Sobibor (2018)
La historia se sitúa en campo de concentración de Sobibor,
en Septiembre de 1943. Tras la llegada al campo de un nuevo tren de prisioneros
judíos, la mayor parte de los cuales son gaseados ese mismo dia, el oficial
ruso Alexander Pecherski (Konstantin Khabenskiy ), recién llegado al campo
junto a otros prisioneros de guerra soviéticos, irá tomando conciencia de la necesidad de intentar
la fuga. Tras presenciar las atrocidades
de todo tipo cometidas por los guardianes de la SS contra los judíos del campo, y en especial por el brutal sargento Frenzel (Christopher Lambert), Pecherski decide liderar el plan para lograr una huida masiva de los
prisioneros del campo.
Sobibor recrea los hechos históricos relativos al alzamiento
y posterior huida masiva de los prisioneros recluidos en el Campo de
Concentracion de Sobibor, en Polonia oriental. La fuga, organizada por el prisionero de guerra soviético Sasha Pecherski, tuvo lugar el 14 de Octubre de 1943, y se saldó con
la muerte de una decena de soldados de la SS destinados en el campo, junto con
la de varios guardianes ucranianos, y con la huida de unos 400 prisioneros,
siendo el único caso de fuga masiva de los infames campos de concentración
nazis. Pecherski fue de los pocos prisioneros que pudo escapar definitivamente
y llegar a territorio amigo, si bien nunca recibió ninguna condecoración por el
éxito de su plan de fuga. Hay que decir que no es la primera vez que estos
hechos históricos son llevados a la pantalla, ya que existe un muy estimable
telefilm producido por la BBC en 1987, titulado “Escape de Sobibor”, que abordó
la reconstrucción de los mismos.
En el caso de Sobibor, se trata de una coproducción europea que ha
contado con capital ruso, alemán y polaco, nos ofrece una nueva versión de
los citados hechos históricos, con la curiosa circunstancia de que el actor
protagonista Konstantin Khabenskiy, también fue el encargado de dirigir el
film, en su primera experiencia detrás de las cámaras. Puede decirse que el
resultado resulta algo irregular. En su primera mitad, dedicada a describir las
penalidades que viven los prisioneros del campo y las atrocidades que sufren a
manos de sus captores, la película adolece de originalidad y abusa de clichés y
lugares comunes que ya se han mostrado en títulos anteriores. En ese sentido, puede
decirse que el guión peca por exceso, ya que se reiteran demasiado las escenas
dedicadas a mostrar el sufrimiento de los prisioneros, pero en cambio, se
descuidan el desarrollo de los personajes y los diálogos.
Como puntos a favor, hay que destacar la buena ambientación
y la esmerada puesta en escena, así como que en su segunda mitad, dedicada a
narrar la gestación del plan de fuga y la ejecución del mismo, el ritmo
narrativo logra levantar el vuelo, y ese tramo de la historia resulta de mayor
interés. En el apartado interpretativo hay que decir que los actores cumplen en
general con corrección en sus roles, aunque sin que ninguno logre destacar
especialmente en su papel, lo cual es lógico, dadas las limitaciones que
muestra el guión en lo relativo al desarrollo de los personajes.
En definitiva “Sobibor” resulta un título bastante
estimable en sus aspectos formales y visuales, pero simplemente correcto en el
apartado narrativo. La película tiene el interés de mostrar una versión
actualizada de los hechos históricos que narra, pero está claramente lastrada
por su excesivo convencionalismo y por su falta de capacidad para sorprender o emocionar al
espectador. Un film simplemente pasable que, bajo mi punto de vista, sale perdiendo en la comparación con el telefim de 1987.
Calificación: 5/10