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jueves, 6 de febrero de 2020

El Duodécimo Hombre (Den 12. Mann)

El Duodécimo Hombre (2017)

Noruega, Marzo de 1943. Tras un desembarco fallido de un comando de doce saboteadores Noruegos en la costa de su país, todos ellos resultan apresados por los alemanes, a excepción de Jan Baalsrud (Thomas Gullestaad), quien logra escapar por poco a su captura. A partir de ese momento, aunque en principio los alemanes lo dan por muerto, se inicia una implacable caza del hombre liderada por el implacable oficial de la Gestapo Kurt Stage (Jonathan Rhys Meyers), quien pondrá todo su empeño en capturar a Baalsrud a lo largo de su huida con destino a Suecia.

El Duodecimo Hombre es una reciente producción noruega que reconstruye los hechos históricos que rodearon la denominada “Operación Martin”. El objetivo de esta operación era el de desembarcar un comando de 12 soldados noruegos entrenados por el servicio secreto Británico en las cercanías de la ciudad de Bardufoss, situada en el norte del país, con la misión de destruir la torre de control del aeródromo que la Luftwaffe había instalado en la zona. La misión resultó un completo fracaso, al ser interceptado el comando cuando intentaba desembarcar,  ya que por error contactaron con un civil al que confundieron con un miembro de la resistencia local, y este dio parte a los alemanes de la presencia de la embarcación noruega. No obstante, la peligrosa huida de Jan Baalsrud, el único integrante de la misión que pudo escapar, se convirtió en una hazaña bélica nacional, que aún hoy dia es recordada en Noruega mediante una marcha de doscientos kilómetros de recorrido que lleva su nombre.

Esta es la historia que ha sido llevada a la pantalla por el realizador Harald Zwart, en lo que viene a ser un remake de otra producción noruega de 1957, sobre los mismos hechos, titulada “Nueve Vidas”. Entrando a valorar el film, lo primero que cabe señalar es que pese a tratarse de una producción noruega, la ambientación, fotografía y puesta en escena son bastante buenas, equiparables a las producciones norteamericanas. Aparte de esos aspectos formales, la película comienza con un notable ritmo, mostrando la captura del comando noruego y la huida del protagonista, que se convierte en una auténtica odisea por la supervivencia, frente a un enemigo despiadado decidido a darle caza. En ese aspecto, la película no ofrece mucho más aparte del relato de la historia del protagonista, y las diversas penurias que este padeció a lo largo de su dilatada fuga, (que se prolongó durante dos meses), y como fue ayudado por la población local. Pese a esa ausencia de una mayor profundidad argumental, hay que reconocer que la narración sabe mantener el interés.

No obstante, la película tiene un acusado bajón de ritmo a partir de la primera hora de metraje, cuando se narran las semanas que Baalsrud pasó oculto, una parte de la historia que se hace algo larga y que bajo mi punto de vista no termina de estar bien aprovechada; aunque nuevamente remonta el vuelo en su parte final. En el apartado interpretativo, el actor protagonista Thomas Gullestaad compone un papel bastante sólido y creíble como el sufrido Baalsrud, mientras que Jonathan Rhys Meyers, pese a ser un actor un tanto limitado en sus registros, da una buena replica como despiadado oficial de la Gestapo.

En conclusión, El Duodecimo Hombre es una película que cumple con eficacia su cometido de contar con amenidad una historia real y que, sin ser sobresaliente en ningún apartado, se deja ver con interés tanto por sus aspectos visuales como narrativos. No desmerece al menos un visionado.

Calificacion: 6/10

viernes, 16 de marzo de 2018

El Hombre del Corazon de Hierro (The Man with the Iron Heart)

El Hombre del Corazón de Hierro (2017)

Relato biográfico acerca de Reinhard Heydrich (Jason Clark), que abarca desde sus primeros tiempos como oficial de la marina, su expulsión del cuerpo y posterior boda con Lina Heydrich (Rosamund Pike), hasta su imparable ascensión dentro de la SS, y su muerte tras el atentado sufrido manos de un comando checoslovaco en Praga en 1942.
 
Ya he comentado en alguna ocasión en el blog que los hechos que rodearon al atentado contra la vida de Reinhard Heydrich (la denominada Operación Antropoide) han sido un filón cinematográfico. Y es que con anterioridad a esta nueva revisión de dichos hechos históricos, ya existían cuatro grandes producciones sobre los mismos. Sin ir más lejos, el estreno en 2016 de la última película sobre Heydrich, “Operación Anthropoid”, obligó a la productora del film a retrasar su estreno a 2017, para que ambos títulos de temática tan similar no coincidieran en la cartelera.

Por tanto, es evidente que a estas alturas resultaba difícil ofrecer algo novedoso sobre el personaje principal. En este caso, “El Hombre del Corazón de Hierro” parte de un guión basado en la novela del escritor Laurent Binet titulada “HHhH” (acrónimo en alemán de “El cerebro de Himmler se llama Heydrich”) que intenta ofrecer una visión más cercana de la biografía del personaje.  De este modo, se distinguen en la película dos partes claramente diferenciadas. En su primera hora, la narración se centra en contar la historia del personaje de Heydrich, sus relaciones personales, y ascenso al poder, mientras que en la segunda mitad, la película pasa a desgranar la preparación y ejecución de su atentado en Praga.

El problema en este caso es que la película pretende abarcar demasiados hechos en poco tiempo y la verdad es que, al final, se queda a medio camino. La parte biográfica del protagonista no resulta excesivamente espectacular, pero sí medianamente interesante por estár mucho menos trillada que la revisión del atentado. No obstante, dicha parte adolece de dos defectos; el primero, que se condensan muchos años de su vida en poco tiempo, de modo que el desarrollo de la historia y personajes se antoja muy esquemático; y, en segundo lugar, que el actor que da vida a Heydrich, Jason Clark, no termina de transmitir la mezcla de inteligencia, frialdad y crueldad del personaje que encarna en la pantalla. En cuanto a la segunda parte de la narración, centrada en el atentado, tampoco ofrece nada especialmente estimulante, ya que viene a reiterar casi punto por punto, lo que ya aparece descrito (y de mejor manera) en Operación Anthropoid, de modo que resulta prácticamente redudante si se ha visto la primera película.
 
En definitiva, se puede concluir que El Hombre del Corazón de Hierro” desperdicia una buena ocasión que se ofrecía para haber profundizado algo más en el personaje de Heydrich, especialmente en lo relativo su personalidad y motivaciones. En vez de ello, el film prefiere optar por un rutinario relato biográfico mezclado con elementos de thriller de acción en la recreación del famoso atentado de Praga. Y aunque el resultado final no es del todo negativo, sobre todo por los estimables aspectos formales de la película, en conjunto estamos ante un título que no resulta especialmente brillante ni memorable, aunque parte de una historia que podía haber sido mejor desarrollada.

Calificación 5/10

lunes, 19 de diciembre de 2016

Operacion Anthropoid (Anthropoid)


Operación Anthropoid (2016)

Checoslovaquia, Diciembre de 1941. Jan Kubis (Jamie Dorman) y Josef Gabcik (Cillian Murphy), agentes checos del servicio secreto británico, son lanzados en paracaídas a las afueras de Praga para preparar la Operación Antropoide, nombre en clave asignado al plan de asesinato de Reinhard Heydrich, el brutal gobernador alemán de Bohemia y Moravia.  Tras contactar con miembros de la resistencia local, y unirse al resto del equipo de agentes enviados desde Inglaterra,  los dos protagonistas comenzarán a preparar la ejecución del atentado contra Heydrich, pese a ser conscientes de que, en la práctica, se trata de una misión suicida.
 
Anthropoid es una coproducción financiada con capital británico y checo que viene a reconstruir los hechos históricos que rodearon la denominada Operación Antropoide. Dicha operación fue planeada por el servicio secreto británico para eliminar a Heydrich, cuya despiadada pero a la vez inteligente política de represión de la resistencia checa y estimulo de la economía estaba amenazando con convertir a la población checoslovaca en aliados de facto de la Alemania Nazi. Curiosamente, este es un acontecimiento histórico que ha sido llevado al cine en varias ocasiones. Pocas semanas después de la muerte de Heydrich, el director Fritz Lang rodó la muy novelada “Los verdugos también mueren”, estrenada en 1943. También existe una producción checa de 1965 titulada “Atentat”, y por último, en 1975, la producción británica “Siete hombres al amanecer” volvía a abordar el tema de la muerte de Heydrich.

Con estos antecedentes, Anthropoid no lo tenía fácil para ofrecer algo original, cosa que –visto el resultado final- tampoco puede decirse que consiga con esta moderna revisión de los hechos. Aunque es cierto que el director Sean Ellis logra dotar a la película de una estética y puesta en escena más atractiva que la de la versión de 1975, y que mejora ciertos detalles relativos a la ejecución del atentado, que en esta película están más cuidados que en la versión anterior, considero que el resultado final no termina de convencer.
Ello se debe principalmente, a que el guión, cuyo eje oscila entre el Thriller, el drama, y la película de acción, no termina de decantarse por ninguno de estos elementos, resultando en una indefinición narrativa que hace que el desarrollo de la trama se quede muy encorsetado.  Falta tensión sicológica, interés en los diálogos, e incluso desarrollo de los personajes. Por ejemplo, se podría haber mostrado alguna escena del propio Heydrich para ofrecer una semblanza del mismo, pero su aparición se limita a la secuencia del atentando. En cambio, sí que se introducen un par de tenues subtramas románticas que aportan muy poco a la historia.  En ese aspecto, esta nueva versión no solo no mejora sustancialmente la película anterior de los años 70, sino que en algún aspecto, la empeora, pese a que los actores, en general están bien en sus respectivos papeles.
 
Aunque es cierto que la narración levanta decididamente el vuelo en el último tercio del metraje, cuando llegan las escenas de acción que muestran el asalto de la Iglesia por parte de los alemanes, ello no compensa el hecho de que todo lo anterior resulta simplemente pasable. En definitiva, Anthropoid resulta un título de notable factura formal, pero que no aporta nada nuevo a lo ya visto anteriormente en la recreación de los hechos históricos que cuenta. Puede considerarse más un “remake” de “Siete hombres al amanecer” que una nueva versión de la historia. Un film de buena factura formal, pero simplemente correcto en el apartado narrativo y, desde luego, poco original en sus planteamientos.

Calificacion: 5,5/10

lunes, 7 de noviembre de 2011

Los Chacales del Desierto (Commandos)

Los Chacales del desierto (1968)

Norte de Africa, Octubre de 1942. En vísperas de los desembarcos aliados que darán comienzo a la Operación Torch, un comando integrado por soldados de origen italoamericano se prepara para una peligrosa misión. El comando, liderado por el inexperto Capitán Valli (Jack Kelly) y un duro veterano, el Sargento Sullivan (Lee Van Cleef) tendrá como objetivo apoderarse de un estratégico oasis situado en la retaguardia enemiga, y mantenerlo en su poder hasta la llegada de refuerzos, haciéndose pasar por soldados italianos. Pese a que el objetivo es alcanzado con éxito en un primer momento, el abierto desprecio que el Sargento Kelly expresa por su superior y la presencia de un destacamento alemán en las cercanías del oasis, harán que toda la misión peligre.

Los Chacales del Desierto es una curiosa coproducción italo-germana, de claro carácter “sesentero”, que contó como protagonistas con dos grandes secundarios de Hollywood. Concretamente, con Jack Kelly, un actor por aquel entonces muy popular gracias a su papel protagonista en la exitosa serie de TV “Maverick”; y sobre todo Lee Van Cleef, quien por aquellos años se encontraba en la cumbre de su carrera interpretativa gracias a sus brillantes papeles de villano en los míticos Westerns de Sergio Leone, como La Muerte Tenía un Precio. La dirección del film corrió a cargo del realizador italiano Armando Crispino, un director que también rodado algún spaghetti western, y que haría alguna que otra incursión posterior en el cine bélico, quien fue el encargado de conducir un rodaje que tuvo lugar en escenarios de Cerdeña y del Desierto de Almeria.

Entrando a valorar el film, hay que decir que, pese a que estamos ante otro de esos títulos que podrían encuadrarse dentro del género spaghetti-war, lo cierto es que Los Chacales del Desierto, sin ser una maravilla es un título muy superior a otros de su especie. Ello es debido en gran medida al buen hacer de su duo protagonista, ya que Jack Kelly compone un buen personaje como inexperto pero valiente Capitan Vally, mientras que Lee Van Cleef, por su parte, está muy bien en el papel de sargento veterano, curtido en mil batallas y traumatizado por sus experiencias en el frente.

Además, en este caso, y a diferencia de lo que ocurre con otras producciones bélicas italianas, la película ofrece al espectador una historia sencilla, pero bien desarrollada y efizcamente narrada. En ese sentido, es destacable la tensión que se logra crear cuando el comando se infiltra por primera vez en el oasis, eliminando poco a poco a los centinelas, una secuencia bastante bien resuelta y que realmente es digna de una buena película de comandos. El resto de escenas de acción, pese a no ser ninguna maravilla, también están rodadas con oficio, y el atrezzo bélico (exceptuando los carros M-24 Chaffee que se hacen pasar por panzers alemanes) es adecuado al contexto histórico.

Por lo demás, la película ofrece una hora y media de correcto entretenimiento bélico, con una puesta en escena y fotografía que nada tienen que envidiar a otras producciones de Hollywood similares. Es una pena que el guión del film no ahonde algo más en el antagonismo de sus personajes protagonistas, o que incluso desarrollara en mayor medida el tema del estrés postraumático que sufre el personaje del Sargento Sullivan. De haberlo hecho, además de ser una correcta película bélica, habría podido ser un título bastante estimable. En cualquier caso, lo cierto es que, pese a su ausencia de pretensiones más allá de entretener al espectador con un relato de aventuras bélica, Los Chacales del Desierto ofrece unas buenas dosis de acción y entretenimiento, suficientes como para dejar un buen sabor de boca al espectador aficionado a este tipo de cine. Sin ser una gran película, es de esos títulos que no desmerece al menos un visionado.

Calificación: 5,5/10

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Amarga Victoria (Bitter Victory)


Amarga Victoria (1957)

La historia nos sitúa en Africa del Norte. El mayor del ejercito británico David Brand (Curd Jürgens) recibe la misión de liderar un comando que deberá infiltrarse tras las lineas enemigas y asaltar el cuartel general alemán en Bengasi, con el objetivo de robar unos importantes documentos secretos. Todo se complica cuando a Brand le asignan como segundo oficial al Capitán Leith (Richard Burton), quien años atrás había mantenido un romance con la esposa del mayor, Jane. Esto hará que la rivalidad y la tensión entre ambos hombres vaya creciendo progresivamente, llegando a su punto álgido cuando surgen dificultades que ponen el peligro la supervivencia del comando durante el trayecto de vuelta de la misión.

Amarga Victoria fue el primer trabajo europeo del realizador norteamericano Nicholas Ray, uno de los directores más prestigiosos de Hollywood en la década de los 50, gracias a su participación en títulos que alcanzaron un gran éxito comercial como Johnny Guitar, y sobre todo, Rebelde sin Causa, película póstuma del gran actor James Dean, y que acabaría elevándolo a la categoría de mito. Precisamente, fue la prematura muerte de Dean, con quien Ray había trabado una estrecha amistad, la que iba a provocar una grave crisis personal al director, profundamente afectado por la muerte de su estrella. Por este motivo, tras dirigir en EEUU un par de películas que pasaron sin pena ni gloria, Ray decidió emigrar a Europa en busca de nuevos aires personales y profesionales. Una vez instalado en Francia, Ray iba a encargarse de la realización de este film, adaptación de una novela homónima de René Hardy, y que iba ser coproducido por estudios galos conjuntamente con la norteamericana Columbia. Tras el estreno de la película en el festival de Venecia de 1957, al parecer, el cineasta francés Jean Luc Godard afirmó, entusiasmado con el film: “El Cine es Nicholas Ray”.

Entrando a valorar la película, hay que decir que muy probablemente la valoración de Godard tuvo un importante componente de exageración. Ciertamente Amarga Victoria tiene varios aspectos interesantes en su haber, centrados principalmente en el buen hacer de su dúo protagonista, unos muy entonados Curd Jürgens y Richard Burton; así como presentar una historia en la que la acción bélica es un mero telón de fondo, que se usa como excusa para ofrecer una serie de reflexiones sobre diversos temas trascendentes, como el significado del verdadero valor, la cobardía, o incluso la actitud ante la muerte.

Sin embargo, la película también presenta aspectos poco pulidos que provocan que la historia no termine de funcionar bien en pantalla. Bajo mi punto de vista, esto es debido a que la rivalidad y la tensión sicológica entre los dos protagonistas, el Mayor Brand y el Capitán Leith, no fluye con la naturalidad deseable, sino que más bien se desarrolla con un punto de artificio que la hace poco creíble, e incluso forzada en más de un momento. Finalmente, se echa bastante en falta un mayor desarrollo del personaje de Jane, la protagonista femenina, pues su papel, en principio importante como agente provocador de la rivalidad entre los protagonistas, queda un tanto desdibujado. Pese a ello, hay que reconocer que el film tiene algunos diálogos bastante interesantes, y que las escenas de acción, pese a no pasar de tener un carácter meramente incidental en la trama, están correctamente filmadas, amén de contar con un interesante desenlace que eleva en buena medida la valoración general de la película.

En conclusión, puede decirse que Amarga Victoria es un film de cierto calado, pero quizás un tanto pretencioso, y en el que no todos los elementos narrativos están suficientemente bien perfilados como para ser un título redondo. Pese a ello, es una película estimable, sobre todo por su notable reparto, y por el hecho de ofrecer una historia con un punto de originalidad, no exenta de interés.

Calificación: 6/ 10

lunes, 24 de octubre de 2011

Los Jóvenes Leones (Il Grande Atacco)

Los Jóvenes Leones (1978)

La historia comienza en Berlin, en una cena celebrada con motivo de los Juegos Olímpicos de la capital alemana en 1936. A dicha cena acuden delegados de distintos países, entre los que se encuentran el estadounidense General Foster (Henry Fonda), el corresponsal de prensa británico Sean O´Hara (John Huston), y el Mayor alemán Manfred Roland (Stacy Keach). Años después, con el estallido de la guerra, los destinos de estos personajes y de sus familiares se verán progresivamente entrecruzados cuando los avatares de la contienda hacen que un hijo del general Foster, el Mayor Roland, y el corresponsal O´Hara se encuentren en Tunez durante las últimas semanas de la campaña en el Norte de África.

Los Jóvenes Leones es uno de esos films que se encuadran dentro del género que podríamos denominar Spaguetti-War, y que engloba una serie de películas bélicas producidas por los estudios italianos especialmente en la década de los años 60 y 70 del siglo pasado, al rebufo de los grandes éxitos bélicos de Hollywood. En el caso de esta película, normalmente debería haber caido en el más completo olvido, de no ser por el hecho de contar en su reparto con una curiosa mezcla de actores semidesconocidos, y estrellas de Hollywood en pleno declive, como Henry Fonda, e incluso con el mítico director John Huston, quien se puso en esta ocasión delante de las cámaras para interpretar a un veterano corresponsal de guerra, de carácter arrojado y díscolo, decidido por encima de todo a buscar la acción del campo de batalla. Un papel, por otra parte, que Huston interpreta con bastante convicción, y que es de hecho de lo mejor que ofrece este film. Además, para potenciar más el aspecto internacional del reparto, incluso se contrató a Orson Welles para que hiciera de narrador de la voz en off de la versión en inglés del film.

En cualquier caso, se nota que el presupuesto debió agotarse en pagar el caché de las viejas glorias hollywoodienses, porque lo cierto es que Los Jóvenes Leones resulta un bodrio casi absoluto. Partiendo de las historias paralelas de los personajes que se presentan en la introducción de la historia, la película va desgranando el destino de estos, a partir de una serie de “saltos” espacio-temporales, a la vez que plantea una serie de diálogos y situaciones plagados de clichés y lugares comunes. El problema es que prácticamente, no hay historia. Los constantes saltos de una línea narrativa a otra hacen que el desarrollo de los personajes resulte totalmente esquemático, y que la atención del espectador se vea muy perjudicada por esa falta de profundidad argumental. La película levanta algo el vuelo en el tercio final del metraje, cuando la acción se traslada al Norte de África, y la narración se desarrolla de una manera más continua, insertándose algunas escenas bélicas que dotan de algo de ritmo al relato. Respecto a esa parte de acción, hay que decir que las secuencias de combate son medianamente correctas, aunque el uso de abundante material moderno para recrear las batallas de blindados chirría al espectador mínimamente avezado en cuestiones técnicas. Aparte de eso, y de ocuparse de recrear la fase final de la Campaña de Tunez en 1943, la película ofrece bastante poco de interés.

En resumidas cuentas, Los Jóvenes Leones, es el típico film italiano de ciertas pretensiones, pero cuyo escaso presupuesto y deficiente guión lastran casi desde el principio. Una película cuyo principal interés radica en la curiosidad de ver a algunas estrellas de Hollywood participando en una producción europea que roza la serie B. Por lo demás es un título completamente a olvidar.

Calificación: 3/10


miércoles, 14 de septiembre de 2011

Doce del Patíbulo, la Serie (Dirty Dozen - The Series)

Doce del Patibulo - Serie TV (1988)

El Teniente Danko, un duro oficial especializado en operaciones especiales, recibe el encargo de adiestrar a un grupo de díscolos soldados sancionados por motivos disciplinarios para realizar misiones de alto riesgo tras las lineas alemanas. Cada uno de estos hombres es un especialista en distintos campos, el experto en demoliciones Lebec, el actor Farrell, el espía Zeke, o el falsificador Dylan Leeds. Al frente de su equipo, Danko realizará una serie de peligrosas misiones en distintos puntos de Europa, de vital importancia para el curso de la guerra.

Dos décadas después del estreno de la exitosa Doce del Patíbulo, la división televisiva de la productora MGM quiso retomar la historia original del film, para producir una serie de televisión que desarrollara las distintas misiones encomendadas al comando de “The Dirty Dozen”. En principio, iba a tratarse de una serie de varias temporadas, cada una de las cuales debía constar de 13 capítulos de una hora de duración. Sin embargo, el estreno de la serie no consiguió la cuota de pantalla esperada, y como los índices de audiencia de los siguientes capítulos fueron bastante malos, la serie fue cancelada tras haberse emitido únicamente 8 episodios de la primera temporada.

Y lo cierto es que esta versión de Doce del Patíbulo es el mejor ejemplo de cómo una buena película no siempre sirve de inspiración para crear una buena serie. En el caso que nos ocupa, el primer gran fallo reside en los personajes, cuyas identidades se cambiaron respecto a la película, (imagino que para evitar comparaciones con el fabuloso reparto de esta) y que en la serie quedaron bastante desdibujados, de forma que los miembros del comando quedan reducidos a un grupo de soldados especialistas en distintas materias, pero sin que ninguno de ellos destile, ni de lejos, el carisma de los personajes originales del film de 1967, lo cual constituyó, sin duda, un serio handicap de la serie respecto a la película.

Además, el hecho de que se eligieran para los papeles protagonistas a toda una serie de actores desconocidos de segunda y tercera fila tampoco ayudó mucho a elevar el interés del público potencial. Pero, aparte de esto, el otro gran problema de la serie radica en unos guiones tópicos, que desarrollaban unas tramas excesivamente trilladas y más bien inverosímiles. En otros casos, los episodios de la serie plagiaban descaradamente éxitos del cine bélico como Ha llegado el Águila, cuyo argumento es calcado en el capítulo en que un comando de paracaidistas alemanes es lanzado sobre Irlanda para asesinar a Eisenhower durante un permiso de Ike. El único capítulo que me causó buena impresión es el que muestra como un falso Montgomery suplanta al famoso mariscal británico para dar caza a un comando de asesinos del servicio secreto alemán. Pero por lo demás, y quitando la correcta ambientación y aseada puesta en escena, lo cierto es que esta versión televisiva de Doce del Patíbulo no pasa de mediocre, en el mejor de los casos.

En definitiva, hay que concluir que la versión televisiva de Doce del Patíbulo, es un producto fallido que solo merece la pena recordar como curiosidad y poco más. Para los fans de la película original que esperaban encontrar en la serie parte de la magia del film supuso sin duda una gran decepción, y el público en general se encargó pronto de darle la espalda. Una serie sin duda decepcionante.

Calificación: 4/10

lunes, 22 de agosto de 2011

Age of Heroes

Age of Heroes (2011)

Tras ser enviado a una prision militar por enfrentarse a un superior durante la campaña de Francia, el Sargento Rains logra escapar del presidio uniéndose a una unidad de comandos. Dicha unidad, mandada por el comandante Ian Fleming, recibe el encargo de adiestrarse para una peligrosa misión denominada en clave Operación Grendel. Esta tiene como objetivo lanzar al comando en paracaídas sobre territorio noruego para atacar una estación de radar alemana y hacerse con la tecnología de un nuevo tipo de radar enemigo. La misión pronto se complica cuando, poco después del aterrizaje del grupo de Rains en Noruega, un despiadado pelotón de la SS comienza a seguir muy de cerca los pasos del comando británico.

Age of Heroes es una muy reciente producción independiente británica de bajo presupuesto, con un guión lejanamente basado en las experiencias del famoso escritor Ian Fleming (el autor de los libros de la saga James Bond) como comandante del servicio de inteligencia británico durante la guerra. Y digo lejanamente porque, más que inspirarse en una operación real, la película es un refrito construido sobre la base de los hechos que rodearon a la Operación Biting, (una operación de comandos en la costa francesa que tuvo como objetivo apoderarse del radar Wurzburg aleman) junto con bastantes referencias tomadas de las películas clásicas de comandos como Doce del Patíbulo, El Desafio de las Águilas…etc. También en este caso tenemos la típica historia de “Comando formado por hombres intrépidos enviados a una peligrosa misión tras las líneas enemigas, cuyo éxito es vital para el curso de la guerra”, y los personajes de rigor: el suboficial díscolo pero valiente, el miembro del comando patoso, el veterano y duro jefe del grupo, etc. Tampoco falta, para completar la trama, el grupo de nazis sádicos y fanáticos de la SS dispuestos a dar caza al comando enemigo al precio que sea.

Pero si la veracidad histórica de la película es bastante tenue, tampoco la mejora el desarrollo de la trama. Como apuntaba, esta es básicamente un refrito de títulos anteriores, desarrollada de una forma totalmente lineal y tópica, con unos diálogos que suenan a mil veces oidos con anterioridad, y unos personajes que se antojan planos y trillados. En el apartado interpretativo hay que decir que el reparto, formado en su totalidad por actores de segunda fila, como era de esperar, no brilla en absoluto ni logra que alguno de los personajes destaque, aunque esto es más debido a las evidentes limitaciones del guión que a cuestiones interpretativas. Entre los aspectos que se pueden salvar de la quema, yo destacaría por encima de todos la correcta ambientación y puesta en escena, si bien esto es lo mínimo que puede pedírsele a una producción tan reciente.

En definitiva, Age of Heroes puede suponer un entretenimiento pasable para los aficionados al cine bélico en general y a las películas de comandos en particular, pero la verdad es que flojea en demasiados aspectos como para darle el aprobado. Un film que acusa excesivamente sus limitaciones presupuestarias y una historia demasiado tópica como para aportar algo nuevo a estas alturas.

Calificación: 3,5/10

martes, 9 de noviembre de 2010

El infierno de los heroes (The Cockleshell Heroes)

El infierno de los heroes (1955)

Marzo de 1942. El mayor Stringer (José Ferrer) llega a la base de los Royal Marines en Portsmouth, para elegir a los soldados participantes en una peligrosa misión secreta cuyo objetivo es el de atacar el fuertemente defendido puerto de Burdeos mediante una incursión en canoas. Pronto, los métodos extravagantes de Stringer chocan con la actitud del capitán Hugh Thompson (Trevor Howard), un oficial de la vieja escuela designado para actuar bajo las órdenes del mayor, lo cual, unido a la actitud díscola de los hombres seleccionados para llevar a cabo la misión, creará dificultades durante la preparación de la misma.

El cine bélico británico de la década de los 50 fue especialmente prolífico a la hora de producir títulos que recordaran las más espectaculares y audaces acciones de sus fuerzas especiales durante la II GM (como por ejemplo, Operación Tirpitz o The Dam Busters). Siguiendo esta corriente temática, El infierno de los heroes se encargó de recrear los hechos históricos que rodearon la Operación Frankton, una audaz incursión en la costa francesa, destinada a atacar la base naval de Burdeos, que era un enclave vital para las comunicaciones marítimas alemanas. Dicha incursión fue la primera acción de combate de una unidad especial de los marines británicos denominada Royal Marines Boom Patrol Detachment, especialmente entrenada para realizar misiones en canoa. El relato del raid contra el puerto Burdeos fue posteriormente recogido en el libro The Cockleshell Heroes, (cuya traducción aproximada sería “Los heroes del cascarón”) que a su vez, sirvió de base para elaborar el guión del film.

Un guión cuya preparación no estuvo exenta de polémica, ya que el actor José Ferrer,-que además de ejercer la dirección del film, se reservó para sí mismo el papel protagonista- encargó a otro guionista la tarea de revisar la versión original del guión para potenciar su personaje. Sin embargo, cuando el productor Irving Allen revisó la versión definitiva del libreto, estimó que este resultaba demasiado serio, y decidió añadir nuevas escenas que dotaran de mayor comicidad a la historia, cosa que hizo sin avisar a Ferrer. Este, enfurecido por los cambios que se habian introducido en la historia sin su consentimiento, optó por abandonar la producción. Pese a todo, el hecho de que la película manejara un presupuesto bastante estimable para la época, gracias a la coproducción de los estudios británicos Warwick con la productora norteamericana Columbia; asi como que el rodaje contara con la plena colaboración del cuerpo de Royal Marines, se tradujo en que el aspecto formal e histórico de la producción sea impecable, siendo este el apartado más logrado del film.

Lamentablemente, la película no raya a la misma altura en lo que a calidad cinematográfica se refiere. A pesar de que el punto de partida argumental es bastante interesante, presentando a un atípico oficial al frente de un grupo de soldados problemáticos a los que se les va destinar a una peligrosa misión (lo que casi puede considerarse un precedente de Doce del Patíbulo) la historia no termina de carburar por varios motivos. En primer lugar da la sensación de que José Ferrer no era el actor más adecuado para interpretar al Mayor Stringer, principalmente porque a su interpretación le falta un punto de carisma, y personalmente encontré más convincente la actuación de su compañero de reparto Trevor Howard. En segundo lugar, la parte dedicada a la preparación de la misión y al entrenamiento de los hombres se alarga en exceso, sin ofrecer a cambio demasiadas escenas de interés al espectador, por lo que temina haciendose pesada. Y finalmente, el tramo del metraje dedicado a la ejecución de la misión, tampoco puede decirse que sea un dechado de espectacularidad e intensidad narrativa. Por ello, el resultado final se queda en un producto correcto, de buena factura visual, pero algo fallido en el plano narrativo.

En conclusión, “El infierno de los heroes” no es una mala muestra del cine bélico de comandos, pero está igualmente muy lejos de ser uno de sus títulos cumbre, aunque al menos tiene un punto original en su temática y planteamiento.

Calificación: 5,5/10

sábado, 19 de septiembre de 2009

Malditos Bastardos (Inglourious Basterds)

Malditos Bastardos (2009)

La historia comienza en 1941. Tras contemplar como toda su familia es asesinada a manos de los hombres del Coronel de la SS Hans Landa (Christoph Waltz) , la joven judía Shoshanna Dreyfuss, logra refugiarse en Paris, donde consigue llegar a regentar un cine bajo una identidad falsa. Por casualidad, alli conocerá al soldado alemán Frederick Zoller (Daniel Bruhl), un héroe de guerra que se enamora perdidamente de Shoshanna, y que conseguirá hacer que la película de propaganda que Goebbels ha filmado sobre sus hazañas belicas se estrene en el cine de aquella. De forma paralela, un comando formado por un grupo de soldados judios y un renegado alemán, mandado por el teniente Aldo Reine (Brad Pitt), denominados “Los Bastardos” se lanza en paracaídas sobre Francia con un único objetivo: matar tantos soldados alemanes como sea posible.

El proyecto de “Malditos Bastardos” ha sido probablemente el film de más largo periodo de alumbramiento dentro de la filmografía del director estadounidense Quentin Tarantino. Desde hace una década, Tarantino, cuya fascinación por las películas de Serie B es bien conocida, barajaba la idea de hacer un remake de la modesta película bélica italiana “Quel Maledetto Treno Blindato”, la cual recibió el título de Inglorious Bastards en el mercado anglosajón. Sin embargo, tras escribir una serie de borradores de guión que no cuajaron, y en los que iba cambiando la historia original, finalmente, en julio de 2008 Tarantino se decidió a filmar la película en un tiempo record, para estrenarla en el festival de Cannes de 2009, es decir, en menos de un año de plazo.

Antes de entrar al valorar el film,voy a permitirme una pequeña digresión sobre el cine de Tarantino. Sin duda, este ha sido el director más innovador y renovador del lenguaje cinematográfico de la última década. Su cine tiene un toque personal e inconfundible, un estilo propio que apuntó con grandes maneras en la notable Reservoir Dogs, y que alcanzó su cenit creativo en ese gran clásico posmoderno que supuso Pulp Fiction. Sin embargo, desde entonces, Tarantino ha dado ciertos bandazos con sus películas posteriores, mostrando una evidente reiteración estilística y una acusada endogamia creativa, especialmente en su reciente (y a mi modo de ver, peor película) Death Proof, un auténtico bodrio se mire por donde se mire. Es por eso que acudí al estreno de “Malditos Bastardos” con cierta desconfianza respecto a lo que me iba a encontrar. Y he de decir que, aunque mis sospechas se han confirmado en parte, también es cierto que me he encontrado con un producto mejor de lo que esperaba.

Desde luego, no puede decirse que “Malditos Bastardos” sea una película que desentone con el estilo del director. Por el contrario, es una película muy “tarantinesca” tanto en el fondo como en la forma. En ella se aprecia el estilo visual de Tarantino, la fascinación por los diálogos largos y aparentemente intranscendentes, algunas gotas de humor bastante eficaz y bien dosificado, las continuas referencias cinéfilas…etc. Lo cierto es que Tarantino vuelve a ofrecer un sugerente cóctel cinematográfico que logra captar la atención del espectador y atraparlo dentro de su universo visual y narrativo. También hay secuencias que están bastante logradas. De entre ellas destacaria especialmente la del tiroteo en la taberna, un ejemplo soberbio de montaje, tensión creciente e impacto visual. Otro de los grandes activos de la película es la magnífica labor del reparto, si exceptuamos a un sobreactuado Brad Pitt, que da vida a un personaje que parece deliberadamente caricaturesco. Pero no puede negarse que Christoph Waltz borda el papel de inbteligente y cruel coronel Landa, y que está muy bien secundado por Daniel Bruhl en el papel de “alemán bueno” y Diane Kruger interpretando a una actriz alemana que espía para los aliados.

Sin embargo, “Malditos Bastardos” también tiene una serie de debilidades que impiden que pueda considerarse una película sobresaliente. En primer lugar hay que señalar algún que otro bajón de ritmo que se produce a la hora de hilvanar las distintas partes de la trama, así como algunas escenas en las que sobran minutos de metraje (se nota que hubo poco tiempo para pulir el guión). Por otra parte, la escasa verosimilitud de la historia se va acrecentando conforme se acerca el desenlace, que a mi modo de ver es todo un derroche de adrenalina, puro exceso tarantinesco que termina por dinamitar la escasa credibilidad del argumento. Finalmente, el desarrollo de los personajes resulta casi inexistente, y el transfondo moral que transmite la historia nulo, por lo que el resultado se queda en un producto por momentos brillante en la forma, aunque muy esquemático y vacio en el fondo.

Pese a ello, no me cabe duda de que los aficionados al cine de Tarantino disfrutaran este film, pues da una visión de la guerra hecha totalmente a la medida de su autor. Eso y algún momento memorable (especialmente la secuencia de la taberna) parecen indicar que Tarantino está recobrando el pulso como realizador, aunque aun esté muy lejos, eso sí, de las cotas de genialidad alcanzadas con Pulp Fiction.

Calificación: 6,5/10

lunes, 29 de junio de 2009

Ataque Fuerza Z (Attack Force Z)

Ataque Fuerza Z (1982)

La acción nos sitúa en 1945.Un pequeño comando australiano, perteneciente a la Fuerza Z de operaciones especiales y liderado por el Capitan Kelly (Mel Gibson), desembarca en una isla china del Pacífico ocupada por los japoneses. Su misión será infiltrarse en la jungla para rescatar a los dos supervivientes de un avión aliado que se ha estrellado en la isla o confirmar la muerte de estos, ya que uno de ellos es portador de un secreto de vital importancia para poner fin a la guerra. La misión del comando pronto se complica cuando son descubiertos por los japoneses, quienes no dudarán en atemorizar a la población local para capturar a los supervivientes del avión y eliminar a los miembros del comando.

Ataque Fuerza Z es una curiosa coproducción de bajo presupuesto australiano – taiwanesa, basada en las acciones de un comando integrante de dicha unidad, (que existió realmente) aunque en este caso, relate una misión ficticia. Lo más destacable de esta película, es la presencia en el reparto del por aquel entonces ya emergente actor australiano Mel Gibson (que ya había protagonizado la éxitosa Mad Max e iba a comenzar rodar otro film bélico como Gallipoli) y del neozelandés Sam Neill. Aparte de eso, la película tiene muy poco que ofrecer, ya que tanto por su modestia de medios como por su escasa calidad por momentos parece una producción de serie B. La historia es bastante convencional y está contada con poca imaginación, el guión resulta de lo más previsible que uno pueda imaginar y el desarrollo de los personajes brilla por su ausencia, resultando bastante planos. Las escenas de acción no pasan del aprobado en el mejor de los casos, y la impresión de estar ante un producto de Serie B se ve reforzada por la presencia en el reparto de un actor Taiwanés experto en artes marciales que ejecuta varias exhibiciones de golpes frente a los incautos soldados japoneses, que naturalmente caen como moscas ante los miembros del comando.

Por lo demás, hay poco que comentar. Como en otras producciones australianas, el retrato que se ofrece de los japoneses es bastante negativo, mostrándolos como unos sádicos torturadores sin escrúpulos, lo cual no deja de tener su parte de veracidad histórica, pero sorprende por su tono excesivo. Al menos es de agradecer que, gracias a lo ajustado del metraje (90 minutos), la película no se haga demasiado larga; y también es de reseñar su ausencia de pretensiones más allá de entretener del espectador, cosa que consigue, en mi opinión, solo a medias. En cualquier caso, no deja de ser curioso ver la actuación del jovencísimo Gibson en un papel que se ajustaba al perfil interpretativo de los inicios de su carrera, pese a que el actor no brilla mucho debido a las evidentes limitaciones del guión.

En resumen, “Ataque Fuerza Z” aunque sea una producción de interés marginal, no deja de tener su gracia por aquello de ver a la futura gran estrella australiana en una producción modesta. Un film ideal para desconectar las neuronas en una tarde de laxitud dominical.

Calificación: 4/10

lunes, 13 de abril de 2009

Espias en la sombra (Les femmes de l'ombre)

Espias en la sombra (2008)

La acción nos sitúa en Mayo de 1944 pocas semanas antes del desembarco en Normandia. Louis Desfontaines (Sophie Marceu) es una agente francesa del SOE británico, llamada para encabezar una peligrosa misión en suelo francés. Liderando junto a su hermano Pierre un comando formado por cinco mujeres, deberá liberar a un geólogo del servicio secreto, conocedor de los secretos del Día D, enviado por error a un hospital alemán en Normandia. Al mismo tiempo, un oficial de contraespionaje de la SS, el coronel Heindrich, intentará por todos los medios localizar al geólogo para sacarle la información que necesita para confirmar sus sospechas acerca de que Normandia será el lugar elegido por los aliados para desembarcar en Francia.

Las historias sobre la resistencia y las redes espionaje en la Europa ocupada por los nazis han sido tradicionalmente una  fuente casi inagotable de inspiración para decenas de títulos ambientados en la II GM. Siguiendo esta corriente,  esta producción francesa del director Jean Paul Salóme supone una nueva aproximación a dicho tema, con la particularidad de que se trata de una historia protagonizada por mujeres que quiere rendir homenaje a la participación femenina en la contienda, y su contribución a la victoria aliada. Una historia, por cierto, que parece más que inspirada en una novela de Ken Follet titulada “Alto Riesgo” con la que la película comparte muchas similitudes argumentales. Aunque, eso sí, las nacionalidades del jefe y miembros del comando (norteamericano y británicas, en la novela) han sido convenientemente cambiadas para que sea una historia netamente francesa.

Lo primero que llama la atención del film es comprobar –para sonrojo de la industria cinematográfica patria- como un pais europeo como Francia puede igualar a las más caras producciones hollywoodienses en lo tocante a los aspectos técnicos. En ese sentido, la película resulta sobresaliente en cuanto ambientación, fotografía y efectos especiales, y demuestra que el cine europeo no tiene nada que envidiar al norteamericano a la hora de producir films con una puesta en escena espectacular. Sin embargo, y curiosamente, al menos en este caso, “Espias en la sombra” no solo trasvasa al cine europeo los mejores aspectos del norteamericano, sino también sus defectos. Y digo esto porque, entrando a valorar la calidad intrínseca del film, lo cierto es que este presenta más de un aspecto fallido.

En primer lugar, la historia tiene un desarrollo bastante convencional y plano, con una sucesión de escenas acción y fuegos de artificio que no están debidamente conectadas con una parte discursiva medianamente elaborada o algún tipo de tensión dramática que sirva de engarce para las sucesivas escenas de acción. Los personajes, asimismo, resultan bastante estereotipados (el coronel nazi malvado, la abnegada luchadora, la mujer dispuesta al sacrifico torturada por su pasado… etc) y no aportan nada nuevo. Finalmente –y lo que es peor tratándose de un film de acción- pese a que pasan muchas cosas en pantalla a lo largo de sus casi dos horas de metraje, lo cierto es que el interés de la historia decae muy rápidamente, e incluso se hace aburrida en más de un momento. Por lo demás, el desarrollo de la trama no aporta nada (absolutamente, nada) nuevo al género, por lo que el espectador asiste más con resignación que con interés al mismo.

Por ello, y pese a la brillante factura formal que presenta el film, “Espías en la sombra” se queda en un tópico film de acción y aventuras bélicas al uso, que sirve también de vehículo para el lucimiento de la belleza de Sophie Marceau, y del resto de actrices, que en general cumplen bien sus papeles, aunque estos no den demasiado de si. Pero quien espere encontrar cierto rigor histórico o profundidad argumental, mejor que elija otra película. Si algo demuestra este tipo de cine, es que –como apuntaba antes- las producciones europeas pueden ya igualar a las norteamericanas en cuanto a medios de producción, ahora solo faltan buenas historias que respalden y den profundidad a la excelencia técnica.

Calificación: 5,5/10

viernes, 13 de marzo de 2009

Cuando hierve la sangre (Never so few)

Cuando hierve la sangre (1959)

Birmania, 1942. El Capitan Tom Reynolds (Frank Sinatra) lidera junto con su colega británico De Mortimer (Richard Johnson) un grupo operativo del OSS encargado de dirigir las operaciones de pequeñas unidades birmanas de la tribu Kachin contra las fuerzas ocupantes japonesas en el norte de Birmania. Mientras pasa unos días en el Cuartel General, Reynolds conoce a Carla Vasari (Gina Lollobrigida) una atractiva mujer emparejada con un rico comerciante, surgiendo un apasionado romance entre ambos. De vuelta a la jungla, el convoy de abastecimiento del grupo de Reynolds sufre un ataque por sorpresa, descubriendose tras el mismo que los responsables del ataque no eran japoneses, sino un grupo de soldados chinos nacionalistas en una incursión de saqueo.

Realizada por el director John Sturges, con un guión que adaptaba el Best-Seller de Tom Chamales titulado "Never So Few", una novela basada en un incidente real ocurrido en Birmania durante la guerra. “Cuando Hierve la sangre” es el típico ejemplo de una película con un reparto deslumbrante claramente desperdiciado, y que naufraga en una producción mediocre. Tras hacerse con el papel principal, Frank Sinatra quiso hacer del film un vehículo de lucimiento para él y sus compañeros del famoso “Rat-Pack”, pero unas imprudentes declaraciones en una entrevista de Sammy Davis Jr. afirmando que era mejor cantante que Sinatra, hizo que este lo descartara inmediatamente. En cierto modo fue una suerte, ya que su lugar fue ocupado por un casi debutante Steve McQueen, que prácticamente roba cada plano en el que aparece. También se contrató a la por aquel entonces jóven actriz italiana Gina Lollobrigida, que ya apuntaba maneras de Sex Symbol y que acababa de dar el salto a Hollywood. Además, el reparto se completó con una pléyade de magníficos secundarios como Charles Bronson, Richard Johnson, o Paul Henreid (el Victor Lazlo de “Casablanca”), aparte del ya citado McQueen.

Sin embargo, y pese a su espectacular reparto, la película falla en demasiados aspectos. En primer lugar, pese a un arranque bastante prometedor que muestra a los hombres de Reynolds en acción, emboscando en la jungla a una unidad japonesa, pronto la historia deriva hacia un tópico melodrama romántico (como no) entre los personajes de Sinatra y Lollobrigida. La química entre ambos actores es prácticamente nula, y el personaje de Carla carece de todo interés, más allá de ser una bonita figura decorativa. Esta subtrama romántica tiene un peso apabullante en la historia, y aparte de ser aburrida, no aporta prácticamente nada más allá de servir de excusa para lucir el palmito de la protagonista. Además los diálogos entre Sinatra y Lollobrigida son de los más espurio y superficial que uno pueda imaginar, sin que la interpretación de ambos llegue a brillar en ningún momento, lo que se traduce en bastantes minutos de aburrimiento.

Afortunadamente, los aspectos bélicos del film están más logrados y lo salvan del naufragio total. Las secuencias de acción son de tipo “no sangrientas”, pero en general resultan creíbles. Destacaría especialmente las escenas de la jungla, que logran reflejar aceptablemente bien el clima de desánimo, penalidades y aislamiento que caracterizaba ese tipo de guerra en zonas insalubres y remotas como la selva birmana. La ambientación también está muy lograda, pues no en vano la película se filmó en las localizaciones reales de Birmania, lo cual redunda en el realismo de los paisajes y escenarios exteriores.

En resumidas cuentas “Cuando hierve la sangre” ofrece una hora larga de plúmbeo melodrama romántico, y algo más de media hora de correcta película bélica. Es seguro que había mimbres para ofrecer un producto más decente, sobre todo con un director como Sturges (que poco después filmaría la estupenda “La Gran Evasión”) al frente. Pero al final la película merece más recordarse por su reparto y por la revelación de Steve McQueen como gran actor, que por la historia que cuenta. Una película fallida sobre todo por causa de su plúmbea parte romántica, aunque con algún ramalazo de buen cine bélico que la salvan del desastre total.

Calificación: 5/10

lunes, 28 de julio de 2008

Dia D, 6 de Junio (D-Day, the sixth of June)

Dia D, 6 de Junio (1953)

En vísperas del desembarco en Normandia, un convoy naval destinado a encabezar los desembarcos del Dia D transporta a dos oficiales uno británico el Coronel Winter (John Todd) y otro americano, el Capitan Parker (Robert Taylor). Ambos encabezan un contingente de asalto que tiene el objetivo de destruir una bateria alemana de cañones costeros antes de que se produzcan los desembarcos principales. Durante la ruta, los dos hombres rememorarán su relación con Valery, la mujer del coronel Winter, en los meses previos al comienzo de OVERLORD.

Pese a que el título de "Dia D, 6 de Junio" podría inducir a pensar que estamos ante un film bélico centrado en la Operación Overlord, lo cierto es que esta producción de los años 50 responde más al modelo de drama romántico con trasfondo bélico. Más de dos tercios del metraje son dedicados al típico triángulo amoroso en tiempos de guerra, en este caso de una mujer con un oficial americano, pues piensa que su marido, ha desaparecido en combate. Esta parte romántica es bastante tópica y presenta un interés limitado, si bien sí que me gustó como se muestran las fricciones que surgieron entre las tropas norteamericanas acantonadas en Inglaterra con la población local, un aspecto que aparece en pocas películas. La parte bélica, que ocupa los últimos diez minutos de metraje, se centra en el desembarco de una fuerza especial aliada con el objetivo la destrucción de una importante bateria costera alemana, y la verdad es que las secuencias de combate están muy bien filmadas para la época y resultan bastante realistas, algo que no era precisamente una constante en las producciones bélicas de los años 50.

Como decia antes, lo mejor de la película es como se muestra la realidad cotidiana de Inglaterra en los meses previos a la invasión de Europa y las relaciones que se entablaron entre los soldados estadounidenses y la población británica, con la guerra como tema de fondo, un esquema argumental muy parecido al que se usaría en un título posterior como “La Calle del Adiós”. El trabajo de los actores resulta bastante bueno y creible, y como curiosidad, es interesante apuntar que John Todd, el actor británico que interpreta al Coronel Winter, era un veterano de la II GM y participó realmente en el Dia D como soldado paracaidista.

Es una pena que la película no contenga una parte bélica de mayor calado, pues podría haber resultado un interesante drama bélico. En cambio, al centrarse casi en exclusiva en la trama romántica que viven los protagonistas, la historia se queda excesivamente circunscrita y resulta bastante convencional en su desarrollo. En definitiva, "Dia D, 6 de Junio" es una película no carente de interés pero que con un poco de más acción y menos romance habría sido más redonda.

Calificación: 5,5/10

lunes, 7 de julio de 2008

Fuerza 10 de Navarone (Force 10 from Navarone)

Fuerza 10 de Navarone (1978)

La acción comienza justo donde terminó “Los Cañones de Navarone”. El mayor Mallory (Robert Shaw) y el Sargento Miller (Edgard Fox), tras ser rescatados por un buque británico, son asignados a una nueva misión. Ambos deben infiltrarse en Yugoslavia, junto con un grupo de comandos denominados la Fuerza 10, comandada por el coronel Mike Barnsby (Harrison Ford). La misión de la Fuerza 10 es destruir un importante puente, mientras que la de Mallory y Miller es la de eliminar a un peligroso agente alemán que se hace llamar Capitán Leskovar (Franco Nero), infiltrado en la resistencia yugoslava.

El realizador britanico Guy Hamilton, director de varias de las películas de la serie James Bond fue el encargado de dirigir esta secuela de la exitosa y célebre “Los Cañones de Navarone” basándose nuevamente en una novela de Alistar MacLean. Pero lo cierto es que más alla del enlace, un tanto forzado, que se hace del punto de partida argumental de esta secuela con las secuencias finales de su predecesora, lo cierto es que ambas películas tienen poco en común.

Para empezar, el reparto está bastante lejos del que encumbró la película original, pues la sustitución de Gregory Peck y David Niven en los papeles principales por los mucho más anodinos Robert Shaw y Edgar Fox, respectivamente, se acusa bastante, aunque la presencia de un joven Harrison Ford en el papel de oficial norteamericano compense en parte la falta de carisma de los otros dos coprotagonistas. Por otro lado, aunque el relato procura combinar diversos elementos narrativos de acción y aventuras, complementados con algunas notas de humor e intriga, lo cierto es que se echa en falta más imaginación a la hora de desarrollarlos. Además, los diálogos, que eran bastante buenos en “Los cañones de Navarone”, en este caso no pasan de discretos, y desde luego son muy inferiores a los de aquella. Tampoco las escenas de acción resultan especialmente espectaculares, quedándose, como mucho, en correctas. Finalmente, aunque la historia trata de introducir ciertos elementos de sorpresa con algún que otro giro del guión, en mi opinión estos resultan bastante previsibles.

Lo que más me gustó el film es una fotografía de muy buena calidad y la ambientación de los escenarios de exteriores yugoslavos, bastante lograda. También es de agradecer que la historia esté ambientada en un escenario poco trillado como es el de la Yugoslavia ocupada por los alemanes. Pero por lo demás, aunque no puede decirse que “Fuerza 10 de Navarone” sea una secuela especialmente mala (sobre todo si la comparamos con otras), lo cierto es que dista mucho de la calidad del film original. Una película aceptablemente entretenida, pero poco más.

Calificación: 5,5/10

miércoles, 2 de julio de 2008

Los Cañones de Navarone (The Guns of Navarone)

Los Cañones de Navarone (1961)

Año 1943. En Keros, una remota isla griega del Egeo, 2.000 soldados británicos esperan para ser evacuados por la Royal Navy, pero los alemanes, decididos a dar un golpe de efecto para forzar la entrada en la guerra de Turquía, se disponen a liquidar a la guarnición de Keros. Para evitarlo y rescatar a los soldados, se hace preciso eliminar la estratégica bateria de cañones pesados de la isla de Navarone, que cierra el paso por mar a Keros. Sin embargo, la batería, emplazada en una fortaleza excavada en la roca de un inexpugnable acantilado, no puede ser destruida desde el aire. Por ello, los aliados preparan un comando liderado por el antiguo escalador Keith Mallory (Gregory Peck), quien junto al lider de la resistencia griega Stavro (Anthony Quinn) y el experto en explosivos Miller (David Niven) tendrán que conducir la peligrosa incursión contra Navarone con el objetivo de destruir los cañones.

Basándose en el Best Seller del mismo título, obra del escritor Alistair Maclean, el director británico Jack Lee Thompson firmó este notable film de aventuras bélicas. Esta película está considerada, a mi entender con razón, como la película de “comandos” por excelencia, y un auténtico clásico del género bélico. En mi opinión, esto se debe a varios motivos, el primero de los cuales es un inteligente guión, que sabe ir dosificando perfectamente la acción, la intriga y la tensión para captar la atención del espectador. Otro acierto radica en la caracterización de los personajes perfectamente creible, y en un soberbio reparto que sabe sacarle partido a cada uno de los papeles protagonistas.

De entre estos, destacaría especialmente un enorme Anthony Quinn en el papel del duro resistente griego Stavro y un impagable David Niven interpretando a un experto en explosivos díscolo y rebosante de fina ironía británica (por ejemplo, cuando los alemanes rodean la casa donde se esconde el comando, pregunta impertubable: ¿habrá salida de incendios?)”. Otros aspectos destacables de la película radican en la excelente ambientación de los escenarios griegos, así como en una excelente banda sonora, obra de Dimitri Tiomkin, que acompaña perfectamente a la acción sin interferirla. Igualmente habría que destacar los efectos especiales del film (merecedores del Oscar de ese año) que aunque hoy en dia no llamen especialmente la atención, hay que reconocer que estaban bastante logrados para la época.

Sin embargo, la película tiene también algunas debilidades que le restan brillantez al conjunto. La primera, es que tras un comienzo electrizante, coronado por la excelente secuencia del enfrentamiento con la patrullera alemana y las escenas de la escalada del acantilado, la historia sufre un acusado bajón del ritmo narrativo en la parte central del metraje, quizás algo dilatada. Por otra parte, hay algunos errores de ambientación (no parece probable que en una isla griega se diera tal concentración de panzers, como salen en la película, y además los vehículos alemanes se notan que son norteamericanos); y alguna escena de acción demasiado inverosímil, en las que los alemanes demuestran tener escasa puntería.

Pero en general, el film mantiene el tono, y la verdad es que la parte final de la película consigue captar perfectamente la atención del espectador gracias a un desenlace muy bien resuelto. En resumen, “Los Cañones de Navarone” es un intenso film de aventuras bélicas que ha resistido bien el paso del tiempo gracias a su buena factura, reparto estelar, y las altas dosis de entretenimiento que proporciona al espectador. No es una obra maestra pero sí merece estar entre las mejores del género.

La Crítica de Steiner

Calificación: 7,5/10

viernes, 28 de marzo de 2008

Mercenarios sin gloria (Play Dirty)

Mercenarios sin gloria (1968)

En vísperas de la ofensiva británica en El Alamein, el Coronel Masters, al mando de una heterogénea unidad de operaciones especiales en el desierto, recibe, tras una serie de misiones desastrosas, un ultimátum para disolver su grupo. Para evitarlo, Masters ofrece a su unidad para una peligrosa misión: infiltrar una patrulla tras las líneas alemanas con la misión de destruir los depósitos de combustible que los alemanes han instalando en su retaguardia. Para liderar la misión se escoge a un oficial experto en temas de petroleo, el Capitán Douglas (Michael Caine), quien habrá de lidiar con los peligros del viaje y con los sanguinarios mercenarios del Capitán Leech (Nigel Davenport), que los manda.

Con un argumento que parece entresacado de dos títulos anteriores como “Tobruk” y “Doce del Patíbulo”, el argumento de este film nos cuenta la típica historia de comandos infiltrados tras las líneas enemigas con una misión peligrosa. El arranque de la película es bastante bueno, con una larga secuencia inicial, en la que el capitán Leach transporta un cadáver en su jeep avanzando a toda velocidad por el desierto, mientras de fondo, a través del equipo de radio se escuchan los melódicos acordes de la canción “Lili Marleen”. Sin embargo tras este electrizante comienzo, la película baja mucho el ritmo y deviene en una historia bastante más previsible, haciendo que resulte demasiado lenta en la parte central del metraje.

El transcurso de la misión recrea muy bien las dificultades del viaje a través del desierto, pero apenas hay diálogos ni acción, todo queda reducido a una sucesión de episodios un tanto monótonos con el polvo del desierto como telón de fondo. Con todo la película tiene algunas virtudes, especialmente en las cortas pero contundentes escenas de acción (como el encuentro con la patrulla árabe en un oasis) rodadas de manera bastante realista y sin concesiones. Otro de los grandes activos del film es la presencia del siempre eficaz Michael Caine y el enfrentamiento latente entre su personaje y el interpretado por Davenport, que también logra realizar una sólida interpretación como cínico oficial británico.

A mi modo de ver “Mercenarios sin gloria” es un film bastante irregular y desde luego poco original, aunque merece al menos un visionado por los aficionados al género bélico.

Calificación: 5,5/10

miércoles, 26 de marzo de 2008

De Dunkerke a la Victoria (Contro 4 Bandiere)

De Dunkerke a la Victoria (1979)

París, agosto de 1939. Un grupo de 6 amigos se fotografía tras pasar una agradable tarde en un café al lado del Sena y prometen volver allí cada año en la misma fecha. Naturalmente, el estallido de la guerra hará que sus destinos se separen y no puedan cumplir su promesa. El norteamericano Brett (George Peppard) vuelve a su país y comienza a trabajar para la inteligencia militar. Maurice (George Hamilton) tras ser evacuado de Dunkerke, ingresa en el ejército británico; el alemán Jurgen se alista en la Werhmacht; mientras que la mujer del grupo Fabienne (Anne Duperey) es captada por la resistencia. Finalmente, Rick se une a la RAF y Ray se hace corresponsal de guerra. Las historias de estos 6 personajes se irán entrecruzando hasta la liberación de París en 1944.

Entre los años 60 y 70, los estudios italianos, al igual que hicieron en otros géneros (como el Peplum o el Western) trataron de imitar los grandes éxitos hollywodienses dentro del cine bélico. Este film se enmarca dentro de esta corriente, confirmada por la presencia de actores norteamericanos (como por ejemplo un George Peppard ya en la cuesta abajo de su carrera) para atraer al público internacional. En cualquier caso el resultado es bastante irregular y –en general- mediocre. La historia arranca con una pequeña presentación de los personajes, para ir siguiendolos a lo largo del curso de la guerra, con las típicas subtramas melodramáticas incluidas (el amor imposible entre el alemán Jurgen y la resistente Fabienne; las difíciles relaciones de Brett con su hijo…etc), que llenan minutos pero, la verdad, no aportan gran cosa al conjunto de la historia. Por otro lado, la naturaleza episódica del argumento le confiere cierta sensación de poca coherencia al conjunto. Todo queda demasiado deslavazado y el argumento, más que avanzar, transcurre a trompicones.

Pese a ello, la película tiene algunas secuencias destacables, especialmente las del ataque de los aviones alemanes (los cuales, por cierto, que me parecieron “Kates” japoneses) contra las playas de Dunkerke, con cientos de extras, y alguna secuencia aerea sobre Londres muy resultona. Eso, y unas actuaciones correctas, (especialmente por el oficio de Peppard) salvan al film de la quema total. Un aspecto que me gustó de la trama abarca bastantes escenarios: París, la Batalla de Inglaterra, una incursión de comandos en St. Nazaire... etc, aunque en general estas partes están resueltas de forma bastante esquemática, al igual que ocurre con el conjunto de la trama.

En definitiva, “De Dunkerke a la Victoria” es el típico título recomendable para una tarde de laxitud dominical, no es una gran película pero se deja ver.

Calificación 3,5/10

jueves, 7 de febrero de 2008

Los heroes de Telemark (The heroes of Telemark)

Los heroes de Telemark (1965)

La película nos traslada a la Noruega ocupada por los nazis. En el pueblo de Vermok, condado de Telemark, al Sur de Noruega, los alemanes confiscan la mayor fábrica de agua pesada de Europa. La confiscación del agua pesada, un componente que los cientificos noruegos usan como fertilizante, pero que los alemanes desean usar para fabricar una bomba atómica, supone un enorme riesgo para los aliados. La Resistencia noruega, enterada de las intenciones alemanas, y con la ayuda del servicio secreto británico forma un grupo liderado por el profesor Rolf Pedersen (Kirk Douglas), y Knut Strand (Richard Harris) un intrépido hombre de acción, para sabotear las instalaciones de la fábrica. Tras ser lanzados en paracaídas sobre Noruega, Douglas y Strand comenzarán una peligrosa misión con el objetivo de eliminar la amenaza del agua pesada.

Durante década de los 60 se produjeron numerosos títulos ambientados en la II GM en los que, partiendo de hechos reales, el argumento se primaba la parte de acción y aventuras antes que la veracidad histórica (por ejemplo, en títulos como “Los cañones de Navarone” u “Operación Crossbow”). Tales producciones solían incluir como aderezo la presencia de grandes estrellas en el reparto así como la inclusión de partes románticas para atraer al gran público a las salas de cine. En ese sentido, “Los heroes de Telemark” es un típico producto de su época. Partiendo de lo que se conoció como "Batalla del Agua Pesada", la película exalta la valentía y abnegación de la resistencia y el sacrificio de los patriotas noruegos frente a los malvados ocupantes alemanes. En general la película respeta los hechos reales que llevaron a la destrucción de las existencias de agua pesada (se nota el asesoramiento histórico que contó la producción por parte de veteranos de la resistencia noruega), si bien, debido a lo dilatado de dicho proceso (que conllevó casi dos años y varias operaciones, incluyendo incursiones aéreas, acciones de comandos y sabotajes) el desarrollo argumental resulta un tanto farragoso y además no explica bien el aspecto temporal de la historia, haciendola excesivamente secuencial.

Por otra parte, la típica historia de amor que se introduce como trasfondo romántico no aporta nada a la historia, y perfectamente podría haberse suprimido. Otro aspecto que no me terminó de convencer es el de las escenas de acción, que me parecieron monótonas y carentes de nervio visual. Al menos, la fotografia saca partido a los bellos parajes naturales nevados de Noruega, bien captados en la película. En el plano interpretativo, Kirk Douglas y Richard Harris están bien en sus respectivos papeles, aunque tampoco sus personajes dan mucho de sí.

En resumidas cuentas “Los heroes del Telemark” dista mucho de ser una película redonda. El film acusa mucho la falta de ritmo de la historia, y su escasa capacidad para transmitir tensión. Si a esto se añade que adolece de un guión demasiado lineal y monótono, el resultado es claro: no engancha al espectador. La pelicula se salva del suspenso gracias a una aseada producción y buena ambientación en los escenarios naturales, pero ofrece poco más aparte de esos aspectos. Un título solo medianamente correcto.
Calificación: 5,5/10

viernes, 28 de septiembre de 2007

El Último Asalto (The Last Drop)

El Último Asalto (2005)

En el marco de la operación aerotransportada “Market Garden” un pelotón aliado recibe el encargo de llevar a cabo una misión especial, denominada en clave “Operación Matchbox” (Caja de Cerillas) consistente en hallar el escondrijo de Holanda donde un oficial de la SS, el Mayor Kessler, esconde un importante tesoro de oro y obras de arte robadas. Al mismo tiempo, un grupo de renegados mandados por un oficial alemán persiguen el mismo objetivo de hacerse con el tesoro.

En los últimos tiempos han proliferado en cierta medida las películas ambientadas en la segunda guerra mundial que llaman la atención por su cuidada ambientación (al menos aparente) a la vez que por su nula calidad (por ejemplo, Saints and Soldiers). En este grupo podemos incluir “El Último Asalto”. El arranque de la película es bueno, con una lograda mezcla de imágenes reales en B/N que van pasando a las filmadas en color, así como una bastante aceptable ambientación. Igualmente, los efectos digitales que muestran a los remolcadores y planeadores aliados en vuelo y el aterrizaje del planeador que transporta al comando no están del todo mal. Pero a partir de ahí paramos de contar los méritos del film.

En el resto de apartados, la película no acierta prácticamente en nada y lo único que merece la pena contemplar es una buena fotografía de exteriores. Por lo demás, la “nada” mas absoluta: los actores no transmiten gran cosa, el argumento no está nada bien desarrollado, y los diálogos son bastante superficiales, además de manidos. A todo esto hay que añadir que las escenas de acción no pasan de algún que otro tiroteo entre unos pocos hombres. Por ello, pese a que el punto de partida argumental no era malo, lo cierto es que todo se queda en agua de borrajas por la falta de ideas que deja traslucir el guión.

En definitiva un título de esos que parecen hechos para la TV y que uno olvida a los quince minutos después de haberlo visto. Prescindible.


Calificación: 3/10