Cerco Roto (1979)
La acción comienza en Mayo de 1944. Mientras los ejércitos alemanes se retiran del frente ruso, el pelotón del Sargento Steiner (ahora interpretado por Richard Burton) recibe el encargo de volar un tunel ferroviario para cubrir la retirada de la compañia. Tras fracasar en la misión y protagonizar un nuevo episodio de indisciplina, Steiner es enviado a pasar un permiso a Francia, donde se reencontrará con su antiguo capitán (ahora Mayor) Stransky (Helmut Griem). Después del Dia D, Steiner recibe el encargo del general Hoffman de cruzar las lineas aliadas para concertar una entrevista con el mando norteamericano a fin de informarles del atentado contra Hitler y negociar un alto el fuego en el Frente Occidental.
La acción comienza en Mayo de 1944. Mientras los ejércitos alemanes se retiran del frente ruso, el pelotón del Sargento Steiner (ahora interpretado por Richard Burton) recibe el encargo de volar un tunel ferroviario para cubrir la retirada de la compañia. Tras fracasar en la misión y protagonizar un nuevo episodio de indisciplina, Steiner es enviado a pasar un permiso a Francia, donde se reencontrará con su antiguo capitán (ahora Mayor) Stransky (Helmut Griem). Después del Dia D, Steiner recibe el encargo del general Hoffman de cruzar las lineas aliadas para concertar una entrevista con el mando norteamericano a fin de informarles del atentado contra Hitler y negociar un alto el fuego en el Frente Occidental.
La primera frase que se me vino a la cabeza tras visionar “Cerco Roto” es aquel refrán de “Nunca segundas partes fueron buenas". Pocas veces un proverbio puede predicarse con tanta razón de una película como en este caso. La verdad es que el film hace aguas por tantos flancos que es difícil enumerarlos todos. Partiendo de lo risible del argumento, pasando por algunas incoherencias argumentales (supuestamente ha pasado poco más de un año desde los hechos relatados en “La Cruz de Hierro”) y terminando en una realización, a cargo de Andrew Mclaghen que en demasiados momentos recuerda a la Serie B más rancia. El hecho de que ahora Steiner, un combatiente de primera, no sea capaz de volar un triste tunel; que se hable con Stransky como si nada hubiera pasado entre ellos; o que los personajes de la primera parte parezcan caricaturas tampoco se puede pasar por alto.
Es una pena que, contando con una pléyade de grandes actores veteranos como Robert Mitchum, (en el papel de coronel norteamericano) Curd Jurgens (como general Hoffman) o el mismo Richard Burton, estos fueran desperdiciados para interpretar unos papeles bastante desdibujados respecto a los de la película original y que nada tienen que ver con la fuerza de los personajes que aparecían en aquella. Y además, se nota que los actores no se sentían cómodos en sus papeles porque las actuaciones de todos ellos dejan bastante que desear.
Por lo demás, de las escenas de acción solo rescataría los dos primeros minutos del film, que muestran la retirada alemana y son prácticamente lo único potable que nos ofrece la película. Se podrían enumerar más cosas negativas pero no creo que sea necesario dada la escasa entidad de la película. La verdad es que una obra maestra como “La Cruz de Hierro” no debió tener una segunda parte, pero en todo caso, merecía una continuación más digna que esta. Un título totalmente para olvidar.
Calificación: 2,5/10