Churchill (2017)
Inglaterra, 1944. Pocos días antes del comienzo de la
Operación Overlord, el desembarco aliado en las playas de Normandia, el Primer
Ministro británico, Winston Churchill (Brian Cox) se muestra cada vez más
inquieto ante un posible fracaso de la operación. Ello le llevará a intentar preparar otros
planes alternativos al desembarco en Francia, enfrentándose frontalmente con el General Eisenhower
y la cúpula militar del Mando Aliado, decidida a seguir adelante con la
preparación del Dia D.
Parece ser que la figura histórica de Winston Churchill
sigue siendo en la actualidad un auténtico filón cinematográfico, pues este
film se estrenó con pocos meses de diferencia respecto a otra película basada
en la biografía del célebre Primer Ministro, “El instante mas oscuro”, si bien esta
última se centraba en el periodo posterior al nombramiento de Churchill como
Primer Ministro en 1940, y la retirada de Dunkerke.
En este caso, nos encontramos ante una producción británica,
relativamente modesta, que ahonda en la historia de un periodo muy
concreto del personaje, en concreto, se
centra en los 4 días inmediatamente anteriores al Dia D. En ese sentido, la
película nos muestra un Churchill terriblemente atenazado por la
responsabilidad, por momentos al borde la depresión, y sobre todo, horrorizado
ante la perspectiva de que el desembarco acabara en una masacre de las tropas
aliadas. Desde un punto de vista histórico la película no resulta ser del
todo creible, ya que si bien es cierto que durante 1943 y principios de 1944,
Churchill hizo todo lo posible por demorar la Operación Overlord, en los meses
inmediatamente anteriores al inicio de la misma ya había aceptado totalmente el
plan. Por eso, las escenas en las que parece que Churchill literalmente quería sabotear
el inicio de la operación, se antojan bastante poco verosímiles.
Entrando a valorar el film, hay que decir que este se apoya sobre todo en la sólida interpretación de Brian Cox en el papel de Churchill, en un papel que se nota interiorizado, y en la que el actor ofrece todo un repertorio de interesantes matices. Además, está muy bien secundado por Miranda Richardson en el papel de su sufrida esposa, Clementine. Pero el buen hacer del dúo protagonista no es suficiente para sostener los 105 minutos de metraje, ya que en el resto de apartados la película no ofrece nada especialmente original ni estimulante para el espectador. De modo que la historia transcurre con un moderado interés, aunque sin que consiga levantar realmente el vuelo en ningún momento, porque tampoco hay un clímax narrativo que sirva para dotar de mayor intensidad al relato. Dado que las escenas de acción brillan por su ausencia, la narración se sostiene en torno a la parte discursiva de la historia, la cual resulta bastante irregular con algunas escenas inspiradas (sobre todo las que comparten Churchill y Clementine) y otras que oscilan entre lo insulso y lo poco creíble, con algún que otro exceso melodramático.
En resumen, aunque está claro que “Churchill” no se puede
considerar una gran película en su conjunto, es un título que se ve con cierto
interés, aunque decepcione en más de un aspecto. Desde luego, de no haber
contado con Brian Cox como protagonista, muy probablemente habría resultado un
producto mucho peor, pero la buena actuación de aquel y algún momento inspirado
la salvan en cierta medida.
Calificación: 4,5/10