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viernes, 19 de noviembre de 2010

Los niños de Huang-Shi (The children of Huang Shi)

Los niños de Huang-Shi (2008)

La historia nos sitúa en 1938. El jóven periodista inglés George Hogg (Jonathan Rhys Meyers) llega a China para cubrir la invasión japonesa del país. Ya en China, Hogg presenciará en primera persona la brutalidad del ejército imperial japonés hacia la población civil, por lo que decide quedarse en el país y ayudar a los más desprotegidos. Tras escapar de la muerte gracias a la ayuda de Jack Chen (Chow Yun Fat), uno de los jefes de la resistencia comunista, Hogg se refugia en el orfanato de Huang Shi, donde con la ayuda de la enfermera Lee Pearson (Radha Mitchell) se convertirá en profesor, dando clases a los niños. Con el paso de los meses, y ante la amenaza de que la guerra llegue al orfanato, Hogg decide emprender una increíble marcha de más de 1000 kilómetros atravesando China, a la cabeza de los 60 huérfanos de Huang Shi, para ponerlos a salvo trasladándolos a un remoto refugio en el interior del país.

Los niños de Huang-Shi es una de esas historias basadas en hechos reales que, a priori, tienen todos los elementos necesarios para convertirse en una gran película. En este caso, la historia original ofrecía unos personajes que dan perfectamente el tipo de “héroes reales”, y que protagonizaron una emotiva historia de superación personal y valores humanos; todo ello con el trasfondo de un drama bélico con tintes épicos ambientado en la guerra chino-japonesa. Teniendo en cuenta esto, es bastante elocuente el hecho de que los aspectos más destacables de esta película se reduzcan a la ambientación y los paisajes. Las posibilidades narrativas que ofrecía la historia original no han sido ni remotamente explotadas por el film, y esto se debe a varios motivos. El primero de ellos puede encontrarse en la deficiente elección del reparto. Jonathan Rhys Meyers no parece el actor más adecuado para dar vida al abnegado Hogg, y su interpretación, aparte de envarada e inexpresiva, no resulta nada creíble. Tampoco su compañera de reparto, la actriz Radha Mitchell, consigue transmitir gran cosa con su papel de sacrificada enfermera; y en cuanto al más entonado de los intérpretes, el actor chino Chow Yun Fat, es una pena que su personaje -que podía haber dado más de sí- se quede en un plano bastante esquemático y secundario.

Aparte de lo anterior, lo mínimo que puede pedirse a una película basada en una historia de superación personal y valores humanos emocione, cosa que la película intenta, sin éxito. Falta intensidad dramática en demasiadas escenas, especialmente en el relato de la hazaña de la agotadora marcha a través de las montañas, la cual es contada de una forma tan plana y desapasionada, que al final queda totalmente desdibujada. Y sobre todo, lo peor es que la película apenas llega a conmover al espectador, en lo cual tiene mucho que ver la poco vigorosa realización de la que hace gala el director Roger Spottiswide. Si ellos le unimos que las subtramas que se introducen en la historia resultan del todo insustanciales, sobre todo la que intenta mostrar el triangulo amoroso entre Hogg, Chen y la enfermera, se entiende que tras visionar las dos horas de metraje, el espectador se quede con la sensación de estar ante un título fallido en más de un aspecto.

En definitiva, Los niños de Huang Shi es el típico ejemplo de film poco inspirado que desaprovecha una magnífica historia de base, trasladando a la pantalla una torpe adaptación de la misma. Una pena, porque tales mimbres, en manos de unos guionistas y un director más avezados, podrían haber dado lugar a una gran película. Al final, se queda en un producto pasable y medianamente entretenido, pero que, en lineas generales, decepciona.

Calificación: 4/10

lunes, 15 de noviembre de 2010

The Dam Busters

The Dam Busters (1955)

La acción nos sitúa en 1943. El ingeniero Barnes Wallis (Michael Redgrave), empleado del ministerio de armamento, concibe la idea de fabricar una bomba especialmente diseñada para destruir las presas alemanas del Ruhr, con el objetivo de causar grandes daños a la industria bélica de la zona. Tras convencer al mando de bombarderos de la RAF de la viabilidad de la operación, la ejecución de la misma le será asignada al escuadrón de bombarderos 617, unidad equipada con bombarderos Lancaster, bajo el mando del capitán Guy Gibson (Richard Todd), quien inmediatamente comienza a prepararse junto a sus hombres para llevar a cabo la peligrosa incursión.

Ya hemos comentado en anteriores reseñas como el cine británico de la década de los 50 fue especialmente prolífico a la hora de producir títulos que recrearan las hazañas bélicas patrias durante la II GM. Este es el caso de The Dam Busters (cuya traducción en español sería “Los Revientapresas”), una película estrenada en Reino Unido en mayo de 1955, coincidiendo con el duodécimo aniversario de la Operación Chastise, una incursion de bombarderos de la RAF destinada a destruir las presas del Ruhr empleando las novedosas bombas rebotadoras diseñadas por el ingeniero Barnes Wallis. Como el dispositivo de dichas bombas seguía siendo secreto en la época del estreno, la película no muestra ninguna verdadera bomba rebotadora, y para las escenas de los proyectiles rebotando en el agua se usaron imágenes de archivo sacadas de las pruebas experimentales que se hicieron durante la guerra con dichas bombas. Pese a ello, la RAF colaboró con la productora y cedió 4 bombarderos Lancaster supervivientes de la contienda para el rodaje de las escenas aéreas. Su estreno tuvo una buena acogida entre el público británico, que lógicamente aun tenia frescos los recuerdos de la guerra, pero curiosamente, y a diferencia de otras producciones similares de la época que sí llegaron a nuestras pantallas, la película no llegó a estrenarse en España.

En cuanto a la calidad del film, cabe señalar que estamos ante un título que acusa en algunos aspectos las más de cinco décadas transcurridas desde su estreno. The Dam Busters es el típico film de hazañas bélicas que nos narra primero las dificultades que tiene que vencer el impulsor de un audaz plan para convencer a sus superiores de las posibilidades del mismo, para enlazar luego con la preparación de la peligrosa misión a cargo del oficial carismático de turno. En ese aspecto la película no es demasiado original, aunque sí que desgrana con bastante fidelidad a los hechos históricos, las dificultades técnicas y materiales que entrañaba realizar un tipo de ataque aéreo que nunca se había llevado a la práctica con anterioridad. En ese sentido la película logra entretener razonablemente al espectador y se apoya además en unas buenas actuaciones de su duo protagonista, amén de contar con una adecuada banda sonora, que es considerada una de las BSO clásicas del género bélico. Es en la parte dedicada a la ejecución misión donde más se acusa el aspecto cronólogico que apuntaba antes, ya que los efectos especiales -que sin duda eran muy buenos para la época- han quedado bastante desfasados respecto a los estándares actuales. Las secuencias que muestran la destrucción de las presas combinan maquetas un tanto burdas con el uso de unas transparencias bastante evidentes que recrean la explosiones bajo el agua, aunque hay que reconocer que dada la época, tampoco cabia esperar mucho más en el aspecto visual.

En conclusión, “The Dam Busters” es una muy buena muestra con sello artesanal del cine bélico británico de los años 50, contando una historia bélica con un acentuado rigor formal e histórico que la hacen apreciable para el buen aficionado al género, por más que en el aspecto visual se trate de un título ampliamente superado por otras producciones posteriores. No desmerece un visionado.

Calificación: 6/10

martes, 9 de noviembre de 2010

El infierno de los heroes (The Cockleshell Heroes)

El infierno de los heroes (1955)

Marzo de 1942. El mayor Stringer (José Ferrer) llega a la base de los Royal Marines en Portsmouth, para elegir a los soldados participantes en una peligrosa misión secreta cuyo objetivo es el de atacar el fuertemente defendido puerto de Burdeos mediante una incursión en canoas. Pronto, los métodos extravagantes de Stringer chocan con la actitud del capitán Hugh Thompson (Trevor Howard), un oficial de la vieja escuela designado para actuar bajo las órdenes del mayor, lo cual, unido a la actitud díscola de los hombres seleccionados para llevar a cabo la misión, creará dificultades durante la preparación de la misma.

El cine bélico británico de la década de los 50 fue especialmente prolífico a la hora de producir títulos que recordaran las más espectaculares y audaces acciones de sus fuerzas especiales durante la II GM (como por ejemplo, Operación Tirpitz o The Dam Busters). Siguiendo esta corriente temática, El infierno de los heroes se encargó de recrear los hechos históricos que rodearon la Operación Frankton, una audaz incursión en la costa francesa, destinada a atacar la base naval de Burdeos, que era un enclave vital para las comunicaciones marítimas alemanas. Dicha incursión fue la primera acción de combate de una unidad especial de los marines británicos denominada Royal Marines Boom Patrol Detachment, especialmente entrenada para realizar misiones en canoa. El relato del raid contra el puerto Burdeos fue posteriormente recogido en el libro The Cockleshell Heroes, (cuya traducción aproximada sería “Los heroes del cascarón”) que a su vez, sirvió de base para elaborar el guión del film.

Un guión cuya preparación no estuvo exenta de polémica, ya que el actor José Ferrer,-que además de ejercer la dirección del film, se reservó para sí mismo el papel protagonista- encargó a otro guionista la tarea de revisar la versión original del guión para potenciar su personaje. Sin embargo, cuando el productor Irving Allen revisó la versión definitiva del libreto, estimó que este resultaba demasiado serio, y decidió añadir nuevas escenas que dotaran de mayor comicidad a la historia, cosa que hizo sin avisar a Ferrer. Este, enfurecido por los cambios que se habian introducido en la historia sin su consentimiento, optó por abandonar la producción. Pese a todo, el hecho de que la película manejara un presupuesto bastante estimable para la época, gracias a la coproducción de los estudios británicos Warwick con la productora norteamericana Columbia; asi como que el rodaje contara con la plena colaboración del cuerpo de Royal Marines, se tradujo en que el aspecto formal e histórico de la producción sea impecable, siendo este el apartado más logrado del film.

Lamentablemente, la película no raya a la misma altura en lo que a calidad cinematográfica se refiere. A pesar de que el punto de partida argumental es bastante interesante, presentando a un atípico oficial al frente de un grupo de soldados problemáticos a los que se les va destinar a una peligrosa misión (lo que casi puede considerarse un precedente de Doce del Patíbulo) la historia no termina de carburar por varios motivos. En primer lugar da la sensación de que José Ferrer no era el actor más adecuado para interpretar al Mayor Stringer, principalmente porque a su interpretación le falta un punto de carisma, y personalmente encontré más convincente la actuación de su compañero de reparto Trevor Howard. En segundo lugar, la parte dedicada a la preparación de la misión y al entrenamiento de los hombres se alarga en exceso, sin ofrecer a cambio demasiadas escenas de interés al espectador, por lo que temina haciendose pesada. Y finalmente, el tramo del metraje dedicado a la ejecución de la misión, tampoco puede decirse que sea un dechado de espectacularidad e intensidad narrativa. Por ello, el resultado final se queda en un producto correcto, de buena factura visual, pero algo fallido en el plano narrativo.

En conclusión, “El infierno de los heroes” no es una mala muestra del cine bélico de comandos, pero está igualmente muy lejos de ser uno de sus títulos cumbre, aunque al menos tiene un punto original en su temática y planteamiento.

Calificación: 5,5/10

jueves, 4 de noviembre de 2010

Operación Tirpitz (Above us the waves)

Operacion Tirpitz (1955)

La acción nos sitúa en 1943. La plana mayor de la Royal Navy, decidida a eliminar la amenaza que supone para el tráfico maritimo británico  la presencia del poderoso acorazado alemán Tirpitz en un fiordo de la costa noruega, decide organizar una operación secreta con el objetivo de destruir el buque enemigo. Para ello, deciden utilizar los submarinos enanos Mark I, un arma experimental que va a emplearse por primera vez en esa arriesgada misión.

Operación Tirpitz es una producción británica de los años 50 que reconstruye los hechos que rodearon a la denominada Operación Source, una audaz incursión de submarinos enanos en la costa noruega con el objetivo de destruir el acorazado Tirpitz, el poderoso acorazado gemelo del Bismarck. La historia del film se basó en el libro titulado Above us the Waves (cuya traducción sería “Por encima de nosotros, las olas”), escrito por Charles Warren, uno de los participantes en la misión real. La eliminación del Tirpitz, agazapado desde 1942 en el refugio seguro de su casi impenetrable base noruega, se convirtió en una auténtica obsesión para el almirantazgo británico, empeñado en destruir a toda costa el peligroso buque alemán. Cuando los bombardeos aereos se mostraron infructuosos, se decidió emplear los experimentales submarinos de bolsillo para infiltrarse en el fuertemente protegido fiordo donde se refugiaba el Tirpitz, lanzando desde submarinos nodriza a poca distancia de la costa seis minisubmarinos de la clase X. Hay que decir que la Operación Source se saldó con un éxito relativo pero nada desdeñable: ya que pese a que se perdieron todos los minisubmarinos, el estallido de dos cargas explosivas bajo la linea de flotación del Tirpitz dejó fuera de combate al acorazado alemán por un largo periodo de 6 meses, hasta que finalmente, en Noviembre de 1944 la RAF lo destruyó definitivamente empleando bombas especiales Tallboy de 5 toneladas.

Naturalmente, el film rinde homenaje a las valientes tripulaciones de los submarinos enanos británicos que lograron atacar con éxito al Tirpitz. La producción, que contó con el asesoramiento histórico y técnico del comandante de submarinos Donald Fraser, lo cual redundó en el realismo de las escenas subacuaticas, bastante logradas para la época. Igualmente el material usado era igual al original que se empleó en la II GM, por lo que el grado de realismo que transmite el film es muy alto. Por lo demás, la película ofrece los elementos típicos del subgénero submarino, con momentos de tensión, cargas de profundidad, y una lucha contra el reloj para atacar el buque enemigo. No es que la película ofrezca nada especialmente novedoso, y la verdad es que en su primer tercio de metraje se hace algo lenta, pero en líneas generales es un título que ofrece unas apreciables dosis de acción submarina, además de reconstruir con fidelidad los hechos históricos que recrea.

En definitiva, Operación Tirpitz es una típica producción británica con regusto artesanal, sin demasiados alardes cinematográficos, pero que sin duda agradará a los aficionados a los temas navales y a la historia de la II GM.

Calificación: 5,5/10