T-34 (2018)
Frente Oriental, noviembre de 1941. En una aldea a las
afueras de Moscú el teniente Nikolay Ivushkin, al mando de un solitario carro
T-34 se dispone a combatir a una compañía de panzers alemanes que se dirige a
la capital soviética. Tras un feroz combate contra los tanques del capitán Klaus
Jäger, este logra destruir el tanque ruso, capturando a Ivushkin. Tres años más
tarde Jäger se reencuentra con su antiguo oponente en un campo de prisioneros, y lo
recluta a la fuerza para que tripule un carro T-34 capturado en una simulación
de combate contra tanques alemanes, lo que será aprovechado por Ivushkin para
planear una arriesgada fuga a bordo del tanque.
Puede afirmarse que el cine bélico ruso ambientado en la II
GM producido en la última década presenta dos grandes constantes. Por un lado,
son películas que ofrecen un grado de espectacularidad técnica y visual que nada tiene que envidiar
a las producciones de Hollywood; y por otra parte, se centran en narrar
historias que ofrecen unas grandes dosis de patriotismo. En ese sentido T-34 no
es una excepción, y sigue la senda de otros títulos recientes producidos en
Rusia como “Stalingrad” o “Los 28 hombres de Panfilov”. Para la realización de
esta película, el director Alexander Sidorov contó con un estimable presupuesto
de 10 millones de dólares, logrando además un notable éxito de público en su
país. Para la producción se construyeron varios decorados exteriores a escala
real, y se reacondicionó y se puso en funcionamiento un auténtico carro T-34 de
la IIGM, de modo que ese aspecto de la película está muy cuidado.
Hay que reconocer que T-34 tiene un comienzo trepidante, con
la breve presentación de los personajes y la recreación del combate entre
carros en la aldea a las afueras de Moscú. Realmente esa primera media hora de
metraje resulta espectacular para el espectador, no solo por la perfecta puesta
en escena, sino también por el ritmo trepidante de las secuencias bélicas que
muestran el enfrentamiento de los panzers de Jager contra el T-34 de Ivushkin, unas
escenas filmadas con una excelente intensidad y virtuosismo visual (atención a
las ralentizaciones de los proyectiles de los carros), que logran dejar al
espectador pegado a la pantalla. Para mi gusto, esos minutos iniciales son de
lo mejor que he visto en un film bélico en la última década.
El problema es que, una vez concluye ese primer tramo del
film, el interés de la narración va cayendo en picado. Las secuencias que
transcurren en el campo de prisioneros resultan demasiado tópicas y en algún
caso, inverosímiles. También se introduce con calzador una tópica historia
romántica entre Ivushkin y la traductora del campo de concentración, una subtrama
que resulta tan claramente forzada, como prescindible. El otro
gran lastre de la película es que cuando retoma las escenas bélicas, en la
parte dedicada a narrar la fuga y huida de los protagonistas, esta resulta tan
absolutamente inverosímil que en algún momento da grima. Por añadidura, el guión
rezuma un patrioterismo absolutamente exacerbado,
ya que en algún momento los personajes
rusos parecen capaces de eliminar ellos solos a todo el ejército alemán, lo
cual no resulta demasiado asequible para el espectador foráneo. En ese sentido,
se puede afirmar que T-34 es la versión rusa (y contraparte) de la hollywoodiense "Fury, Corazones de Acero".
En definitiva, T-34 es un título más que notable y apreciable
en su apartado técnico, pero totalmente trasnochado en el aspecto narrativo. Y
es una pena, porque sus primeros minutos ofrecen al espectador unas soberbias
escenas bélicas. Al final, se queda en un título simplemente pasable, y una
historia a todas luces desaprovechada.
Calificacion: 5,5/10