The Pacific. Capitulo VII: Peleliu Hills
18 de Septiembre de 1944. La zona del aeródromo de Peleliu ha caido en manos de los marines, pero la lucha continúa en el interior de la isla. La zona de las colinas, fuertemente defendida y fortificada por las tropas japonesas, se revela como una dura prueba para Sledge y sus compañeros, enfrentados a un tipo de guerra en el que el fanatismo de las tropas japonesas lleva a ambos bandos a no dar cuartel al enemigo y en el que se combate a muerte por cada palmo de terreno.
Han tenido que pasar siete episodios, para que al fin hayamos tenido ocasión de contemplar un capítulo a la altura de las expectativas, y de una calidad equiparable a la de los de “Hermanos de Sangre”. Y es que este séptimo episodio de la serie, dedicado a la lucha en las colinas de Peleliu ha ofrecido una serie de aspectos relativamente novedosos respecto a los anteriores, que han elevado el interés de la historia. En primer lugar destacaria que, por primera vez en lo que llevamos visto de serie, las escenas bélicas no solo han estado perfectamente imbricadas en el desarrollo de la historia del protagonista –Sledge en este caso- sino que además se introducen con mucho sentido. Me han parecido sobresalientes las escenas del combate casi cuerpo a cuerpo en el bunker ocupado por tropas japonesas, y también están muy logradas las que recrean los durísimos combates en las colinas. Todo ello para mostrar al espectador no solo la brutalidad inhumana de la guerra, sino también la pérdida de la inocencia de un soldado jóven y aun novato como Sledge ante la contemplación de la barbarie que el ser humano es capaz de desplegar contra sus semejantes.
Otro aspecto que me ha parecido mejorado respecto a capítulos anteriores es que, por una vez, los diálogos pretendidamente profundos (y a veces pretenciosos) sobre la guerra se han dejado de lado para mostrar diálogos cortos y escenas contundentes, que a mi modo de ver sirven mucho mejor para transmitir el mensaje antibélico al espectador. Como ya he apuntado alguna veces, a mi modo de ver, la mejor manera de denostar la guerra es mostrarla en toda su dimensión, cosa que este capítulo ha cumplido sobradamente. Y un detalle final, el comentario de Sledge al ver a las enfermeras que reparten bebidas a los marines, y la mirada de odio que dirige al teniente que bromea con él, parecen confirmar que se insinúa la homosexualidad del personaje, que, con la salvedad de Leckie, comienza a ser el más interesante de la serie.
En conclusión, me ha parecido que Peleliu Hills ha sido, de largo, el mejor episodio de la serie hasta el momento. Un capítulo lleno de escenas de esas es las que una imagen vale más que mil palabras y que, a diferencia de los anteriores, merece la pena darle un segundo visionado para apreciarlo completamente. Esperemos que los próximos episodios superen este nivel o al menos lo mantengan hasta el final.
Calificación: 8/10