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viernes, 6 de julio de 2012

Monsieur Batignole

Monsieur Batignole (2001)

París, 1942. La vida del modesto y acomplejado charcutero Edmond Batignole (Gérard Jugnot), da un cambio rádical cuando gracias a la mediación del novio de su hija Jean Pierre, un destacado colaboracionista, se convierte en proveedor oficial del ejército alemán. Todo se complica cuando los Bernstein, una familia judía de buena posición vecinos de los Batignole, son arrestados y sus bienes confiscados, pasando el piso que ocupaban a ser propiedad de Batignole. Días después, mientras Batignole ofrece una fiesta en su casa a sus clientes alemanes, aparece el niño Simon Bernstein (Jules Sitruk), el hijo menor de la familia que, tras escapar del cautiverio, embarcará a Batignole en un arriesgado viaje para encontrar a su familia.

Monsieur Batignole es un título que puede enmarcarse dentro de cierta tendencia del cine francés de los últimos años, decidido a volver la vista al pasado para ofrecer una visión más o menos crítica acerca de la época de la ocupación alemana, y sobre el colaboracionismo de una parte de la sociedad civil francesa con los nazis. En este caso Monsieur Batignole opta por hacerlo en un tono indisimuladamente amable, con algunos toques de comedia ligera que por momentos se notan bastante inspirados en “La vida es Bella” de Begnini. El papel principal, así como la dirección, recayó sobre el popular cómico Gerad Jugnot, quien encarna en el film a un hombre acomplejado e ingenuo, pero a la vez bondadoso, un papel hecho a la medida del actor, que ofrece un registro interpretativo muy similar al que tres años más tarde mostraría en la existosa “Los chicos del Coro”.

Entrando a valorar el film, hay que decir que Monsieur Batignole es una película que se queda a medias en más de un sentido. Como denuncia del colaboracionismo, no resulta demasiado convincente, ya que el personaje del colaboracionista fanático y antisemita (Jean Pierre) se antoja excesivamente caricaturesco. Además, la historia huye deliberadamente de los aspectos más truculentos y sórdidos de la persecución de los judíos, por lo que en ese aspecto peca de una evidente ausencia de una mayor carga crítica. En cuanto a la parte cómica, pese a que Gerard Jugnot explota a fondo sus dotes como comediante, lo cierto es que la mayoría de las situaciones resultan más simpáticas que divertidas y aunque la pelicula se ve con agrado, al final queda la sensación de que no llega a remontar del todo el vuelo. Y ello se debe a que el guión se queda lejos de explotar todas las posibilidades tanto dramáticas como cómicas, que ofrecía el punto de partida argumental.

Por lo demás, estamos ante un producto más que correcto en sus aspectos formales y estéticos, con una esmerada labor de ambientación y puesta en escena. En definitiva, Monsieur Batignole es una película amable y razonablemente entretenida que se deja ver bastante bien, pero que a cambio ofrece una historia excesivamente almibarada, lo que hace que finalmente se quede en la superficie de los temas que apunta. Unas dosis mayores de intensidad narrativa y emoción habrían mejorado, sin duda, el resultado final del film.


Calificación: 5,5/10

lunes, 9 de abril de 2012

La Llave de Sarah (Elle s'appelait Sarah)

La Llave de Sarah (2010)

París, año 2002. Julia Jarmond (Kristin Scott Thomas), una periodista norteamericana americana afincada en la ciudad junto a su marido francés, recibe el encargo de preparar un artículo sobre la redada organizada por el gobierno de Vichy contra los judios parisinos en julio de 1942. Conforme avanza en su investigación, Julia descubrirá la historia de Sarah (Melúsine Mayancey), una niña judía que habitaba junto con su familia el piso en el que residió durante muchos años su familia política, los Tézac. Este descubrimiento hará que Julia se obsesione con descubrir el destino final de Sarah y aclarar cuál fue su relación con la familia de su marido.

La llave de Sarah es una película basada en Best-Seller de la escritora y periodista francesa Tatiana de Rosnay, cuyo argumento se basa en una historia inspirada por la denominada Redada del Velódromo de Invierno, que tuvo lugar en Paris en julio 1942. Curiosamente, es la segunda producción francesa estrenada en el 2010 que trata esos sucesos históricos, ya que se estrenó solo unos meses más tarde de que apareciera en la cartelera francesa el largometraje “La Redada”, basada en los mismos hechos. Pese a esta coincidencia argumental, hay que decir que “La Llave de Sarah” ofrece un punto de vista alternativo, ya que mientras “La Redada” centraba su relato en las víctimas, aquella opta por narrar las consecuencias que esos hechos tuvieron a largo plazo para los supervivientes y sus familiares.

A la hora de abordar el relato, el director Paquet Brenner recurre a la narración mediante dos líneas argumentales superpuestas, por un lado la historia personal de Julia y como el desenterrar el pasado le afecta a ella y su familia, y por otro, la dramática historia de Sarah y su familia, cuya detención en la redada traerá una trágica consecuencia. La parte del film en la que ambas historias se entrecruzan está bastante lograda, logrando que las dos líneas temporales de la narración, pasada y presente, avancen con sencillez y a la vez con momentos de hondo dramatismo perfectamente incardinados en la narración. El problema es que el guionista parece tener prisa por cerrar la historia de Sarah, -la cual concluye de manera un tanto abrupta- para centrarse en el drama familiar de la protagonista. Esto se traduce en que la narración pierda claramente fuelle en el último tercio de metraje, a diferencia de la novela, que mantenía la alternancia entre ambas historias hasta el desenlace final de la historia.

En cualquier caso, y pese a ese defecto que le resta puntos al conjunto de la narración, La Llave de Sarah es una película muy completa, que se sustenta en gran medida en las notables interpretaciones de sus protagonistas, la veterana Kristin Scott-Thomas, y la niña Mélusine Mayance, para ofrecernos un relato, por momentos sobrecogedor, sobre unos hechos silenciados durante muchos años por la historiografía oficial francesa y que, indudablemente, merecen ser recordados. Un título bastante recomendable.

Calificación: 7/10

miércoles, 28 de marzo de 2012

La Redada (La Rafle)

La Redada (2010)

París, Julio de 1942. Mientras las familias judías refugiadas en la capital francesa comienzan a experimentar las cada vez más estrictas medidas antisemitas, el gobierno de Vichy prepara una redada a gran escala. Siguiendo las directrices alemanas de “purificación racial”, Petain ordena a la policia capturar a cerca de 24.000 judíos residentes en la ciudad para su posterior deportación a los campos de concentración nazis. Frente a esto, varios ciudadanos franceses como la enfermera Annette Monod (Melanie Laurent) se rebelaran contra las órdenes recibidas, e intentaran ayudar a las familias judías capturadas en la redada, entre cuyos miembros se cuentan miles de niños.

La Redada es una muy reciente producción francesa, escrita y dirigida por la cineasta francesa Roselyne Bosch, que reconstruye los sucesos que rodearon a la denominada “Redada del Velódromo de Invierno”, organizada por el gobierno de Vichy para contentar a las fuerzas de ocupación alemanas respecto a la depuración racial de la Francia ocupada. Pese a no ser la primera película que se hace sobre el tema (existe otra producción francesa de 1976 titulada “El otro señor Klein” que también trata estos hechos), sí que está muy relacionada con los sucesos reales, ya que una de las familias judías detenidas en la redada de julio de 1942 fue la de esposo de Roselyne Bosch. De hecho, la trama incluye varios personajes reales, como Jo Weisman y Ana Traube (que lograron escapar de la deportación) y la protagonista Annete Monod, una enfermera protestante que hizo cuanto pudo por aliviar el sufrimiento de los detenidos y denunciar lo que estaba ocurriendo.

En cuanto a la valoración del film, he de decir que “La Redada” me parece un film notable en todos los sentidos. Desde la excelente recreación histórica de los escenarios parisinos y la no menos lograda puesta en escena, pasando por las brillantes interpretaciones del elenco de actores, incluyendo a los más jóvenes que dan vida los niños; y terminando en una historia contada con una sencillez apabullante, pero a le vez, con una tremenda sensibilidad. Y es que “La Redada” no recurre a trucos efectistas ni al uso de planos complicados para narrar el drama humano que retrata. Tampoco le hace falta mostrar escenas escabrosas o truculentas, sino que llega a tocar la fibra sensible del espectador por la simple realidad de la historia de los protagonistas, víctimas de una infame injusticia. También es de agradecer la denuncia que hace acerca de la connivencia (cuando no colaboración directa) de las autoridades francesas de Vichy con el genocidio nazi, un hecho que fue convenientemente ocultado en los años posteriores a la guerra por los sucesivos gobiernos.

Asimismo, se muestran en el film los entresijos de las negociaciones entre las autoridades alemanas y francesas que dieron lugar a la redada, e incluso se intercalan varias apariciones de Hitler, muy bien imbricadas en el desarrollo de la historia. El único “pero” que le encuentro a la película es quizás, consecuencia de que haya sido realizada en Francia, y es que, pese a su intención de denuncia histórica, evita cuidadosamente cargar demasiado las tintas contra la sociedad francesa de la época. En otras palabras, se nota que se ha suavizado mucho el antisemitismo de un importante sector de la sociedad gala, y se ha procurado acentuar el sentimiento de solidaridad de la población francesa con la comunidad judía.

En cualquier caso, como apuntaba, la película está muy lograda en sus aspectos técnicos, puesto que la fotografía es excelente y las recreaciones de escenarios como el Velódromo de Invierno, y el Berhof, la residencia alpina de Hitler son de primera calidad. Todo ello puesto al servicio de una historia tremendamente humana y por momentos, conmovedora, que sin duda, mueve a la reflexión del espectador. Sin duda, La Redada es una película que, sin llegar a ser una obra maestra, es de obligado visionado.

Calificación: 7,5/10

martes, 17 de enero de 2012

La Defensa del Dnieper (Dneprovskiy Rubezh)

La Defensa del Dnieper (2009)

La acción comienza en julio de 1941. Mientras los tanques alemanes avanzan hacía el interior de la URSS, el General Zubov es rescatado de las brutales garras del NKVD y enviado a organizar la defensa del sector de la ciudad de Mogilev, situada a orillas del Rio Dnieper, donde las fuerzas sovieticas están dispuestas a ofrecer una fuerte resistencia para impedir el avance las fuerzas invasoras hacia el interior del país. De forma paralela, la joven enfermera Zoya se verá directamente implicada en la lucha, al ser atacado el tren en que viajaba por aviones alemanes.

En los últimos tiempos, los estudios cinematográficos de Bielorrusia parecen mostrar un gran interés por realizar producciones bélicas ambientadas en la II GM, que recreen los combates acaecidos en su territorio nacional. En esta linea se enmarca La Defensa del Dnieper, producción bielorrusa estrenada en 2009, solo un año antes del estreno de la reciente La Fortaleza de Brest. Como su título indica, La Defensa del Dnieper reconstruye los combates, acaecidos en julio de 1941, en la línea de dicho rio, y especialmente en el sector de Mogilev. Dicha ciudad era el centro administrativo de la región fortificada de Mogilev-Podolski, uno de los puntos principales de resistencia de la denominada Linea Stalin, cuya guarnición ofreció una dura resistencia rechazando durante más de tres semanas los ataques alemanes, hasta que finalmente la ciudad fue ocupada por tropas alemanas, el 26 de julio de 1941.

Al igual que otras producciones rusas recientes, lo que más llama la atención y sorprende gratamente es la sobresaliente ambientación, incluyendo un muy cuidado atrezzo militar que muestra en acción a auténticos tanques Panzer II, III y IV alemanes, semiorugas Sdkfz 250, autoametralladoras BA-6… etc. El apartado técnico de la película también es bastante bueno, con escenas de combate bastante realistas y bien filmadas, incluyendo secuencias con un buen número de extras y un inteligente uso de los efectos digitales para recrear los ataques aereos.

Sin embargo, al igual que la calidad de dichos aspectos técnicos suelen ser la norma general en el cine ruso reciente, también sus defectos son reiterados respecto a otros títulos similares: esquematismo de los personajes, guión plano, y un ritmo narrativo más bien lento, que no termina de enganchar al espectador. Pese a ello también es justo reseñar que, a diferencia de otros Films bélicos rusos recientes, la película ofrece una historia algo mejor hilvanada, y no omite criticar aquellos aspectos más oscuros del stalinismo, desde la purgas y las torturas a cargo del NKVD (en la primera escena vemos como el general Zubov pierde los dientes en el curso de un violento interrogatorio en el que se le acusa de "traición"), hasta la perniciosa influencia de los comisarios políticos al interferir en las decisiones de índole militar, lo cual sí que le añade un plus de interés al mero relato de las operaciones militares. En cuanto a las actuaciones, la mayoría resultan correctas, si bien no especialmente destacables dado el poco margen de desarrollo de los personajes que ofrece el guión, aunque el actor protagonista hace un buen papel interpretando al carimático general Zubov.

Por lo demás, La Defensa del Dnieper es un correcto film bélico que destaca sobre todo por su excelente ambientación y puesta en escena, aspectos que apreciables para los aficionados a la historia de la II GM. El aspecto narrativo, resulta simplemente correcto aunque ligeramente más pulido que en otros films similares. Una película que no resulta deslumbrante, pero que sin duda agradará a los amantes del cine puramente bélico.

Calificación: 5,5/10

La Película en Youtube (Disponible solo en V.O.)

martes, 3 de enero de 2012

Exodo, Quemado por el Sol 2 (Utomlyonnye solntsem 2)

Exodo - Quemado por el Sol 2 (2010)

La historia comienza en el verano de 1941. Cinco años después de que la existencia del general Kotov (Nikita Mijalkov) y su familia se viera fatalmente afectada por las purgas stalinistas, Kotov logra salir del Gulag justo cuando se produce la invasión alemana, siendo inmediatamente destinado a combatir contra los alemanes en un batallón disciplinario. Paralelamente, el protagonista emprenderá la búsqueda de su hija Nadia, y su esposa, sin saber que durante sus años de reclusión, ambas han estado bajo la protección de su antiguo enemigo Mytia, oficial del NKVD que recibirá el encargo directo de Stalin de localizar a Kotov.

Quince años después de alcanzar el éxito y el reconocimiento internacional gracias a Quemado por el Sol (ganadora del oscar a la mejor película extranjera y premio especial del jurado en el Festival de Cannes) el cineasta ruso Nikita Mijalkov retomó los personajes de su laureado film para concluir el díptico de su historia, mostrando el destino de aquellos durante la II GM. Esta segunda parte de Quemados por el Sol ha supuesto la película más cara del cine ruso hasta la fecha, con un presupuesto superior a los 42 millones de euros. Una auténtica superproducción, que ha contado con un apabullante despliegue de medios, extras y efectos digitales. Sin embargo, el abundante presupuesto no le bastó a Mijalkov para captar la atención del público, ya que el estreno de la película en Rusia se saldó con un estrepitoso fracaso comercial y una más que fria recepción por parte de la crítica, mientras que la difusión internacional del film –a diferencia de lo ocurrido con su aclamada precedesora- ha sido mínima, teniendo escasa repercursion más allá de sus fronteras.

Son varios los factores que pueden enunciarse a la hora de explicar este fracaso. El primero, y más importante, es que Mijalkov ha pretendido construir un film abrumadoramente épico, pero con una historia que por momentos, resulta totalmente deslavazada. El guión falla claramente a la hora de entrelazar la historia de Kotov, Mytia, y el resto de personajes, a la par que se recrea en una serie de situaciones pretendidamente tragicómicas, y en la mayor parte de las ocasiones, forzadas. El cuidado desarrollo de los personajes, diálogos y situaciones de Quemado por el Sol brilla en este caso por su ausencia, y en demasiadas ocasiones la película transmite la sensación de ser una colección de sketches mal engarzados entre sí. Tampoco ayuda en absoluto el hecho de que el dilatado metraje, de 3 horas de duración, venga acompañado de un ritmo narrativo que no resulta demasiado vivo, pese a la variedad de situaciones que plantea la historia.

Todo ello empequeñece en gran medida el buen hacer del film en otros apartados, especialmente en los técnicos, de entre los que cabe destacar la excelente ambientación y puesta en escena, así como la espectacularidad de las escenas bélicas. Pero todo ello queda muy deslucido en el conjunto de una narración que avanza de manera más bien sincopada, para ir desgranando una historia que parece contada a retales, hasta llegar a un desenlace que deja bastantes cabos sueltos y cuya resolución definitiva parece parece quedar abierta a una posterior tercera parte de la serie. Entre medio, no faltan las escenas y personajes pintorescos propias del cine de Mijalkov, pero que en este caso no terminan de funcionar en pantalla, en parte porque en algunos casos resultan un tanto forzadas, pero también por la deficiente articulación de las distintas tramas argumentales que propone el guión.

En definitiva, Quemado por el Sol 2 resulta un título brillante en su aspecto formal, pero bastante pretencioso y hueco en el plano narrativo, y está desde luego muy lejos de ser una de las películas más inspiradas de Mijalkov, entre las que se cuenta su predecesora. Sin llegar a ser un desastre total, lo que sí es cierto es que estamos ante una película que decepciona en más de un aspecto y hace bueno el viejo axioma de que “nunca segundas partes fueron buenas”.

Calificación: 5/10

jueves, 1 de diciembre de 2011

El Secreto Nazi de la Fortaleza (Tajemnica twierdzy szyfrów)

El Secreto Nazi de la Fortaleza (2007)

La historia comienza en Marzo de 1945, durante las últimas semanas de la guerra. El capitán Johan Jorg, un enigmático agente del Abwerh y protegido del Almirante Canaris, es destinado para trabajar como criptógrafo en el complejo secreto del castillo de Czocha, Polonia, cuya seguridad corre a cargo del coronel de la SS Jacob Gloebke. Pronto Jorg descubrirá que el castillo alberga un centro de desencriptación gracias al cual los alemanes consiguen descifrar los códigos secretos soviéticos, informando inmediatamente de ello a los servicios secretos aliados, gracias a la ayuda de la radiotelegrafista Natalia. Esto hará que tanto los norteamericanos como los soviéticos intenten adelantarse a sus adversarios para hacerse con los secretos de Czocha, preparando grupos especiales de asalto para capturar el castillo. De forma paralela, Jorg investigará las actividades del cruel capitán del SD Harry Sauer, encargado de dirigir un proyecto secreto para la obtención de la bomba atómica en los laboratorios subterráneos de un castillo cercano a Czocha.

El Secreto Nazi de la Fortaleza es una serie polaca del año 2007, que supuso la adaptación para la pequeña pantalla de la novela titulada Twierdza szyfrów (“La fortaleza cifrada") del escritor e historiador polaco Boguslaw Woloszanski, una obra que especulaba con la posibilidad de que los alemanes hubiesen desarrollado una especie de Bletchley Park propio, creando un avanzado sistema de desencriptación que les permitía interceptar los mensajes cifrados sovieticos. El éxito que alcanzó la novela en Polonia animó a Woloszanski a producir una serie televisiva basada en la misma, en la que el autor actuó también como guionista, y que contó con un total de 13 episodios emitidos a lo largo de una única temporada.

Entrando a analizar la serie, hay que decir que lo primero que llama la atención de El Secreto Nazi de la Fortaleza es su excelente ambientación y notable puesta en escena, cuidada hasta el detalle. De este modo, los uniformes, los vehículos, el atrezzo militar y los escenarios exteriores realmente logran trasladar al espectador a los últimos meses de la II GM, lo cual resulta muy de agradecer tratándose de una producción televisiva. Otro aspecto muy logrado de la serie radica en la variedad de puntos de vista que va alternando la narración, ofreciendo los hechos tanto desde el punto de vista alemán, como soviético y de los aliados occidentales. Ello se traduce en una variada sucesión de tramas que logra captar la atención del espectador, y realmente engancha en cuanto a su desarrollo conforme avanzan los capítulos.

Sin embargo, no todos los aspectos de la serie rayan a la misma altura que el apartado técnico. En primer lugar hay que señalar que, si bien la narración resulta entretenida, no es menos cierto que el desarrollo de la trama acusa una cierta acumulación de temas y líneas narrativas, no siempre desarrolladas con igual fortuna. De este modo, al tema principal del desciframiento de los mensajes rusos por los criptógrafos alemanes, se le unen las tramas personales de los protagonistas, los planes rusos y occidentales para hacerse con los secretos de Czocha, e incluso el desarrollo de la bomba atómica alemana. Ello deriva en unas tramas bastante densas que por momentos se hacen excesivamente alambicadas y un tanto difíciles de seguir.

Otro aspecto mejorable de la producción radica en el desarrollo de los personajes, que resultan en general más bien tópicos y esquemáticos, y que quedan en un segundo plano, precisamente debido a la densidad argumental que apuntaba antes. Las interpretaciones del elenco protagonista tampoco resultan excesivamente brillantes, exceptuando la del actor que interpreta al fanático y sádico capitán Harry Sauer, que es, de lejos, el personaje más logrado de la serie.

Por lo demás, y pese a la poca veracidad histórica de la historia que desarrolla la serie, hay que concluir que El Secreto Nazi de la Fortaleza resulta un producto más que digno, y una estimable serie de espionaje que ofrece unas buenas dosis de intriga, acción y entretenimiento. Sin llegar a ser una serie sobresaliente, sí que se trata de un título muy ameno que sin duda enganchará a los espectadores aficionados a este tipo de temas. Recomendable.

Calificación: 6,5/10

lunes, 21 de noviembre de 2011

Garbo, el espía (El hombre que salvó al mundo)

Garbo, el espía (2009)

Reconstrucción en clave documental de la vida de Juan Pujol Garcia, doble agente español que trabajó para el servicio secreto británico, enviando información falsa al servicio de inteligencia alemán para el que supuestamente espiaba desde Londres. Al acabar la contienda, la labor de Pujol, más conocido por su nombre en clave como “Garbo” cayó casi inmediatamente en el olvido y se le dio por muerto, hasta que cuatro décadas después el escritor británico Nigel West quiso investigar sobre el personaje y descubrir la verdadera historia del hombre que se escondía detrás de Garbo.

No cabe duda de que la biografía de Juan Pujol Garcia es una de esas historias en las que la realidad parece empeñarse en superar a la mejor novela de ficción. En el caso que nos ocupa, la de Juan Pujol ciertamente merecía ser llevada al cine. Pujol, un hombre corriente que había crecido en el seno de una familia de la burguesía catalana, era un personaje nada atrevido ni extraordinariamente valiente. Hasta el punto de que, tras el estallido de la Guerra Civil, Pujol estuvo escondido durante más de un año en un piso de Barcelona para evitar su llamada a filas. Pese a ello, tras varios avatares, Garbo acabó siendo uno de los espías más renombrados de la II GM, e incluso fue la primera persona que recibió condecoraciones por parte de ambos bandos en reconocimiento a su labor de espionaje. Esta extraordinaria historia real es la que aborda, en clave documental, Garbo, el espía, una producción dirigida por el realizador catalán Edmond Roch, que alcanzó un notable éxito de público y crítica, siendo estrenada en las salas comerciales y haciéndose acreedora del Premio Goya a la mejor película documental del año 2009.

Entrando a analizar el film, lo primero que llama la atención es la original técnica narrativa usada por Roch para abordar el relato, una mezcla de fragmentos de películas hollywoodienses, entrevistas con personajes relacionados con Garbo, e imágenes de archivo documental. De este modo se ofrece al espectador una perspectiva no del todo novedosa, pero sí que bastante interesante para describir la trayectoria vital del personaje biografiado. En ese sentido, cabe señalar que lo mejor del documental se centra en su primera mitad, la cual ofrece unas breves pinceladas biográficas del personaje, para entrar a describir como ofreció sus servicios como espía, primero a los británicos y luego a los alemanes, a los que engañó sistemáticamente gracias a la colaboración del servicio secreto británico, y a las “informaciones” que le transmitia una ficticia red de informadores residentes en Gran Bretaña.

No obstante, también es preciso señalar que el relato pierde sensiblemente fuelle en la segunda parte, cuando la técnica narrativa se hace un tanto reiterativa, y el eje de la narración se desvía del retrato del personaje para ofrecer una visión general del servicio de espionaje británico y su éxito a la hora de engañar a los alemanes en el marco de la Operación Fortitude. En esa parte, se echa en falta que se ahonde en mayor medida en la personalidad de Garbo, y opino que tampoco habría estado mal la inclusión de alguna escena dramatizada, empleando actores reales, que vinieran a complementar las imágenes de archivo y añadirle así un toque más lúdico a una narración que, en conjunto, resulta ligeramente plana.

Por lo demás, hay que reconocer que Garbo, el espía es un buen documental, que constituye un más que digno ejercicio de estilo por parte de su director. Y pese a las fallas enunciadas, se trata de un trabajo bastante estimable, aunque quizás no llege a explotar del todo las posibilidades que ofrecía la historia original del personaje histórico.

Calificación: 6/10

viernes, 29 de julio de 2011

Los Juicios de Nuremberg (Nuremberg)

Los Juicios de Nuremberg (2000)

Tras el fin de la II GM y la derrota de la Alemania Nazi, los principales dirigentes del III Reich, con Hermann Goering (Brian Cox) a la cabeza son capturados por los aliados y enviados a la prisión de Nuremberg, para ser sometidos a juicio por crímenes de guerra y contra la humanidad. El fiscal jefe del proceso, el norteamericano Robert Jackson (Alec Baldwin), ayudado por su asistente Elsie Douglas y el psicólogo Gustav Gilbert (Matt Craven) serán los encargados de encabezar la acusación contra los procesados, y en especial contra la astuta defensa adoptada por Göring frente a las acusaciones.

Esta producción televisiva, coproducida entre estudios de EEUU y Canada, reconstruye -mediante un formato a medio camino entre el telefilm y el docudrama-, el episodio histórico de los célebres Procesos de Nuremberg, un conjunto de juicios que se siguieron en dicha ciudad alemana contra los integrantes de la cúpula dirigente del III Reich entre 1945 y 1946. Con un guión basado en un libro de John E. Persico titulado “Nuremberg Infamy on Trial” ("Nuremberg: La infamia procesada"), el film reconstruye los principales episodios que rodearon el juicio seguido contra los principales responsables de la mayor destrucción sufrida por Europa y el mundo en toda la Historia de la humanidad. Un tema, por cierto, que ya había sido abordado en el clásico de 1961 Vencedores o Vencidos, si bien esta última no trataba sobre el proceso principal contra los dirigentes nazis.

En el caso que nos ocupa, Los Juicios de Nuremberg tiene varios elementos bastante atractivos para el espectador. En primer lugar es destacable la buena labor de ambientación y puesta en escena, así como la fidelidad histórica con la que se reproducen las sesionas del juicio. También acierta el guión al centrarse en el duelo dialéctico y de personalidades que se establece entre el fiscal Jackson y Hermann Goering, quien pronto se erige en el principal cabecilla de los acusados, y el más peligroso de ellos, tanto por su inteligencia y como por su ascendiente moral sobre el resto de encausados. Eso, únido a la brillante actuación de un Brian Cox, (de lejos, el más entonado del reparto) metido de lleno en el personaje del Reichsmarshall alemán, Göring, condesan los aspectos más destacables del film. Una interpretación, por cierto, que le valió al actor para hacerse con un merecido Premio Emmy a la mejor interpretación masculina en un papel secundario en la edicion de dichos premios correspondiente al año 2001.

Por lo demás, Los Juicios de Nuremberg no ofrece nada especialmente novedoso o destacable. Se limita a contar la historia del juicio desde una perspectiva más bien lineal, que no llega a transcender más allá de los hechos históricos ya sobradamente conocidos por el público mínimamente instruido en ellos. Quizás en ese sentido se echa de menos algo más de profundidad a la hora de analizar las motivaciones de los dirigentes nazis y las causas que llevaron a una nación civilizada como Alemania a ir directa a la hecatombe.

En definitiva, Los Juicios de Nuremberg es una pulcra producción televisiva, con elementos típicos del thriller judicial, que se sigue con interés por parte del espectador aficionado a los temas históricos. Quizás en el plano narrativo podría haber ofrecido algún aspecto más estimulante, pero en lineas generales entretiene contando con fidelidad los hechos que relata. Un telefilm no especialmente brillante, pero sí recomendable.

Calificación: 6/10

martes, 10 de mayo de 2011

En el límite del amor (The edge of love)

En el limite del Amor (2008)

Londres, 1940. Mientras los bombardeos alemanes arrasan la ciudad, el poeta Dylan Thomas (Matthew Rhys), se reencuentra casualmente con Vera Phillips (Keira Knightley) su novia de la adolescencia. El reencuentro hará que renazca la atracción entre ambos, pero su relación se hace imposible cuando Caitlin (Sienna Miller), la esposa de Dylan, acude a Londres para reunirse con su marido, lo cual no impedirá que ambas mujeres se hagan amigas y compartan una intensa relación emotiva con el poeta. Cuando los bombardeos alemanes sobre la ciudad arrecian, los tres deciden mudarse a vivir juntos a la finca que Dylan posee en Gales, donde inevitablemente surgirán las tensiones entre ellos.

En el límite del amor supuso un acercamiento biográfico a la figura del famoso poeta galés Dylan Thomas, uno de los dramaturgos británicos más celebres del S. XX, que durante los años de la contienda se convirtió en una de las voces más populares de la BBC gracias a sus intervenciones radiadas para la nación. Basándose en este personaje, el film nos ofrece una narración centrada en su trayectoria vital durante los años de la guerra, así como en su tormentosa vida personal y amorosa. Lo mas atractivo del film radica en su reparto, especialmente en sus protagonistas femeninas, Keira Knightley interpretando nuevamente un papel de época, en un registro muy parecido al ya ofrecido por la actriz en Expiación, compartiendo el protagonismo con una convincente Sienna Miller, que da vida a la alocada esposa de Thomas. Ambas ofrecen lo mejor de un relato que comienza con fuerza en sus veinte primeros minutos de metraje, mostrando el reencuentro de Vera con su amor de adolescencia, y la bohemia personalidad del poeta, que lleva una existencia desordenada y plagada de excesos alcohólicos. Lamentablemente, prácticamente en esos aspectos se acaban las cualidades del film.

El resto de la película ofrece mayormente una amalgama de pretenciosas citas poéticas que el personaje de Thomas pronuncia a veces sin venir a cuento, junto con una desvaida y tópica a más no poder historia del triangulo amoroso que se establece entre los tres personajes protagonistas, sazonada con algunas escenas bélicas sin sustancia. El resultado final es que las dos horas de metraje no solo no logran transmitir el lirismo que pretenden, sino que además aburren mortalmente en más de un momento. Y eso es algo que ni el buen trabajo de las actrices principales, ni los destacables aspectos técnicos del film –en especial, la ambientación y la fotografía- puden compensar.

En definitiva, En el límite del amor constituye un notable ejercicio técnico y visual por parte de su realizador, John Marbury, pero es un título que finalmente ofrece muy poco debido a las debilidades de un guión muy poco consistente, y a una historia pretendidamente profunda, que al final peca de ser excesivamente superficial. Una pena que el talento de sus protagonistas se haya desperdiciado de esta manera, porque se trataba de una historia que podría haber ofrecido mucho más. Una película pasable, en el mejor de los casos.

Calificación: 4/10

martes, 1 de marzo de 2011

El Discurso del Rey (The King's Speech)

El Discurso del Rey (2010)

Tras hacerse patentes sus problemas para hablar en público, debido a la tartamudez que sufre desde la infancia, el Principe Alberto (Colin Firth), Duque de York, pasa por distintos especialistas en tratamientos del habla intentando solucionar su problema. Todos sus intentos serán infructuosos hasta que conoce al excéntrico terapeuta Lionel Logue (Geoffrey Rush), un australiano cuyos poco ortodoxos métodos para tratar la tartamudez de su paciente comienzan a dar resultados. Pronto, la ayuda de Lionel se irá haciendo imprescindible para Alberto, especialmente cuando la abdicación de su hermano Eduardo por su relación con la divorciada Wallis Simpson, hace que el príncipe se convierta en el Rey Jorge VI, debiendo dar un importante discurso radiado a la nación cuando el Reino Unido decide entrar en guerra para detener los avances de Hitler en Europa.

Hago con esta reseña un pequeño parón en mi serie de comentarios sobre el cine de los años 40 y 50, para volver la vista sobre la reciente triunfadora en la gala de los Oscars de este año. El film se basa en una historia concebida por el escritor David Seidler, quien sufrió tartamudez en la etapa de su niñez y se sintió fascinado al conocer la historia del problema de dicción del Rey Jorge VI y la relación de amistad que llegó a entablar con el terapeuta del habla Lionel Logue, hasta el punto de que decidió escribir un guión para trasladar dicha historia al cine. Tras darle varias vueltas proyecto, una vez que tuvo listo el esbozo del guión, envió el mismo a varias productoras londinenses, que inmediatamente aceptaron llevarlo a la pantalla, captando el potencial de la historia para el público en general. La película obtuvo rápidamente un gran éxito de público y crítica, haciéndose acreedora de 4 Oscars, incluyendo el de mejor película, en la edición de este año.

En cuanto a la valoración del film, hay que comenzar diciendo que “El Discurso del Rey” es el típico ejemplo de una historia que eleva varios puntos su interés original gracias a lo acertado de un reparto en estado de gracia. Colin Firth borda su papel del inseguro y amedrentado príncipe Alberto, un hombre marcado por una infancia infeliz, por estar a la sombra de su hermano, y por su defecto del habla. Frente a él, un inmenso Geoffrey Rush, que encarna a la perfección al terapeuta formado en la escuela de la vida, un personaje dotado de las necesarias gotas de excentricidad y enamorado de la obra de Shakespeare, que está decidido a que su paciente mejore al precio que sea. Y por encima de todo, la película es un canto a la amistad, que irá surgiendo entre ambos hombres, y que les hará sobreponerse a sus respectivas limitaciones iniciales. En ese sentido, el desarrollo de la historia resulta no solo interesante, sino muy atractivo para el espectador, gracias a unas bien dosificadas notas de humor, y también a las innegables dotes dramáticas del duo protagonista, que logran imprimir a sus respectivos personajes el registro más adecuado a cada momento de su interpretación.

No obstante, también hay que señalar que “El Discurso del Rey” se queda lejos de llegar a la categoría de una obra maestra. Para empezar, la temática desde luego no resulta del todo original, ya que viene a ser una variación del film de 1994 La locura del Rey Jorge. Por otro lado, el aspecto narrativo y visual es simplemente correcto, en el sentido de que la película no intenta innovar ni sorprender, y el desarrollo de la trama resulta más bien previsible, por lo que tampoco deslumbra al espectador. Finalmente, aunque la ambientación y la puesta en escena llevan el indudable sello artesanal propio del cine británico, tampoco es una película que destaque especialmente en esos aspectos, por lo que considerada en conjunto, puede decirse que es una película que agrada, más que entusiasma, al espectador.

En resumen, puede decirse que “El Discurso del Rey” ha tenido en cierto modo el mérito de haber sido un rayo de buen hacer cinematográfico dentro del panorama mayoritariamente gris del cine actual. Una película de actores, por encima de todo, y narrada con agilidad. Sin llegar a ser una gran obra, hay que reconocerle el mérito de saber conectar con el espectador y contar una historia con amenidad. Un título que no deslumbra pero, sin duda, recomendable.

Calificación: 7/10

lunes, 7 de febrero de 2011

Kukushka

Kukushka (2002)

La historia comienza en el frente de Laponia, en Septiembre de 1944. En castigo por su intento de deserción, el soldado finés Vekjo es abandonado y encadenado en una colina, armado con un fusil y con algunas provisiones para que actúe como francotirador suicida. Poco después llega casualmente al mismo lugar Ivan, un capitán ruso arrestado por supuestas actitudes anticomunistas, que ve como el jeep que lo traslada es atacado por aviones enemigos, quedando herido. Ambos serán acogidos por Anni, una campesina lapona viuda, que vive en una solitaria granja cerca del lugar. A partir de ese momento se establecerán una serie de peculiares relaciones entre los tres personajes, incapacitados para comunicarse entre sí por hablar distintos idiomas, y obligados a convivir en ese remoto paraje.

Kukushka es una reciente producción rusa, dirigida por el realizador Aleksandr Rogozhkin, que fue además el encargado de escribir el guión del film. El título Kukushka (“El Cuco”) hace referencia a la forma en que los rusos llamaban a las posiciones de los francotiradores fineses, además de referirse támbien al apodo familiar que el personaje de Anni, la campesina lapona, afirma llevar.

La historia de Kukushka es la de un relato de claros tintes antibelicistas, reuniendo a unos personajes en principio antagónicos en un remoto y aislado paraje, imposibilitados para comunicarse entre sí por la barrera idiomática y obligados a entenderse. Un punto de partida argumental que recuerda mucho al del film de John BoormanInfierno en el Pacífico”, si bien en este caso el personaje femenino de Anni viene a añadir un punto de vista neutral a los dos hombres en principio enemigos. Lo mejor del film se encuentra, bajo mi punto de vista, en la primera media hora de metraje, en la que, con un ritmo pausado pero con acierto, el director nos va presentando a los personajes a la vez que muestra las inhóspitas condiciones climáticas del lugar, mediante un sugerente uso de las imágenes que suple la ausencia de diálogos. Sin embargo, una vez que los tres personajes se reúnen, la película no termina de encontrar el hilo adecuado para desarrollar los temas que plantea en profundidad.

Y esto se debe principalmente a que, al final todo se queda en una colección de situaciones un tanto deslavazadas, y algunos diálogos no exentos de cierta comicidad, provocados por la incapacidad de los personajes para entenderse mutuamente. Pero el aspecto humano y antibélico que, a priori, ofrecía la historia no acaba de desarrollarse y da la sensación de que podía haberse sacado mucho más jugo a la misma. Y ello pese al más que correcto trabajo interpretativo del trio de actores protagonistas, todos ellos desconocidos, pero que cumplen con solvencia en sus respectivos papeles, pese a las limitaciones de un guión al que le falta un punto mayor de imaginación.

Pese a ello, no puede negarse que Kukushka ofrece una historia no totalmente novedosa, pero sí con un punto de originalidad que hacen que no esté exenta de interés. Un título que agradará a los amantes del cine europeo, aunque ofrezca una historia que hubiera podido dar más de sí de haberse narrado con mayor maestría.

Calificación: 5,5/10

jueves, 3 de febrero de 2011

Camino a la libertad (The Way Back)

Camino a la libertad (2010)

La acción comienza en Polonia, en 1940. El oficial del ejército polaco Janusz (Jim Sturgess), prisionero de los sovieticos, es condenado por actividades de espionaje tras ser falsamente denunciado por su mujer. Semanas después, Janusz es enviado a un Gulag en Siberia junto con  otros cientos de prisioneros considerados peligrosos por el régimen de Stalin. Allí, en medio de un entorno hostil, Janusz conocerá a otros compañeros como el peligroso criminal Valka (Colin Farrel) o Smith (Ed Harris), un norteamericano retenido también sin motivos reales para ello. Todos ellos, en compañía de otros prisioneros planearán una arriesgada fuga y una huida hacia extremo oriente cruzando a pie una vasta extensión de la URRS.

Siete años después de haber filmado su último trabajo con la estimable “Master and Commander”, el realizador australiano Peter Weir ha retomado la dirección con este relato de tintes épicos ambientado en el siniestro sistema de prisiones (o Gulags) de URSS. Con un guión basado en distintas fuentes, pero que bebe principalmente del relato autobiográfico del escritor polaco Slavomir Rawicz, titulado The Long Walk: The True Story of a Trek to Freedom (“La increíble caminata, la verdadera historia de una expedición hacia la libertad”), la película aborda un tema –el de los prisioneros de guerra en la URSS y su épica huida- que recuerda mucho al de la producción alemana “Hasta donde los pies me lleven”, si bien Weir ha contado con unos medios de producción mucho más lujosos que los de su predecesora. Es reseñable que se ha cuestionado la veracidad de la historia que Rawicz cuenta en su libro, e incluso se ha llegado a especular con que el autor en realidad fue liberado por los sovieticos tras la invasión alemana, y se limitó a plasmar en su obra las historias oídas de otros prisioneros que efectivamente lograron escapar del Gulag. En cualquier caso, el mismo Weir ha afirmado que su película aborda “Una historia ficticia basada en hechos reales”.

Entrando a valorar el film, la verdad es que en sus aspectos formales, Camino a la libertad ofrece el toque artesanal propio de las producciones de Weir. En ese aspecto, la fotografía, la ambientación y las secuencias filmadas en unos espectaculares paisajes exteriores son de primer nivel. Sin embargo, en el plano narrativo, bajo mi punto de vista esta película no alcanza los mismos niveles de intensidad dramática que sí conseguía transmitir Master and Commander. La primera parte del film, que muestra el ambiente del Gulag, condensa para mi gusto lo mejor de la narración, combinando una inteligente presentación de los personajes con una muy realista descripción de las atroces condiciones de los campos de reclusión stalinistas.

Sin embargo a partir del momento de la fuga –filmado, por cierto, con poco dramatismo- la película se vuelve mucho más convencional, mostrando una serie de peripecias que viven los protagonistas a lo largo de su extenso recorrido que se antojan un tanto lineales y faltas de capacidad para sorprender al espectador, más alla de las espectaculares secuencias panorámicas de turno. Y ello pese a la introducción de escenas de acción que están muy bien filmadas, y también pese al buen hacer interpretativo de los actores principales entre los que destacan el siempre eficaz Ed Harris, y Jim Sturgess; pese a lo cual a la película le falta un “plus” para emocionar al espectador.

En definitiva, “Camino a la Libertad” se queda en un correcto relato de tintes épicos, con un aspecto formal y visual muy pulido, pero algo falto de nervio en el apartado narrativo. Pese a ello, es una historia interesante y bien filmada, que no desmerece un visionado.

Calificación: 6/10

domingo, 23 de enero de 2011

In Tranzit

In Tranzit (2008)

La historia comienza a principios de 1946, unos meses después del fin de la contienda. Un grupo de prisioneros de guerra alemanes llega a un campo de tránsito femenino situado a las afueras de Leningrado. Pese a tratarse de un campo para mujeres, el coronel Pavlov (John Malkovich), jefe del NKVD de la zona, ordena que los prisioneros alemanes permanezcan allí con un fin oculto. Con la ayuda de la doctora del campo Natalia (Vera Farmiga), Pavlov quiere localizar a los oficiales de la SS que se esconden con nombre falso entre los prisioneros alemanes, amenazando a Natalia con deportar a Siberia a su marido Andrei, mentalmente incapacitado a consecuencia de las heridas sufridas durante la guerra. Sin embargo, la situación se complica cuando surge un atisbo de romance entre la doctora y uno de los prisioneros alemanes, Max.

In Tranzit es el típico caso en el que un guión con una muy interesante idea de base, se desaprovecha al no saber desarrollarla adecuadamente. Porque lo cierto es que la historia, basada en hechos reales, de los prisioneros alemanes enviados al campo de Leningrado, a ser custodiados por las mujeres que habían vivido en primera persona el asedio de la ciudad y cuyos familiares y amigos habían muerto durante la guerra, ofrecía mucho margen para dar lugar a una buena película. Cosa que confirma el arranque de la película, mostrando la tensa llegada de los prisioneros alemanes al campo, así como el desprecio y la violencia física que sufren a cargo de sus antiguas víctimas, convertidas ahora en verdugos.

No obtante, transcurridos los primeros veinte minutos de metraje, la historia se va diluyendo inevitablemente, a la par que el director pierde el pulso de la narración. Ello es debido principalmente a que el tono de la narración, adecuadamente oscuro y opresivo en el primer tramo de la historia, evoluciona conforme avanza esta, hasta el punto de llegar a hacerse extrañamente almibarado –con la inclusión de varias tramas románticas muy mal desarrolladas– e incluso un tanto inverosímil. A esto hay que sumarle el hecho de que las líneas narrativas que se intentan abarcar (drama carcelario, la historia de espionaje, y la trama romántica), resultan más bien planas, de modo que ninguna de las historias que se intercalan resulta plenamente satisfactoria para el espectador. Y esto es algo que ni la decente ambientación, ni el correcto trabajo interpretativo del reparto, en especial de los protagonistas John Malkovich y Vera Farmiga, puede solucionar. En todo momento, da la sensación de que la película, quitando sus primeros minutos, no termina de encontrar el tono adecuado, y al final se queda en un producto fallido, que malbarata el buen punto de partida argumental, al que podría habérsele sacado un mayor jugo dramático.

En definitiva, In Tranzit, ofrece cierto interés por abordar un tema interesante historícamente hablando, y además, poco trillado desde el punto de vista cinematográfico. Pero aparte de eso, y quitando el oficio interpretativo de su buen reparto, no ofrece demasiados aspectos de interés. Una película pasable, pero que decepciona en más de un sentido.

Calificación: 5/10

domingo, 16 de enero de 2011

The Brest Fortress (Brestskaya krepost)

The Brest Fortress (2010)

La historia comienza el 21 de junio de 1941. Una calurosa tarde de verano, el joven cadete Alexander Afimov, integrante de la banda de música militar de la guarnición de Brest, disfruta de la apacible vida del acuartelamiento. Sin embargo, solo un día más tarde, los alemanes atacan por sorpresa, cercando la ciudadela de Brest, e iniciando un intenso asalto que choca con la encarnizada defensa de los soldados rusos. Durante los días siguientes, Afimov será testigo de excepción de la heroica resistencia de la posición frente al ataque enemigo, una defensa liderada por tres oficiales: el comandante Pyotr Gavrilov, el comisario Efim Fomin, y el teniente Andrey Kizhevatov, decididos a enfrentarse a los alemanes hasta el último aliento.

El cerco de la fortaleza de Brest fue uno de los combates más encarnizados de los que se libraron durante la fase inicial de la Operación Barbarroja, la invasión de la URSS por parte de la Werhmacht alemana. La ciudadela de Brest era una antigua fortificación rusa del S. XIX situada a orillas del Rio Bug, que ya había sido ocupada por los alemanes tras la invasión de Polonia en 1939, pero que volvió a manos rusas en virtud de los términos del pacto Molotov – Ribbentrop para la partición del territorio polaco. En 1941, dicha posición, situada en el eje de avance del Grupo de Ejércitos Centro, era uno de los objetivos fronterizos claves de Barbarroja. Al comienzo de la invasión alemana, la guarnición de la ciudadela ascendía a unos 3.500 hombres entre soldados, guardias fronterizos y miembros del NKVD.

Los alemanes pensaron que podrían capturar la posición rápidamente, pero el asalto inicial fue rechazado por la encarnizada resistencia de los defensores, bien atrincherados tras los espesos muros de las fortificaciones. Al final, la ciudadela resistió durante 8 días el asedio (del 22 al 30 de junio de 1941) y su captura le costó a la Werhmacht  unas 1.500 bajas entre muertos y heridos, amén de tener que recurrir al apoyo intensivo de la Luftwaffe para reducir a los tenaces defensores rusos. De este modo, el asedio de Brest se convirtió en paradigma de la resistencia del Ejército Rojo durante las primeras semanas de la guerra, razon por la que en 1965 el gobierno soviético decidió otorgarle a la ciudadela el nombre honorífico de “Fortaleza Heroica”, creando en el lugar un museo memorial dedicado a los defensores de Brest. El proyecto de llevar la historia del cerco de Brest al cine ha contado con un presupuesto de 7 millones de dólares, y se ha financiado gracias a la coproducción entre estudios de Rusia y Bielorrusia, con una importante participación de la televisión pública bielorrusa, que aportó la mayor parte del dinero necesario para el rodaje.

Naturalmente, The Brest Fortress viene a rescatar la memoria y a rendir homenaje al valor de los defensores de la fortaleza, la mayoría de los cuales murieron en combate o fueron capturados por los nazis tras la rendición de la misma. La película arranca mostrando una excelente puesta en escena, en la que destaca la esmerada reconstrucción de los escenarios tanto exteriores como interiores, una muy cuidada ambientación, y un perfecto atrezzo militar, que incluye la aparición de varios carros alemanes Panzer III que parecen auténticos tanques de la II GM. Además, también hay que reseñar la soberbia calidad de la fotografía, que viene redondear el sobresaliente nivel del apartado técnico del film.

Sin embargo, entrando a valorar el aspecto narrativo, no puede decirse que el desarrollo de la historia raye al mismo nivel que los aspectos técnicos. Y ello porque la película adopta desde el primer momento un tono clara e inequívocamente patriótico a la hora de relatar los hechos, dejando poco lugar a la interpretación del espectador: esta es una historia de “buenos” (los rusos) frente a los malos (los alemanes). Personalmente eché en falta alguna mención de la perspectiva de la batalla desde el otro bando, aun cuando fuera con carácter secundario, pero que viniera a completar el punto de vista soviético sobre la batalla.

Por otra parte, la película desde luego no adolece de falta de acción, ya que más de tres cuartas partes de su metraje se dedican a mostrar escenas de acción y combates, con breves interludios entre ellas. Pero por esa misma razón, la parte discursiva queda en un muy segundo plano, y el desarrollo de los personajes centrales resulta más bien esquemático. En cuanto a las actuaciones, hay que decir que los intérpretes cumplen sin grandes alardes en sus respectivos papeles, que por otra parte, son más bien estereotipados y tampoco dejaban demasiado lugar al lucimiento de los actores. No obstante, hay que reconocer que la escenas de acción están en general muy bien filmadas, con el sello visual hiperrealista que viene siendo habitual en las más recientes producciones bélicas, lo cual compensa en parte el tono excesivamente patriotero de la historia y la falta de equilibrio existente entre la parte discursiva y la parte bélica del film.

En conclusión, The Brest Fortress es un título que ofrece unas muy interesantes escenas bélicas de notable factura visual. Sin embargo, desde el punto de vista narrativo, recurre a fórmulas y posiciones ya muy superadas en la actualidad. Pese a ello, a buen seguro agradará a los aficionados al cine bélico por su buen hacer en el apartado técnico y por rememorar una de las grandes batallas de la II GM.

Calificación: 6/10

La Pelicula en You Tube (9 Archivos, V.O. con subtitulos en inglés)

miércoles, 5 de enero de 2011

Kamikaze: moriremos por los que amamos (Ore wa, kimi no tame ni koso shini ni iku)

Kamikaze: moriremos por los que amamos (2007)

La historia comienza en 1944. Ante la cada vez más desesperada situación militar de las fuerzas japonesas en el Pacífico, el vicealmirante Onishi decide crear un cuerpo de pilotos suicidas, denominados Kamikazes, para atacar los buques de la flota norteamericana estrellando contra ellos sus aviones cargados de bombas. La historia se centra en el jefe de una de estas unidades kamikaze, el alférez Tabata, y la señora Tome, la encargada de un restaurante junto a la base aérea de Chira, donde se preparan los pilotos suicidas, que irá narrando la historia y las preocupaciones de estos jóvenes durante las semanas anteriores a ser enviados al combate.

Kamikaze, moriremos por los que amamos es una reciente producción japonesa dirigida por Taku Shinjo con guión basado en el libro de Shintaro Ishishara, antiguo gobernador de Tokyo, quien recopiló los testimonios de varios pilotos kamikaze gracias a la colaboración de Tome Torihama. Esta mujer era la antigua encargada un restaurante cercano a base aerea de Chira, desde donde partieron cientos de pilotos suicidas con destino a Okinawa durante las últimas semanas de la guerra, gracias a lo cual tuvo la oportunidad de tratar personalmente a muchos de esos jóvenes pilotos kamikaze, y conocer sus historias personales, que sirvieron de base para el libro de Ishishara y que inspiraron las historias que aparecen en el film.

De este modo, inspirandose directamente en los relatos del libro, Kamikaze moriremos por los que amamos ofrece una perspectiva que podemos considerar novedosa a la hora de describir las motivaciones de los jóvenes pilotos japoneses que aceptaron inmolarse en un acto de sacrificio ya inútil a esas alturas de la guerra. En ese sentido, la película ofrece un retrato de los kamikazes que se aparta diametralmente del tópico de fanáticos combatientes, deshumanizados y sin sentimientos, para mostrar una semblanza mucho más humana de ellos. Apartándose del estereotipo, el film nos muestra a un conjunto de jóvenes recien salidos de la adolescencia, con inquietudes artísticas, enamorados e inquietos por la suerte de sus familiares, que fueron coaccionados moralmente e incluso obligados por sus superiores a realizar misiones suicididas. Un enfoque ciertamente novedoso, y que resulta bastante enriquecedor desde el punto de vista histórico.

No obstante, a la hora de desarrollar el tema, bajo mi punto de vista la historia no termina de conectar totalmente con el espectador. Y ello es principalmente debido a que la parte dramática de la narración, que ocupa dos tercios del total del metraje, resulta bastante irregular. Aunque hay algunas escenas de diálogo bastante logradas (por ejemplo, cuando el hermano menor de uno de los kamikaze pregunta ingenuamente a este: “Si tu mueres…¿Japón gana?"), en general, la película abusa de secuencias discursivas que resultan más bien planas y reiterativas. En cuanto a la parte bélica, es destacable la aparición de varios aviones que parecen auténticos cazas Ki-43 Oscar, y la recreación de los ataques contra la flota norteamericana, mediante unos excelentes efectos visuales generados por ordenador que dotan de espectacularidad a la parte bélica del relato, pese a que esta queda finalmente un tanto encorsetada, entre la parte dramática y el dilatado epílogo de la historia, al que claramente le sobran varios minutos de metraje.

En resumen, Kamikaze, moriremos por los que amamos es una interesante muestra del cine bélico japonés, cuyo principal aliciente es el de ofrecernos la versión japonesa del conflicto desde una nueva perspectiva. No es un film del todo redondo en el plano cinematográfico, pero sí que es un título de correcta factura y bastante logrado en el plano visual. Agradará sin duda a los aficionados al cine de la II GM.

Calificación: 6/10

viernes, 17 de diciembre de 2010

Into the Storm

Into the Storm (2009)

La acción comienza en julio de 1945. Mientras Winston Churchill descansa en la costa francesa esperando a conocer el resultado de las elecciones legislativas británicas, el primer ministro irá recordando los difíciles momentos vividos al frente del gobierno británico durante la guerra, desde su nombramiento como Primer Ministro en mayo de 1940, pasando por la derrota de Francia, la retirada de Dunkerke, y su lucha en solitario para enfrentarse a Hitler, hasta la derrota final de la Alemania Nazi.

Into the Storm, Churchill at War ("En la Tormenta, Churchill en guerra"), es un telefilm que viene a ser la segunda parte del relato biográfico sobre la figura de Winston Churchill, iniciado por la productora HBO con la estupenda “Amenaza de Tormenta”, la cual narraba los principales hechos acaecidos en la vida del futuro primer ministro en los años inmediatamente anteriores al estallido de la II GM. Por tanto, Into the Storm nos ofrece la continuación cronológica de dicho relato, centrándose ahora en la narración de los años de Churchill al frente del gobierno del Reino Unido, durante el curso de la II GM.

En cuanto a la valoración del film, hay que empezar diciendo que este mantiene el sello de las producciones HBO en cuanto a la calidad de la ambientación, la recreación histórica y la puesta en escena, que son excelentes. En el plano interpretativo, las actuaciones son igualmente bastante buenas, con el actor irlandés Brendan Gleeson sustituyendo a Albert Finney en el papel de Churchill, un papel que le valió para ganar el Emmy a la mejor interpretación masculina, aunque, comparando ambas actuaciones, personalmente me convenció más la de Finney. La película también reproduce algunos de los más famosos y emotivos discursos de Churchill incitando a continuar la lucha, como el celebérrimo “Lucharemos en los mares y océanos, lucharemos en las playas, en las colinas…”. Además, siguiendo la linea de Amenaza de Tormenta el relato no evita abordar los aspectos menos amables de la personalidad de Churchill: su carácter irritable, sus prejuicios clasistas, y sus problemas personales y afectivos, lo cual viene a completar en el plano personal el retrato político e histórico del personaje.

Sin embargo, la película también tiene falla en algunos aspectos importantes, especialmente en el plano narrativo. La idea de comprimir los principales sucesos de seis años de guerra en un telefilm de hora y media de duración no termina de funcionar bien, ya que demasiados hechos importantes son narrados de forma esquemática, y además los saltos temporales no quedan del todo bien explicados. De esta manera, el espectador que no conozca bien los hechos históricos de la II GM puede perderse en más de un momento de la narración. Es indudable que para abarcar con la debida amplitud los años de Churchill al frente del gobierno, habría sido mucho más apropiado el formato de una miniserie de varios capítulos, que hubiera permitido desarrollar con una mayor coherencia y detalle el relato del conjunto de hechos políticos y militares acaecidos entre 1940 y 1945.

En cualquier caso, Into the Storm es uno de esos títulos que será apreciado por los aficionados al cine histórico, no solo por lo esmerado de su factura formal, sino también por ofrecer una más que correcta semblanza de uno de los personajes claves del siglo XX. Aunque bajo mi punto de vista “Amenaza de Tormenta” estaba un peldaño por encima de esta, no cabe duda que Into the Storm viene a completar de una manera bastante digna el relato biográfico de Churchill, aceptando el hecho de que se queda algo corta en el plano narrativo. Un título recomendable que agradará a los aficionados al cine histórico en general.

Calificación: 6/10

viernes, 3 de diciembre de 2010

John Rabe

John Rabe (2009)

Nanking, China, Noviembre de 1937. Tras una larga estancia en el país asiático, el alemán John Rabe (Ulrich Tukur), jefe de la planta hidroeléctrica que la empresa alemana Siemens tiene en la ciudad, prepara su retorno a Alemania. Sin embargo, cuando las tropas japonesas se acercan a la ciudad con intención de tomarla por asalto, coincidiendo con el día de la despedida oficial de Rabe ante las autoridades locales, los japoneses comienzan sus bombardeos. Ante el cariz de los acontecimientos, Rabe, con la ayuda del médico británico Robert Wilson (Steve Buscemi), la directora de la universidad de Nanking, y el diplomatico alemán Georg Rosen (Daniel Brulh), deciden organizar una “zona de seguridad” en el interior de la ciudad para proteger a los ciudadanos chinos de las atrocidades de los soldados nipones.

Es curioso comprobar como la guerra chino-japonesa, hasta hace poco un conflicto bélico semidesconocido y olvidado por el cine, se ha convertido en los último años en objeto de varias producciones de estimable presupuesto como las muy recientes Los niños de Huang Shi o la magnífica, Ciudad de vida y muerte.

En este caso, John Rabe aborda la reconstrucción de los hechos que rodearon la captura de Nanking por parte de las tropas imperiales japonesas, y la subsiguiente infame masacre, desde la perspectiva de este ciudadano alemán, miembro del partido nazi, que no dudó en arriesgar su propia vida y seguridad para ayudar a la población china frente a la barbarie japonesa. Los esfuerzos de Rabe, junto a los de otros residentes europeos en Nanking, sirvieron para crear una zona de seguridad donde se refugiaron más de 200.000 habitantes de Nanking, que salvaron sus vidas gracias a la existencia de dicha zona. Sin embargo, pese a la hazaña humanitaria conseguida, John Rabe no fue profeta en su tierra. A su vuelta a Alemania, en Febrero de 1938, su denuncia de los crímenes japoneses en Nanking solo le valió para ser arrestado por la Gestapo y ver como sus documentos sobre la masacre eran confiscados. Rabe murió en 1950, sin recibir reconocimiento oficial alguno, y su memoria cayó en el olvido hasta que en 1996 fue publicado su diario personal sobre los hechos acaecidos en Nanking, lo cual finalmente le valió el reconocimiento por parte del gobierno chino y la prensa internacional, que lo bautizó a posteriori como “El Schindler de Nanking”.

Entrando a valorar el film, hay que señalar en primer lugar su esmerado aspecto formal. La ambientación de Nanking (filmada en una zona antigua de Shangai), la puesta en escena y la excelente fotografía realmente introducen al espectador en la época y el ambiente de la china de los años 30. También es igualmente destacable el apartado interpretativo, con un Ulrich Tukur muy creible en su encarnación de Rabe y secundado perfectamente por el resto de los actores incluyendo al siempre eficaz Steve Buscemi. Sin embargo a mi modo de ver, a la película le falta algo más para desarrollar la materia prima que ofrecía la historia real del personaje.

En la primera mitad del metraje, el ritmo de la narración no llega a ser todo lo vigoroso que la historia requería, y en la segunda mitad, pese a ofrecer algunos momentos de intensidad dramática (por ejemplo cuando Rabe asiste a la decapitación de su chofer), a la historia le falta capacidad de conmover al espectador. Además, da la impresión de que la historia adopta deliberadamente un tono excesivamente melodramático, algo que no era necesario pues ya venía dado por la historia real, y en ese sentido la película me pareció que quedaba un peldaño por debajo de la sobriedad narrativa de “Ciudad de vida y muerte”.  Tampoco las historias paralelas de los personajes secundarios, pese a estar bien insertadas en la trama, me terminaron de satisfacer plenamente, porque al final parece que no están del todo desarrolladas.

En cualquier caso, y pese a los aspectos anteriores, hay que reconocer que la película ofrece un muy interesante relato de solidaridad humana, y pese a que le falta un punto mayor de ritmo narrativo, su esmerada factura formal y sus buenas interpretaciones la hacen un título no exento de interés, que sirve de merecido homenaje un hombre bueno que hizo cuanto pudo por ayudar a los demás en un momento de enorme peligro. Recomendable.

Calificación: 6,5/10

viernes, 19 de noviembre de 2010

Los niños de Huang-Shi (The children of Huang Shi)

Los niños de Huang-Shi (2008)

La historia nos sitúa en 1938. El jóven periodista inglés George Hogg (Jonathan Rhys Meyers) llega a China para cubrir la invasión japonesa del país. Ya en China, Hogg presenciará en primera persona la brutalidad del ejército imperial japonés hacia la población civil, por lo que decide quedarse en el país y ayudar a los más desprotegidos. Tras escapar de la muerte gracias a la ayuda de Jack Chen (Chow Yun Fat), uno de los jefes de la resistencia comunista, Hogg se refugia en el orfanato de Huang Shi, donde con la ayuda de la enfermera Lee Pearson (Radha Mitchell) se convertirá en profesor, dando clases a los niños. Con el paso de los meses, y ante la amenaza de que la guerra llegue al orfanato, Hogg decide emprender una increíble marcha de más de 1000 kilómetros atravesando China, a la cabeza de los 60 huérfanos de Huang Shi, para ponerlos a salvo trasladándolos a un remoto refugio en el interior del país.

Los niños de Huang-Shi es una de esas historias basadas en hechos reales que, a priori, tienen todos los elementos necesarios para convertirse en una gran película. En este caso, la historia original ofrecía unos personajes que dan perfectamente el tipo de “héroes reales”, y que protagonizaron una emotiva historia de superación personal y valores humanos; todo ello con el trasfondo de un drama bélico con tintes épicos ambientado en la guerra chino-japonesa. Teniendo en cuenta esto, es bastante elocuente el hecho de que los aspectos más destacables de esta película se reduzcan a la ambientación y los paisajes. Las posibilidades narrativas que ofrecía la historia original no han sido ni remotamente explotadas por el film, y esto se debe a varios motivos. El primero de ellos puede encontrarse en la deficiente elección del reparto. Jonathan Rhys Meyers no parece el actor más adecuado para dar vida al abnegado Hogg, y su interpretación, aparte de envarada e inexpresiva, no resulta nada creíble. Tampoco su compañera de reparto, la actriz Radha Mitchell, consigue transmitir gran cosa con su papel de sacrificada enfermera; y en cuanto al más entonado de los intérpretes, el actor chino Chow Yun Fat, es una pena que su personaje -que podía haber dado más de sí- se quede en un plano bastante esquemático y secundario.

Aparte de lo anterior, lo mínimo que puede pedirse a una película basada en una historia de superación personal y valores humanos emocione, cosa que la película intenta, sin éxito. Falta intensidad dramática en demasiadas escenas, especialmente en el relato de la hazaña de la agotadora marcha a través de las montañas, la cual es contada de una forma tan plana y desapasionada, que al final queda totalmente desdibujada. Y sobre todo, lo peor es que la película apenas llega a conmover al espectador, en lo cual tiene mucho que ver la poco vigorosa realización de la que hace gala el director Roger Spottiswide. Si ellos le unimos que las subtramas que se introducen en la historia resultan del todo insustanciales, sobre todo la que intenta mostrar el triangulo amoroso entre Hogg, Chen y la enfermera, se entiende que tras visionar las dos horas de metraje, el espectador se quede con la sensación de estar ante un título fallido en más de un aspecto.

En definitiva, Los niños de Huang Shi es el típico ejemplo de film poco inspirado que desaprovecha una magnífica historia de base, trasladando a la pantalla una torpe adaptación de la misma. Una pena, porque tales mimbres, en manos de unos guionistas y un director más avezados, podrían haber dado lugar a una gran película. Al final, se queda en un producto pasable y medianamente entretenido, pero que, en lineas generales, decepciona.

Calificación: 4/10

jueves, 28 de octubre de 2010

Anónima: una mujer en Berlin (Anonyma, Eine Frau in Berlin)

Anónima, una mujer en Berlin (2008)

La historia comienza en Berlin, en Abril de 1945. Mientras las tropas sovieticas libran los últimos y encarnizados combates por hacerse con el control de la capital alemana, para miles de civiles alemanas, comienza un calvario debido a la ola de violaciones que desatan los soldados del Ejercito Rojo contra las mujeres alemanas que caen en sus manos. Una de estas jóvenes mujeres anónimas, tras sufrir en sus propias carnes las vejaciones de los soldados rusos, se encargará de narrar los hechos que sucedieron en aquellos peligrosos dias que precedieron el final de la guerra.

Desde el 20 de abril hasta el 22 de junio de 1945, bajo la escasa luz que le proporcionaba una vela de sebo, una joven periodista alemana registró meticulosamente en un cuaderno las peripecias diarias que tanto ella como otros supervivientes civiles vivieron durante los primeros días de ocupación rusa de Berlin. Este cuaderno de vivencias sirvió de base para el libro Eine Frau in Berlin (“Una mujer en Berlin”) que apareció publicado en lengua inglesa en 1954. En este libro, la autora desgranaba la ola de abusos sexuales indiscriminados cometidos por los soldados soviéticos contra las mujeres alemanas que permanecían en las ruinas de Berlin cuando la ciudad fue conquistada por las tropas rusas en Abril de 1945. Sin embargo, el libro no se limitaba a narrar dichas atrocidades cometidas por los rusos, sino que también mostraba la actitud de muchas mujeres alemanas que aceptaron alternar con los ocupantes a cambio de alimentos, protección e incluso para obtener comodidades en los peores días de la posguerra. Por tanto, no es de extrañar que al aparecer publicada en 1959 la edición alemana del diario, se desatara en Alemania una viva polémica respecto al contenido del mismo, ya que los recuerdos de la guerra aun estaban demasiado frescos en la memoria colectiva alemana. Esto hizo que la autora del diario decidiera no revelar su nombre y permanecer definitivamente en el anonimato, dando instrucciones para que su identidad no fuera revelada, incluso después de su fallecimiento, acaecido en el año 2001. Pese a ello, en 2003 se supo que la autora era Martha Miller, una periodista que habia estudiado en la universidad de la Sorbona.

Prueba de que el tema aun sigue siendo candente en Alemania es que ha habido que esperar hasta el año 2008 para que el texto de Una mujer en Berlin fuera adaptado al cine. La adaptación, financiada con capital alemán, corrió a cargo del director Max Färberböck quien también se encargó de preparar el guión del film, en calidad de coguionista del mismo.

Entrando a valorar la pelicula, hay que decir que este tiene un arranque bastante intenso, que muestra la confusión de los civiles que se ven atrapados en medio de una furiosa batalla, un comienzo sazonado con unas eficaces y realistas escenas bélicas que dotan de mucha fuerza a ese primer tramo del metraje. Tampoco están mal las escenas que muestran el inicio del contacto entre la población alemana y los soldados rusos, y el realismo sobrio que, sin caer en la truculencia, muestra como se producían las violaciones de las mujeres alemanas a manos de los soldados sovieticos. Igualmente habría que destacar la cuidada reconstrucción de los escenarios que recrean el Berlin derruido de los últimos días de la guerra, una labor de ambientación que resulta bastante convincente en pantalla.

Ahora bien, no todos los aspectos del film resultan igual de positivos. Como puntos débiles habría que reseñar en primer lugar que a la pelicula, en conjunto, le falta intensidad dramática para conmover realmente al espectador. Todo se cuenta desde una perspectiva deliberadamente equilibrada y sobria, pero lo que cuenta no llega a traspasar la fibra sensible del espectador. Quizás porque al final todo resulta demasiado académico en el plano narrativo, echándose en falta algunas gotas de humor o de tragicomedia que aligeren la carga dramática de la narración. Además, las distintas subtramas que se introducen para acompañar el hilo narrativo principal (como la del jóven soldado alemán que se esconde de los rusos, o el matrimonio maduro que ve su casa ocupada por un soldado ruso casi adolescente) no terminan de estar bien desarrolladas, ni aportan gran cosa a la historia de la protagonista, más allá de su carácter anecdótico. 

En cualquier caso, hay que reconocer que “Anonima…” es una pelicula bastante valiente al retratar unos hechos que muchos han querido guardar en el olvido, y que expone con honestidad y pulcritud formal una historia no exenta de interés. Se trata en definitiva de una película, no de sobresaliente en cuanto a su calidad cinematográfica, pero de indudable interés humano e histórico, siendo uno de esos títulos encargados de recordarnos la otra cara de los conflictos bélicos, la de las víctimas civiles.

Calificación: 6/10