Holanda, Octubre de 1943. El coronel de la inteligencia holandesa Pieter Deventer (Clark Gable) es capturado por los nazis mientras transmite información por radio a Londres. Sin embargo, poco después es rescatado por el grupo de la Resistencia liderado por un holandés apodado “El pañuelo” (Victor Mature). Ya de vuelta en Inglaterra, el Coronel Deventer recibe el encargo de infilitrar a la atractiva Carla Van Oven (Lana Turner) en Holanda, haciendola pasar por una colaboracionista alemana para que haga de enlace con el grupo de El Pañuelo. Sin embargo, los siguientes golpes de mano ejecutados por la resistencia resultan previstos por los alemanes, lo cual hará sospechar de la presencia de un agente infiltrado que está pasando información al enemigo, por lo que Deventer, en vísperas de la crucial operación Market Garden, decide trasladarse a Holanda para desenmascarar personalmente al traidor.
Brumas de traición supuso el último trabajo realizado por el famoso actor y galán de Hollywood Clark Gable para la Metro Goldwin Meyer. Tras más de 20 años de colaboración con los famosos estudios de la “Metro”, Gable, ya en su madurez y enfilando el declive de su carrera, había dejado de ser rentable para la productora, mientras que el actor, por su parte, deseaba cambiar de aires y negociar un nuevo contrato que fuera más lucrativo para él. Para este último papel, Gable abandonó su habitual registro de seductor para embarcarse en un thriller de espionaje ambientado en la Holanda ocupada por los nazis. Para acompañarlo en el reparto, se eligieron otros valores seguros del estudio como Lana Turner y Victor Mature, que abandonó sus habituales papeles de personaje de Peplum para dar vida a un intrépido líder de la resistencia holandesa.
Hay que decir que Brumas de Traición comienza bastante bien, con una trepidante secuencia que muestra la localización y posterior captura del coronel Deventer por los alemanes mientras transmite un mensaje por radio a Londres, para ser luego inmediatamente liberado por la resistencia. Sin embargo, pasados los primeros minutos de metraje, la historia deriva en la típica trama de espionaje, personajes moralmente dudosos, y traiciones, con algún interludio romántico de por medio. Elementos estos que, manejados con habilidad, podrían haber dado mucho más de sí. El problema es que en este caso, la trama de espionaje no termina de discurrir con fluidez y se ralentiza en exceso en más de un momento; mientras que los aspectos románticos de la historia resultan bastante tópicos, además de ñoños. También falta algo más de definición a la hora de describir a los personajes, ya que estos dan algunos giros que no quedan del todo bien explicados en la trama. Finalmente, no me terminó de convencer el enlace, un tanto forzado (e históricamente falso), que se establece hacia el final de la historia entre la trama de espionaje y el inicio de la Operación Market Garden. En definitiva, es una historia que habría requerido unas mayores dosis de suspense y tensión dramática para funcionar realmente bien en pantalla.
Entre los aspectos positivos del film habría que destacar la cuidada fotografía en color, la excelente ambientación (la película se filmó en las localizaciones reales de Holanda) y la presencia escénica del trío protagonista formado por Gable, Turner y Mature, aunque sus personajes no estén del todo bien dibujados.
Al final, Brumas de traición se queda en un correcto –aunque algo tópico- thriller de espionaje de buena factura visual. Un título que sin duda podía haber sido mejor de haber contado con un guión más pulido y una dirección más vigorosa, pese a lo cual no carece de todo interés, aunque solo sea por su estelar reparto.
Calificación: 5,5/10