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viernes, 25 de mayo de 2007

La Vida es Bella (La Vita é Bella)

La Vida es Bella (1998)

La acción nos sitúa en Italia, en 1939. Guido Orefice, un joven judío con inclinaciones literarias y su amigo, el poeta Ferrucio, se encuentran de viaje por la Toscana, en el curso del cual Guido se enamorará de Dora, una profesora local que está prometida con un malcarado jefe fascista local. Después de algunas peripecias, Guido se casa con Dora y ambos tienen un hijo, Giosué, pero su feliz existencia se verá truncada cuando padre e hijo son enviados a un campo de concentración alemán, acompañados de Dora, que decide seguirlos voluntariamente. Ya en el campo, Guido hará todo lo posible por ocultarle la crudísima realidad del campo a su hijo, disfrazando los hechos que les ocurren como un juego en el que el vencedor ganará un carro blindado.

Roberto Benigni consiguió con “La vida es bella” algo que parecía imposible. No solo se atrevió a tratar en clave de comedia un tema tan espinoso como el de los campos de concentración y el exterminio judio, sino que además lo hizo con una sensibilidad exquisita, evitando caer tanto en la sensiblería fácil como en el maniqueísmo de la denuncia evidente. Benigni está ademas perfecto en su interpretación llena de matices de Guido, un papel que se le ajusta como un guante, sin olvidar las estupendas actuaciones de Nicoletta Braschi (Dora) y el niño Giorgio Cantarini (Giosué).

La narración que va alternando humor, ternura y amor, evita caer en todo momento en la dulzoneria fácil y creo que precisamente por eso la historia resultan tan profundamente humana y conmovedora, de esas que llegan realmente al interior del alma. La película contiene escenas memorables, como Benigni explicando el por qué de la “raza superior” a los niños en la escuela; o cuando “traduce” las secas explicaciones de un guardia del campo a los prisioneros cambiando por completo el sentido de las mismas. Pero por encima de todo, el mayor mérito de “La vida es bella” es su mensaje de esperanza; mostrando que los seres humanos, por difíciles que sean las circunstancias, pueden sobreponerse y encontrar la felicidad incluso en los lugares más desoladores del mundo.

Para mi, una de las diez mejores películas de todos los tiempos.


Calificación: 9,5/10

jueves, 24 de mayo de 2007

¿Donde está el Frente? (Which way to the Front?)

¿Dónde está el frente? (1970).

El millonario Brendan Byers III (Jerry Lewis), dueño de un gran grupo de empresas, decide, tras ser rechazado por el ejército, formar y financiar su propio comando de operaciones especiales para ayudar al esfuerzo de la causa aliada. Tras reclutar a un equipo de hombres, parte con ellos hacia Italia, donde el avance aliado lleva meses estancando, y donde Byers espera realizar una arriesgada misión: ir a Italia y raptar al comandante supremo alemán, el Mariscal Kesselring y sustituirlo por el propio Byers para sabotear las operaciones alemanas desde el mismo cuartel general del mariscal.

Rodada en 1970, cuando el popular cómico Jerry Lewis, después de un absoluto esplendor en la década de los 50, estaba ya en franca decadencia; ¿Dónde está el frente? resulta una comedia fallida. Las causas de esto van desde una realización poco cuidada (por cierto, que Lewis además de protagonizarla era director de la película) hasta un guión poco elaborado que no acaba de cuajar en ningún momento, y unas actuaciones, pese a los excesos histrionicos de Lewis, francamente mediocres.
Con todo, hay que reconocer que contiene algúnas escenas medianamente hilarantes: el curso de alemán en gramófono que el protagonista intenta seguir en el barco rumbo a Italia; también cuando Byers, suplantando a Kesselring condecora con bastante mala saña a los paracaidistas alemanes; o el encuentro de Hitler con Kesselring en el búnker. Pero, quitando esos gags aislados, en general, la película es bastante flojita y marca casi un punto final en la carrera de Lewis; quien no volvería a aparecer en el cine hasta diez años después.

miércoles, 23 de mayo de 2007

El Gran Dictador (The Great Dictator)

El Gran Dictador (1940)
La película comienza en la Primera Guerra Mundial, cuando un soldado de Tomania salva la vida de un oficial llamado Schultz que lleva unos importantes documentos que pueden cambiar el curso de la guerra, pero que llegan demasiado tarde porque el avión que lo transporta se estrella. La guerra termina y después de un tiempo en el hospital el soldado de origen judio vuelve a su barbería en el guetto. Sin embargo, Tomaína ha caido en manos de un cruel dictador Astolfo Hínkel, quien ha empredido una despiadada campaña contra los judios apoyado en sus ministros Herring (trasunto de Goering) y Garbitshc (trasunto de Goebbels). Pese a ello el barbero es protegido por Schultz, ahora un importante cargo, y puede seguir su vida y su romance con una judía llamada Hannah, hasta que una serie de peripecias y su parecido con Hynkel le harán verse envuelto en los planes de conquista del dictador y su aliado Napoloni (alter ego de Mussolini).

Es dificil contar algo nuevo de una de las películas míticas del cine como es el “El Gran Dictador”. Esta feroz y lucida crítica del totalitarismo (fascista en ese caso, pero aplicable a cualquier dictadura) ha perdurado justamente por la absoluta vigencia del mensaje que nos transmite, aun hoy, casi setenta años después de su estreno. Sin ser la mejor película de Chaplin (ese mérito se le suele atribuir a “Tiempos Modernos”) lo cierto es que el genial Charlot compuso uno de los alegatos mas contundentes que el septimo arte haya contemplado en favor de la libertad del ser humano. Y este film cobra un valor añadido si tenemos en cuenta que apunta con asombrosa clarividencia todos los horrores del régimen nazi que en la fecha de su estreno (1940) apenas podían vislumbrarse.

Si de enumerar escenas se tratara, apenas tendría espacio, pero por resaltar algunas me quedaría con las siguientes:

- El histérico discurso inicial de Astolfo Hinkel, toda una denuncia del histrionismo de Hitler y de la vaciedad de la parafernalia nazi.

- Las escenas de Hínkel con Napoloni, absolutamente magistrales en su finalidad paródica. Destacaria de entre estas escenas cuando contemplan el desfile de tropas (“Esos son mis aviones” dice Hinkel; y cuando uno se estrella, Napoloni añade, “Sí, son los suyos); o la hilarante escena de las sillas hidraulicas que ambos dictadores accionan para quedar por encima del otro.

- Por supuesto, la escena de Hinkel jugando embelesado con el globo del mundo. Auténtico icono de la historia del cine.

- El profundo, desgarrador y emotivo discurso final del barbero suplantando a Hynkel, imposible de ver sin que se te haga un nudo en la garganta.

Por ello, podemos considerar “El Gran Dictador” como una de esas raras películas inmortales que podemos ver una y otra vez sin cansarnos de ellas.

martes, 22 de mayo de 2007

La Calle del Adios (Hanover Street)

La Calle del Adios (1979)

La acción nos sitúa en Inglaterra. Un piloto de bombarderos norteamericano, el carismático pero díscolo Teniente Halloran (interpretado por Harrison Ford), conoce a Margaret, una bella enfermera británica casada, con la que empieza un romance. El Marido de Margaret, Paul Selliger (Christopher Plummer) es un inteligente pero anodino miembro de la inteligencia británica que nunca ha visto la acción de cerca. Impulsado por el distanciamiento de su esposa, y deseoso de realizar un acto heroico, Paul decide ofrecerse voluntario para una peligrosa misión en la Francia ocupada con el objetivo de sustraer unos importantes documentos alemanes. Sin que el lo sepa, el piloto encargado de llevarlo no será otro que el amante de su mujer, Halloran. Cuando el avión de este resulta derribado, ambos hombres habrán de cooperar para culminar la misión.

La Calle del Adios” resulta un flojo melodrama bélico que, siguiendo el estilo de los títulos de los años 40, se centra en las difíciles historias de amor que surgen en tiempos de guerra. La historia está contada de una forma correcta, pero sin brio ni emoción, sobre todo en lo que a la historia del triángulo sentimental se refiere. Afortunadamente, la parte de acción, en el tercio final de la película, consigue levantar un poco el vuelo y captar en mayor medida el interés del espectador. Las escenas que comparten los dos personajes protagonistas y el contraste entre sus caracteres opuestos (el aventurero impulsivo personaje de Halloran frente al convencional pero reflexivo de Paul) son lo mejor que ofrece el film, principalmente porque hay cierta quimica entre un joven Harrison Ford (que comenzaba a despuntar) y el veterano Plummer. El desenlace, (como no podía ser de otro modo) se acerca bastante al típico y emotivo final feliz que se ve venir desde antes que acabe la película.

En resumen, “La Calle del Adios” puede considerarse un título menor dentro del cine ambientado en la II GM, si bien con algunas cualidades que evitan que caiga del todo en el olvido.

jueves, 17 de mayo de 2007

La Batalla de Midway (Midway)

La batalla de Midway (1976)

Frente del Pacífico, Junio de 1942. Tras la indecisa Batalla del Mar de Coral, los japoneses se preparan para descargar su próximo golpe contra la flota americana. Gracias a los esfuerzos del servicio de inteligencia naval, que identifican la clave de la armada nipona, los americanos descubren que los japoneses se preparan para atacar un objetivo denominado en clave “AF” que resulta ser la estratégica isla de Midway. El comandante del Pacífico, almirante Nimitz prepara la defensa de la isla procurando atraer a los japoneses a una emboscada tendida por los portaaviones de los almirantes Spruance y Fletcher. Esto dará lugar a la batalla más decisiva del teatro del Pacífico.

Siguiendo la estela de grandes producciones bélicas como Tora! Tora! Tora!, la Batalla de Midway es una película que nos narra con gran lujo de detalles unas de las grandes batallas de la II GM. Desde el punto de vista histórico, la película es bastante fiel a los hechos reales, los cuales son descritos con bastante realismo: el éxito de la inteligencia americana, las deficiencias del reconocimiento japonés, la indecisión de Nagumo a la hora de armar sus aviones con torpedos o bombas…etc. El reparto, como solía ser habitual en estas producciones, es estelar, incluyendo a actores como Charlton Heston, Henry Fonda, James Coburn y el inevitable Toshiro Mifune como el gran almirante japonés, Yamamoto. De todos ellos yo destacaría a Henry Fonda, que logra una muy buena interpretación en el papel de Nimitz.

Como digo, el rigor histórico y el reparto son los mayores activos de esta película. En cuanto a sus puntos flacos, yo señalaría varios. En primer lugar, la recurrente inclusión de escenas de combates reales sacadas de documentales entre las escenas filmadas “chirria” en más de una ocasión (especialmente en una escena en la que vemos un avion Corsair que no estaba en servicio en esa época). En segundo lugar, se intercala una historia de amor entre el hijo del personaje que interpreta Charlton Heston con una japonesa de origen americano internada en Hawai que no conduce a ningún sitio. Por último considero que la parte culminante del film, el combate sobre Midway, está pobremente resuelto en lo que a las escenas de acción se refiere. Los efectos especiales en dichas secuencias dejan mucho que desear y no resultan nada espectaculares, pese a que los medios de la época hubieran permitido un poco más de realismo.

Pese a ello, para los amantes de la historia militar, seguramente merecerá la pena el visionado de “La batalla de Midway”, una película más que correcta pero sin excesivos alardes.

Para otra reseña de esta película, podeis ver la Crítica de Reisman sobre la misma.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Los que saben morir (The Mckenzie Break)

Los que saben morir (1970)

La acción nos situa en un campo de reclusión para prisioneros alemanes en Escocia. Al mando de los prisioneros se encuentra un conflictivo ex capitán de submarinos, el capitán Willi Schulter (Helmuth Grien), quien tiene a sus hombres en constante rebeldía frente a sus captores británicos. Ante la sospecha de que algo se trama los servicios de inteligencia británicos envían a un díscolo pero inteligente oficial, el Capitán Jack Connor (Brian Keith), para que descubra que se esconde detrás de los movimientos de Schulter. Mientras tanto, este prepara un plan para organizar la fuga de 28 prisioneros altamente cualificados, con el objetivo de escapar hacia la costa para embarcarse en un submarino que ha de recogerlos para llevarlos de vuelta a Alemania.

Los que saben morir es una curiosa producción británica en la que se invierten los papeles del tradicional argumento de las películas de campos de prisioneros, ya que en este caso son los alemanes los que se encuentran en situación de cautiverio. Como indica el comentario de Toño, la película se basa parcialmente en hechos reales, narrados en la novela titulada The Bowmanville Break, la cual relata el intento de fuga del as de los U-Boote alemanes, Otto Kretschmer del campo de prisioneros de Bowmanville, en Canadá. La operación de fuga, denomidada en clave Kiebitz, debía ejecutarse en Septiembre de 1943, y contemplaba que el submarino U-536 recogiera a Kretschmer en la costa canadiense una vez que este se hubiera evadido. Sin embargo, los canadienses conocian las intenciones de los alemanes, al haber interceptado sus comunicaciones, y el plan de fuga fracasó al derrumbarse el tunel por el que iban a escapar los prisioneros. La Marina Real Canadiense, alertada por el servicio secreto de la presencia del U-536 en sus aguas territoriales, trató de darle caza, pero finalmente el submarino pudo escapar, terminando de este modo en fracaso el plan alemán de rescate.

Sobre esta base real, la película construye una narración con los elementos típicos del cine carcelario y sobre prisioneros de guerra, y presenta más de elemento argumental en común, aunque desde una perspectiva más realista, con el clásico de John Sturges, “La gran evasión”. En este caso, la asistimos al típico enfrentamiento entre la inteligencia de dos personajes de fuerte personalidad, el capitán alemán Schulter, decidido a poner en práctica su plan de fuga a cualquier precio, frente al avispado capitán Connor, que trata de ganarle la partida al alemán adelantándose a sus movimientos.

En cuanto a la valoración he de decir que “Los que saben morir” ofrece poca cosa que resulte original. El hilo argumental de la fuga mantiene más o menos el interés, pero recuerda en muchos momentos a “La gran evasión”. Por otra parte, el guión va más allá de los hechos reales, y ofrece en cambio un giro totalmente ficticio, mostrando el éxito de la fuga de los prisioneros alemanes, mientras Connor lo permite con el objetivo de seguirlos y capturar al submarino. Por otra parte, las escenas del enfrentamiento personal entre ambos oficiales tienen un toque pretencioso pero realmente no resultan demasiado intensas ni especialmente memorables, exceptuando quizás la escena final, cuando un atribulado capitán Connor dice “Menuda nos ha caido a los dos”. Al menos sí que cabe destacar el trabajo de los dos actores protagonistas, muy bien en sus papeles, y una correcta ambientación y fotografia.

En resumen “Los que saben morir” es una película con un punto de partida relativamente original, pero muy plana en cuanto al desarrollo argumental. Personalmente la encontré solo medianamente entretenida aunque de correcta factura.

Calificación: 5,5/10

martes, 15 de mayo de 2007

Hermanos de Sangre (IX): Por qué combatimos

Hermanos de Sangre (IX): Por qué combatimos

Marzo de 1945. La Easy se encuentra en Alemania, donde los combates casi han cesado y la vida en el frente se hace un poco más tranquila, pese a los rumores de un posible salto sobre Berlin. El Capitán Nixon cae en una depresion y se da a la bebida tras estar a punto de morir en un salto de entrenamiento. Poco después de recibir la noticia de la muerte del Presidente Roosevelt, una patrulla de la compañia descubre los horrores de un campo de concentración cerca de Landsberg. En represalia, ordenan a los ciudadanos alemanes del pueblo cercano que acudan al campo para enterrar los cadáveres de las victimas. Poco después la Easy se pone nuevamente en marcha, esta vez rumbo a Baviera, donde deben ocupar el reducto alpino de Hitler, en Bechtesgarden.

Este 9º episodio de la serie es para mi gusto el más flojo de la misma. Pese a que al principio, en la típica introducción del capítulo con los testimonios de los veteranos, estos parecen ofrecer una visión humanizadora del enemigo, al final el episodio gira casi exclusivamente en torno a las atrocidades cometidas por los alemanes. Quizás una perspectiva un poco más general de la sociedad alemana habría sido de agradecer. Por lo demás, no acabé de entender muy bien la súbita tendencia alcohólica de Nixon, que por otro lado se queda en un hilo argumental inacabado. Las secuencias del campo de concentración resultan muy realistas en cuanto a su recreación, pero demasiado directas al exponer lo evidente. Opino que una escenificación más elíptica de dichas escenas habría conseguido resultados más conmovedores sin menoscabo de mostrar la crudeza del campo de concentración. A todo ello hay que unir la total ausencia de acción en este episodio, de ahí que resulte un poco desangelado en comparación con los precedentes.

En resumen, como comentaba, este episodio me resultó el menos entretenido y más “plano” (por sí decirlo), de esta magnifica serie.

jueves, 10 de mayo de 2007

El Imperio del Sol (Empire of the Sun)

El Imperio del Sol (1987)

La acción nos sitúa en Shangai, China, en el año 1941. James Graham (Christian Bale) es un niño británico hijo de un alto cargo diplomático que vive fascinado por los aviones, y cuya cómoda existencia se ve bruscamente truncada por la invasión del ejército japonés en diciembre de 1941. En una desesperada huida de la ciudad en medio de la multitud, James queda separado de sus padres y tras vagar sin rumbo un tiempo, es acogido por Basie (John Malkovich) un buscavidas norteamericanos que sobrevive junto a otro compatriota realizando robos. Tras intentar congraciarse con sus nuevos compañeros ofreciendoles los objetos de valor de su antigua casa, James y los dos pillos acabarán yendo a parar al campo de internamiento japonés para ciudadanos occidentales de Soo Chow. Alli tendrán que luchar por su supervivencia en unas difíciles condiciones, aunque para James tiene la ventaja de que está situado justo al lado de un campo de aviación nipón lo cual le permitirá disfrutar de la contemplación de los aviones japoneses.

Steven Spielberg ha declarado en alguna ocasión que unas veces hace películas pensando con el corazón y otras pensando con el bolsillo. Claramente “El Imperio del Sol” pertenece a la primera categoría, pues con ella Spielberg abordó la adaptación de la novela autobiográfica del escritor J.G. Ballard, publicada en 1984, y en la que el autor rememoraba las experiencias de su niñez, cuando en medio de la evacuación de Shangai quedó separado de sus padres y fue a parar a un campo de prisioneros japonés. Se trataba, por tanto, de un relato de tintes nostálgicos y evocadores de una época, la niñez, y del paso de esta a la madurez adulta, una historia de evidente calado humano que sedujo al realizador norteamericano.

Entrando a valorar la película, hay que señalar en primer lugar que esta -como es habitual en el cine de Spielberg- resulta impecable en el apartado técnico, especialmente en lo tocante a la ambientación, sonido y fotografía, aspectos que están cuidados hasta el mínimo detalle. Sin embargo, es la típica historia sentimental que en algunos casos logra seducir al espectador y gustar mucho, mientras que en otros casos lo hace más bien poco.

Personalmente, la historia del niño rico enfrentado de bruces a la vida no me terminó de enganchar, aunque es justo reconocer que el protagonista, un por aquel entonces adolescente Cristian Bale ("American Psycho"; “Batman”), compone un buen papel, como también lo hace John Malkovich encarnando al cínico buscavidas que acoge a James. También es cierto que la película contiene escenas de muy bella factura visual, pero, en conjunto, la historia destila un tono por momentos excesivamente pasteloso, que impide que los momentos dramáticos transmitan toda su intensidad al espectador. Y las peripecias de los protagonistas en el campo de prisioneros me dejaron más bien frio, supongo que debido a que se aprecia claramente la intención de conmover; cosa que también ocurre con el desenlace de la historia, principalmente porque se recrea en un Happy End bastante prolongado.

En conclusión, lo más memorable de El Imperio del Sol son varias escenas de gran belleza plástica, especialmente las del niño saludando militarmente a un grupo de pilotos kamikazes japoneses que se disponen para salir en su última misión, y el vuelo de los aviones con el sol poniente de fondo. Peor dichas secuencias y la excelente factura del film en el apartado técnico no sirven para la historia termine de funcional en la pantalla. Un título que fue uno de los raros fracasos comerciales que ha cosechado Spielberg a lo largo de su carrera cinematográfica, bajo mi punto de vista de manera justa en este caso, porque se trata de una historia que, de haberse contado en un tono menos sensiblero, habria dado más de sí.

Calificación: 5,5/10

miércoles, 9 de mayo de 2007

La Gran Evasión (The Great Scape)

La Gran Evasión (1962)

Alemania, año 1942. En un campo de prisioneros para aviadores aliados de la Luftwaffe dotado de la máximas medidas de seguridad el mando alemán reune a los prisioneros más problemáticos por su historial de intentos de fuga, con el fin de tenerlos controlados. Naturalmente, los prisioneros comenzarán a planificar su fuga inmediatamente después de llegar al campo. A este fin se organizan distintos equipos cada uno con una misión: documentanción falsa, túneles, información… etc, con la particularidad de que en esta ocasión tratarán de organizar una fuga a gran escala, sacando a 250 prisioneros del campo, en una “gran evasión”.

La gran Evasión es una película de difícil clasificación pues tiene elementos de comedia, de acción, de cine de prisiones… y aunque tal mescolanza de géneros raras vece funciona en pantalla, en este caso sí que lo hizo. A ello contribuye la vigorosa dirección de John Sturges, que sabe administrar a la perfección el tempo narrativo de la historia, empezando con un tono de comedia para ir luego aumentando la tensión en las escenas de la preparación de la fuga y finalmente llega al climax con las escenas de acción durante la huida de los fugados.

También contribuyen bastante los actores, un reparto coral que incluye a Charles Bronson, James Garner y sobre todo, un Steve McQueen en estado de gracia que logra una de las mejores interpretaciones de su carrera, (geniales sus continuos encarcelamientos en la “nevera”). Si a ello le unimos la famosa y pegadiza banda sonora, una excelente fotografia y algunas escenas míticas, especialmente la de McQueen huyendo en moto con medio ejército alemán pisándole los talones, tenemos los elementos que hacen de “La Gran Evasión” una gran película.

Quizás el único apartado que se puede cuestionar de esta película es el del escaso control que se ejerce sobre los prisioneros en el campo, quienes prácticamente deambulan a su antojo, roban mercancías alemanas, e incluso se burlan de los mismos guardias alemanes, que aparecen retratados como un poco lelos. Quitando esa concesión argumental poco realista, el resto de la película es magnífico. Apuntar como curiosidad que esta película dió lugar a una miniserie de TV de 1988, titulada “La gran Evasión II: la historia jamás contada” con Christopher Reeve, el actor de Superman, como protagonista de un relato bastante más fiel que la película a los hechos reales que la inspiraron; y más recientemente, a la película de animación “Evasión en la Granja” con gallinas en el papel de prisioneros aliado.

Calificación: 7,5/10

martes, 8 de mayo de 2007

Las Ratas del Desierto (The Desert Rats)

Las Ratas del Desierto (1953)

Norte de África, año 1941. El Afrika Korps de Rommel amenaza con penetrar en Egipto y tomar Alejandría y el Canal de Suez. Sin embargo, antes debe capturar la aislada fortaleza portuaria de Tobruk, defendida por la 9ª división australiana. Al mando de una de las compañias que defienden el frente se encuentra un oficial inglés, el capitán MacRoberts (interpretado por Richard Burton), quien destaca por su valor rechazando el primer asalto de los panzer alemanes contra el perímetro de Tobruk. Ascendido a Teniente Coronel, MacRoberts propone dirigir un comando que destruya el depósito de municiones de la artilleria de sitio alemana, misión que cumple con éxito si bien es capturado en la acción. Tras un encuentro casual con el mismo Rommel, MacRoberts, junto con uno de sus soldados, logra evadirse y, de vuelta a Tobruk vuelve a ocuparse de una zona clave para la defensa del frente antes del ataque final de Rommel.

En general "Las Ratas del Desierto" resulta una pelicula bastante irregular. El arranque de la misma no está nada mal, pues una voz en off nos describe la situación de mediados de 1941, mostrando en un mapa como Tobruk se interpone en la ruta de Rommel hacia Egipto. Después se muestra con bastante realismo como los australianos preparan la defensa para rechazar a los panzers, mediante una ingeniosa táctica consistente en dejarlos penetrar hasta una pantalla de cañones antitanque, para luego cerrar las brechas abiertas tras los carros con el fin de separarlos de la infanteria, tal y como explica el comandante de la 9ª division sobre un mapa. La escena del asalto alemán, en medio de una tormenta de arena, también está bien resuelta (exceptuando la destrucción de un panzer por un cañon de un blindado ligero) y resulta bastante ajustada a lo que ocurrió realmente en el primer ataque contra Tobruk.

Sin embargo, a partir de esa primera hora, la historia va perdiendo solidez. Primero, porque se entretiene en mostrarnos algunas parrafadas de MacRoberts con un antiguo profesor suyo que sirve como soldado en su misma unidad (casualidades de la vida). Segundo, porque la misión de comando contra el depósito de municiones del DAK y la conversación de MacRoberts con Rommel resultan un poco inverosímiles; y finalmente porque el final adquiere unos tintes de hazaña épica que terminan por restarle puntos al conjunto del film. Además, la película tiene varios errores de contexto un poco gruesos, el primero en imágenes, pues se usan algunos "parches" de imagenes reales y vemos por ejemplo ¡Un carro M3 Grant! (que no llegó a Africa hasta 1942); y lo que es mas grave, en las escenas que sale Rommel los alemanes le llaman repetidamente "Herr Feldmarshall" craso error porque Rommel no fue ascendido a Mariscal de Campo hasta 1942, precisamente por capturar Tobruk, pero un año después del periodo que se nos narra, cuando ostentaba la graduación de General.

Por último, destacar la aparición de James Mason interpretando a un creible Rommel, repitiendo el papel que había interpretado poco antes en "Rommel, el Zorro del Desierto", la película biográfica sobre el general alemán.

Calificación: 5,5/10

La Crítica de Piru

lunes, 7 de mayo de 2007

Operacion Crossbow (Operation Crossbow)

Operacion Crossbow (1965)

Año 1943. Mientras los alemanes aceleran su plan de fabricación de las bombas V-1 y V-2, los servicios secretos británicos comienzan a recibir evidencias del desarrollo de esas nuevas y peligrosas armas alemanas en la zona de Peennemunde, en la costa Báltica. Para evitar su fabricación masiva el servicio secreto británico recluta a un equipo de agentes formado por militares con elevados conocimientos científicos, para infiltrarlos en el mismo corazón de las instalaciones alemanas con la misión de sabotearlas e impedir el lanzamiento de las Bombas V.

Operación Crossbow es una curiosa coproducción anglo-italiana que presenta el interés de abordar un tema curiosamente poco explorado en el cine bélico, el de las armas secretas alemanas. Naturalmente, como la época exigía, el transfondo bélico se ve complementado por los toques de thriller de espionaje, y, como no, por el inevitable romance en tiempos de guerra, esta vez con la famosisima Sofia Loren como coprotagonista, si bien en un papel relativamente secundario.

En la estructura de la película hay dos partes bien diferenciadas. En su primera mitad, la película nos muestra con bastante realismo el desarrollo de las bombas volantes por parte alemana, desde los problemas tecnológicos iniciales hasta que la intrepida piloto de pruebas alemana Hanna Reitsch logra hacer volar el prototipo; y como los ingleses tratan de contrarrestar la amenaza. En esa parte de la película destaca la ambientación, especialmente de la famosa base de pruebas de Peennemunde, que está muy lograda. Los efectos especiales, pese a las limitaciones que imponía la tecnología de la época, resultan de notable factura, especialmente en las secuencias que nos muestran el vuelo de prueba de la Reitsch a bordo de la V-1.

En la segunda parte del film la cosa decae un poco, ya que el realismo histórico desaparece para dejar paso a la trama de espionaje y a los avatares románticos del duo de estrellas (George Peppard y Sofia Loren). Pese a ello, y a pesar también de un final que podriamos calificar como bastante inverosímil por “películero” hay que reconocer que Operación Crossbow mantiene un buen tono general que la hace ser una película bélica aun apreciable hoy dia.

jueves, 3 de mayo de 2007

Hermanos de Sangre (VIII): La Última Patrulla

Hermanos de Sangre (VIII): La Ultima Patrulla

Febrero de 1945. La Easy se encuentra en una ciudad francesa a orillas del Rin, Hagenau. Aunque el frente está relativamente en calma, la moral de las tropas es baja debido a las penalidades del invierno y al estancamiento. El soldado Webster, un veterano del Dia D ausente de la Easy desde que fuera herido en Holanda regresa a su puesto para descubrir que muchos de sus camaradas le desprecian por haber estado ausente varios meses. Junto a él, llega un oficial novato, el Teniente Jones que quiere adquirir experiencia en el frente.
La Easy recibe el encargo de enviar una patrulla al otro lado del Rin para capturar prisioneros y destruir un puesto de observación elmán, misión que es asumida con desagrado por unos fatigados soldados. Finalmente se eligen a 15 hombres, incluyendo a Webster y el Teniente Jones, para realizar la incursión que es culminada con éxito, si bien Winters se niega a realizar otra nueva incursión de ese tipo, justo antes de que la Easy abandone Haguenau.

Este episodio, centrado en los nuevos personajes de Webster y Jones nos ofrece un punto de vista distinto, al ofrecernos una mirada a los miembros de la Easy vistos desde fuera. Pero sobre todo, el episodio es una vívida descripción de la cara menos atractiva de la guerra: la desmoralización, la muerte traicionera por accidentes o proyectiles perdidos, las penalidades de la vida en el frente… todo ello se nos muestra de una forma bastante convincente. Aunque este episodio no muestra demasiadas escenas de acción, sí que sale una batalla nocturna bastante bien filmada, cuando la patrulla se enfrenta a los alemanes al otro lado del Rin.

El único “pero” que le pondría es que quizás el ritmo de este episodio resulta demasiado pausado, aunque en cierto modo es consonante con el fondo de la historia que nos narra, centrado en los momentos muertos de la guerra y como estos afectan a la moral de los soldados que combaten en el frente.

En resumen, “La Última Patrulla” es un interesante episodio que cuenta bien lo que se propone, aunque también uno de los que menos acción bélica contiene.