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lunes, 5 de mayo de 2008

Hitler, el Reinado del Mal (Hitler, Rise of Evil)

Hitler el reinado del mal (2003)

Repaso a los principales hechos biográficos de la vida de Adolf Hitler, desde sus tiempos como anónimo pintor en Viena, en 1913, pasando por su ascensión al poder hasta la muerte de Hindeburg y su nombramiento como Canciller en 1934, vistas a través de los ojos de un periodista Fritz Gerlich y un temprano colaborador de Hitler, Ernest Haefstangel.

La figura de Adolf Hitler, sin duda el personaje clave del S. XX, ha sido tradicionalmente atractiva para el cine, pero especialmente en su étapa como Führer de Alemania durante el curso de la II GM. Esta coproducción entre EEUU y Canadá, hecha para la TV en forma de miniserie, viene en cierta medida a llenar un vacío cinematográfico al ocuparse de la biografia de Adolf Hitler, no como dictador, sino en su ascenso al poder. Lo mejor del film a mi modo de ver es, desde luego, lo que cuenta, aunque no sea especialmente brillante el modo en cómo lo cuenta.

En mi opinión, lo mejor del film está en su primera parte, coincidiendo con los primeros treinta minutos del metraje. En ellos se nos muestra, de manera bastante concisa aunque consistente, la experiencia de Hitler como pintor vagabundo, su fanático patriotismo como soldado durante la I GM, y sus inicios en la política dando sus primeros mítines en cervecerias. A partir de ese momento, la densidad de la historia real choca demasiado con el esquematismo que transmite el film, que pretende abarcar demasiados hechos en poco tiempo, lo que se traduce en que el desarrollo de la película resulte algo deslavazado. Además la película contiene alguna que otra inexactitud histórica: Luddendorf aparece poco menos que como un botarate en manos de Hitler (en realidad tenía un tremendo carácter y se enfrentó a este después del Putsch de 1923); se centra demasiado en la figura de Ernest Rohm, dejando de lado personajes clave en los primeros momentos del partido nazi como Himmler y Göring, que prácticamente ni aparecen; y –sobre todo- encuentro que el retrato que se hace de Hitler es demasiado histriónico, y claramente se hace partiendo de una visión a posteriori del personaje lo cual le resta verosimilitud a la historia. Tampoco las recurrentes escenas “proféticas” del periodista intuyendo la verdadera naturaleza de Hitler y su movimiento no me terminaron de convencer, más bien me parecieron algo forzadas.

La interpretación del actor escocés Robert Carlyle como Hitler me parece irregular. Físicamente no es el actor con más parecido, aunque creo que está bastante convincente en su papel del joven Hitler. En cuanto a su actuación en sí, Carlyle cumple con oficio, si bien en más de un momento se me antoja un punto sobreactuado, y desde luego, está lejos de transmitir el carisma de Hitler, aunque imite correctamente sus principales gestos oratorios. En resumidas cuentas, la interpretación de Carlyle me llenó solo a medias.

En conclusión “Hitler, el Reinado del Mal” ofrece una correcta síntesis del ascenso político de Hitler, pero a la película le falta fuerza para transmitir todo lo que pretende. El otro lastre importante que tiene es que el retrato que se hace de Hitler es demasiado simplista y desde luego no logra captar toda la magnitud de la complicada personalidad del personaje histórico. Para los aficionados a la historia resultará sin duda de interés, pero cinematográficamente hablando, esta producción no pasa de discreta.

Calificación: 4/10

45 comentarios:

Major Reisman dijo...

Buenas

Coincido contigo. A mi también me defraudó y el Hitler de Carlyle me pareció tan histriónico, patético y falto de carisma que me costaba creer que ese tipejo llegase a arrastrar a las masas.

Pero para mi lo peor fue el personaje de Rohm. ¿Cómo demonios eligieron a ese actor?. Rohm era un tipejo regordete y con bigote si miramos las fotos de la época. Aquí en cambio le saca la cabeza a Hitler.

Un saludo

Von Kleist dijo...

Buenas Reisman

Muy de acuerdo sobre tu comentario sobre la nefasta caracterización del actor que interpreta a Rohm (por cierto, el mismo que hace de John Abruzzi en la fantástica 1ª temporada de "Prison Break"). Rohm era bajo, regordete y de rostro porcino, así que supongo que prefirieron obviar el aspecto físico del personaje para que quedara mas estético. De todos modos, lo peor de todo es como presentan a Luddendorf (que fue prácticamente el dictador absoluto de Alemania en la I GM). El general aparece como un blandengue sin carácter, cuando en realidad era todo lo contrario. Pero bueno, no se le pueden pedir peras al olmo.

Saludos

Anónimo dijo...

El problema de la película es precisamente que quiere contar demasiadas cosas en muy poco tiempo con el inevitable resultado de que al final no se cuenta nada.

Una observación muy importante: es todo un cliché decir "la película tiene muy poco que contar" para explicar sus deficiencias. Pero nunca se presta atención al hecho contrario, cuando los minutos de metraje no alcanzan para ponerlo todo...y no hay el valor de cortar lo que no cabe.

Von Kleist dijo...

Buenas Zeitzler

Muy de acuerdo contigo. La densidad narrativa del film es claramente insuficiente para abarcar todo lo que pretende. Se habrían necesitado por lo menos dos partes de unas tres horas de duración para pintar un cuadro más fidedigno de la ascensión de Hitler al poder. Con todo, también pienso que la película podría haberse extendido menos en algunos pasajes (p. ej. historia del periodista) y más en otros (las circunstancias que auparon al nazismo).

Saludos

Anónimo dijo...

¿Por qué los 30 min. iniciales sí y el resto no?

Por el error clásico del cine histórico de "ascenso al poder" se pierde toda la intriga, no te explican nada, y, es más lo que te ocultan que lo que te muestran.

El secreto de estas pelis es: A se asocia con B para acabar con C; lo consiguen, pero B traciona a A, y queda al mando (Que sorpresa; esta peli promete) luego D le propone a E acabar con B, pero B es listo, y le ha propuesto primero a E fingir seguirle la corriente a D, para luego dejarle caer (Qué suspenso, mira cómo el inocente de D no recela la trampa, pero, ¿Cómo sabe B que E no lo traicionará a EL después de acabar con D? Esto me intriga: me quedo a ver que pasa) D es traicionado por E, y justo entonces nos esteramos porqué: resulta que...

Pero aquí no hay nada de eso:quizá porque es difícil saber realmente cómo ocurrió históricamente todo(Sabemos lo los políticos hacían, pero no lo que deseaban, o sospechaban: es decir, lo CRUCIAL)no vemos los acuerdos bajo cuerda.

(vale, es muy fuerte decir: fulano llevo al-que-no-debe-ser-nombrado- al poder)

Vemos una suceción de Sketchs (que individualmente concebidos serían buenos) SIN el pegamento del juego de intereses entre los personajes EXPLICADO al espectador: es como ver un vídeo con todos los asesinatos que Coppola filma en "el padrino" sin la explicación de porqué muere cada personaje, ni quién traiciona a quién. Terminas aburrido: no hay intriga, ni suspenso...ni nada.

Lo peor es que parece un "modelo" de filme político-histórico: conmparar con Nixon, o El Príncipe Jack. Considerar una sucesión de Sketchs en que se "saltan" lo más importante (ocultando más de lo que cuentan) como un buen filme...es error clásico de ese género hoy día.

Apuesto a que lo mismo pasará con "Bush" de Stone. Y eso que no la he visto.(Con un poco de empeño, hasta se puede Adivinar que saldrá antes del estreno, de lo puro acartonado que está el género: pruebe ud. mismo)

Von Kleist dijo...

Hola Alexander

Excelente disección de la problemática que rodea a este tipo de films político-históricos, y muy acertado. Es verdad que al final todo queda en una selección bastante abigarrada de determinados sucesos, sin que se expliquen en ningún momento el transfondo de estos... con el resultado conocido. Esperemos que algún dia de estos algun director y guionista nos den la sorpresa con algún film de mayor profundidad.

Lo peor en este caso es que, incluso conociendo los acontecimientos históricos, se hace pesado seguir el film, con lo que para quien no los conozca debe ser ya algo absolumante plúmbleo.

Saludos

Anónimo dijo...

Pues Malcom X de Spike Lee y Denzel Washington funcionaba más o menos bien, precisamente por la misma razón por la que sólo la primera media hora sirve aquí:

Cuando vas a mostrar la vida privada, "la formación del cáracter" del personaje, no hay problemas. (El oscuro pasado delictivo de Malcom me recordó aunque algo de lejos la juventud de Alexander de Large en la naranja de Kubrick) Mantienes la cámara en un rol personal-emocional, en que puedes medio inventar, medio dramatizar, y no tienes problemas. (Aunque Spike metía algún topicazo, como el baile con las melodías de Benny Goodman, o las escenas de gángsters, calcaditas del padrino, lo compensaba con secuencias como la de la ruleta rusa, o el arresto de Malcom con...la cabeza en el water, que llevaban bien el ritmo) y medio funcionó porque dedicaba la mayor parte del metraje a las experiencias "personales" de Malcom. (No se mete en política hasta después de la mitad de la cinta) En cuanto pasa a su carrera política...plam, se cae igualito que las demás, y precisamente por seguir el mismo "modelo" que dice Harold.

Profetizo que la parte de "Bush" que trate sólo de la vida privada del protagonista (antes de que se meta en política) será la mejor...después, plam.

PD. ¿La chica que canta en el cabaret se supone que es Marlene Dietricht?

Porque no se le parece nada...para eso, haber puesto a la propia Catherine Zeta jones, que en chigaco demostró que podía cantar.

Von Kleist dijo...

Hola de nuevo

Pues sí, es cierto que en cuanto este tipo de films abordan el tema político, suelen perder el rumbo y de paso, el interés. Creo que fue Churchill el que dijo algo asi como "los avatares de la vida política son fascinates para quien los vive desde dentro, pero aburridisimos para quien los vé desde fuera". Pues eso.

Sobre la chicha del Cabaret, no creo que fuera M. Dietrich (al menos no recuerdo que se mencionara).

Saludos

Anónimo dijo...

Bueno, las historias ficticias sobre política (como el ciudadano Kane) han tenido éxito si tienen un buen guión de intriga. El problema es que si haces algo histórico no puedes inventar mucho...a menos que quieras acabar como Wells.

Y al público le gustan las pelis de personajes reales: tanto mejor si pueden ver actores casi iguales a los origianes. (¡Scott y Patton!) o bien difíciles de distinguir (Denzel y Malcom: ¿Os habéis fijado como Spike combinaba las escenas en blanco y negro de el verdadero con Denzel a color? Excepto por los colores yo no distinguía a uno de otro.)

Quizá la mejor alternativa sería filmar ucronías: Una peli en que le hacen un Impichmeant a Bush o que Hitler gane la guerra: así podrías inventar LO QUE QUIERAS y al mismo tiempo usar personajes reales.

O filmar persoanjes de ficción caracterizados por personajes tan parecidos físicamente a los "contrapartes" que todo el mundo adivine que la peli está en clave. Pero no sé si eso será Legal. A lo mejor te va igualito que a Wells.

P.D. Hay una peli de Dietrich famosa, pero no sé el títlo "adiós Berlín, Cabaret" o algo así. ¿Cómo era?

Von Kleist dijo...

Buenas Liddel Hart

No sé si el secreto radica en hace ucronias, en mi opinión más bien en hacer guiones que cuenten la historia de manera más inteligible y amena para el público. Eso es lo verdaderamente complicado en este tipo de films con trasfondo político-histórico.

Sobre tu pregunta, "Cabaret" era protagonizada por Liza Minelli no por Marlene Dietrich. Probablemente te refieres a "Vencedores o Vencidos".

Saludos

Nacho dijo...

Hola, si no recuerdo mal, en esta película Hitler aparece golpeando con furia a su perro. Todos sabemos que Hitler fue cruel, pero mentir deliberadamente me parece una falta de respeto al espectador. Hitler era incapaz de pegar, estoy por decir, a nadie y menos a un perro. Esta película me parece un espanto. El tratamiento que dan a Hitler es tan poco creíble como ofensivo. Estoy de acuerdo contigo en tu critica. Lo increíble de la película es que sea del año 2003 porque entendería si fuera muy anterior. Pero a estas alturas seguir tratando a Hitler de esa forma ya es demasiado. Ciertamente es una película muy deficiente. Saludos

Von Kleist dijo...

Hola Nacho

No recuerdo la escena que dices del perro, pero es verdad que de salir, no sería demasiado realista, dada la devoción que Hitler sentía por los animales. Sobre el tratamiento de Hitler, no creo que sea poco creible, sino más bien, mal explicado. Al menos bajo mi punto de vista. Falta desarrollar más la evolución psicológica del personaje y -sobre todo- contextualizar los hechos que nos cuenta el film.

Saludos

Santi dijo...

Uff, madre mía hace años que vi el telefilm "Hitler: El Reinado del Mal" y recuerdo que entonces me gustó, no es que fuera un gran peliculón pero recuerdo que para ser un telefilm era bastante decente, y a mí Robert Carlyle me pareció que hizo un papelón en la piel de bohemio patriota. Lo que más me interesó del telefilm fue que mostrasen la historia de Adolf Hitler que menos se ha explotado, como es su ascenso al poder desde sus inicios, no las atrocidades que cometió durante su Tercer Reich. Sin duda eso sería lo que más destacaría, entonces me dio una pequeña lección de historia.

Es un telefilm justito pero creo que realizado con artesanía, a mí me cayó simpático, y qué coño, me encanta Carlyle desde que lo vi en "Trainspotting" :D .

PD: Maldígome, aún no he visto "El Hundimiento"... ¡y me considero cinéfilo!

Von Kleist dijo...

Hola Santi

Carlyle hace un trabajo correcto, aunque no espectacular como Hitler. Como dices, la perspectiva de contar el ascenso al poder del futuro Fuhrer es bastante interesante, pero si se conoce la historia real, el telefilm decepciona porque no termina de describir bien todo lo que ocurrió. Por cierto, pecado venial no haber visto "El hundimiento", pero aun más te recomiendo "Hitler, los últimos diez dias" con Alec Guinnes en el papel de Führer.

Saludos

Anónimo dijo...

hola yo vi la peli con mi curso por que estamos pasando segunda guerra mundial,y me ha servido mucho para comprender la historia

muy buena!!!
:D

endika007 dijo...

bueno para mi discrepo completamente contigo,

vi esta pelicula y me pareció un peliculón sin comtemplaciones,

me encanto.

es más posiblemente lo que menos me gustó fue el principio.

me gusto el pequeño bache de la primera guerra mundial,y quitando lo real que fuera el personaje o no, se le asemeja bastante.

Robert Carlyle para mi ha estado de 10, increible, me daba un miedo tremendo cada vez que habria la boca, y su facha daba un respeto en cuanto se pone a dar charlas en el bar y nadie le hace caso.

lo mejro de la pelicula para mi, es ver como va engatusando con sus discursos a todo el mundo, es ciertamente espeluznante.

ciertas frases como "crearemos el impero que durar miles y miles de años" con toda una masa aplaudiendole, te deja la carne de gallina, y da un miedo por el cuerpo que te hacia disfrutar de la pelicula y de posiblemente lo que fue la historia.

como amansa a la gente tras el juicio, como el carcelero despues ddel juicio le trata casi como a un dios, como da discursos en la carcel y todos los presos acaban alabandole y gritando a su favor.

y obre todo como cuando esta desterrao, y el partido completamente dividido, llega el, dice 4 de sus frases que engatusaban y tanto detractores de hitler, como sus simpatizantes del partido, levantan todos la mano a su grito como hipnotizados.

para mi una pelicula realmente increible

le daria un 8

haber que opinas de este tema

Von Kleist dijo...

Buenas Endika 007

Como siempre, yo respeto todas las opiniones, pero la mia, como manifiesto en la reseña, es menos entusiasta. No repetiré mis argumentos al respecto, aunque creo que la valoración general del film no es tan buena: en Filmaffinity le dan un 6,8 y en IMDB un 7,1. A lo mejor es que uno es ya demasiado exigente.

Saludos

Malcom X dijo...

Quiza este filme sea más interesante para un latinoamericano que para un europeo, porque débil y todo tiene algo de bueno: echa por tierra el mito de que las dictaduras sólo pueden existir en países de poco desarollo cultural, con altas tasas de analfabetismo, etc: Cancioncita con la que a todos nosotros nos "explican" la cantidad de dictaduras que hemos tenido nosotros.(La Alemania Nazi era todo menos eso: poseía el nivel cultural más alto que ningún país de la época).

Y que la mejor "receta" para evitarlas para siempre es la democracia. (La república de Weimar era una democracia pura, y sin embargo los alemanes la vieron como "el juego de los partidos" que sólo servía para dividir al pueblo mientras que la dictadura servía para unirlo).

O que la dictadura SIEMPRE es incapaz de competir en el terreno ecónomico. (La Alemania Nazi logró un milagro ecónomico exactamamente comparable al conseguido por Adenauer tiempo después).

Es curioso como todos estos mitos siguen en pie a pesar de que la mayor dictadura de todos los tiempos contradijo con los hechos todo eso.

Parece como si hubiera tanto miedo de que "explicarle" al espectador porqué es que el nazismo funcionó se confunda con "defender el nazismo" (una cosa es defender lo indefendible y otra muy distinta explicar un fénomeno histórico real) que sólo tendremos a los nazis caricaturescos de siempre.

Y es una lástima, porque la DESAGRADABLE verdad de porqué tuvo éxito semejante régimen, y porqué hubo tanta gente buena y honrada que de hecho lo apoyó en su día, nos lleva a la incómoda conclusión de que debidamente adaptada a los prejuicios de nuestra propia sociedad, el truco podría volber a funcionar otra vez: cosa que provoca tanto pánico que ni se admite. El triste resultado es ponerle las cosas fáciles a los dictadores del futuro.

Von Kleist dijo...

Buenas Malcom X

Coincido con lo que dices, aunque añadiría otra cosa: la mejor receta contra las dictaduras es también la Historia. Porque esta nos enseña el tipo de excesos que suelen acarrear los regímenes dictatoriales.

Y es cierto que nunca puede decirse que no exista el riesgo de volver a una dictadura... aunque las condiciones para que esto ocurra no creo que nunca vuelvan a darse en la misma medida que en la Alemania de los años 20 y 30, por fortuna. De todos modos como digo, la mejor vacuna es la memoria de la historia.

Saludos

Paulus dijo...

Hola Kleist.

Horrible película. Es políticamente correcto demonizar a Hitler, pero esta película, desde su mismo título supone una exageración por doquier. La incómoda verdad nunca conviene reflejarla. La incómoda verdad que hizo que un país entero confiase su destino a una persona, a su guía, a “su” Führer.

No voy a ser yo quien rompa, y precisamente aquí, una lanza a favor de Hitler. Pero lo de esta película sobrepasa lo infame. El film intenta emanar una suerte de miedo y temor constante hacia la persona de Hitler. Se le describe como un amargado ya desde joven, siempre alterado y enfadado, como un botarate, como un niño distinto de los demás, como un cínico, sin lado humano, un enfermo sexual, un agitador de taberna, un soldado del montón y con algo de fortuna, un orador mediocre, un mentiroso, un manipulador, un loco, etc. Se espolean los mitos acerca de su persona y que distan mucho de la verdad, y que se han asentado con el paso del tiempo. Pueden elogiarse cosas de esta película, pero desde luego no su apego a la Historia. La corrección política que pueda argüirse es tema de otro debate.

Como contraste me es imperativo recomendar una lectura: “Hitler, mi amigo de juventud” de August Kubicek. Es una buena visión alternativa al tiempo que más próxima a una visión real del verdadero Hitler. En lo que se refiere a la película se obvian, no sólo personajes (como sabiamente indicas) sino hechos de la vida de aquel de ingente importancia. Se olvidan del amor de Hitler por los animales (por oposición al golpeo de la perra), de que se gastó su pensión de orfandad paterna en intentar curar la enfermedad de su madre causada por un mal diagnóstico de un médico (curiosamente) judío, y que pasaba días sin comer en Viena para poder gastarse su escaso dinero en lectura (“El hambre era mi más fiel compañera”). Se describe como un soldado a medio camino de la locura, pero lo cierto es que su valentía en el frente le llevó a ser elogiado por sus compañeros y sus oficiales superiores, a formar parte del selecto grupo de enlaces de primera línea donde recibió la Cruz de Hierro de 2ª clase (nunca concedida a un soldado de graduación tan baja) y recibiría luego la de 1ª clase por sacar a su teniente malherido del campo de batalla arriesgando su propia vida. Su periodo en la cárcel de Landsberg semeja un aislamiento social cuando en realidad fue considerado como un mártir político de su tiempo. En la película, tal y como se refleja, parece que se quiere dejar como evidente que fueron los nazis los que incendiaron el Reischtag cuando tal extremo no fue nunca demostrado sino que forma parte de esta suerte de mitología, y se obvia el dato de la detención de un grupo de exaltados comunistas.

En lo que a los personajes se refiere se introducen personas que no existieron pero que en sí no aportan nada a la trama. Y faltan personajes claves para entender el movimiento nacionalsocialista, y no sólo Himmler y Goering. No aparece Dietrich Eckart, miembro de la sociedad Thule (de la que Hitler toma la cruz gamada, y no de su inventiva, como se ve en la película) que presenta a esta a Hitler así como a importantes personas de la sociedad de aquel tiempo. Falta Alfred Rosenberg, colaborador asiduo de Hitler e ideólogo del partido. Un personaje que no aparece, lo cual denota la falta de documentación de los productores, es Oskar von Hindenburg, cuyo trabajo en la oscuridad permitió que su padre concediera la Cancillería a Hitler.

No obstante los errores, hay una escena que me pareció soberbia, consideraciones políticas al margen: la toma de poder de Hitler y el consecuente desfile de los camisas marrones cantando el Die Fahne Hoch.

Lamento lo extenso del comentario pero no pude resistir el deseo de dejar constancia de lo lamentable, en mi humilde opinión, de esta película. Prometo mayor concisión.

Un saludo.

Von Kleist dijo...

Buenas Paulus

Gracias por el comentario, del cual me quedo con lo que dices que la película muestra su poco apego por la historia. En ese sentido, los guionistas optaron por el camino "fácil" mostrando a Hitler como un fanático histriónico sin una pizca de humanidad. Pero lo peor, aparte de quedarse en los aspectos más superficiales del personaje, es como deforman la historia, no solo omitiendo personajes importantes, sino también cambiando la personalidad de otros, especialmente la de Luddendorf.

En fin, que habrá que esperar a que venga una película mejor a contarnos de una manera históricamente fiel el ascenso a poder de Hitler.

Anónimo dijo...

Pero claro que sí.

Si el tal Adolph no fue un histriónico y fanático, ¿qué era?

Aparte de asesino.

No pegar animales...

¿Eso le salva?

Y es más: ¿hay testigos de ello?

Confundir la evidencia histórica con nuestros gustos personales en lo político y sus personajes... no es muy recomendable.

Kleist: creo que más de uno de sus lectores se embosca.

Pedro Rey

Von Kleist dijo...

Buenas Pedro

Por mucho que se embosque, yo suelo verle las orejas al lobo, no te preocupes. Y sobre todo, procuro ceñirme al tema cinematográfico, que es el que nos ocupa. De todas formas, gracias por el aviso.

Saludos

Anónimo dijo...

No es que me preocupe; es que está fuera de la discusión fílmica.

Me inquieta; que no es lo mismo.

Pedro Rey
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Wittmann dijo...

Buenas Kleist.

Como me siento aludido por el comentario de Pedro Rey me voy a permitir contestar a ambos de forma sucinta. Y lo hago porque creo que lo cercano o lo lejano de la película en relación con la historia es uno de los aspectos más interesantes a analizar. Ud. mismo, von Kleist, lo hace, pero parece que cuando la historia se aproxima a algo que no gusta o es distinto a lo que nos cuentan a diario enseguida "no procede", "se sale del contenido del blog" o "le vemos las orejas al lobo". Ver las cosas críticamente, pensando por uno mismo, también enriquece y no tiene porque inquietar, señor Pedro Rey.

Saludos.

Von Kleist dijo...

Buenas Wittman

Respondo por la parte que me toca, y con el aprecio que le tengo, como comentarista asiduo del blog. Personalmente no tengo empacho en debatir sobre temas históricos relacionados con el blog, e incluso sobre temas ideológicos. Pero lo que no deseo es que esto derive en un debate político, que ya entra en el terreno valorativo y en las creencias personales de cada uno. Por eso, si veo que el tema se desvía mucho, procuro no extenderme para evitar salirnos del ámbito de este blog, que es el cine bélico e histórico sobre la II GM.

Espero con ello, no solo mantener una coherencia temática, sino también evitar discusiones que exceden con mucho el objeto de este humilde espacio cinéfilo. Agradezco la compresión de todos.

Saludos

Reblede dijo...

Hablando estrictamente de cine yo diría que este tipo de películas están predestinadas a fallar porque no pueden desarrollar el tema ni el personaje de forma adecuada por falta de tiempo. Otra cosa sería si hubieran contado sólo lo que pasó en 1933 únicamente. Si comparamos con Amadeus, por ejemplo, vemos que el cine histórico funciona bien si se limita bien lo que se va a contar, y cómo lo vas a contar.

Para proyectos más ambiciosos, la solución es una serie de tv, por ejemplo donde puedes ir contando la historia completa poco a poco y con detalle en partes digeribles para el espectador, y sin forzar mucho la barra.

No es que sea la panacea universal, tampoco. Comparemos, por ejemplo la serie La Casa de Saddam de la HBO y la BBC que se toma su tiempo para contarnos la vida privada de Saddam Hussein (personaje interesante y difícil donde los haya) lo logra...parcialmente, ya que hay irritantes omisiones y desde luego no nos enteramos de nada especial en materia de política, pero conocemos mucho más la personalidad del prota. Como retrato humano es mucho mejor.

Claro, historicamente tiene alguna pega también.

Anónimo dijo...

Bueno, estoy de acuerdo en que el Saddam de Yigal Naor le da mil vueltas al Hitler de Carlyle y que ambos personajes son tan interesantes como difíciles de interpretar. De hecho el mérito de La Casa de Saddam es precisamente que tiene el plato fuerte de un protagonista que actúa muy bien, debilidad que en El Reinado del Mal pasa factura. Allí se puede ver hasta que punto en este tipo de filmes es crucial que la estrella sea un actorazo.

Otro detalle: en el "cine de dictador" la fórmula suele ser saltarse la política y hacer un retrato de la personalidad del dictador: ahí esta El Último Rey de Escocia como ejemplo de que eso no se aplica sólo al caso de Hitler. Digamos que es el planteamiento convencional.

Por el contrario en el "cine de candidato" suele ocurrir lo contrario: lo importante es hacer una disección del sistema electoral como escalera al poder. Se suelen eliminar (adrede) las diferencias entre los diversos candidatos y entre sus respectivas máquinas de ganar votos y equipos electorales y/o partidos; lo importante es mostrarnos que el sistema electoral es en última instancia el que predetermina que características debe tener (o aparentar) el candidato si quiere ganar las elecciones.

Algo parecido pasa en las películas de torneos deportivos (tenis, boxeo, gran prix, póker, fútbol, etc.) es el torneo en sí el que predetermina las condiciones que debe tener el campeón. En última instancia es el torneo (y no los participantes) el verdadero protagonista.

En El Reinado del Mal estamos ante una película de candidato que ha sido filmada como si fuera cine de dictador.

Sporados dijo...

No se puede hacer cine de dictador si tu actor no es capaz de meterse en la piel del dictador. Este tipo de filmes son muy difíciles para que se interpreten bien, pero el actor que lo logra lo hace muy bien cuando sale bien. Comparemos con toda imparcialidad al Amín de Forrest con el Saddam de Naor y vemos que son actuaciones superiores al Hitler de Carlyle. En eso estoy de acuerdo: el plato fuerte de La Casa de Saddam es el excelente Hussein que le da mil vueltas al Hitler que tenemos aquí. Pero eso ya es una cuestión de arte: no hay ninguna regla. En lo que sí estoy de acuerdo es que si no pones un límite para lo que quieres contar tienes dos opciones. O haces una buena serie de tv o haces una mala película.

Interesante lo de "cine de dictador" y "cine de candidato"...

Von Kleist dijo...

Buenas Sporados

Has detectado una de las grandes debilidades de la película: que Carlyle definitivamente no da la talla como Hitler. Se nota que se limitó a copiar los gestos histriónicos del personaje, pero que no lo tenía interorizado. De este modo, su actuación queda muy lejos de la brillante interpretación de Hitler que hizo Alec Guinnes o de la notable recreación del personaje lograda por Bruno Ganz. Y eso pesa mucho.

Anónimo, es muy interesante la reflexión que haces sobre las historias "de dictador" y
"de candidato". A lo que señalas yo añadiría un matiz más, el que en este caso la película nos presenta a un personaje "hecho" en vez de como se "hizo" el mismo. Porque está claro que el Hitler de los años 20 no era el de 1933, sin embargo aquí parece que Hitler era ya el dictador de Alemania desde el principio de su ascensión al poder. Eso, unido al muy deficiente retrato que se hace del personaje de Luddendorf, lastra la historia casi desde el principio.

Rebelde, como dices, sintetizar varios años de hechos políticos y militares en una película suele ser sinónimo de dispersión narrativa. Es inevitable que eso conduzca a que la historia quede diluida y, en un última instancia, resulte incoherente para el espectador. Y no digamos ya para el espectador poco versado en el tema histórico que se trata. Es el mismo problema que se aprecia en "Into the Storm: Churchill at war" y que comentabamos en la entrada del blog correspondiente a esa película. Ojalá, como dices, la HBO se anime a hacer una serie sobre este tema, porque seguro que sería una historia apasionante y mucho mejor contada.

Saludos

Batiatus dijo...

Ni el Amín de Withaker ni el Hussein de Naor pueden ser comparados con el Hitler de Carlyle por una razón muy sencilla: no interpretan el mismo personaje.

Tendría sentido en todo caso comparar el McArthur de Peck con el Olivier o el Rommel de Mason con el de Plummer.

En lo que sí estoy de acuerdo es que el cine de dictador no funciona si tu actor no puede meterse en la piel del dictador. En ese sentido me parece válido decir que por eso es que esos proyectos funcionaron bien y este funciono mal.

Tiene usted comentarios muy interesantes en su blog de la IGM. Ya leí que ese no se actualiza con tanta frecuencia, pero tal vez le interese revisarlos.

Von Kleist dijo...

Buenas Batiatus

Encantado de verte por aqui, lejo de la arena y el polvo del Ludus...

Lo que dices es cierto, no son comparables las interpretaciones por tratarse de personajes distintos. No obstante, sí que existe cierta afinidad en los papeles de dictador, y supongo que a ello hacian referencia los otros comentarios.

Ya he visto tus apuntes en el blog de la I GM, paso a responderlos inmediatamente.

Anónimo dijo...

raul lopez

yo discrepo con todos vosotros, para mi la pelicula es una obra de arte dentro del género de telefilms.

podeis decir que no estais de acuerdo con que esta pelicula se pareciera a la realidad, conque hitler no era como la pelicula, etc etc etc.

pero esta pelicula muestra una persona que con su demagogia es capaz de atraer a toda una nación.

solo por la manera en como lo ha hecho, lo creible que resulta, y la forma que tiene de reflejar como si yo estuviera en viviendo esa pelicula, podria ser uno mas de los que le estan alabando,

es simplemente para decir que esta pelicula es un exito.

evidentemente si lo comparas con autenticas obras de arte del cine, o grandes peliculas taquilleras esta pelicula baja su listón,

pero es que esta pelicula es un telefilm, de bajo presupuesto que ha conseguido crear con todo ello una obra de arte de pelicula, independientemente de lo acertado o no que halla estado con la historia vervdadera(que muy alejado desde luego no ha estado).

escenas como el juicio, los mitines, la carcel, las votaciones, hacen de ella un peliculon sin comtemplaciones.

y lo de robert carlyle que hablais estoy completamente en desacuerdo.

puede haber otros actores que lo hallan reflejado mejor, pero carlyle esta de 10 interpretando al personaje que la pelicula queria interpretar.

esquizofrenico, paranoico, aterrador....pero a su vez inteligente, sociable, agradable para el resto, un papelon indiscutible.

comentaban por arriba que la interpretacion de hitler en "el hundimiento" era una obra de arte y esta no.....

simplemente quiero decir que el hundimiento es una buena pelicula, lenta como ella sola, y que si me das a elegir que pelicula ver eligo hitler el reinado del mal sin contemplaciones.

ya le gustaria a Bruno Ganz haber podido hacer un papel tan magnifico como el de robert carlyle en esta pelicula.

este hitler dictador da autentico miedo, no el de bruno ganz.

olvidaros de las peliculas del pasado que no os dejan disfrutar de esta maravilla del momento.

Von Kleist dijo...

Buenas Raul López

Gracias por el comentario. Respecto a lo que apuntas, sinceramente discrepo. La interpretación de Carlyle es entre mediocre y mala, y para nada tiene interiorizado el personaje de Hitler. Ciertamente, el actor imita alguno de sus gestos oratorios e intenta captar el aspecto demagógico del personaje, pero más que actuar sobreactúa. Y sobre las inexactitudes históricas del film... se podría escribir un libro completo. A los comentarios anteriores me remito.

Saludos

Nacho dijo...

Raúl López, una cosa es que te conformes o que la película te parezca buena. Es respetable. Pero de eso a creer que la película se asemeja a la realidad va un abismo. Esta película es, con diferencia, de las peores que existen sobre Hitler. No solo no se asemeja en nada al personajes sino que se ve claramente que han querido difamar y mentir intencionadamente. Se entiende que cuando se hace una película el director siempre se toma alguna licencia pero es que en este caso es indignante. Supongo que cuando un actor tiene que interpretar a Hitler, dedica unos días o semanas a estudiar el personaje. Y, o bien tuvo muy mala suerte y escogió los peores libros, o bien hizo caso al director presentando un personaje que va más con la opinión pública mundial con respecto a Hitler. La gente piensa que Hitler, además de ser malo, lo debía de parecer. Y no, puede que fuera malo, pero era una persona amable, tranquila y agradable. Pero eso no es adaptable al cine. Es una pena.
Un saludo Von Kleist

Anónimo dijo...

felix:


para mi esta pelicula también fue una obra de arte.

el actor principal de hitler para mi simplemente lo borda.

pero como dice un comentarista por aqui arriba no lo borda en como era hitler en el plano historico, sino que lo borda con como es hitler en esta pelicula.en esta pelicula hitler da la imagen que la pelicula quiere dar.

a mi me parece que al principio de la pelicula hitler es una persona gradable, orgullosa con sus principios, timido....


pero esa persona cambia al hablar en mitines y decir de verdad lo que piensa.

no estoy de acuerdo con la frase de aqui arriba donde se dice que hitler era amable,. agradable, etc etc etc.

la historia ha demostrado que no era así, hitler tenia dos caras bien distintas.

la cara que le ponia a musolini diciendole en privado"nos aliaremos pero recuerda que quien ha osado traicionarme se ha quedado sin pais y sin lider"

o frases de hitler en comidas privadas donde parecia un loco esquizofrenico suelto.

para mi la pelicula ha estado de 10, y este hitler me daba miedo cada imagen de esta pelicula.

discrepo con vosotros.

para mi un 7 u 8 sobre 10, tengo esta peicula entre las maravillas de mi coleciión como lo llama mi mujer " coleccion basura" de peilculas de guerra ;)

saludos

Von Kleist dijo...

Buenas Felix

Como apunto en la reseña, no comparto tu valoración de este film. Por no repetirme, me remito a lo que he señalado en los anteriores comentarios: inexactidudes históricas, personajes desdibujados, e interpretaciones mas bien ramplonas.

Saludos

Reti dijo...

Mmm... a mí Carlyle me parecio bien en la escena en que ensaya los gestos oratorios del Fhürer pero ni tan bien como dicen unos ni tan mal como dicen otros. En todo caso esta claro que logró convencer a algunos espectadores por lo menos, a juzgar por los comentarios divididos de muchos visitantes. Pero me parece que no da el parecido. Hay actores que sin ser muy buenos, por el físico son ideales para ese rol, (Como Lungren para He man o Benito Pocino para mortadelo) y otros que por el físico no dan la talla por buenos que sean. (¿Se imaginan a Redford haciendo de Luther King o a Depardieu como Clay? Pues eso) y aquí el poco parecido es un lastre.

Me parece acertado considerar que dado que se emplearon los recursos de un telefilm pues no se le puede medir por la misma vara que a El Hundimiento.

Pero de todos modos pudo estar mejor.

¿Y si la comparamos con La Casa de Saddam y la actuación de Naor?

Pues eso.

Von Kleist dijo...

Buenas Reti.

Personalmente me mantengo en lo dicho: la actuación de Carlyle no pasa de mediocre, con un punto de histrionismo y sobreactuación bastante evidente a mi modo de ver. Y no tanto por el aspecto físico (que también "canta" un poco) como por el aspecto interpretativo, pues da toda la impresión de que el actor escocés no tenia interiorizado el personaje.

No he visto la Casa de Saddam, así que no puedo opinar al respecto, aunque sí que he leido algunos comentarios que la ponen bastante bien.

Piru dijo...

Kleist, veo que tienes trabajo en esta entrada, me temo que voy a aportar mi granito de arena. Por cierto que chapeu por cómo controlaste el tema de la discusión ideológica, sin entrar en valoraciones sobre ningún participante, vaya por delante. Es cierto que el debate es muy abierto, y si encima el blog es sobre la II GM puede llegar a cotas desvirtuadas del objeo que nos ocupa. Es cierto que es importante mantener el camino de la crítica cinéfila.
Pasando a la peli en sí, estoy contigo en todo lo dicho: tiene un importante valor de interés en cuanto a que es la única película que nos habla sobre estos años, tan interesantes. Creo que tiene más virtudes que defectos en cuanto a que se atreve a meterse en terrenos pantanosos, nos cuenta y presenta personajes desconocidos (cinematográficamente hablando) y no se corta a la hora de hablar del tío Adolfo.
A partir de ahí sobra hablar de sus conttras, porque todos los habéis explicado a la perfección (incidiría como Rebelde especialmente en la falta de tiempo para contar las cosas creo que eso mata la película).
Y no quiero perder la oportunidad de echar un capote a Carlyle: es un buen actor, y me quedo con tus palabras Herr Kleist, salva la situación con mucho oficio. Ahora bien, no es Bruno Ganz ni de lejos, pero las circunstancias personales y contextuales de ambos tampoco lo son. En su conjunto me parece una película de aprobado, justito eso sí, pero aprobado.

Un fuerte abrazo Von Kleist!

Von Kleist dijo...

Buenas Piru

Coincido en que el valor principal de este telefilm es su carácter casi único, por abordar el tema del ascenso de Hitler al poder. El problema es que lo hace desde un prisma muy poco inteligente, es decir, partiendo del retrato de Hitler posterior a 1933. Aparte de eso, los errores históricos (vaya retratos mas tontos que hacen de Luddendorf o de Röhm, por citar dos) y un ritmo más bien cansino determinan que se quede en un título bastante mediocre, a mi modo de ver.

En definitiva, es una de esas producciones respecto a las que se aplaude la intención, pero el resultado no pasa de discreto.

Saludos

Anónimo dijo...

1. Al leer el título de la película queda claro que es otra de las tantas que lo satanizan.
2. La caracterización de los primeros discursos de Hitler en Münich es emocionante pero dudo de que en realidad el Führer tuviese tal fuerza de oratoria en sus primeras exposiciones públicas.
La película obvia el detalle de que Hitler tomó clases para mejorar la gesticulación.
3. El Hitler de Carlyle nunca estaba relajado. El verdadero tenía un carácter que le permitía hacerse agradable a las masas como puede verse en grabaciones entre 1925 y 1945.
4.El personaje no es la conclusión de un estudio desapasionado de Hitler sino la copia del estereotipo creado por la propaganda de guerra.

Von Kleist dijo...

Buenas anónimo

Personalmente creo que el problema principal no es que satanicen a Hitler, sino un guión muy flojo, que no ahonda en la personalidad del personaje, y unos patinazos históricos importantes, que le restan credibilidad al conjunto del film.

Sobre la oratoria de Hitler, según la amplia biografia de Ian Kershaw, el Hitler de sus primeros discursos en Munich ya tenía bastante capacidad de atraer la atención del público. Y había empezado a dar sus primeros discursos en 1919, así que sí que me parece creible ese aspecto del la película.

Aunque también es cierto que la película incide demasiado, como señalas, en el aspecto histriónico del personaje, lo cual es otro defecto que lastra el film.
Se mire por donde se mire, está claro que este es un título muy mejorable.
Saludos

Anónimo dijo...

Esta película es lisa y llanamente mala, se muestra muy mal la personalidad de Hitler, ya que en realidad era muy carismático y eso en el film no se ve, ademas hay una escena que me molesto y directamente es una falacia por que aparece golpeando a un perro, eso es una tremenda mentira, se sabe que Hitler amaba a los animales y en espacial a los perros, el perro en cuestión es foxl un perro que el nunca olvido y que se lo robaron, ademas contiene muchísimos fallos históricos, pienso que es una película para quien no tiene ningún conocimiento histórico y se traga todo lo que le vendan...

Von Kleist dijo...

Buenas anónimo

Como hemos apuntado en varios comentarios, la película tiene lagunas históricas importantes. La del tema del perro quizás sea la menos llamativa, peor veo el retrato tan poco real que se hace de personajes como Luddendorf o Röhm. Pero sí, es mala, para que darle mas vueltas.

Saludos