Garbo, el espía (2009)
Reconstrucción en clave documental de la vida de Juan Pujol Garcia, doble agente español que trabajó para el servicio secreto británico, enviando información falsa al servicio de inteligencia alemán para el que supuestamente espiaba desde Londres. Al acabar la contienda, la labor de Pujol, más conocido por su nombre en clave como “Garbo” cayó casi inmediatamente en el olvido y se le dio por muerto, hasta que cuatro décadas después el escritor británico Nigel West quiso investigar sobre el personaje y descubrir la verdadera historia del hombre que se escondía detrás de Garbo.
No cabe duda de que la biografía de Juan Pujol Garcia es una de esas historias en las que la realidad parece empeñarse en superar a la mejor novela de ficción. En el caso que nos ocupa, la de Juan Pujol ciertamente merecía ser llevada al cine. Pujol, un hombre corriente que había crecido en el seno de una familia de la burguesía catalana, era un personaje nada atrevido ni extraordinariamente valiente. Hasta el punto de que, tras el estallido de la Guerra Civil, Pujol estuvo escondido durante más de un año en un piso de Barcelona para evitar su llamada a filas. Pese a ello, tras varios avatares, Garbo acabó siendo uno de los espías más renombrados de la II GM, e incluso fue la primera persona que recibió condecoraciones por parte de ambos bandos en reconocimiento a su labor de espionaje. Esta extraordinaria historia real es la que aborda, en clave documental, Garbo, el espía, una producción dirigida por el realizador catalán Edmond Roch, que alcanzó un notable éxito de público y crítica, siendo estrenada en las salas comerciales y haciéndose acreedora del Premio Goya a la mejor película documental del año 2009.
Entrando a analizar el film, lo primero que llama la atención es la original técnica narrativa usada por Roch para abordar el relato, una mezcla de fragmentos de películas hollywoodienses, entrevistas con personajes relacionados con Garbo, e imágenes de archivo documental. De este modo se ofrece al espectador una perspectiva no del todo novedosa, pero sí que bastante interesante para describir la trayectoria vital del personaje biografiado. En ese sentido, cabe señalar que lo mejor del documental se centra en su primera mitad, la cual ofrece unas breves pinceladas biográficas del personaje, para entrar a describir como ofreció sus servicios como espía, primero a los británicos y luego a los alemanes, a los que engañó sistemáticamente gracias a la colaboración del servicio secreto británico, y a las “informaciones” que le transmitia una ficticia red de informadores residentes en Gran Bretaña.
No obstante, también es preciso señalar que el relato pierde sensiblemente fuelle en la segunda parte, cuando la técnica narrativa se hace un tanto reiterativa, y el eje de la narración se desvía del retrato del personaje para ofrecer una visión general del servicio de espionaje británico y su éxito a la hora de engañar a los alemanes en el marco de la Operación Fortitude. En esa parte, se echa en falta que se ahonde en mayor medida en la personalidad de Garbo, y opino que tampoco habría estado mal la inclusión de alguna escena dramatizada, empleando actores reales, que vinieran a complementar las imágenes de archivo y añadirle así un toque más lúdico a una narración que, en conjunto, resulta ligeramente plana.
No obstante, también es preciso señalar que el relato pierde sensiblemente fuelle en la segunda parte, cuando la técnica narrativa se hace un tanto reiterativa, y el eje de la narración se desvía del retrato del personaje para ofrecer una visión general del servicio de espionaje británico y su éxito a la hora de engañar a los alemanes en el marco de la Operación Fortitude. En esa parte, se echa en falta que se ahonde en mayor medida en la personalidad de Garbo, y opino que tampoco habría estado mal la inclusión de alguna escena dramatizada, empleando actores reales, que vinieran a complementar las imágenes de archivo y añadirle así un toque más lúdico a una narración que, en conjunto, resulta ligeramente plana.
Por lo demás, hay que reconocer que Garbo, el espía es un buen documental, que constituye un más que digno ejercicio de estilo por parte de su director. Y pese a las fallas enunciadas, se trata de un trabajo bastante estimable, aunque quizás no llege a explotar del todo las posibilidades que ofrecía la historia original del personaje histórico.
Calificación: 6/10