My Way (2011)
La historia comienza en la Corea ocupada por los japoneses, en 1928. En la villa de un alto oficial japonés coinciden dos niños que sueñan en convertirse en corredores de Maratón y campeones olímpicos: el coreano Jun Shik y el japonés Tatsuo. Pronto surgirá entre ambos una fuerte rivalidad deportiva que se convertirá en personal cuando Jun Shik derrota a Tatsuo en una carrera pero es descalificado por los jueces japoneses. A consecuencia de la pelea provocada por Jun Shik este es reclutado forzomente como soldado en el ejército japones y destinado junto a otros compatriotas a servir en Manchuria. En ese destino volverá e reencontrarse con Tatsuo, convertido ahora en un implacable oficial del Ejército, y ambos se verán envueltos en la sangrienta batalla de Kalkhin-Gol, siendo capturados por los rusos. Finalmente, tras una serie de peripecias en el duro ambiente del Gulag sovietico, Jun Shik y Tatsuo lograrán escapar, para ser capturados por los alemanes, enrolados en un batallón extranjero de la Werhmacht, y enviados a sevir en Normandia en vísperas del Dia-D.
My Way es una muy reciente película bélica producida por el emergente cine surcoreano, además de ser el segundo film bélico dirigido por el realizador Kang Je-gyu, quien retomaba la dirección tras un parón de siete años que siguió al éxito de su anterior película, la aclamada Lazos de Guerra. La historia de My Way tiene una lejana base real, ya que se inspira en la azarosa experiencia bélica de Yang Kyoungjong un joven coreano que fue sucesivamente enrolado a la fuerza en el ejército japonés, soviético, y alemán, y que terminó siendo capturado por los aliados en las playas de Normandia, siendo el único caso documentado de un soldado que participó con tres ejércitos distintos en la II GM. Sobre este sustrato verídico, Kang Je-Gyu construye una historia de rivalidad nacional, personal y deportiva entre los dos protagonistas, que sirve de Leiv Motiv de la narración. Para recrear la historia del film, el realizador contó con un más que generoso presupuesto de 24 millones de dolares, todo un hito tratandose de una producción coreana, pese a lo cual My Way no terminó de funcionar en taquilla, y su repercursión internacional fue bastante menor que la obtenida por Lazos de Guerra.
Y lo cierto es que viendo la película, se comprende que esta no haya sido un gran éxito. Esto puede achacarse principalmente a que la espectacular recreación de las secuencias bélicas, que incluye una excelente puesta en escena de la Batalla de Kalkhin-Gol en la que vemos un apabullante despliegue de medios técnicos y atrezzo militar (incluyendo carros rusos BT-7) no compensa la flojedad de un guión que abunda demasiado en lugares comunes que parecen entresacados de otras películas. En ese sentido podemos encontrar referencias más o menos cercanas de otros títulos como “Carros de Fuego”, “Gallipoli” o “Camino de la Libertad”. Además, los personajes se antojan excesivamente estereotipados: el noble y abnegado Jun Shik frente al fanático y despiadado Tatsuo, aunque este personaje experimente cierta evolución conforme avanza el metraje. Demasiado poco para sostener una cinta cercana a las dos horas y media de duración que, dicho sea con franqueza, se hacen excesivamente largas.
En ese sentido, hay determinadas partes del film, especialmente el dilatado prólogo y la parte que transcurre en Manchuria, que aportan muy poco a la narración y que podrian haberse acortado. Además falta una mayor dosis de emoción en los diálogos, que no terminan de funcionar en pantalla a la hora de transmitirle al espectador el dramatismo de la historia. Y ello, como apuntaba, se convierte en un pesado lastre que no puede compensar el sobresaliente aspecto técnico del film, que incluye algunas de las escenas bélicas más impresionantes vistas en el cine bélico reciente. Pero las destacadas secuencias de acción, por sí solas, no sirven para que la película termine de remontar el vuelo. Una verdadera pena, porque ciertamente si el despliegue de medios técnicos de la película se hubiera puesto al servicio de una historia algo más pulida, habriamos estado, sin duda, ante una obra maestra del género bélico. Al final, no obstante, My Way se queda en un título simplemente correcto.
Calificación: 5/10