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domingo, 14 de octubre de 2018

El Capitán (Der Hauptmann)

El Capitán (2017)

Alemania, Abril de 1945. Tras desertar y escapar por poco de la persecución de la policía militar, el cabo Willi Herold descubre por casualidad un uniforme de capitán de la Luftwaffe en un coche abandonado. A partir de ese momento, Herold aprovechará dicho uniforme para hacerse pasar por un oficial en misión informativa tras la línea del frente por encargo de Hitler, y tras reclutar a un grupo de desertores, utilizará su falso rango para perpetrar todo tipo de atrocidades durante las últimas semanas de la guerra.

El Capitán es un reciente film alemán escrito y dirigido por el realizador germano Robert Schwentke, un cineasta conocido principalmente por haber dirigido algunos films comerciales en EEUU como “Plan de vuelo: Desaparecida”. En este caso, el guión se basa en un hecho real acontecido en las últimas semanas de la guerra en Europa, cuando el cabo Herold, -apodado “El verdugo de Emsland”- suplantando la identidad de un oficial de la Luftwaffe, se puso al frente de un nutrido grupo de desertores a los que llevó a cometer varios crímenes, ejecutando a decenas de prisioneros alemanes internados en un campo militar, y también a civiles acusados de derrotismo. Tras ser capturado por la policía militar alemana, fue juzgado por sus crímenes, pero pudo escapar aprovechando el caos de los últimos días de la contienda, aunque posteriormente sería capturado por los británicos y juzgado por crímenes de guerra, siendo condenado a muerte y ejecutado en noviembre de 1946.
En cuanto a la valoración del film, hay que decir que “El Capitán” es una película irregular. Los aspectos técnicos están muy logrados, destacando la impecable fotografía en blanco y negro que dota a la historia de un apreciable grado de realismo casi documental. También son destacables la ambientación y puesta en escena del film, que cuenta además con una sólida interpretación de su protagonista Max Hubacher. La historia arranca con fuerza, con una interesante presentación del personaje principal, y una primera hora de metraje que se conduce con agilidad y buen pulso narrativo.
 
Lamentablemente, la segunda mitad de la película no mantiene el nivel de la primera, ya que en vez de profundizar en el desarrollo sicológico de los personajes o de sus motivaciones para actuar como lo hacen, cae en la reiteración narrativa de mostrar más escenas de crímenes, lo cual redunda en un acusado bajón de ritmo en esa segunda parte del metraje. Tampoco ayuda el recurso tópico de mostrar varias secuencias “fellinianas” para remarcar los excesos alcohólicos y carnales de los protagonistas, ya que el mismo no sirve para dotar de una mayor profundidad a la historia; la cual, como apuntaba, adolece de un acusado esquematismo en el desarrollo de unos personajes que daban para algo más. Tampoco se terminan de aprovechar los distintos temas que se apuntan (el absurdo de la guerra, el poder de las apariencias, el dilema entre moral y deber de obediencia), por lo que la impresión final es que no se terminan de exprimir a fondo todas las posibilidades que ofrecia la historia que sirve de base al guión de la pelicula.

En definitiva, El Capitan es un título que sin ser del todo redondo, sí le ofrece al espectador una historia interesante, aunque no del todo bien desarrollada. Un film muy apreciable en sus aspectos técnicos, pero no del todo aprovechado desde el punto de vista argumental, pese a lo cual desde luego no desmerece un visionado.

Calificacion: 6/10
 

jueves, 29 de diciembre de 2016

Ciudad 44 (Miasto 44)

Ciudad 44 (2014)

Varsovia, verano de 1944. Durante las semanas previas al levantamiento de Varsovia, el joven Stefan Zawadzki vive el comienzo de un incipiente romance con la bella enfermera Biedronka. De forma paralela, mientras estrecha sus lazos de amistad con varios miembros de la resistencia polaca, se sentirá simultáneamente atraido por una miliciana llamada Kama. Tras unirse al ejército clandestino polaco justo antes de producirse el levantamiento armado, Stefan será testigo, en compañía de Biedronka, de la sangrienta y desesperada lucha de los rebeldes polacos contra los alemanes, así como de la inevitable destrucción de Varsovia en el curso de los combates.

Ciudad 44 es una producción polaca, escrita y dirigida por el realizador de esa nacionalidad Jan Komasa. La película reconstruye los acontecimientos históricos que rodearon el Levantamiento de Varsovia en Agosto de 1944, cuando el Armia Krajowa, el ejército clandestino polaco leal al gobierno en el exilio, se levantó en armas contra los ocupantes alemanes, esperando hacerse con el control de la ciudad antes de la llegada de los ejércitos soviéticos.  Este es un tema que ya había sido llevado anteriormente al cine, como en la producción del director Andrzej Wajda Kanal, estrenada en 1957;  apareciendo también relatado, si bien de forma más tangencial, en la película del famoso realizador polaco Roman Polansky El Pianista 

En cuanto al análisis del film, hay que decir que Ciudad 44 ofrece al espectador varios aspectos destacables. Entre ellos se puede mencionar la impecable labor de recreación de los escenarios donde transcurre la película, la cuidada ambientación, y la buena factura técnica de las escenas bélicas, que funcionan bastante bien en pantalla.  Asimismo, la película ofrece una visión  bastante completa de los hechos históricos que narra, empleando el recurso de desplazar a los protagonistas a través de los distintos sectores por los que discurrió la lucha armada en Varsovia, mostrando de ese modo la crueldad de la represión alemana contra los polacos, y progresiva destrucción de la ciudad.
No obstante, las buenas virtudes que muestra el film en el aspecto técnico e histórico no se ven reflejadas en el aspecto narrativo. Y ello se debe principalmente a que los personajes principales resultan demasiado planos, además de estar muy desdibujados, sin que se llegue a profundizar realmente en ninguno de ellos, lo cual hace que el hilo conductor de la historia flojee en más de un momento. Tampoco me terminó de convencer la subtrama romántica, con un triángulo amoroso de fondo, que no aporta absolutamente nada a la historia y que a mi pareció muy torpemente desarrollada. En el apartado interpretativo, el pobre desarrollo de los personajes impide que ninguno de los actores principales, todos ellos desconocidos a nivel internacional, pueda brillar en sus respectivos papeles,  de forma que se limitan a cumplir en unos roles que daban mucho más de sí. Un punto que sí me pareció acertado es el de la dramática resolución del desenlace, que logra elevar un tanto el tono general de la historia.

En resumen, Ciudad 44 es un título que funciona con eficacia como vehiculo para relatar los hechos históricos que describe, pero al que le hubiera hecho falta un guión algo más pulido y, sobre todo, unos personajes de mayor calado, para haber sido una gran película. Pese a ello, y quitando algún bajón de ritmo puntual, se deja ver con interés.
Calificación: 6/10

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Land of Mine (Under Sandet)

Land of Mine - Bajo la arena (2015)
 
Dinamarca, mayo de 1945. Recien finalizada la guerra en Europa, cientos de jovenes prisioneros de guerra alemanes son forzados por el ejército danés a retirar miles de minas terrestres que habían sido colocadas a lo largo de la costa oeste danesa durante ocupación alemana.  Uno de esos grupos se le asigna al sargento Carl Rasmussen (Ronald Moller), un duro veterano de las fuerzas paracaidistas que guarda un enorme rencor hacia los alemanes como consecuencia de la ocupación de su país por la Werhmacht.  Pese a ello, las duras experiencias que vivirá el sargento Rasmussen junto a sus prisioneros  harán que con el transcurso de las semanas la inicial hostilidad del sargento de paso a un sentimiento de fraternidad e incluso afecto hacia estos.
 
Land of Mine es una reciente coproducción germano-danesa que aborda, en clave de drama bélico, unos hechos  verídicos y poco conocido hasta la fecha, concretamente el empleo masivo de prisioneros de guerra alemanes para la desactivación y retirada de las minas terrestres que las fuerzas de ocupación alemanas habían colocado en territorio danés.  Se calcula que de los 2.000 prisioneros empleados en dicha tarea al menos la mitad murieron o sufrieron graves heridas en los meses posteriores al fin de la guerra. Partiendo de esta premisa argumental, el director Martin Zandvliet construye un sólido alegato antibélico y a favor de la fraternidad humana, que se hizo acreedor de varios premios del público en distintos festivales del cine Europeo.
Entrando a valorar el film, considero que estamos ante una película que sin duda cuenta una historia de manera sólida, con un argumento que se desarrolla efizcamente a lo largo del film. En ese sentido, opino que lo más logrado es como se muestra la evolución del personaje principal, el duro Sargento Rasmussen, y como este evoluciona desde su inicial e indisimulado odio hacia sus prisioneros, pasando por la comprensión, hasta llegar finalmente a sentir afecto por los adolescentes a los que envía diariamente a realizar una tarea que equivale a una muerte casi segura. También me gustaron otros aspectos técnicos de la producción como la fotografía (que realza magníficamente los escenarios exteriores donde se desarrolla la historia), el vestuario, y la ambientación del film. En el apartado interpretativo, es reseñable el buen trabajo del actor principal, Ronald Moller, que logra dotar de mucha humanidad a su personaje, estando bien respaldado por el resto de jóvenes interpretes que dan vida a los prisioneros alemanes.
 
No obstante, Land of Mine también adolece de una serie de puntos débiles que impiden que estemos ante una película totalmente redonda. En primer lugar, el desarrollo de los personajes (exceptuando el del Sargento) resulta totalmente esquemático y unidimensional, de modo que en ese aspecto se echa en falta algo más de profundidad en el retrato que se ofrece del resto de protagonistas y personajes secundarios, lo que hubiera resultado en una mejor visión de conjunto. Tampoco habría estado de más, como contrapeso de la victimización de los alemanes, que se hubiera esbozado de alguna manera el origen del odio hacia estos, y los rigores de la ocupación, cosa que se echa en falta en el desarrollo de la historia. Pero por lo demás, no cabe duda que la película ofrece al espectador una historia que se sigue con interés que no decae a lo largo de su ajustado metraje (algo menos de 100 minutos), y que tiene un par de momentos especialmente conmovedores en lo que a carga emotiva se refiere.
En definitiva, Land of Mine es una película que pese a no ser del todo redonda, sí que sirve para conocer unos hechos muy poco difundidos hasta la fecha, y que sin duda será apreciada por los buenos aficionados al cine bélico, pese a no ser propiamente una pelicula de acción bélica.  Sin duda, uno de los títulos bélicos del cine europeo más interesantes de los últimos tiempos.
 
Calificación: 6,5/10

lunes, 26 de septiembre de 2016

1944

1944 (2016)

La historia comienza en el Frente Oriental en Agosto de 1944. Un grupo de soldados estonios enrolados en la Werhmacht combaten a los rusos defendiendo suelo patrio,  decididos a hacer frente al enemigo pese a lo desesperado de su situación. Tras varias semanas de combates, los protagonistas se enfrentarán en combate a una unidad estonia enrolada en el Ejercito Rojo, a través de cuyos miembros se conocerá la otra cara de la contienda, hasta el final de la misma.  

1944 es una producción estonia realizada por el director de esa nacionalidad Elmo Nüganen, que nos ofrece un drama bélico ambientado en la Segunda Guerra Mundial, centrado en mostrar una perspectiva del conflicto a través de las vivencias de varios soldados estonios que tuvieron que combatir en ejércitos distintos durante los últimos meses de la contienda. En ese sentido, puede decirse que el film ofrece una visión bastante completa del drama sufrido por la pequeña nación báltica durante el conflicto, encontrándose atrapada entre el invasor soviético (que había ocupado militarmente el país en 1939) y el alemán; de modo que muchos de sus soldados combatieron en distintos bandos y, a veces, unos contra otros. Dicha paradójica situación, amén de una cierta denuncia de las dictaduras nazi y soviética, constituye el eje principal de la historia.

En cuanto a la valoración, hay que decir que pese a lo ajustado del presupuesto de la producción (apenas unos 10 millones de Euros), la película contiene una serie de escenas bélicas que, sin llegar a ser espectaculares, sí que resultan bastante estimables y están bien filmadas. Por otro lado, el aspecto narrativo logra alcanzar un punto de cierta originalidad cuando, a mediados de metraje, cambia el punto de vista de la narración, la cual se traslada desde el grupo de soldados enrolados con los alemanes, al de la unidad estonia que combate en el Ejército Rojo. Este cambio de perspectiva permite que la narración le ofrezca al espectador una perspectiva más completa del conflicto, lo cual es realmente de agradecer.   Entre los puntos más débiles del film, puede decirse que el desarrollo de la historia resulta muy convencional, tanto en la forma como en el fondo, y que el carácter esquemático de los personajes principales, con poca ocasión para profundizar en su desarrollo, impide que se llegue a empatizar con alguno de ellos.

En definitiva, 1944 es una correcta producción bélica Europea que nos ofrece una historia poco conocida para el gran público, y que se sigue con razonable interés para el espectador, pero que adolece de una mayor dosis de originalidad formal o narrativa para subir un peldaño su interés y poder ser considerada como un referente dentro del género bélico. Pese a ello, no puede negarse que ofrece una historia que se ve con interés, y que, pese a su sencillez, es un producto de cierta calidad, por lo que su visionado no desagradará a los aficionados a este tipo de cine.

Calificación: 6/10

lunes, 8 de febrero de 2016

Suite Francesa (Suite Francaise)

Suite Francesa (2015)

La historia nos sitúa en Francia, en junio de 1940. Poco después de la derrota francesa,  un pequeño pueblo situado al oeste de Paris es ocupado por las tropas alemanas.  Entre sus habitantes se encuentra Lucile Angellier (Michelle Williams) una joven aficionada a la música clásica que convive con su acaudalada y autoritaria suegra (Kristin Scott Thomas), mientras espera noticias de su marido, prisionero de guerra.  La existencia de todos los habitantes del pueblo se verá alterada con la ocupación, mientras Lucille se irá sintiendo gradualmente atraída por Bruno (Matthias Schoenaerts), un joven teniente alemán alojado en la casa de su suegra, con quien comparte la afición por la música.

En 1940, la escritora francesa de origen judío Irene Nemirovski comenzó a escribir una serie de cuadernos de relatos basados en sus propias vivencias durante los primeros meses de la ocupación alemana, los cuales venían a describir de forma novelada la vida cotidiana de los franceses en ese periodo, y las relaciones que se establecieron con los ocupantes alemanes.  Nemirovski no pudo llegar a terminar su obra puesto que, debido a su origen judío, en el verano de 1942 fue detenida y deportada a los campos de concentración, donde murió a las pocas semanas. Sin embargo, su hija pudo conservar el manuscrito de su obra inacabada, que había titulado “Suite Francesa”; el cual permaneció inédito durante varias décadas hasta que en 2004 apareció finalmente publicado en forma de novela, alcanzando un notorio éxito editorial en Francia y otros países.

Sobre la base de dicha historia literaria creada por Nemirovski, esta producción británica ha venido a recrear un aspecto interesante de la II GM como es el de las relaciones que se establecieron entre ocupantes y ocupados en las primeras etapas de la contienda.  Como en toda producción británica de cierto nivel, hay que reconocer en primer lugar que la labor de ambientación y puesta en escena del film es impecable;  de modo que el vestuario, los uniformes, asi como los escenarios exteriores e interiores, están cuidados al máximo detalle y ello ayuda a que el espectador se sumerja de lleno en la época que describe la narración. También es destacable la labor interpretativa de los actores principales, todos ellos muy sobrios y creíbles en sus respectivos papeles.

Sin embargo “Suite Francesa” dista mucho de ser una película redonda, y ello se debe principalmente a que, siendo un drama romántico, debería emocionar al espectador o tocar su fibra sensible en algún momento, cosa que no consigue. Estamos ante uno de esos relatos pretendidamente románticos, pero que adolece de perfección en la forma y enorme frialdad en el fondo. Porque lo cierto es que Suite Francesa no emociona, y en demasiados momentos, no le transmite nada al espectador, sobre todo porque la relación romántica que surge entre Lucille y Bruno se desarrolla con poca naturalidad, hasta el punto de que resulta casi impostada. Da la impresión de que el guion peca en exceso de frialdad académica a la hora de describir el romance que surge entre ambos, cuyo principal problema es, como apuntaba, que no llega a emocionar en ningún momento. De ese modo el eje principal de la narración –la historia romántica- avanza sin brillo (y también sin que se aprecie demasiada química entre la pareja protagonista) hacia un desenlace que se me antojó igualmente desangelado y un tanto frio. Pese a ello, también es justo reconocer que estamos ante una película que se ve con razonable interés y cuyo cuidado aspecto formal hay que valorar.
En definitiva “Suite Francesa” es una típica producción británica que será apreciada por el espectador medio, sobre todo por sus elementos estéticos, pero a cuya historia le falta algo mas de “alma” para llegar a conectar con las emociones del espectador. Un producto de calidad, aunque falto de una verdadera emoción romántica que pueda enganchar al espectador.
Calificación: 6/10

domingo, 9 de febrero de 2014

La ladrona de libros (The Book Thief)



La Ladrona de Libros (2013)
Pocos meses antes del estallido de la II GM la niña Liesel Merminger, hija de una familia comunista detenida por los nazis, es enviada junto a su hermano pequeño para reunirse con sus padres de adopción en una pequeña ciudad de Baviera.  Sin embargo, el hermano muere durante el viaje, lo cual sumirá a Liesel en una profunda tristeza que irá superando gracias al cariño de su padre adoptivo Hans Hubermann (Geoffrey Rush), quien le enseña a leer y le inculca el amor por la lectura; y a las atenciones de su vecino y compañero de colegio Rudy. Sin embargo la apacible existencia de Liesel junto a su nueva familia se verá alterada cuando Hans decide acoger en su casa a Max, un judío fugitivo que se instalará en el sótano de la vivienda y con quien Liesel establece una estrecha y secreta amistad, basada en la pasión que ambos sienten por los libros.
La Ladrona de Libros es la adaptación para la gran pantalla de la novela homónima de Markus Zusak, que apareció publicada en 2005 y se convirtió en uno de los Best Seller de mayor éxito dentro de los libros destinados al público infantil, manteniéndose durante cuatro años entre los libros más vendidos en EEUU.  No es de extrañar, por tanto, que la historia haya sido llevada a la gran pantalla, en este caso de la mano del director Brian Percival,  quien ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el mundo televisivo, alcanzando la notoriedad por su labor de dirección de la galardonada serie británica Downton Abbey. 
En ese sentido, se nota que Percival es un realizador acostumbrado a manejar producciones de época, puesto que la ambientación y puesta en escena resulta, de largo, el aspecto más cuidado y sobresaliente del film. La recreación de los lugares y ambientes de Alemania en la época de la II GM resulta bastante esmerada, con una puesta en escena impecable y cuidada hasta el mínimo detalle. Lamentablemente, considero que la historia novelesca que sirve de eje argumental al film no termina estar del todo bien desarrollada. Se nota demasiado que la película quiere agradar al público general, y por ello evita cualquier exceso dramático, prefiriendo optar por un tono narrativo descaradamente sentimental y edulcorado, yendo a lo seguro, sin salirse de lo que podríamos denominar “narración mainstream”. Esto se traduce en que la parte central del relato resulte más bien plana y sin ritmo, lastrada por un guión excesivamente convencional. Y ello a pesar del buen hacer interpretativo de los actores principales, encabezados por el siempre eficaz Geoffrey Rush, y el solvente trabajo de la niña Sophie Nelisse, en el papel de Liesel.
Pero, como apuntaba,  a la película le falta capacidad para ahondar en los sentimientos de sus personajes y despertar la fascinación del espectador, a pesar de tener un desenlace que sí transmite una cierta carga emotiva, aunque quizás resulta excesivamente almibarado en su conjunto. A destacar, aparte de la mencionada labor actoral, algunos momentos interesantes como la recreación de la Noche de los Cristales Rotos, o la escena de la quema de libros, secuencias que logran romper la monotonía en una narración que al final resulta más bien plana. Sin duda (pese a no haber leído la nóvela original) estamos ante una de esas historias que ofrecían más posibilidades de cara a su adaptación al cine. Al final, La Ladrona de Libros se queda en un título agradable de ver, aunque falto de ritmo, de profundidad narrativa, y demasiado convencional en su desarrollo. Unos de esos films más interesantes por lo cuentan que por la forma de contarlo, y que sin duda desperdicia en gran medida una historia que podría haber dado más de sí.
Calificación: 5,5/10

miércoles, 10 de abril de 2013

Las flores de la guerra (Flowers of War)

Las flores de la guerra (2011)


Nanking, Diciembre de 1937. Mientras las tropas invasoras japonesas entran a sangre y fuego en la antigua capital china, el maquillador de cadáveres John Miller (Christian Bale) llega a una parroquia católica de la ciudad para preparar el funeral del sacerdote de la misma. Sin embargo, a su llegada a la Iglesia, Miller descubre que el cuerpo del sacerdote ha desaparecido a causa de una explosión, y que en el edificio solo queda un grupo de jóvenes estudiantes chinas aterrorizadas por las atrocidades de las tropas japonesas. La situación se complica aún más cuando un grupo de prostitutas procedentes de un barrio cercano busca refugio en la Iglesia, lo cual colocará a Miller en la inesperada posición de protector de ambos grupos de mujeres frente a la brutalidad del ejército japonés.

Resulta llamativo el hecho de que el cine Oriental parece haber descubierto en los últimos años el tema de la guerra Chino – Japonesa, un conflicto que, hasta los últimos años,  -cinematográficamente hablando- había permanecido en un relativo olvido. En ese sentido, Las flores de la guerra vuelve a abordar el tema de dicho conflicto bélico, y lo hace retratando la tristemente célebre Masacre de Nanking, un suceso histórico que solo dos años antes ya había sido llevado al cine en la destacada película “Ciudad de Vida y Muerte” del realizador Lu Chuan.  Con guión basado en una novela titulada “Las 13 mujeres de Nanking” de Yan Geling, y con un presupuesto cercano a los 100 millones de dólares, el realizador Zhang Yimou fue el encargado de trasladar a la pantalla esta historia, en la que ha sido la producción cinematográfica china más cara hasta la fecha.

Entrando a valorar el film, en primer lugar dado que las comparaciones con “Ciudad de Vida y Muerte” son inevitables (tanto por la proximidad temporal entre ambos títulos como por su temática) he de decir que “Las flores de la guerra” es una película bastante estimable, si bien me parece que está un peldaño por debajo de su predecesora. El arranque del film es realmente vibrante, mostrando la entrada de las tropas japonesas en la ciudad por medio de unas espectaculares y realistas secuencias bélicas, filmadas con una excelente factura visual que poco tienen que envidiar a las superproducciones occidentales. El desarrollo de la historia consigue, además, captar el interés del espectador y se ve bien secundado por la labor de los protagonistas, un solvente Christian Bale, y, sobre todo, la bella actriz china Ni Ni.

Sin embargo, y pese a estos aspectos positivos, da la impresión de que los productores han querido hacer un producto más comercial y digerible para el gran público que “Ciudad de Vida y Muerte”; y en cierta medida se echa en falta el descarnado realismo y el sustrato filosófico que estaba presente en aquella. También es cierto que, tras el vigoroso tercio inicial, la narración pierde algo de fuelle en el tramo central del metraje; y por otro lado, peca de demonizar en exceso a los japoneses, en vez de optar por ofrecer un retrato más equilibrado del enemigo. Algo que -con toda probabilidad-  se buscó deliberadamente en aras de hacer la película más vendible para el público chino, principal mercado receptor del film. Finalmente, entre los aspectos menos destacables del film quizás se antoja poco creíble la brusca evolución del personaje interpretado por Christian Bale, quien pasa, casi sin transición, de ser un cínico buscavidas sin demasiados escrúpulos, a un abnegado héroe decidido a salvar a las estudiantes de la parroquia a cualquier precio.  En el apartado interpretativo, cabe decir que las actuaciones son bastante correctas, si bien el personaje de Bale me pareció un poco desdibujado, el resto del reparto chino raya a un buen nivel, sobre todo por parte de la protagonista femenina, la actriz Ni Ni, quien logra dotar a su personaje de toda una gama de matices interpretativos.

En defitiva, “Las flores de la Guerra” es un título más que estimable en sus aspectos técnicos y visuales, con algunas secuencias bélicas bastante potentes, pero que adolece de ser demasiado condescendiente hacia el gran público. Unas concesiones comerciales que posiblemente hacen más accesible la historia, e incluso disfrutable, pero que le restan verosimilitud y carga dramática al relato, el cual adolece de alguna que otra inconsistencia. En resumidas cuentas, se trata un título entretenido pero algo irregular, y desde luego queda por debajo de la estupenda “Ciudad de Vida y Muerte” a la hora de narrar los sucesos que rodearon la infame matanza de Nanking.

Calificación: 6/10

jueves, 31 de enero de 2013

Into the White



Into the White (2012)
Abril de 1940. Mientras los aliados y alemanes luchan por el control de Noruega, un He-111 alemán cae derribado en una inhóspita zona montañosa del país. Los tres supervivientes de la tripulación, formada por el teniente Horst Schlopis, el suboficial Josef Schwarz y el cabo Strunk encuentran en medio de una tremenda ventisca una cabaña de caza donde hallarán refugio. Sin embargo, la situación se complica cuando otros dos pilotos ingleses, el capitán Davenport y el soldado Smith, cuyo avión fue también derribado en el mismo área, llegan a la cabaña donde se alojan los alemanes. Aislados en medio de una tremenda tormenta de nieve, y pese a la desconfianza mutua, alemanes e ingleses tendrán que aprender a confiar en los otros para poder sobrevivir.
 
 Into de White es una muy reciente producción noruega, basada en unos sucesos reales acaecidos en 1940, durante la Campaña de Noruega, cuando 3 pilotos alemanes y 2 británicos se vieron obligados a convivir durante varios días en una aislada cabaña situada en una inaccesible región montañosa del país nórdico. Por fuerza de las circunstancias, los cinco hombres, en principio enemigos, se vieron obligados a colaborar para mantenerse con vida, cosa que finalmente lograron hasta ser rescatados por una patrulla del ejército noruego. Los aviadores alemanes fueron hechos prisioneros y enviados a un campo de prisioneros en Inglaterra, pese a lo cual, años después de la guerra, Schlopis y el oficial inglés retomaron el contacto y llegaron a establecer una duradera relación de amistad. Estos hechos historicos, con leves retoques, sirvieron de inspiración al director noruego Peter Naess para elaborar el guión del film, que lleva a la pantalla esta historia de claros tintes antibelicistas, y que supone un canto a la fraternidad humana por encima de las nacionalidades y de los conflictos entre paises.
 
Hay que decir que, pese a la modestia de sus pretensiones "Into the White" es una película que se ve con agrado. La situación inicial que plantea de colocar a unos hombres enfrentados por la guerra en un espacio cerrado y ante la necesidad de apoyarse mutuamente para poder sobrevivir es ciertamente interesante. Un punto de partida argumental, por cierto, bastante similar al usado por el realizador John Boorman en "Infierno en el Pacífico". A lo largo de un ajustado metraje de algo más de hora y media de duración, el film va desgranando como evoluciona la relación entre el grupo de supervivientes alemanes e ingleses, pasando de la natural hostilidad y desconfianza inicial, a la colaboración impuesta por fuerza de las circunstancias, hasta que finalmente surja entre los protagonistas una relación de camaradería rayana en la amistad. Todo ello aderezado con unas interpretaciones solventes por parte del quinteto protagonista y una buena labor de ambientación, (no en vano, la película se filmó muy cerca de las localizaciones reales donde transcurre la historia) destacando la belleza agreste de los paisajes noruegos.
 
Sin embargo no puede decirse que todos los aspectos del film rayen a la misma altura. Tras unos primeros veinte minutos bastantes buenos, la película tiene algún que otro bajón de ritmo en la parte central del metraje, si bien vuelve a recuperar el pulso conforme se acerca el desenlace. Pero da la impresión que el film no termina de explotar todas las posibilidades dramáticas que la historia ofrecía, quizás en gran parte por el ritmo deliberadamente pausado que adopta la narración que impide dotar a la historia de una mayor carga dramática. En cualquier caso, no cabe duda de que, pese a sus limitaciones y ausencia de pretensiones, "Into the White" consigue su objetivo de contar una historia de apreciable calado humano entreteniendo al espectador. Un título europeo poco conocido, pero que no desmerece un visionado.

Calificación: 6/10

lunes, 9 de abril de 2012

La Llave de Sarah (Elle s'appelait Sarah)

La Llave de Sarah (2010)

París, año 2002. Julia Jarmond (Kristin Scott Thomas), una periodista norteamericana americana afincada en la ciudad junto a su marido francés, recibe el encargo de preparar un artículo sobre la redada organizada por el gobierno de Vichy contra los judios parisinos en julio de 1942. Conforme avanza en su investigación, Julia descubrirá la historia de Sarah (Melúsine Mayancey), una niña judía que habitaba junto con su familia el piso en el que residió durante muchos años su familia política, los Tézac. Este descubrimiento hará que Julia se obsesione con descubrir el destino final de Sarah y aclarar cuál fue su relación con la familia de su marido.

La llave de Sarah es una película basada en Best-Seller de la escritora y periodista francesa Tatiana de Rosnay, cuyo argumento se basa en una historia inspirada por la denominada Redada del Velódromo de Invierno, que tuvo lugar en Paris en julio 1942. Curiosamente, es la segunda producción francesa estrenada en el 2010 que trata esos sucesos históricos, ya que se estrenó solo unos meses más tarde de que apareciera en la cartelera francesa el largometraje “La Redada”, basada en los mismos hechos. Pese a esta coincidencia argumental, hay que decir que “La Llave de Sarah” ofrece un punto de vista alternativo, ya que mientras “La Redada” centraba su relato en las víctimas, aquella opta por narrar las consecuencias que esos hechos tuvieron a largo plazo para los supervivientes y sus familiares.

A la hora de abordar el relato, el director Paquet Brenner recurre a la narración mediante dos líneas argumentales superpuestas, por un lado la historia personal de Julia y como el desenterrar el pasado le afecta a ella y su familia, y por otro, la dramática historia de Sarah y su familia, cuya detención en la redada traerá una trágica consecuencia. La parte del film en la que ambas historias se entrecruzan está bastante lograda, logrando que las dos líneas temporales de la narración, pasada y presente, avancen con sencillez y a la vez con momentos de hondo dramatismo perfectamente incardinados en la narración. El problema es que el guionista parece tener prisa por cerrar la historia de Sarah, -la cual concluye de manera un tanto abrupta- para centrarse en el drama familiar de la protagonista. Esto se traduce en que la narración pierda claramente fuelle en el último tercio de metraje, a diferencia de la novela, que mantenía la alternancia entre ambas historias hasta el desenlace final de la historia.

En cualquier caso, y pese a ese defecto que le resta puntos al conjunto de la narración, La Llave de Sarah es una película muy completa, que se sustenta en gran medida en las notables interpretaciones de sus protagonistas, la veterana Kristin Scott-Thomas, y la niña Mélusine Mayance, para ofrecernos un relato, por momentos sobrecogedor, sobre unos hechos silenciados durante muchos años por la historiografía oficial francesa y que, indudablemente, merecen ser recordados. Un título bastante recomendable.

Calificación: 7/10

miércoles, 28 de marzo de 2012

La Redada (La Rafle)

La Redada (2010)

París, Julio de 1942. Mientras las familias judías refugiadas en la capital francesa comienzan a experimentar las cada vez más estrictas medidas antisemitas, el gobierno de Vichy prepara una redada a gran escala. Siguiendo las directrices alemanas de “purificación racial”, Petain ordena a la policia capturar a cerca de 24.000 judíos residentes en la ciudad para su posterior deportación a los campos de concentración nazis. Frente a esto, varios ciudadanos franceses como la enfermera Annette Monod (Melanie Laurent) se rebelaran contra las órdenes recibidas, e intentaran ayudar a las familias judías capturadas en la redada, entre cuyos miembros se cuentan miles de niños.

La Redada es una muy reciente producción francesa, escrita y dirigida por la cineasta francesa Roselyne Bosch, que reconstruye los sucesos que rodearon a la denominada “Redada del Velódromo de Invierno”, organizada por el gobierno de Vichy para contentar a las fuerzas de ocupación alemanas respecto a la depuración racial de la Francia ocupada. Pese a no ser la primera película que se hace sobre el tema (existe otra producción francesa de 1976 titulada “El otro señor Klein” que también trata estos hechos), sí que está muy relacionada con los sucesos reales, ya que una de las familias judías detenidas en la redada de julio de 1942 fue la de esposo de Roselyne Bosch. De hecho, la trama incluye varios personajes reales, como Jo Weisman y Ana Traube (que lograron escapar de la deportación) y la protagonista Annete Monod, una enfermera protestante que hizo cuanto pudo por aliviar el sufrimiento de los detenidos y denunciar lo que estaba ocurriendo.

En cuanto a la valoración del film, he de decir que “La Redada” me parece un film notable en todos los sentidos. Desde la excelente recreación histórica de los escenarios parisinos y la no menos lograda puesta en escena, pasando por las brillantes interpretaciones del elenco de actores, incluyendo a los más jóvenes que dan vida los niños; y terminando en una historia contada con una sencillez apabullante, pero a le vez, con una tremenda sensibilidad. Y es que “La Redada” no recurre a trucos efectistas ni al uso de planos complicados para narrar el drama humano que retrata. Tampoco le hace falta mostrar escenas escabrosas o truculentas, sino que llega a tocar la fibra sensible del espectador por la simple realidad de la historia de los protagonistas, víctimas de una infame injusticia. También es de agradecer la denuncia que hace acerca de la connivencia (cuando no colaboración directa) de las autoridades francesas de Vichy con el genocidio nazi, un hecho que fue convenientemente ocultado en los años posteriores a la guerra por los sucesivos gobiernos.

Asimismo, se muestran en el film los entresijos de las negociaciones entre las autoridades alemanas y francesas que dieron lugar a la redada, e incluso se intercalan varias apariciones de Hitler, muy bien imbricadas en el desarrollo de la historia. El único “pero” que le encuentro a la película es quizás, consecuencia de que haya sido realizada en Francia, y es que, pese a su intención de denuncia histórica, evita cuidadosamente cargar demasiado las tintas contra la sociedad francesa de la época. En otras palabras, se nota que se ha suavizado mucho el antisemitismo de un importante sector de la sociedad gala, y se ha procurado acentuar el sentimiento de solidaridad de la población francesa con la comunidad judía.

En cualquier caso, como apuntaba, la película está muy lograda en sus aspectos técnicos, puesto que la fotografía es excelente y las recreaciones de escenarios como el Velódromo de Invierno, y el Berhof, la residencia alpina de Hitler son de primera calidad. Todo ello puesto al servicio de una historia tremendamente humana y por momentos, conmovedora, que sin duda, mueve a la reflexión del espectador. Sin duda, La Redada es una película que, sin llegar a ser una obra maestra, es de obligado visionado.

Calificación: 7,5/10

martes, 17 de enero de 2012

La Defensa del Dnieper (Dneprovskiy Rubezh)

La Defensa del Dnieper (2009)

La acción comienza en julio de 1941. Mientras los tanques alemanes avanzan hacía el interior de la URSS, el General Zubov es rescatado de las brutales garras del NKVD y enviado a organizar la defensa del sector de la ciudad de Mogilev, situada a orillas del Rio Dnieper, donde las fuerzas sovieticas están dispuestas a ofrecer una fuerte resistencia para impedir el avance las fuerzas invasoras hacia el interior del país. De forma paralela, la joven enfermera Zoya se verá directamente implicada en la lucha, al ser atacado el tren en que viajaba por aviones alemanes.

En los últimos tiempos, los estudios cinematográficos de Bielorrusia parecen mostrar un gran interés por realizar producciones bélicas ambientadas en la II GM, que recreen los combates acaecidos en su territorio nacional. En esta linea se enmarca La Defensa del Dnieper, producción bielorrusa estrenada en 2009, solo un año antes del estreno de la reciente La Fortaleza de Brest. Como su título indica, La Defensa del Dnieper reconstruye los combates, acaecidos en julio de 1941, en la línea de dicho rio, y especialmente en el sector de Mogilev. Dicha ciudad era el centro administrativo de la región fortificada de Mogilev-Podolski, uno de los puntos principales de resistencia de la denominada Linea Stalin, cuya guarnición ofreció una dura resistencia rechazando durante más de tres semanas los ataques alemanes, hasta que finalmente la ciudad fue ocupada por tropas alemanas, el 26 de julio de 1941.

Al igual que otras producciones rusas recientes, lo que más llama la atención y sorprende gratamente es la sobresaliente ambientación, incluyendo un muy cuidado atrezzo militar que muestra en acción a auténticos tanques Panzer II, III y IV alemanes, semiorugas Sdkfz 250, autoametralladoras BA-6… etc. El apartado técnico de la película también es bastante bueno, con escenas de combate bastante realistas y bien filmadas, incluyendo secuencias con un buen número de extras y un inteligente uso de los efectos digitales para recrear los ataques aereos.

Sin embargo, al igual que la calidad de dichos aspectos técnicos suelen ser la norma general en el cine ruso reciente, también sus defectos son reiterados respecto a otros títulos similares: esquematismo de los personajes, guión plano, y un ritmo narrativo más bien lento, que no termina de enganchar al espectador. Pese a ello también es justo reseñar que, a diferencia de otros Films bélicos rusos recientes, la película ofrece una historia algo mejor hilvanada, y no omite criticar aquellos aspectos más oscuros del stalinismo, desde la purgas y las torturas a cargo del NKVD (en la primera escena vemos como el general Zubov pierde los dientes en el curso de un violento interrogatorio en el que se le acusa de "traición"), hasta la perniciosa influencia de los comisarios políticos al interferir en las decisiones de índole militar, lo cual sí que le añade un plus de interés al mero relato de las operaciones militares. En cuanto a las actuaciones, la mayoría resultan correctas, si bien no especialmente destacables dado el poco margen de desarrollo de los personajes que ofrece el guión, aunque el actor protagonista hace un buen papel interpretando al carimático general Zubov.

Por lo demás, La Defensa del Dnieper es un correcto film bélico que destaca sobre todo por su excelente ambientación y puesta en escena, aspectos que apreciables para los aficionados a la historia de la II GM. El aspecto narrativo, resulta simplemente correcto aunque ligeramente más pulido que en otros films similares. Una película que no resulta deslumbrante, pero que sin duda agradará a los amantes del cine puramente bélico.

Calificación: 5,5/10

La Película en Youtube (Disponible solo en V.O.)

martes, 3 de enero de 2012

Exodo, Quemado por el Sol 2 (Utomlyonnye solntsem 2)

Exodo - Quemado por el Sol 2 (2010)

La historia comienza en el verano de 1941. Cinco años después de que la existencia del general Kotov (Nikita Mijalkov) y su familia se viera fatalmente afectada por las purgas stalinistas, Kotov logra salir del Gulag justo cuando se produce la invasión alemana, siendo inmediatamente destinado a combatir contra los alemanes en un batallón disciplinario. Paralelamente, el protagonista emprenderá la búsqueda de su hija Nadia, y su esposa, sin saber que durante sus años de reclusión, ambas han estado bajo la protección de su antiguo enemigo Mytia, oficial del NKVD que recibirá el encargo directo de Stalin de localizar a Kotov.

Quince años después de alcanzar el éxito y el reconocimiento internacional gracias a Quemado por el Sol (ganadora del oscar a la mejor película extranjera y premio especial del jurado en el Festival de Cannes) el cineasta ruso Nikita Mijalkov retomó los personajes de su laureado film para concluir el díptico de su historia, mostrando el destino de aquellos durante la II GM. Esta segunda parte de Quemados por el Sol ha supuesto la película más cara del cine ruso hasta la fecha, con un presupuesto superior a los 42 millones de euros. Una auténtica superproducción, que ha contado con un apabullante despliegue de medios, extras y efectos digitales. Sin embargo, el abundante presupuesto no le bastó a Mijalkov para captar la atención del público, ya que el estreno de la película en Rusia se saldó con un estrepitoso fracaso comercial y una más que fria recepción por parte de la crítica, mientras que la difusión internacional del film –a diferencia de lo ocurrido con su aclamada precedesora- ha sido mínima, teniendo escasa repercursion más allá de sus fronteras.

Son varios los factores que pueden enunciarse a la hora de explicar este fracaso. El primero, y más importante, es que Mijalkov ha pretendido construir un film abrumadoramente épico, pero con una historia que por momentos, resulta totalmente deslavazada. El guión falla claramente a la hora de entrelazar la historia de Kotov, Mytia, y el resto de personajes, a la par que se recrea en una serie de situaciones pretendidamente tragicómicas, y en la mayor parte de las ocasiones, forzadas. El cuidado desarrollo de los personajes, diálogos y situaciones de Quemado por el Sol brilla en este caso por su ausencia, y en demasiadas ocasiones la película transmite la sensación de ser una colección de sketches mal engarzados entre sí. Tampoco ayuda en absoluto el hecho de que el dilatado metraje, de 3 horas de duración, venga acompañado de un ritmo narrativo que no resulta demasiado vivo, pese a la variedad de situaciones que plantea la historia.

Todo ello empequeñece en gran medida el buen hacer del film en otros apartados, especialmente en los técnicos, de entre los que cabe destacar la excelente ambientación y puesta en escena, así como la espectacularidad de las escenas bélicas. Pero todo ello queda muy deslucido en el conjunto de una narración que avanza de manera más bien sincopada, para ir desgranando una historia que parece contada a retales, hasta llegar a un desenlace que deja bastantes cabos sueltos y cuya resolución definitiva parece parece quedar abierta a una posterior tercera parte de la serie. Entre medio, no faltan las escenas y personajes pintorescos propias del cine de Mijalkov, pero que en este caso no terminan de funcionar en pantalla, en parte porque en algunos casos resultan un tanto forzadas, pero también por la deficiente articulación de las distintas tramas argumentales que propone el guión.

En definitiva, Quemado por el Sol 2 resulta un título brillante en su aspecto formal, pero bastante pretencioso y hueco en el plano narrativo, y está desde luego muy lejos de ser una de las películas más inspiradas de Mijalkov, entre las que se cuenta su predecesora. Sin llegar a ser un desastre total, lo que sí es cierto es que estamos ante una película que decepciona en más de un aspecto y hace bueno el viejo axioma de que “nunca segundas partes fueron buenas”.

Calificación: 5/10

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Amarga Victoria (Bitter Victory)


Amarga Victoria (1957)

La historia nos sitúa en Africa del Norte. El mayor del ejercito británico David Brand (Curd Jürgens) recibe la misión de liderar un comando que deberá infiltrarse tras las lineas enemigas y asaltar el cuartel general alemán en Bengasi, con el objetivo de robar unos importantes documentos secretos. Todo se complica cuando a Brand le asignan como segundo oficial al Capitán Leith (Richard Burton), quien años atrás había mantenido un romance con la esposa del mayor, Jane. Esto hará que la rivalidad y la tensión entre ambos hombres vaya creciendo progresivamente, llegando a su punto álgido cuando surgen dificultades que ponen el peligro la supervivencia del comando durante el trayecto de vuelta de la misión.

Amarga Victoria fue el primer trabajo europeo del realizador norteamericano Nicholas Ray, uno de los directores más prestigiosos de Hollywood en la década de los 50, gracias a su participación en títulos que alcanzaron un gran éxito comercial como Johnny Guitar, y sobre todo, Rebelde sin Causa, película póstuma del gran actor James Dean, y que acabaría elevándolo a la categoría de mito. Precisamente, fue la prematura muerte de Dean, con quien Ray había trabado una estrecha amistad, la que iba a provocar una grave crisis personal al director, profundamente afectado por la muerte de su estrella. Por este motivo, tras dirigir en EEUU un par de películas que pasaron sin pena ni gloria, Ray decidió emigrar a Europa en busca de nuevos aires personales y profesionales. Una vez instalado en Francia, Ray iba a encargarse de la realización de este film, adaptación de una novela homónima de René Hardy, y que iba ser coproducido por estudios galos conjuntamente con la norteamericana Columbia. Tras el estreno de la película en el festival de Venecia de 1957, al parecer, el cineasta francés Jean Luc Godard afirmó, entusiasmado con el film: “El Cine es Nicholas Ray”.

Entrando a valorar la película, hay que decir que muy probablemente la valoración de Godard tuvo un importante componente de exageración. Ciertamente Amarga Victoria tiene varios aspectos interesantes en su haber, centrados principalmente en el buen hacer de su dúo protagonista, unos muy entonados Curd Jürgens y Richard Burton; así como presentar una historia en la que la acción bélica es un mero telón de fondo, que se usa como excusa para ofrecer una serie de reflexiones sobre diversos temas trascendentes, como el significado del verdadero valor, la cobardía, o incluso la actitud ante la muerte.

Sin embargo, la película también presenta aspectos poco pulidos que provocan que la historia no termine de funcionar bien en pantalla. Bajo mi punto de vista, esto es debido a que la rivalidad y la tensión sicológica entre los dos protagonistas, el Mayor Brand y el Capitán Leith, no fluye con la naturalidad deseable, sino que más bien se desarrolla con un punto de artificio que la hace poco creíble, e incluso forzada en más de un momento. Finalmente, se echa bastante en falta un mayor desarrollo del personaje de Jane, la protagonista femenina, pues su papel, en principio importante como agente provocador de la rivalidad entre los protagonistas, queda un tanto desdibujado. Pese a ello, hay que reconocer que el film tiene algunos diálogos bastante interesantes, y que las escenas de acción, pese a no pasar de tener un carácter meramente incidental en la trama, están correctamente filmadas, amén de contar con un interesante desenlace que eleva en buena medida la valoración general de la película.

En conclusión, puede decirse que Amarga Victoria es un film de cierto calado, pero quizás un tanto pretencioso, y en el que no todos los elementos narrativos están suficientemente bien perfilados como para ser un título redondo. Pese a ello, es una película estimable, sobre todo por su notable reparto, y por el hecho de ofrecer una historia con un punto de originalidad, no exenta de interés.

Calificación: 6/ 10

lunes, 10 de octubre de 2011

Primera Victoria (In Harms Way)

Primera Victoria (1965)

Tras ser apartado del mando por ver como tras el ataque japonés contra Pearl Harbor su crucero era torpedeado y hundido por un submarino enemigo, el capitán Rockwell Torrey (John Wayne) es rehabilitado y ascendido a vicealmirante, recibiendo el encargo de organizar una importante operación para conquistar un grupo de islas ocupadas por los japoneses cuya captura es vital para las futuras operaciones en el Pacífico. De forma paralela, el hijo de Torrey, su novia, y el capitán Paul Eddington (Kirk Douglas) jefe de estado mayor del vicealmirante, se verán envueltos en un triángulo amoroso que traerá trágicas consecuencias para todos ellos.

El caso de Primera Victoria es el mejor ejemplo de cómo el hecho de contar para la producción de un film con un realizador de reconocido prestigio -en este caso Otto Preminger- y un reparto estelar, con actores de la talla de John Wayne, Kirk Douglas y Henry Fonda, no siempre garantiza el que se vaya a obtener una buena película. El film, que supuso la primera colaboración en pantalla de dos gigantes de la interpretación como Wayne y Douglas, se basaba en la novela homónima del escritor James Basset publicada en 1962, la cual describía una serie de operaciones en el Pacífico, que aunque eran ficticias, estaban lejanamente basadas en la Campaña de Guadalcanal y de las Salomon, que tuvo lugar entre finales de 1942 y principios de 1943. Seguramente, Basset prefirió usar elementos ficticios a la hora de describir las operaciones militares que aparecían en su libro para que estas no dejaran en segundo plano el aspecto humano de la novela, centrada en describir el perfil sicológico de sus personajes.

Al preparar el guión del film, Preminger respetó dicho aspecto del libro, sin embargo, afirmó su intención de hacer un film épico y contar una historia patriótica, que se opusiera al antibelicismo imperante en el Hollywood de la época, que Preminger calificó de “derrotismo”. Y desde luego, si esa era la intención del director, hay que decir que el resultado no fue nada satisfactorio. Wayne, aquejado de una grave enfermedad respiratoria que le hacía toser sangre, no dio lo mejor de sí mismo en el papel de Torrey, mientras que Douglas, por su parte, no simpatizó en absoluto con Preminger, cuyas maneras despóticas de dirigir a los actores no compartía. Pero el problema principal reside en un guión bastante flojo que deriva en una historia más bien folletinesca, en la que todos los personajes se ven envueltos en una madeja de relaciones personales y/o amorosas cruzadas poco creíbles.

Además, el aspecto técnico de la producción resulta asombrosamente pobre. Para recrear las escenas de acción naval se emplearon una serie de maquetas bastante burdas, combinadas con unos efectos visuales de saldo, impropios de una producción de altos vuelos, lo cual deja una inexcusable sensación de producto poco pulido para el espectador. En el apartado histórico, dejando de lado la deliberada inexactitud de los hechos que se narran, es reseñable la aparición en pantalla del superacorazado japonés Yamato, un buque que, por otra parte, nunca entró en combate naval directo contra unidades de la US Navy como aparece en el film. Además, el combate final contra el Yamato y la flota nipona, que supuestamente constituye el autentico climax narrativo del film, decepciona no solo por la pobreza de los efectos especiales, sino también por la forma brusca y chapucera en la que se resuelve la batalla naval con los navios norteamericanos.

En definitiva, entre lo poco rescatable que puede sacarse de este film, habría que mencionar la buena fotografía en B/N, el reparto, y el hecho de que, pese al carácter folletinesco de la narración, no sea una película excesivamente aburrida, si bien se hace algo larga debido a su dilatado metraje. En cualquier caso, está claro que se trata de un título a todas luces decepcionante.

Calificación: 4/10


miércoles, 20 de julio de 2011

Dos mujeres (La Ciociara)

Dos mujeres (1960)

Italia, 1943. Ante el recrudecimiento de los bombardeos aliados sobre Roma, la atractiva Cesira (Sophia Loren) decide abandonar el pequeño comercio que regenta y emigrar al sur del país en compañía de su hija adolescente Rosetta para proteger a esta de los peligros de la guerra. Tras un largo viaje, madre e hija van a refugiarse en la casa de campo de unos parientes residentes en Santa Eufemia, un pequeño pueblo de los montes de la Ciociaria. Alli, Cesira trabará amistad con Michele (Jean Paul Belmondo), un joven intelectual antifascista que quiere unirse a los partisanos y que tratará de hacer partícipe a Cesira de sus ideas. Pese a que en principio la vida en el campo resulta plácida y tranquila, el avance de los frentes de batalla colocará a madre e hija en el centro de los combates.

Dos mujeres supuso el decimocuarto largometraje del famoso realizador italiano Vittorio de Sica, asi como una de sus más exitosas colaboraciones con la actriz Sophia Loren, que por aquel entonces contaba con 25 años de edad, pero que ya era una de las grandes estrellas del cine italiano. Curiosamente, la primera elección para el papel protagonista recayó sobre Ana Magnani, pero cuando esta declinó aceptarlo debido a una enfermedad, el productor Carlo Ponti, a la sazón pareja sentimental de Loren, logró que le dieran el papel a esta. El guión del film adaptaba el texto la novela “La ciociara” publicada en 1957, y que narraba una historia de tintes autobiográficos basada en las experiencias personales del escritor italiano Alberto Moravia durante la guerra. La película supuso el salto definitivo al estrellato internacional de Sophia Loren, quien se hizo acreedora del Oscar a la mejor actriz por su papel en la película, siendo esta la única vez que la estrella italiana lo conseguiría en su carrera, y la única ocasión en que se ha obtenido dicha estatuilla por un papel no interpretado en inglés en su V.O.

Siguiendo la línea marcada por el cine neorralista de Rosselini, Dos mujeres aborda el relato desde un prisma altamente realista, centrando la narración en las visicitudes y penalidades que sufre la población civil (italiana en este caso) atrapada entre los bandos contendientes en el conflicto. El tono empleado por De Sica para contar la historia es claramente costumbrista, presentando una serie de personajes y situaciones arquetípicos que se articulan para denunciar la crueldad y el dolor que lleva aparejados toda guerra. Es de agradecer, no obstante, que la película no caiga en el recurso del dramatismo fácil ni en la demonización de uno de los bandos. Antes al contrario, los personajes (incluidos los alemanes) son presentados desde una perspectiva bastante equilibrada, que escapa de los tópicos de rigor y que evita en todo moemento la contraposición de los "buenos" frente a los "malos". Tanto es asi que este film es uno de los escasos testimonios cinematográficos existentes sobre un crimen de guerra cometido por tropas aliadas contra la población civil, concretamente la oleada de violaciones que desataron los soldados coloniales franceses (los Goumiers) entre las mujeres italianas que cayeron en sus manos. Episodio este, el de la violación, que opera como intenso climax dramático de la narración, a la vez que sirve para poner de manifiesto la desolación y desprotección de los seres más débiles (la mujer y su hija) enfrentados al sinsentido de una guerra que no hace distinciones a la hora de esparcir la destrucción y el dolor allá por donde pasa. Todo ello realzado por el sobrio realismo de una elegante fotografía en B/N que contribuye a dotar de un mayor grado de veracidad a la narración.

Pero por encima de todo, la película se apoya, además de en unos diálogos ágiles e interesantes, en la notable interpretación de su pareja protagonista. En ese sentido, Sophia Loren ofrece una de sus mejores interpretaciones en el papel de Cesira, una mujer sensual, pero a la vez racial y de carácter, empeñada en proteger a su hija por encima de todas las adversidades, que finalmente se verá desbordada por los acontecimientos. Por su parte, un jóven Jean Paul Belmondo ofrece igualmente una sólida interpretación dando vida al joven de altos ideales e inconformista, que se verá irresistiblemente atraído por la sensualidad de Cesira.

En definitiva, Dos mujeres ofrece un más que interesante relato sobre la vida y visicitudes de la población civil en tiempos de guerra, a la vez que dibuja un contundente alegato antibélico que denuncia la sinrazón de todo conflicto bélico. Una película de personajes y con matices apreciables, ágilmente narrada, que construye una historia sobria, honesta y sincera, quizás algo falta de ritmo en alguno de sus tramos, pero bastante interesante en líneas generales. Una de esas películas que decididamente merece al menos un visionado.

Calificación: 7/10

martes, 5 de julio de 2011

La Condición Humana (III): La Plegaria del Soldado (Ningen no joken III)

La condicion humana (III). La plegaria del soldado (1961)

Tras ver como su unidad era aniquilada por los tanques rusos, Kaji en compañía de los otros dos únicos supervivientes, emprende un largo camino a pie a través de Manchuria para tratar de volver a territorio amigo. En su andadura, Kaji será testigo de toda una serie de desastres de la guerra, encontrándose por el camino a civiles desplazados y hambrientos, mujeres violadas por los rusos y aldeas devastadas por la guerra. Pero, a pesar de las dificultades, el hambre y las privaciones, el deseo de Kaji por reunirse con su mujer le impulsará a seguir adelante.

Con La Plegaria del Soldado Masaki Kobayashi ponía el broche final a su trilogía sobre La Condicion Humana, contando en esta ocasión una historia centrada en describir las penalidades materiales y humanas que toda guerra lleva aparejadas, y en especial para los individuos del bando derrotado. En muchos sentidos, puede afirmarse que esta tercera entrega es la película más completa de la trilogía, estando dividida en dos partes claramente diferenciadas. La primera, que narra los desesperados intentos de Kaji por volver a territorio amigo para buscar a su esposa, se caracteriza por el uso de unos encuadres inusuales, los monólogos interiores explicitados a través de una voz en off que nos narra los pensamientos de los protagonistas, e incluso algunos flashbacks que nos retrotraen a las dos primeras entregas de la trilogía. En el curso de su larga caminata, Kaji se verá obligado a matar y robar para sobrevivir, además de enfrentarse a los soldados rusos, los guerrilleros chinos e incluso a sus propios compañeros japoneses. En ese sentido, la película pinta un cuadro absolutamente realista, a la vez que desolador, sobre las secuelas de la guerra y como esta es capaz de avivar los peores sentimientos de los seres humanos.

De este modo, el viaje de Kaji se convierte en un auténtico proceso de desengaño moral para el protagonista, obligado a renunciar a sus propias convicciones pacifistas, y a enfrentarse a su pérdida de fe en los ideales comunistas (cuando descubre que los soldados del Ejército Rojo están violando a las mujeres japonesas) y en la propia naturaleza humana en general. Esta primera parte, narrada con notable ritmo y plena de matices narrativos, condensa a mi modo de ver lo mejor de las tres películas, logrando que el espectador realmente se haga partícipe de la bajada a los infiernos del protagonista. Sin embargo, en su segunda mitad, la que nos muestra las vivencias de Kaji como prisionero de guerra, el relato vira hacia esquemas más clásicos y trillados, mostrando en cierta medida como el protagonista vive en primera persona las penalidades que él mismo había tratado de evitar para los prisioneros chinos en la primera entrega de la trilogía. Pero en esa parte el relato adolece nuevamente de mostrar unas situaciones y diálogos redundantes y que se alargan en exceso, con lo que el ritmo narrativo decae bastante en ese tramo del metraje, sin que levante el vuelo hasta muy el final, cuando la historia enlaza con el trágico desenlace del periplo de Kaji en busca de su esposa Michiko.

En cualquier caso, hay que concluir que La Plegaria del Soldado es en muchos aspectos la mejor entrega de la trilogía de Kobayashi, y un dignísimo cierre de la misma. Una película indispensable, sobre todo por su excelente primera parte, que supone toda una lección de cine, con mayúsculas. Un título que pone el mejor broche posible a una trilogía de excelente ambientación, montaje y guión, y que sin duda es de indispensable visionado para los buenos aficionados al cine.

Calificación: 7,5/10

miércoles, 8 de junio de 2011

La Condición Humana (I): No hay amor más grande (Ningen no joken I)

La condición humana (I): No hay amor más grande (1959)

La historia comienza en Manchuria durante los primeros meses de la II GM. El jóven Kaji, empleado de una empresa japonesa dedicada a la explotación de los recursos minerales chinos, acepta ser enviado junto a su esposa Michiko a una remota ciudad del interior del país para mejorar la productividad de los trabajadores chinos, a cambio de evitar la llamada a filas. Una vez alli, los intentos del idealista Kaji por mejorar las penosas condiciones de trabajo de los prisioneros chinos chocarán una y otra vez con la crueldad del supervisor Okazaki, empeñado en hacer trabajar a sus operarios en unas condiciones infrahumanas.

En 1959, solo 14 años después de la finalización de la contienda mundial, el realizador japonés Masaki Kobayashi comenzaba con No hay amor más grande, su trilogía, basada en una novela homónima de Gomikawa Junpei, sobre La Condición Humana, una vasta obra cinematográfica dividida en 6 partes y 3 películas de más de 3 horas de duración, que reflexionaba sobre la actitud nipona ante el conflicto. La obra de Kobayashi puede considerarse todo un hito dentro del cine nipón ya que, lejos de caer en los vicios auto exculpatorios y el maniqueismo típico del cine japonés sobre la II GM, abordó sin contemplaciones y bajo un prisma claramente antimilitarista, la brutalidad de la que hicieron gala los japoneses durante la guerra. No en vano, Kobayashi había servido en el ejército imperial, por lo que conocía de primera mano las atrocidades cometidas por las fuerzas niponas durante el conflicto bélico.

En ese sentido, puede decirse que el aspecto más destacable de la obra de Kobayashi es la total honestidad y realismo que adopta el guión a la hora de abordar la historia. Señas de identidad que ya son claramente perceptibles en esta primera parte, dedicada a la denuncia de los abusos cometidos por los ocupantes japoneses en China. Y ello aderezado con una puesta en escena sobresaliente (atención a escenas como la llegada a la estación ferroviaria de los 600 prisioneros chinos hacinados en vagones de tren), y unas muy buenas interpretaciones de su elenco de actores, destacando especialmente la intensidad que el protagonista Tatsuya Nakadai consigue transmitir a su personaje, el idealista Kaji, en su cruzada contra la crueldad y sinrazón de sus superiores. También es reseñable que, pese al hecho de superar las 3 horas de duración, el ritmo de la narración es bastante intenso, de modo que el interés del espectador nunca llega a decaer, lo cual es bastante meritorio tratandose de una película de tan dilatado metraje.

No obstante, el film también adolece de algunos defectos que impiden que pueda considerarse una auténtica obra maestra. En primer lugar, pese a lo sostenido del ritmo narrativo, a la historia le falta capacidad de elipsis. Hay demasiadas escenas que podrían haberse acortado, y que pierden fuerza dramática precisamente por alargarse en exceso. A esto hay que añadirle el hecho de que el desarrollo de la mayor parte de los personajes secundarios es bastante pobre, pese a que el metraje daba para un mayor juego de estos. De haberse pulido más estos aspectos, indudablemente la trilogía de Kobayashi habría pasado a la historia del Séptimo Arte como una de las grandes obras antibélicas de todos los tiempos.

En cualquier caso, no cabe duda que esta primera parte de La Condición Humana es una de esas películas que en inglés se denominan must see. Un film de obligado visionado que sorprende por su dureza, honestidad y realismo. Una de las mejores películas del cine japonés.

Calificación: 7,5/10

martes, 10 de mayo de 2011

En el límite del amor (The edge of love)

En el limite del Amor (2008)

Londres, 1940. Mientras los bombardeos alemanes arrasan la ciudad, el poeta Dylan Thomas (Matthew Rhys), se reencuentra casualmente con Vera Phillips (Keira Knightley) su novia de la adolescencia. El reencuentro hará que renazca la atracción entre ambos, pero su relación se hace imposible cuando Caitlin (Sienna Miller), la esposa de Dylan, acude a Londres para reunirse con su marido, lo cual no impedirá que ambas mujeres se hagan amigas y compartan una intensa relación emotiva con el poeta. Cuando los bombardeos alemanes sobre la ciudad arrecian, los tres deciden mudarse a vivir juntos a la finca que Dylan posee en Gales, donde inevitablemente surgirán las tensiones entre ellos.

En el límite del amor supuso un acercamiento biográfico a la figura del famoso poeta galés Dylan Thomas, uno de los dramaturgos británicos más celebres del S. XX, que durante los años de la contienda se convirtió en una de las voces más populares de la BBC gracias a sus intervenciones radiadas para la nación. Basándose en este personaje, el film nos ofrece una narración centrada en su trayectoria vital durante los años de la guerra, así como en su tormentosa vida personal y amorosa. Lo mas atractivo del film radica en su reparto, especialmente en sus protagonistas femeninas, Keira Knightley interpretando nuevamente un papel de época, en un registro muy parecido al ya ofrecido por la actriz en Expiación, compartiendo el protagonismo con una convincente Sienna Miller, que da vida a la alocada esposa de Thomas. Ambas ofrecen lo mejor de un relato que comienza con fuerza en sus veinte primeros minutos de metraje, mostrando el reencuentro de Vera con su amor de adolescencia, y la bohemia personalidad del poeta, que lleva una existencia desordenada y plagada de excesos alcohólicos. Lamentablemente, prácticamente en esos aspectos se acaban las cualidades del film.

El resto de la película ofrece mayormente una amalgama de pretenciosas citas poéticas que el personaje de Thomas pronuncia a veces sin venir a cuento, junto con una desvaida y tópica a más no poder historia del triangulo amoroso que se establece entre los tres personajes protagonistas, sazonada con algunas escenas bélicas sin sustancia. El resultado final es que las dos horas de metraje no solo no logran transmitir el lirismo que pretenden, sino que además aburren mortalmente en más de un momento. Y eso es algo que ni el buen trabajo de las actrices principales, ni los destacables aspectos técnicos del film –en especial, la ambientación y la fotografía- puden compensar.

En definitiva, En el límite del amor constituye un notable ejercicio técnico y visual por parte de su realizador, John Marbury, pero es un título que finalmente ofrece muy poco debido a las debilidades de un guión muy poco consistente, y a una historia pretendidamente profunda, que al final peca de ser excesivamente superficial. Una pena que el talento de sus protagonistas se haya desperdiciado de esta manera, porque se trataba de una historia que podría haber ofrecido mucho más. Una película pasable, en el mejor de los casos.

Calificación: 4/10