El Duodécimo Hombre (2017)
Noruega, Marzo de 1943. Tras un desembarco fallido de un comando de doce saboteadores Noruegos en la costa de su país, todos ellos resultan apresados por los alemanes, a excepción de Jan Baalsrud (Thomas Gullestaad), quien logra escapar por poco a su captura. A partir de ese momento, aunque en principio los alemanes lo dan por muerto, se inicia una implacable caza del hombre liderada por el implacable oficial de la Gestapo Kurt Stage (Jonathan Rhys Meyers), quien pondrá todo su empeño en capturar a Baalsrud a lo largo de su huida con destino a Suecia.
El Duodecimo Hombre es una reciente producción noruega que reconstruye los hechos históricos que rodearon la denominada “Operación Martin”. El objetivo de esta operación era el de desembarcar un comando de 12 soldados noruegos entrenados por el servicio secreto Británico en las cercanías de la ciudad de Bardufoss, situada en el norte del país, con la misión de destruir la torre de control del aeródromo que la Luftwaffe había instalado en la zona. La misión resultó un completo fracaso, al ser interceptado el comando cuando intentaba desembarcar, ya que por error contactaron con un civil al que confundieron con un miembro de la resistencia local, y este dio parte a los alemanes de la presencia de la embarcación noruega. No obstante, la peligrosa huida de Jan Baalsrud, el único integrante de la misión que pudo escapar, se convirtió en una hazaña bélica nacional, que aún hoy dia es recordada en Noruega mediante una marcha de doscientos kilómetros de recorrido que lleva su nombre.
Esta es la historia que ha sido llevada a la pantalla por el realizador Harald Zwart, en lo que viene a ser un remake de otra producción noruega de 1957, sobre los mismos hechos, titulada “Nueve Vidas”. Entrando a valorar el film, lo primero que cabe señalar es que pese a tratarse de una producción noruega, la ambientación, fotografía y puesta en escena son bastante buenas, equiparables a las producciones norteamericanas. Aparte de esos aspectos formales, la película comienza con un notable ritmo, mostrando la captura del comando noruego y la huida del protagonista, que se convierte en una auténtica odisea por la supervivencia, frente a un enemigo despiadado decidido a darle caza. En ese aspecto, la película no ofrece mucho más aparte del relato de la historia del protagonista, y las diversas penurias que este padeció a lo largo de su dilatada fuga, (que se prolongó durante dos meses), y como fue ayudado por la población local. Pese a esa ausencia de una mayor profundidad argumental, hay que reconocer que la narración sabe mantener el interés.
No obstante, la película tiene un acusado bajón de ritmo a partir de la primera hora de metraje, cuando se narran las semanas que Baalsrud pasó oculto, una parte de la historia que se hace algo larga y que bajo mi punto de vista no termina de estar bien aprovechada; aunque nuevamente remonta el vuelo en su parte final. En el apartado interpretativo, el actor protagonista Thomas Gullestaad compone un papel bastante sólido y creíble como el sufrido Baalsrud, mientras que Jonathan Rhys Meyers, pese a ser un actor un tanto limitado en sus registros, da una buena replica como despiadado oficial de la Gestapo.
En conclusión, El Duodecimo Hombre es una película que cumple con eficacia su cometido de contar con amenidad una historia real y que, sin ser sobresaliente en ningún apartado, se deja ver con interés tanto por sus aspectos visuales como narrativos. No desmerece al menos un visionado.
Calificacion: 6/10