretación fuera merecedora del Oscar (el cual, por cierto, no ganó). De los secundarios, no hubo ninguno que me llamara especialmente la atención.

En definitiva “Arenas Sangrientas” no es precisamente una joya del Séptimo Arte, y mas allá de su éxito coyuntural, se puede decir que no ha resistido demasiado bien el paso del tiempo, aunque sí hay que reconocerle que el filme debió resultar bastante realista cuando se estrenó. Recomendable como precedente de otros títulos más recientes como “Banderas de nuestros Padres”.

Califiación: 5,5/10

viernes, 23 de noviembre de 2007

Infierno en las Nubes (Flying Leathernecks)

Infierno en las Nubes (1951)


La acción comienza a principios de 1942. Una escuadradilla aérea de los marines, la VMF-247, recibe a su nuevo comandante el mayor Dan Kirby (John Wayne) quien ha sido nombrado en detrimento del segundo oficial de la misma, el Carl Griffin (Robert Ryan). El mayor Kirby es un partidario del apoyo aereo cercano a las tropas de tierra, por lo que la escuadrilla es enviada a combatir a Guadalcanal, donde americanos y japoneses se disputan el control de la isla en encarnizados combates por tierra, mar y aire. Pronto, las duras condiciones de combate en Guadalcanal harán que los caracteres de Kirby y Griffin choquen, ya que la muy estricta disciplina de Kirby no es entendida por su segundo, pese a lo cual, Kirby está decidido a hacer combatir a sus hombres hasta la extenuación.

A principios de los años 50, en plenos albores de la “Guerra Fria” muchos estudios de Hollywood decidieron volver la vista atrás, hacia al reciente conflicto mundial, para ensalzar los valores del ejército norteamericano a través de sus filmes bélicos (seguramente, la escalada bélica en Corea tuvo su parte de culpa en esto). En esta película el actor que más veces encarnó al heroe americano por excelencia, John Wayne, es el típico jefe de unidad aparentemente duro e impertubable ante la muerte de sus subordinados, pero en el fondo de gran corazon y que lamenta cada baja entre sus hombres como algo propio.

A partir de ahí, el argumento discurre por los senderos previsibles, con algunas escenas de combates aereos que vienen a recrear las incursiones aereas contra los japoneses en la batalla de Guadalcanal. Lamentablemente, se ve que el presupuesto destinado a los efectos visuales no daba para mucho, por lo que las escenas de combates aereos se reducen a un primer plano de la cabina y piloto, alternándose con multitud de escenas sacadas de documentales reales en color, que se intercalan con algún que otro fallo de continuidad de la acción. Al menos son de agradecer algunas tomas filmadas en las que se aprecian que los aviones usados son auténticos F4 Wildcats y F4U Corsairs (cosa que tampoco era excesivamente difícil, ya que este film se rodó apenas 5 años después del final de la guerra). También se entremeten algunas escenas familiares, afortunadamente breves, que la verdad, no aportan gran cosa.

En el apartado interpretativo, John Wayne está en su linea, con un papel bastante plano al que no le saca demasiado partido y el coprotagonista, Robert Ryan tampoco pasa de discreto. Pero en realidad, tampoco el guión profundiza demasiado en el carácter de los personajes (tenemos al típico mando “duro” frente al buenazo o “flexible” y punto) y en eso la historia resulta tan plana como en todo lo demás.

Desde luego no puede decirse que “Infierno en las nubes” sea una película especialmente memorable y si encima como colofón me ponen el típico plano de la bandera norteamericana izándose en el mástil de turno… me dejan más frio que un iglú. Pasable en el mejor de los casos.

Calificación: 4/10

viernes, 16 de noviembre de 2007

36 Horas (36 Hours)

36 Horas (1965)

Pocas semanas antes del comienzo de la Operación Overlord, el Mayor Pike (James Garner), un oficial de inteligencia americana, es capturado por miembros del servicio secreto alemán en Portugal. Como la inteligencia alemana sabe que Pike es conocedor de los secretos del Dia D, deciden sacarle información internandolo en un apartado sanatorio de Baviera. Alli, bajo el cuidado del Dr. Gerber (Rod Taylor), un médico alemán de origen norteamericano, y de la dulce enfermera Hedler (Eva Maria Saint), le hacen creer a Pike cuando este despierta que han transcurrido cinco años desde que cayó en coma y que la guerra ha acabado, esperando que de este modo Pike les revele los detalles concretos del Plan de Overlord, especialmente el lugar donde se producirá el inminente desembarco aliado.

36 Horas” es el típico ejemplo de película interesante relativamente desconocida, y ciertamente es una película mejor de lo que puede esperarse. La película adaptó para la gran pantalla un relato corto titulado Beware of the Dog ("Cuidado con el perro") del escritor Roald Dahl. La direccíón del film recayó sobre George Seaton, quien apenas tres años antes se había encargado de la realización de otro notable film de espionaje ambientado en la II GM, "Espía por mandato".

Entrando a analizar el film hay que decir que 36 horas es una más que interesante historia de espionaje, que mezcla los elementos típicos de dicho tipo cine con el thriller de intriga, lo cual sirve para que la narración mantenga el interés a lo largo de su metraje, gracias a un guión muy bien elaborado, en el cual, no obstante, se aprecian algunos aspectos poco pulidos que, de haberse cuidado más, habrían elevado considerablemente la calidad del film. En cualquier caso, estamos ante un relato que por momentos recuerda al mejor cine de Hitchkock, quien, sin lugar a dudas, habría sabido sacar un excelente provecho de la historia que sirve de punto de partida de la narración. Partiendo de dicha interesante premisa argumental, el desarrollo posterior de la historia logra hacerla creible e interesante a la vez. La trama está llevada con un apreciable vigor y pulso narrativo, mediante un ritmo que va in crescendo de intensidad hasta la resolución final de la misma, que me pareció bastante buena (y que no desvelaré por motivos obvios).

En cuanto a los actores, hay que señalar que tanto James Garner como Eva Marie Saint, y especialmente Rod Taylor, cumplen muy bien en sus respectivos papeles. En definitiva, “36 horas” es un film intenso y de buena factura que deparará una grata sorpresa a quien no haya tenido oportunidad de verla con anterioridad. Una pequeña joya desconocida.

Calificación: 6,5/10

martes, 13 de noviembre de 2007

Ike: Desembarco en Normandia (Ike: Countdown to D-Day)

Ike: Desembarco en Normandia (2004)

La acción comienza varios meses antes del comienzo de la Operación OVERLORD cuando el general norteamericano Dwight Eisenhower (apodado abreviadamente “Ike”) es designado por Churchill para desempeñar el mando supremo de las fuerzas terrestres aliadas de cara a la futura invasión del continente Europeo. A partir de su nombramiento, Ike habrá de sortear con grandes dosis de energía y diplomacia los problemas militares y políticos que irán surgiendo en las semanas previas al crucial Dia D, el desembarco en Normandia.

Este telefilme, de producción estadounidense supone una nueva aproximación al tema del desembarco en Normandia, esta a vez a través de los ojos de uno de sus protagonistas, el hombre que dirigió los preparativos de OVERLORD, el general Eisenhower. La película reconstruye con cierta minuciosidad los hechos principales que precedieron al desembarco, mostrando la problemática a la que tuvo que enfrentarse Ike, abarcando factores como las condiciones meteorológicas, la escasez de lanchas de desembarco, las complicadas relaciones estratégicas y políticas con el primer ministro británico, Winston Churchill, y las tensiones provocadas por el excesivo ego del Mariscal Montgomery.

El film compensa su evidente limitación de medios con una producción aseada y correcta, abordando el tema de la preparación de OVERLORD con bastante rigor histórico, en un tono casi documental, desde la perspectiva de los principales dirigentes políticos y militares que dirigieron la campaña. Lo que me gustó de la película fue naturalmente ese rigor a la hora de mostrar los entresijos de una de las campañas mas cruciales de la historia, y como describe las tensiones derivadas de la responsabilidad del mando supremo que debió sufrir el hombre sobre cuyos hombros recayó dicha responsabilidad, a la que se añadían los problemas causados por los celos profesionales de Monty.

Lo que no me terminó de convencer es que a mi modo de ver los personajes son retratados cayendo en el exceso sicológico, que a veces parece caricaturesco. La arrogancia de Montgomery (verdadera) aparece retratada hasta la saciedad; a Patton lo muestran como un botarate pretencioso; De Gaulle es un chauvinista cerrado de mente y Ike, (eso sí) es todo un compendio de magnaminidad, tacto y humanidad. Quizás dotar al retrato sicológico de estos personajes de algún que otro matiz adicional habría dado mas profundidad a la historia.

En el apartado de las interpretaciones, los actores estan correctos en general. Tom Selleck en el papel de Ike no desentona, aunque para mi el mejor caracterizado es el actor que interpreta a Montgomery.

Una escena que me gustó especialmente es la de Ike contemplando pensativo un cuadro de Napoleón en Rusia, comentandole luego a su ayudante “No pienso en Napoleón, pienso en los soldados”, escena que a mi modo de ver refleja bastante bien la presión que debe soportar quien envía a miles de hombres a enfrentarse a la muerte. Lo que menos me gustó es que aborda la historia desde un punto de vista claramente favorable a los estadounidenses, intercalando en algunas escenas los típicos diálogos en los que se habla de la misión de EEUU como baluarte de la libertad del mundo y la democracia.

En resumen, una película entretenida, aunque no aportará gran cosa a los que conozcan la historia de OVERLORD.

Calificación: 5,5/10

sábado, 13 de octubre de 2007

Almas en la Hoguera (Twelve O´Clock High)

Almas en la hoguera (1949)

La acción no sitúa en una base aerea de la 8ª Fuerza Aerea de EEUU en Inglaterra. La escuadrilla de bombarderos 918ª es una unidad que lleva varias semanas combatiendo y a la que las fuertes bajas han minado la moral de combate. Para sustituir al agotado comandante de la 918ª, el Coronel Davenport, se nombra al general Frank Savage, quien decide aplicar una ferrea disciplina para restaurar la moral de la tropa. Aunque inicialmente ello le acarrea la enemistad de sus hombres, estos iran cambiando gradualmente su actitud a medida que, gracias a Savage reducen las pérdidas y aumentan sus éxitos en las misiones de bombardeo. Pero las tensiones del mando terminarán por afectar igualmente a Savage, quien no se librará de sufrir sus consecuencias.

Por una vez, un título traducido, como es “Almas en la hoguera” resulta mucho mas apropiado para captar la esencia de la historia que el título original. La película, en vez de describir los combates aereos, centra su atención en la lucha interna de los pilotos sometidos a la tensión del combate y la angustia extrema que supone arriesgar la vida a cada momento. Las almas de esos aviadores están siendo consumidas en la hoguera de la guerra hasta el punto de atormentar sus espíritus. En ese aspecto, el desarrollo del guión es sobresaliente, presentando a la perfección los distintos puntos de vista del mando y los combatientes. El otro eje argumental de la película es la cuestión del liderazgo, confrontando las dos maneras posibles de ganarse a los hombres: compresión o dura disciplina. El coronel Davenport pierde su capacidad de mando por implicarse emocionalmente con sus hombres, mientras que el general Savage (Gregory Peck) será el encargado de aplicar la disciplina e inculcarles a sus hombres el “esprit de corps”, el orgullo de cuerpo, aunque finalmente no podrá evitar caer en la misma implicación emocional que destruyó al anterior jefe de escuadrilla.

En el apartado de la ambientación, la mayor parte de la película discurre en decorados de interiores (bases aereas, cuarteles…etc) solo en las escenas de la incursión sobre Scwheinfurt se muestran escenas de combates, en gran medida sacadas de documentales, y precisamente esa falta de escenas de combate aereo sea una de las grandes fallas de la película, que por momentos se hace excesivamente densa debido a su considerable metraje. En cuanto a las interpretaciones, hay que destacar el grandisimo papel que compone Gregory Peck como general Savage, así como los secundarios, que están todos muy creibles en sus interpretaciones.

En definitiva, “Almas en la hoguera” es todo un estudio psicológico de ese fenómeno que se denomina “fatiga de guerra” y una película de notable profundidad psicológica. Muy recomendable.


Critica de Reisman

Calificación: 7/10

martes, 9 de octubre de 2007

Amén

Amen (2002)

Kurt Gerstain es un científico enrolado como teniente en el departamento de sanidad de la SS por sus conocimientos sobre parásitos y purificación de aguas. Sin embargo, su inocente tarea pronto se verá complicada por un nuevo programa: el exterminio de los judios mediante el uso del gas Zyclón. Gerstain, cristiano de firmes creencias, trata de entorpecer la matanza y abrir los ojos de sus compatriotas, sin que nadie lo escuche. Finalmente decide denunciar los hechos del genocidio judio ante el nuncio vaticano, para hacerlos llegar al Papa en Roma. Pese a que el nuncio no lo escucha, su ayudante, el padre Fontana intentará ayudar a Gerstein en su tarea de detener la matanza de judios.

El director Costa-Gavras es conocido por dotar a sus películas de un fuerte compromiso ideológico y componente de denuncia política. En ese aspecto “Amen” no es ninguna excepción a la regla de este realizador de origen griego, que compone con su película un contundente alegato contra la pasividad de la Iglesia Católica, y especialmente del Pontífice Pio XII ante el genocidio nazi. Aunque la película peca de cierto maniqueísmo (en mi opinión se deforma demasiado la opinión de Pio XII de preferir el nazismo al comunismo) lo cierto es que el tema del silencio de la Iglesia Romana ante las muertes de miles de judios en Europa es una de las cuestiones mas lacerantes y aun polémicas de la historia reciente del Estado Vaticano.

Centrándonos en el aspecto cinematográfico, hay que decir que “Amen” tiene mas fuerza por lo que cuenta que por como lo cuenta. Las limitaciones formales que presenta el film hacen que el desarrollo de la historia resulte relativamente plano y lineal, sin evitar caer a veces en cierto efectismo (como en la escena de la mariscada de los cardenales con el Vaticano de fondo). En el aspecto artístico, tampoco hay nada especialmente reseñable, aunque sí una escena lograda, cuando Gerstein observa por la mirilla de un barracón como gasean a un grupo de judios, sin ver lo que ocurre dentro, el horror se intuye en una elipsis muy lograda. Los actores principales (Tukur y Kassovitz) están bien en sus respectivos papeles dando credibilidad a sus respectivos personajes.

Quizás lo que le falta a “Amen” para ser una gran película es algo mas de atrevimiento, tanto en la forma como en el fondo, y haber profundizado más en los temas que plantea, pues su postura claramente antieclesiastica la grava con una dosis importante de subjetivismo. Pese a todo, una película interesante y que hace reflexionar.

Calificación: 6/10

viernes, 5 de octubre de 2007

Hundid el Bismarck (Sink the Bismarck)

Hundid el Bismarck (1960)

Mayo de 1941. El Alto Mando naval británico sospecha que el poderoso acorazado Bismarck, se dispone abandonar el Báltico para dirigirse al Atlántico con el objetivo de causar estragos en el tráfico mercante. El Capitán Sheppard, nuevo jefe de operaciones del almirantazgo, ve confirmadas sus sospechas cuando le informan de que dos grandes buques alemanes (que resultan ser el Bismarck y el Prinz Eugen), se dirigen al estrecho de Dinamarca rumbo al Atlantico. Desde ese momento, la flota británica se moviliza con un solo objetivo: localizar y hundir al Bismarck.

En un claro tono documental, Hundid el Bismarck, es una película que refleja bastante fielmente los hechos históricos que condujeron al hundimiento del más famoso acorazado de la II GM. Aunque el personaje principal (Capitán Sheppard) es ficticio, se describen bastante bien los acontecimientos que describen la localización del Bismarck, el enfrentamiento en el que resulta hundido el Hood y la posterior destrucción del buque alemán. Eso sí, la película se toma algunas licencias, como la de presentar al jefe de la flotilla alemana, almirante Lutjens, como un déspota e incapaz, cosa que no se ajusta a la realidad, pues Lutjens era un marino competente y cabal. Asimismo, no se muestra la causa real del hundimiento del Bismarck (supongo que porque no se sabía cuando se filmó esta película): que la propia tripulación abrió las válvulas para facilitar su hundimiento, pues pese al intenso cañoneo, el acorazado se mantenía a flote gracias a su fuerte blindaje.

Por lo demás, la película no está mal en el apartado técnico, usando para recrear los barcos una mezcla de imágenes de documental y maquetas artesanales que no quedan mal en pantalla. La típica historia romántica que se introduce en este tipo de películas, en este caso entre el capitán Shepard y su asistente femenina no aporta mucho, pero al menos no entorpece el desarrollo de la historia principal. En cuanto a los actores, quitando al que interpreta a Lutjens, están bien en sus papeles, sin que ninguno destaque especialmente.

En resumidas cuentas una película filmada con oficio y bastante fiel a los hechos reales de la caza del Bismarck.


Calificación: 5,5/10

jueves, 4 de octubre de 2007

Lili Marleen

Lili Marleen (1981)

A traves de la historia personal de la cantante Lale Andersen, que popularizó el que fue el mayor éxito musical de la II GM, la celebérrima canción “Lili Marleen”, el argumento nos muestra la tormentosa relación sentimental de la verdadera Lili con un compositor de origen judio, su vuelta a Alemania tras ser expulsada de Suiza, y como a través del inesperado éxito mundial de su canción, la cantante llega a convertirse en estrella y a codearse con la alta sociedad del III Reich, a la vez que es usada por la gigantesca maquina de propaganda nazi.

El director alemán Reiner Fassbinder, ofreció con este film su particular visión de la sociedad nazi a través de la historia de cantante que popularizo la archiconocida canción que da título a la película. La historia, que por momentos se aproxima (sin llegar) al ritmo de un musical, intercala una gran cantidad de temas como el amor, la ambición, o el precio de la fama. La parte musical se reduce a la interpretación, con distintos matices de “Lili Marlene”, siendo especialmente emotivas las secuencias en las que la canción se va intercalando con escenas bélicas y observamos la expresión de los soldados en lugares lejanos como sublimados por la nostálgica melodía de la música. El papel de Lale Andersen, por cierto, está muy bien interpretado por la protagonista, Hanna Schygula, que logra recrear a la perfección a la pasional y frágil cantante.

Otro acierto del film es como refleja el ambiente de la Alemania nazi, con un cierto aire de oscuro cabaret que es muy bien resaltado mediante el uso de una ambigua luminosidad de los planos con contrastes de claros y oscuros. En el apartado negativo, quizás puede achacarse que algunas partes del film resultan demasiado efectistas o alguna situación que otra un tanto forzada, pero en general el ambiente visual y sonoro que logra Fassbinder está muy logrado. Una película interesante, sobre una canción para recordar y que encandiló a toda una generación.

Calificación: 6/10

martes, 2 de octubre de 2007

Dias de Sangre y Fuego (The Fallen)

Dias de Sangre y Fuego (2004)

A finales de 1944, mientras el frente italiano se haya estancado en la línea de Los Apeninos, la lucha prosigue en varios frentes. A través de la historia de un grupo de soldados americanos que llevan suministros al frente; una compañía alemana que lucha por mantener su posición rodeados de partisanos; y un grupo de soldados italianos leales a la República de Saló que combaten junto a los alemanes, el argumento desgrana la compleja situación de Italia en esos meses postreros de la guerra.

Lo primero que hay que decir a la hora de valorar esta película, es que, en principio, hay que reconocerles al guionista y al director, el valor que han tenido al tratar un tema muy poco explorado por el cine como es el de la complejidades sociales y políticas creadas por la II GM en muchos paises europeos, tratando de Italia en este caso. Sin embargo, también es de recibo pedir que, a la hora de acometer un proyecto de esta envergadura, se cuenten con ciertos mimbres que garanticen un resultado mínimamente satisfactorio. Ahí es donde falla este film. La complejidad de las distinta subtramas que el guión intenta entrelazar (la lucha de italianos en el Ejército Fascista contra los partisanos, la visión alemana y norteamericana…etc) habría requerido unos medios de los que esta producción carece. La película intenta abarcar demasiado, pero se vé que ni el presupuesto, ni un guión que resulta demasiado esquemático, tanto en la trama como en el desarrollo de los personajes, le permiten remontar el vuelo.

Sin negar las buenas intenciones que se adivinan detrás del film, que trata de presentar una visión honesta y realista sobre todos los bandos, lo cierto es que la historia se queda reducida a una serie de episodios que no terminan de conectar entre sí. Algunas esforzadas escenas bélicas, rodadas con pocos medios pero con pulcritud, completan el cuadro de una película que apunta maneras pero no termina de funcionar. Pese a ello “Dias de Sangre y Fuego” tiene sin duda su interés, aunque sea solo por tratar un tema atractivo y poco visto con anterioridad en el cine.
Calificación: 4/10

viernes, 28 de septiembre de 2007

El Último Asalto (The Last Drop)

El Último Asalto (2005)

En el marco de la operación aerotransportada “Market Garden” un pelotón aliado recibe el encargo de llevar a cabo una misión especial, denominada en clave “Operación Matchbox” (Caja de Cerillas) consistente en hallar el escondrijo de Holanda donde un oficial de la SS, el Mayor Kessler, esconde un importante tesoro de oro y obras de arte robadas. Al mismo tiempo, un grupo de renegados mandados por un oficial alemán persiguen el mismo objetivo de hacerse con el tesoro.

En los últimos tiempos han proliferado en cierta medida las películas ambientadas en la segunda guerra mundial que llaman la atención por su cuidada ambientación (al menos aparente) a la vez que por su nula calidad (por ejemplo, Saints and Soldiers). En este grupo podemos incluir “El Último Asalto”. El arranque de la película es bueno, con una lograda mezcla de imágenes reales en B/N que van pasando a las filmadas en color, así como una bastante aceptable ambientación. Igualmente, los efectos digitales que muestran a los remolcadores y planeadores aliados en vuelo y el aterrizaje del planeador que transporta al comando no están del todo mal. Pero a partir de ahí paramos de contar los méritos del film.

En el resto de apartados, la película no acierta prácticamente en nada y lo único que merece la pena contemplar es una buena fotografía de exteriores. Por lo demás, la “nada” mas absoluta: los actores no transmiten gran cosa, el argumento no está nada bien desarrollado, y los diálogos son bastante superficiales, además de manidos. A todo esto hay que añadir que las escenas de acción no pasan de algún que otro tiroteo entre unos pocos hombres. Por ello, pese a que el punto de partida argumental no era malo, lo cierto es que todo se queda en agua de borrajas por la falta de ideas que deja traslucir el guión.

En definitiva un título de esos que parecen hechos para la TV y que uno olvida a los quince minutos después de haberlo visto. Prescindible.


Calificación: 3/10

martes, 25 de septiembre de 2007

El Tren (The Train)

El tren (1964)

La acción se sitúa en Francia, en agosto de 1944. El frente alemán en Normandia se está derrumbando, y se sabe que el avance aliado hacia Paris es inminente. Un oficial alemán aficionado al arte, el coronel alemán Von Waldheim (Paul Scofield), decide que antes de la llegada de los aliados, hay que llevarse los cuadros de la galeria nacional francesa, todos ellos de excepcional valor, a Alemania. Con ese objetivo, Von Waldheim se las arregla para conseguir que le concedan un tren con prioridad de salida para su cargamento. Sin embargo, la resistencia francesa, enterada de los planes alemanes, está decidida a evitar el robo de los cuadros, para lo que cuentan con la colaboración del duro jefe de Estación Labiche (Burt Lancaster), miembro de la resistencia, quien intentará detener el tren a cualquier precio.

El eficiente director John Frankenheimer, uno de los directores visualmente más innovadores de los 60, dirigió esta película que, teniendo como vehículo argumental el homenaje a los hombres de la Resistencia, mezcla elementos de Thriller de acción y cine bélico. Lo mejor de la película es sin duda, el duelo de titanes entre los protagonistas, el implacable Von Waldheim contra el testarudo ferroviario Labiche. La lucha por la posesión de los cuadros, a la que Labiche se ve arrastrado en contra de su voluntad, depara un duelo vibrante de personalidades entres el alemán y el francés. Hay que reconocer también que la película está muy bien filmada, con planos largos (marca de Frankenhaimer) y subjetivos, que eran toda una innovación visual en los 60. Las escenas de acción, de igual modo, resultan muy convincentes y tremedamente realistas, apenas se notan los efectos especiales en las mismas. Por último destacaría el desenlace de la trama, muy bien filmado visualmente y argumentalmente impecable.

Las interpretaciones rayan a un gran nivel, especialmente la de Burt Lancaster muy convincente en el papel de Labiche, un personaje que se le ajusta como un guante. Lo que menos me terminó de convencer de la película son los continuos sabotajes que sufre el tren, lo que convierte el desarrollo de la película en una sucesión un tanto repetitiva de sabotajes y las consiguientes reparaciones. Quizás el haber acortado un poco el metraje (130 minutos) habría dado algo mas de agilidad a la narración. Pero, en definitiva, hay que reconocer que “El Tren” es cine del bueno, de excelente factura, y hecho con mucho oficio.


Calificación: 6,5/10

viernes, 21 de septiembre de 2007

Aquel Maldito Tren Blindado (Quel Maledetto Treno Blindato)

Aquel Maldito Tren Blindado (1977)

La acción se situa en Francia, en algún momento de 1944. Un grupo de desertores del ejército americano son conducidos a prision cuando, aprovechando un ataque aereo, huyen en dirección a la frontera suiza. Ayudados por un desertor aleman que encuentran más adelante, el grupo de seis hombres está a punto de huir pero topan con un comando infiltrado aliado con uniformes alemanes, al que, por error, eliminan. Poco después son encontrados por miembros de la resistencia francesa, quienes confundiendolos con el comando verdadero, les informan de “su” peligrosa misión: apoyados por la resistencia, tienen que asaltar un tren blindado alemán fuertemente custodiado, con el objetivo de robar el giroscopo de un cohete V-2. El grupo de renegados no tendrá entonces más remedio que embarcarse en la misión y cumplirla antes de escapar.

Aquel maldito tren blindado” es una curiosa producción bélica italiana, con trazas del mas puro cine de Serie B, en la que podemos reconocer elementos claramente entresacados (y no sé hasta que punto prestados) de películas clásicas del género como “Doce del Patíbulo”, “El desafio de las Aguilas” o “Los Violentos de Kelly”, mezclados con unos personajes al estilo de “Los Panzer de la Muerte”. Pese a que semejante refrito podría parecer a priori, el causante de un engendro cinemátográfico, lo cierto es que esta película, dentro de sus evidentes limitaciones técnicas y artísticas, tiene una cierta frescura que la hace muy entretenida. Quizás sea debido a su absoluta ausencia de pretensiones más allá de entretener al espectador, cosa que consigue largamente. Ello se debe en gran parte al dinamismo de la historia y a unos diálogos sencillos pero muy vivos y creibles, con algunos toques de humor.

La película, cuya factura recuerda mucho a esos inolvidables “Spaghetti Westerns” de bajo presupuesto rodados con actores norteamericanos de segunda fila, tiene sin embargo un aspecto levemente disparatado que dota de agilidad a la historia. Escenas delirantes como el enfrentamiento las mujeres soldado alemanas que disparan sus MP-40 desnudas tras ser sorprendidas bañandose en el rio; o el increible asalto al castillo-cuartel de la SS; escenas que son pura sicodelia setentera pero que no dejan de tener su gracia. Otro aspecto que me sorprendió gratamente es el de la ambientación: los uniformes y vehículos alemanes, así como el atrezzo militar están bastante cuidados (incluso aparece un Kettenkrad, la motocicleta oruga alemana). Eso sí, el que busque realismo bélico, mejor que no se pare en esta película. Las escenas de acción son mayormente inverosímiles, con los alemanes cayendo por decenas y con muchas explosiones de fuegos de artificio poco realistas.

Quizás por ese toque de locura no exento de originalidad que transmite esta película hizo que el célebre director Quentin Tarantino, últimamente muy aficionado a los remakes de películas cutres de los 70, se haya fijado en este clásico de Serie B para su próximo proyecto titulado “Inglorius Bastards” (que fue el titulo adoptado por la película para el mercado anglosajón) del cual espero que no pierda la frescura del original. Aunque visto ese pestiño titulado “Death Proof” tengo mis reservas al respecto.
Calificación: 5/10

jueves, 20 de septiembre de 2007

El Final de la Cuenta Atrás (The Final Countdown)

El final de la Cuenta Artás (1980)

La acción comienza en 1980. El moderno portaviones nuclear USS Nimitz se encuentra realizando una navegación rutinaria en aguas de Hawai cuando de pronto se ve atraido hacia lo que parece una extraña tormenta elegtromágnetica. Cuando la atraviesa, la tripulación descubre sorprendida que han efectuado un viaje espacio-temporal, siendo transportados al dia 5 de Diciembre de 1941, dos días antes del ataque japonés contra Pearl Harbor. En esta tesitura el Capitán Yelland (KirK Douglas), al mando del Nimitz, ha de decidir si deja seguir el curso de los acontecimientos o si interviene para evitar el ataque cambiando por completo la historia.

Comenzando por un punto de partida argumental bastante explotado por el cine como es el de los viajes en el tiempo, hay que reconocer que “El final de la cuenta atrás” sabe darle un toque de originalidad al tema al situar a los protagonistas ante un momento crucial de la historia, ante el que deben decidir si intervenir o no. En ese sentido, el arranque de la película es brillante, sabiendo captar rápidamente la atención del espectador. En esa primera parte de la pelicula, el guión va mostrando como los personajes se hacen cargo de su nueva situación y como evolucionan del estupor al pragmatismo de decidir que hacer. Especialmente memorables son las escenas de combates aereos de los modernos F-14 frente a los “Zero” japoneses y las de la tormenta que se “traga” al Nimitz (aunque los efectos visuales resulten mucho menos impresionantes hoy dia).

El problema es que tras el excelente arranque de la trama, pasada la media hora inicial, la historia comienza a flojear un tanto. No se ahonda suficientemente en las posibilidades derivadas de cambiar la historia y tampoco el guión consigue mantener el vuelo dando un poco más de profundidad al argumento. Así la historia se va aproximando inevitablemente a un desenlace que resulta el mas convencional y previsible de todos los posibles (y que no desvelaré por no estropearselo a quien no la haya visto) pese a que hay un giro final que pretende ser sorpresivo, pero no me terminó de convencer.

Pese a ello, “El final de la cuenta atrás” resulta un entretenimiento de primera, que además de su amenidad, cuenta con unos buenos actores como todo un Kirk Douglas, algo veterano pero eficaz, y también un joven Martin Sheen, que está muy bien en su papel. Un pequeño clásico de la ciencia-ficción que merece ser revisado.
Calificación: 6/10

lunes, 17 de septiembre de 2007

No eran imprescindibles (They were expendable)

No eran imprescindibles (1945)

La acción comienza en 1941, poco antes del ataque japonés a Pearl Harbor. Los tenientes de la armada norteamericana Brickely y “RustyRyan son dos comandantes de lanchas rápidas torpederas PT con base en Filipinas. Tanto Brickley como Ryan están empeñados en demostrar la valía en combate de sus pequeñas embarcaciones, pese a la desconfianza del alto mando. Finalmente, tras varias semanas de frustración porque sus lanchas son usadas únicamente en misiones de vigilancia y correo, ambos oficiales tendrán la satisfacción de ver como finalmente reciben el encargo de actuar contra las fuerzas navales japonesas que operan en Filipinas.

El mítico director norteamericano John Ford (que habia filmado varios documentales sobre la actuación de EEUU en la II GM) quiso rendir con esta película un sentido homenaje a los soldados americanos que se sacrificaron en los primeros meses de la contienda. Al igual que “Bataan” la acción se situa en la Campaña de Filipinas, rindiendo tributo a los soldados americanos que cayeron o fueron hechos prisioneros alli. Pero, a diferencia de aquella, “No eran imprescindibles” prescinde de la apelación al heroísmo, para centrarse más en el trabajo gris de la reparación de una lancha dañada, la recuperación de los heridos en el hospital, y la vida cotidiana de los soldados preprandose para la batalla. Las escenas de acción en las que supuestamente las torpederas atacan a un crucero japonés, están bien filmadas, pero teniendo en cuenta las limitaciones técnicas de la época (las máquetas se notan mucho, y resulta inverosímil como los torpedos hacen explotar el crucero) han quedado desfasadas hoy dia. En cualquier caso, dado la intención de la película, el tema de la acción resulta secundario.

Los actores principales, Robert Montgomery (Brickley) y un joven John Wayne (Ryan) están bien en sus respectivos papeles, logrando unas sobrias interpretaciones. Quizás lo malo de esta película es que el tono que usa sería mas apropiado para un documental que para un film bélico. La acción se ralentiza demasiado, se introduce una historia romántica de Ryan con una enfermera que no termina de cuajar, y dado que el guión tampoco es un portento, el metraje (130 minutos) se hace excesivamente largo al espectador.

En cualquier, resulta interesante el enfoque que Ford elige para contar la historia de esos soldados desconocidos y prescindibles cuyo sacrificio, de otro modo, habría quedado sepultado en las neblinas de la historia.
Calificación: 5/10

viernes, 14 de septiembre de 2007

Bataán

Bataán (1943)

Filipinas, año 1942. El desembarco japonés en diferentes puntos de las isles obliga a los soldado americanos y sus auxiliares filipinos a retirarse hacia el norte de Luzón, para atrincherarse en la estratégica peninsula de Bataan. Una vez alli, el Sargento Bill Dane se encarga de capitanear a un variopinto grupo de trece soldados rezagados, reunidos improvisadamente para defender un importante Puente y evitar que los japoneses lo crucen. En unas condiciones muy difíciles Dane y sus hombres lucharan heroicamente por mantener sus posiciones.

Si tenemos en cuenta el año de producción del film (1943) ya nos podemos imaginar que “Bataan” pertenece al género bélico-propagandístico que tanto se prodigó durante los años de la Guerra Mundial. Como el hecho en sí de la retirada y posterior rendición americana en Bataan era conocido por el público (solo había transcurrido un año desde que se produjo) los productores optaron por prescindir del marco histórico general de la batalla para contar una historia de ficción que levantara la moral de los espectadores. Así, la película se centra en la típica unidad de abnegados soldados americanos, que saben vencer su miedo para protagonizar una épica defensa estilo “Alamo” frente al enemigo japonés.

El film tiene un arranque bueno mostrando con bastante realismo la caótica retirada americana desde Manila (se ven incluso heridos sangrantes, cosa rara en los 40) hacia Bataan. Sin embargo, una vez que los soldados americanos se atrincheran la acción se ralentiza bastante y se llega a hacer un poco pesada. Algunos efectos especiales bastante poco creibles no ayudan, como cuando los soldados americanos hacen volar el puente en recontrucción con ¡granadas de mano! o cuando el cocinero derriba un caza japonés con un subfusil Thompson.

Entonces ¿donde reside el interés de Bataan?. No precisamente en lo que cuenta (ocultando los hechos reales y la desafortunada actuación de MacArthur en esa campaña) sino en como lo cuenta. Como el ministerio de información de EEUU estaba interesado en preparar a la población para aceptar la realidad de la guerra y las bajas, la película es deliberadamente realista. La guerra es mostrada con bastante crudeza para los cánones de la época, aparte de la ya mencionada escena de la retirada, se muestran las muertes a mano de francotiradores, las heridas, y la dureza de la vida en el frente. En ese sentido esta película fue pionera al abrir el camino hacia un mayor realismo en el cibe bélico, que fue posteriormente seguido por muchas producciones de Hollywood.

Eso sí, hay que reconocer ni histórica ni cinematográficamente puede decirse que “Bataan” valga mucho la pena.
Calificación: 5/10

jueves, 13 de septiembre de 2007

Comando en el Mar de la China (Too Late the Hero)

Comando en el Mar de la China (1970)

Año 1942. El teniente Lawson, un oficial de inteligencia de la armada norteamericana es seleccionado por sus superiores para una misión especial debido a su dominio del idioma japonés. Lawson es enviado por sus superiores a una pequeña isla de las Nuevas Hébridas para participar en una peligrosa misión junto con un comando británico formado por un grupo de soldados indisciplinados. La isla, dominada en su extremo sur por los británicos, se encuentra parcialmente ocupada por los japoneses en su lado norte. Para permitir el paso de un convoy naval norteamericano por los estrechos de la isla, el comando británico deberá internarse en la jungla, destruir el equipo transmisor japonés y regresar a la base, esquivando por el camino a las numerosas patrullas japonesas de la isla que los siguen de cerca.

El director Robert Aldrich consiguió con esta película elaborar una pequeña joya dentro del género bélico. El film, en el que se aprecian claras reminiscencias de dos clásicos como “Objetivo Birmania” y “Doce del Patíbulo” (no en vano el propio Aldrich dirigió esta última), alcanza unas cotas difícilmente igualables en lo que a tensión bélica e intensidad narrativa se refiere. La guerra en la jungla es magistralmente presentada, mostrando a la perfección la tensión sicológica que experimentan los combatientes en los inciertos parajes de la jungla, donde el enemigo parece acechar a cada paso.

Otro aspecto a favor del film es el cuidado retrato psicológico que hace de los personajes principales, llenos de matices; desde el oficial valiente, pero sin carisma, pasando por el díscolo sanitario Tosh (Michael Caine), inteligente e indisciplinado, o el teniente Lawson (Cliff Robertson), que en principio se nos muestra como un hombre egoísta y superficial, pero que finalmente sabrá mostrarse valeroso en los momentos difíciles. De entre las muchas escenas logradas del film, me quedo especialmente con dos: la angustiosa infiltración del comando en la estación de transmisiones japonesas (pocas veces una película transmite tanta intensidad emocional como en esas secuencias) y la huida de los dos supervivientes corriendo en la explanada enfrente de la base británica, precedida de la memorable frase: “Usted haga “zig” que yo haré “zag”.

En definitiva, “Comando en el Mar de la China” es una excelente película, de un dinamismo arrollador, que gracias a su ritmo sostenido capta la atención del espectador de principio a fin de su metraje, logrando una intensidad narrativa pocas veces igualada en el género bélico. Una de esas pequeñas obras maestras del cine.
Calificación: 7/10

viernes, 31 de agosto de 2007

Objetivo: Birmania (Objective, Burma!)

Objetivo Birmania (1945)

La acción nos traslada a 1944. Partiendo desde la frontera Indo-Birmana los aliados se preparan para reconquistar el territorio pérdido ante los japoneses en 1941. Como operación previa a la invasión, un grupo paracaidista bajo el mando del enérgico Mayor Nelson, es lanzado en paracaídas sobre la jungla birmana, con la misión de destruir una importante estación de radar japonesa. Pese al éxito de la misión, la operación de rescate de la fuerza paracaidista se ve frustrada, por lo que Nelson deberá dirigir a sus hombres en una peligrosa expedición a través de la jungla y los pantanos para escapar de los japoneses.

Como llego al comentario nº 100 del blog, me parece oportuno dedicárselo a este auténtico clásico del cine bélico. Dentro del cine propagandístico producido por Hollywood mientras la guerra aun no había concluido, “Objetivo Birmania” es junto con “Sahara” la mejor película del cine bélico que se produjo durante la contienda.

Dejando de lado la inevitable demonización del enemigo (japonés en este caso) la película tiene varios méritos que la hacen merecedora del calificativo de clásico. En primer lugar, ofrece una visión de la guerra tremendamente realista, sin omitir el sufrimiento de los soldados, las privaciones que pasan y sobre todo el miedo a la muerte. Los soldados son héroes, sí, pero heroes humanos que luchan por sobrevivir a la guerra. Y luego tenemos a un Errol Flynn enorme en su papel de Capitán Nelson, dando perfectamente el tipo de duro oficial y hombre de acción, en un papel que se le ajusta como un guante. El arranque de la película es especialmente bueno, (y ha sido imitado infinidad de veces en películas posteriores). En el se nos presentan los personajes, y se muestra al espectador los objetivos de la misión, a través de los mapas que aparecen en la reunión preparatoria de la operación. Aunque ciertamente puede encontrarse algún que otro bajón de ritmo a mediados del metraje, lo cierto es que la película mantiene el interés del espectador gracias a una bien dosificada acción.

Finalmente me gustaría destacar una escena del final, cuando Nelson es felicitado por su coronel por el buen trabajo realizado, y Nelson responde, mientras le entrega las placas de identificación de los soldados caidos “El precio ha sido barato, solo un puñado de americanos”. Una escena sorprendente sí tenemos en cuenta la época. Por todo ello, considero que “Objetivo: Birmania” es una película altamente recomendable para todo buen aficionado al cine en general.
Calificación 7,5/10

jueves, 30 de agosto de 2007

En la linea de ataque (A Midnight Clear)

En la linea de ataque (1992).

Diciembre de 1944. Un pelotón de reconocimiento integrado por jóvenes reclutas norteamericanos, inteligentes pero inexpertos, es enviado al bosque de Las Ardenas con la misión de observar las posiciones alemanas e informar por radio de cualquier movimiento enemigo. Pronto descubren que están siendo observados a su vez por un grupo de alemanes, quienes, en vez de atacarlos, se ofrecen a rendirse simulando combatir para salvar las apariencias. Sin embargo, las intenciones amistosas de ambos grupos de hombres se verán malogradas por un trágico incidente y por el inicio de la ofensiva alemana, que deja aislado al grupo de exploración tras las lineas alemanas.

La Batalla de las Ardenas parece campo abonado para que los cineastas independientes de EEUU rueden películas de bajo presupuesto con mensaje antibelicista. Sí en “Saints and Soldiers” asistíamos a una discreta revisión de la batalla, “En la linea de ataque” no pasa de ser una floja recreación de la famosa “Tregua de Navidad” de 1914 (sobre la que existe una película titulada “Feliz Navidad”) cuando las tropas de ambos bandos confraternizaron por las fiestas navideñas y acordaron un alto el fuego espontáneo en muchos puntos del frente. Cambiando las trincheras por los nevados pasajes de las Ardenas y 1914 por 1944, esta película no va mucho más allá del típico mensaje antibélico y sobre los horrores de la guerra. De hecho, hay una escena en la que los soldados de uno y otro bando cantan villancicos mientras decoran un arbol de navidad, que recuerda mucho a los hechos de 1914.

A pesar de contar con un grupo de actores jóvenes (algunos de los cuales han despuntado posteriormente, como Gary Sinise y Ethan Hawke), sus papeles quedan deslucidos por un guión bastante plano, un ritmo narrativo bastante lento, y una casi total ausencia de acción. Como suele ocurrir en este tipo de films, lo que más se puede salvar es una ambientación decente y algún momento aislado de la trama. Pero para hacernos una idea, la calidad de esta película puede equipararse a la de la mencionada “Saints and Soldiers” aunque con menos acción que esta. Solo recomendable para los muy incondicionales del género bélico.
Calificación: 4/10

martes, 28 de agosto de 2007

Sahara

Sahara (1943)

Junio de 1942. La tripulación del sargento Joe Gunn y su tanque M3 Grant, llamado “Lulu Belle” son los únicos supervivientes de un pequeño destacamento blindado norteamericano enviado al desierto a combatir en ayuda de los británicos, el cual resulta destruido por una ofensiva alemana. Tras quedar aislados, el sargento Gunn y su tropa se retiran a través del desierto para volver a establecer contacto con las lineas aliadas. Por el camino se encuentran a varios soldados aliados que han quedado regazados en un hospital de campaña y a Tambul, un soldado sudanés que trae consigo un prisionero italiano. Poco después son atacados por un avión alemán, al que consiguen derribar capturando igualmente al piloto. Ante la escasez de agua de que dispone el grupo, Tambul conducirá al grupo a las ruinas de una antigua fortaleza donde se encuentra el unico pozo de agua de la zona. Mientras tanto, un batallon mecanizado del Afrika Korps que se dirige a Egipto también planea abastecerse del mismo pozo, lo que convertirá la antigua fortaleza en el centro de una dura lucha por el control del agua.

Si tenemos en cuenta el año de producción (1943), está claro que “Sahara” se enmarca dentro de las películas propagandísticas producidas por Hollywood como apoyo al esfuerzo bélico aliado. Pese a ello, y a las evidentes intenciones del film, que nos presenta a un conglomerado internacional de soldados luchando unidos por la causa antinazi, la película tiene varios méritos que la elevan por encima de la categoría del típico film de propaganda. Entre ellos cabe destacar un ritmo trepidante, con una acción perfectamente dosificada, y una línea argumental sencilla pero desarrollada de manera muy efectiva y que sabe captar el interés del espectador.

Por otra parte, la ambientación del desierto, con una excelente fotografía en B/N, transmite a la perfección la sensación de calor, sed y suciedad que viven los personajes. Los actores están bastante bien en sus papeles, en especial un enorme Humphrey Bogart, que logra uno de sus más convincentes papeles en una de sus escasas incursiones en el género bélico.

En resumen, prescindiendo de los peajes propagandísticos, y las típicas muertes “no sangrientas” de la época, lo cierto es que “Sahara” es un notable film bélico, de buena factura y, sobre todo, tremendamente entretenido. Como curiosidad, apuntar que en 1995 se hizo un “remake” de esta película para TV, con James Belushi en el papel de Bogart, pero este no aporta nada nuevo a la versión original, se limita a copiar esta casi plano por plano.

lunes, 27 de agosto de 2007

Siete hombres al Amanecer (Operation Daybreak)

Siete hombres al amanecer (1975)

 Año 1942. El servicio secreto británico planea eliminar al despiadado jefe del SD y gobernador de Bohemia y Moravia (Checoslovaquia), Reinhard Heydrich, apodado “el carnicero de Praga” Con esta finalidad, los soldados checos enrolados en el servicio secreto británico Jan Kubis, Karel Curda, y Jozef Gabcík, son lanzados en paracaídas para preparar el atentado contra el lider nazi, una acción denominada en clave “Operación Amanecer”.

Siete hombres al amanecer supuso la adaptación al cine de los hechos que rodearon al asesinato del cruel Reichsprotektor de Bohemia-Moravia, Reinhard Heydrich, mediante una operación orquestada por los servicios secretos británicos, y que recibió el nombre en clave de “Operación Antropoide”. La historia del asesinato de Heydrich fue relatada en una novela del escritor Alan Burgess titulada “Operación Amanecer”, la cual sirvió de base para elaborar el guión del film, cuyo rodaje se financió con capital estadounidense y checoslovaco. La filmación de los exteriores tuvo lugar en los escenarios reales de Praga donde ocurrieron los acontecimientos, de modo que la ambientación de la historia está bastante lograda y es uno de los aspectos más destacables del film.

Por otra parte, la película nos describe meticulosamente la acción del comando que eliminó al brutal Heydrich, atacando el coche en que este viajaba mientras se dirigía a la sede del gobierno en Praga. En ese sentido, la película muestra con bastante detenimiento la gestación del atentado, su ejecución y la posterior suerte del comando, así como las brutales represalias alemanas contra la aldea de Lidice, que fue literalmente arrasada por unidades de la SS en represalia por el atentado.

El rigor histórico de la película es casi absoluto, aunque, como suele ocurrir con este tipo de producciones, se toma algunas libertades a la hora de relatar la muerte de los miembros del comando acorralados en la cripta de la iglesia de San Cirilo. Por otra parte, quizás el ritmo de la narración queda algo mermado y diluido dentro de la corrección académica formal que reviste el film (por cierto, un defecto muy propio del cine bélico europeo en general). Pese a ello, hay que reconocer que las partes de acción del film, en especial la secuencia que reconstruye el atentado, están resueltas de forma bastante competente, pero a la narración le falta chispa y capacidad de sorprender al espectador. Esa falta de dramatismo y de intensidad es el mayor lastre del film.

En cualquier caso, también cabe destacar la buena ambientación en cuanto a uniformes, vehículos y de los escenarios exteriores; así como la convincente caracterización del actor que interpreta a Heydrich. En resumen, “Siete hombres al amanecer” es una película bélica correcta y de buena factura, aunque algo insípida en su desarrollo en determinados momentos.

Calificación: 6/10

viernes, 24 de agosto de 2007

La Piel (La Pelle)

La Piel (1981)

La acción nos sitúa en Italia a comienzos de 1944. Los aliados se encuentran en el sur de la peninsula para proseguir su avance hacia el norte. El Capitán Malaparte (Marcelo Mastroiani), oficial italiano de enlace con los aliados, es destinado al Cuartel General del V ejército américano en Nápoles para colaborar directamente con el general Mark Clark. Este le encarga a Malaparte que haga de guia de la esposa de un senador americano, una mujer oficial de las fuerzas aereas, que se ha desplazado a Italia en misión humanitaria con fines propagandístiscos. Ambos personajes bucearan en las miserias de la guerra, viviendo situaciones en las que comprueban hasta donde puede llegar la brutalidad humana.

Si “Mediterraneo” era una visión extremadamente amable e idealizada de la guerra, “La Piel” se encuentra en el extremo opuesto. La directora italiana Liliana Cavani (“El portero de noche”) basándose en el relato autobiográfico del escritor y periodista italiano Curzio Malaparte, ofreció un retrato absolutamente desgarrador de la liberación de Italia durante la II GM. Las escenas de brutal realismo abundan: vemos mujeres que ofrecen a sus hijos pequeños a los soldados africanos, un brazo humano en un plato de comida, un hombre aplastado por un tanque… escenas absolutamente descarnadas pero que encajan bien en el marco de la historia. No obstante, el tono tremendista de la narración se ve afortunadamente aligerado por algunas notas de humor (el robo pieza a pieza de un tanque, o cuando el jefe mafioso negocia la venta a los aliados de prisioneros alemanes “al peso”) que dotan a la historia de una mayor profundidad.

Los actores principales están muy bien: Burt Lancaster en el papel del tosco y superficial general Clark, Claudia Cardinale como princesa Caracciolo, y sobre todo, Marcello Mastroiani como el culto playboy Malaparte, un papel que borda a la perfección. Quizás el mayor pero de esta película sea su tendencia a dejarse llevar por el efectismo y el morbo fácil en varias de sus escenas. Pero no puede negarse que “La Piel” ofrece un relato lleno de amargo realismo acerca de los desastres de la guerra. Una película no carente de interés y perturbadora, aunque con un punto de excesivo efectismo.

Calificación: 6/10

jueves, 23 de agosto de 2007

Mediterraneo

Mediterraneo (1991)

Junio de 1941. Un variopinto grupo de 8 soldados italianos es desembarcado en una pequeña y remota isla griega del Egeo para actuar como observadores navales. Sin embargo, pronto pierden la comunicación con el mando al quedar destrozada su radio de forma accidental. Este hecho, y el descubrimiento de la hospitalidad de la amigable población local hará que los soldados se olviden de sus deberes militares y se entreguen plenamente al disfrute de la dolce vita que les ofrece la isla, aislados de la tragedia que se desarrolla en el mundo.

El hecho de que esta comedia ganara el Oscar a la mejor película extranjera de 1991 da una idea de la baja calidad de las películas que compitieron ese año por el preciado galardón. Para mi gusto, “Mediterráneo” no pasa de ser una comedia discreta con algún que otro toque sensiblero. Supongo que el hecho de que muestre como un grupo de soldados se olvida de la guerra y se ponen a filosofar sobre la vida se ganó la buena voluntad de una parte importante del público y crítica, así como la belleza visual de una brillante fotografia de exteriores, aspecto que es, sin duda el más destacado de la película.

Pero por lo demás, “Mediterraneo” se queda en una película a medias. Trivializa demasiado la guerra para ser tomada en serio en su parte dramática, y como comedia, si bien algunas situaciones que viven los personajes pueden resultar simpáticas, tampoco termina de cuajar. Un retrato demasiado amable de la tragedia bélica, y un poco tendente a caer en la nostalgia sensiblera (especialmente en su deselance), quedándose a medio camino en casi todos los aspectos. El guión me pareció aun peor que el de la mediocre “La Mandolina del Capitán Corelli” que tiene un argumento similar, aunque tratado de forma más realista.

Para mi, resulta inexplicable el Oscar que recibió esta pelicula (supongo que las demás competidoras serían peores) y, sobre todo, exagerado si tenemos en cuenta los méritos de este film.


Calificación: 5/10

domingo, 19 de agosto de 2007

Eric, Oficial de la Reina (Soldaat Van Oranje)

Eric Oficial de la Reina (1977)

El comienzo de la historia nos sitúa en el año 1938, cuando en una fiesta universitaria plagada de novatadas a los alumnos de primer año empieza a forjarse una muy buena amistad entre 6 jóvenes universitarios holandeses. Al año siguiente, durante una fiesta de celebración por la graduación de uno de los amigos, estos posan juntos para una foto de grupo, poco antes de que la vida de todos ellos se vea truncada por el estallido de la II GM y la posterior invasión alemana de Holanda. A través de la historia de dos de los amigos, Eric Lanshoff y Guus Lejeune, quienes se unen rápidamente a la Resistencia para combatir la ocupación alemana, la película va desgranando las visicitudes de la ocupación y el destino de cada uno de los integrantes del grupo que se hizo la foto.

Basandose en el relato autobiográfico de Erik Hazelhoff Roelfzema, uno de los creadores de la Resistencia holandesa, el por aquél entonces joven y prometedor director holandés Paul Verhoeven rodó este destacado título dentro de la etapa holandesa de su filmografía. Lo primero que llama la atención de este film es la honestidad y sinceridad del relato, alejado de todo heroismo; así como el veraz retrato que hace de la sociedad holandesa de la época. Como en todos los paises ocupados, en Holanda hubo diferentes actitudes de sus ciudadanos ante la ocupación nazi: resistentes (Eric y Guus), traidores, colaboradores (uno de los amigos, de madre alemana, se alista en la SS) e indiferentes. La película nos muestra la realidad tal cual, sin idealizar a la resistencia ni demonizar especialmente a los alemanes. Solo por el grado de veracidad y profundidad que alcanza la historia, muy alejada de los tópicos al uso, la película ya merece un aplauso. Pero es que además el film logra entretener generosamente al espectador, presentando los hechos de una forma sugerente e interesante, con unos toques añadidos de cine negro y “thriller” de espionaje que dotan a la película un buen grado de amenidad. Todo ello regado con algunas notas de humor (ojo a la escena de Eric tratando de "tapar" las prácticas amatorias de sus lascivos amigos mientras charla con la Reina en el jardín) y un final redondo, que hacen que el conjunto del film resulte de una notable factura.

A destacar también, la esmeradísima ambientación de la Holanda de la época (1938-1945) así como una excelente fotografia y unas muy buenas interpretaciones, destacando especialmente el sobrio actor Rutger Hauer (posteriormente célebre gracias a su memorable papel de "Replicante" en la mítica "Blade Runner"), en el papel protagonista de Eric. Curiosamente, el director, Paul Verhoeven ha vuelto a abordar muy recientemente el tema de la ocupación de holanda y la resistencia antinazi en su última película “El Libro Negro”, cuya temática es bastante similar a esta obra de sus comienzos cinematográficos. Personalmente, tuve ocasión de ver la película mas reciente primero, pero (aunque se nota que “El libro Negro” contó con medios superiores) al visionar “Eric, oficial de la Reina”, me quedo con esta última, por su muy elaborado y convincente guión, su humanidad y su amenidad. Una película, si no imprescindible, muy digna de verse.

Calificación: 7,5/10

Ver la Crítica de Reisman sobre esta película.