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viernes, 22 de enero de 2010

Mein Führer

Mein Führer (2009)

La historia comienza en Diciembre de 1944, cuando el ministro de propaganda del Reich, Goebbels ordena rescatar al profesor de interpretación Grünbaum (Ulrich Mühe), del campo de concentración de Sachenhausen. Una vez en Berlin, Grünbaum es informardo de la misión que debe cumplir: levantar el anímo del deprimido Führer y prepararlo para pronunciar un multitudinario discurso sobre la guerra total que eleve la moral del pueblo alemán para reforzarlo en su espíritu de lucha.

Al parecer, cuando el director suizo de origen judío nacionalizado alemán Daniel Levy tuvo oportunidad de ver la película de Spielberg La lista de Schindler se prometió a sí mismo realizar una película que ofreciera su propia visión del Holocausto, una visión alejada de la tradicional imagen hiper dramática y escabrosa ofrecida en dicha película y en otros títulos similares que habían abordado el tema de la denominada Solución Final. Según manifestó el propio Levy, su intención era seguir la senda de otros títulos que habían atacado al nazismo usando las armas del humor y la parodia, películas como “El gran dictador”, de Chaplin, o “Ser o no ser”, de Lubitsch

En ese sentido hay que decir que, si bien la intención de Levy es bastante loable, lo cierto es que su película se queda a una distancia abismal de emular, siquiera levemente, a sus ilustres predecesoras. A mi modo de ver ello se debe en gran medida al confuso enfoque que adopta el guión a la hora de desarrollar la historia, pues por un lado trata de parodiar a Hitler (sin mucho éxito, todo hay que decirlo); y por otro trata de humanizar al personaje ahondando en las motivaciones sicológicas de su abyecto comportamiento, ofreciendo incluso una explicación del mismo.

De esta forma, el Hitler de Mein Fuhrer aparece retratado como un personaje amargado y traumatizado por haber sido un niño maltratado por su padre, amén de ser un adulto impotente, desvalido e inseguro; que paga sus frustraciones personales con la humanidad en general y con los judíos en particular. El principal problema es que el interés de la película dura unos diez minutos: el tiempo que el espectador tarda en comprobar que el prometedor punto de partida argumental se pierde rápidamente por un muy torpe desarrollo de la historia casi desde el principio de la misma. Y lo peor es que la parte supuestamente “cómica” carece por completo de gracia, pues las situaciones que se muestran adolecen de imaginación a la hora de presentar unos gags bastante burdos, y los diálogos, por su parte, no tienen la altura cómica suficiente siquiera para arrancar una sonrisa al espectador. Dicha falta de comicidad, unida al lento ritmo de la narración hace que esta resulte, pese a su ajustado metraje, pesada.

Al final “Mein Führer” deja la sensación de ser un producto poco pulido, y una comedia bastante floja, con unas intenciones caricaturescas y paródicas del nazismo tremendamente fallidas. Si el mensaje que Levy pretendía transmitir es que el nazismo fue un movimiento demasiado infame como para ser tomado en serio, desde luego no puede decirse que con esta película lo haya conseguido.

Calificacion: 2/10

9 comentarios:

Conde de Salisbury dijo...

Coincido plemanete con usted, Herr Kleist. No fui capaz de encontrarle la más mínima gracia.

Sila dijo...

Veo que sigue el ciclo de bodrios bélicos jejejeje

Yo solo ví los diez primeros minutos, como bien dices en el artículo. Me pareció un intento de hacer una peli mala al hilo de la polémica y el éxito de la genial El Hundimiento

Un saludo

Von Kleist dijo...

Gracias por los comentarios

Lord Conde, sería mas fácil encontrarle la gracia a esta película si tuviera alguna situación cómica minimamente elaborada. Pero el único detalle que hizo cierta gracia no fue ni siquiera un gag: la secuencia en la que Hitler está en su bañera jugando con una réplica a escala del Bismarck. Eso para hacerse una idea de la poca gracia que tiene este film.

Sila, en principio este era un ciclo dedicado a las comedias bélicas, que termina con esta película. Ahora viene un ciclo de comentarios sobre el tema de la Resistencia. Por otra parte, no sé exactamente cual era la intención del director, porque el mensaje que transmite la película es bastante confuso, y además, aburre. A mi me pareció una mala variante de la historia de "El tren de la vida", que no era tampoco una maravilla, pero que le da cien vueltas a esta.

Saludos

lola dijo...

Hola, no la he visto y con estas recomendaciones es que ni siquiera pienso perder el tiempo en buscarla.
Has nombrado dos de mis comedias preferidas, no se cuántas veces he visto Ser o no Ser que por cierto el remake que se hizo en su día Mel Brooks no me gustó nada, y es que sin desmerecer a Anne Bancroft, creo que la actuación de Carole Lombard es infinitamente mejor.
Saludos!

Major Reisman dijo...

Buenas

Me confirmas que esta película no merece la pena verla.

Pienso que uno de los principales errores de muchas películas que recrean a Hitler o al nazismo es que le hacen parecer como una especie de payaso, con lo cual se transforma en un personaje increíble.

Un saludo

miquel zueras dijo...

Cuando la ví pensé en una frase de Billy Wilder. "No hay película más aburrida que una comedia sin gracia". Borgo.

Von Kleist dijo...

Hola de nuevo

Lola, coincido contigo: no vale la pena ni buscarla. En cuanto a "Ser o no ser", nuevamente concuerdo, el "remake" que hizo Mel Brooks está a años luz del original, pero eso suele pasar con todas las nuevas versiones de clásicos del cine. Es muy dificil mejorar una obra maestra.

Reisman, muy atinado lo que apuntas. El problema de esta película no es solo que al final Hitler parece un pelele, sino que además induce más a la lástima que a otra cosa. Y eso cuando se trata de una sátira de un personaje tan infame, no es buena señal.

Miquel estoy de acuerdo al 100% con ese aserto del gran Wilder que mencionas. No hay nada peor que una comedia que no hace reir (salvo, quizás, una sátira que da pena, como en este caso).

Saludos

Anónimo dijo...

Coincido plenamente. La ví hace unas semanas, y me pareció malísima.

Von Kleist dijo...

Hola anonimo

Pues poco más que añadir a lo ya dicho, la verdad es que la película es mala, pero de verdad. Y alguno de los gags son irritantes más qure graciosos (como el de los reiterados !Heil Hitler! de los guardias de la cancilleria).

Saludos