Dinamarca, marzo de 1945.
Mientras la guerra está próxima a su fin, las actividades de la Gestapo contra
la resistencia danesa amenazan con desarticularla, motivo por el que los
daneses solicitan a la RAF el bombardeo del Cuartel General de la Gestapo en
Copenhague. Paralelamente, se nos cuenta la historia de Henry, un niño que ha
perdido el habla, traumatizado tras contemplar el ametrallamiento por error de
tres mujeres por un bombardero de la RAF, que es enviado a Copenhague junto a
su prima Rigmar; y la de la hermana Teresa (Fanny Bornedal), una joven monja profesora
de un colegio religioso que vive una intensa crisis de fe causada por los
horrores de la guerra.
Una sombra en mi Ojo es
una reciente producción danesa que reconstruye los hechos históricos relativos a la denominada “Operación Cartago”, llevada a cabo por la RAF en marzo de 1945. El
objetivo de dicha operación era el de bombardear el edificio que servía como cuartel general de la
Gestapo en Copenhague, situado en el edificio Shell, para destruir los
archivos sobre la resistencia e intentar facilitar la huida de algunos de los
prisioneros que permanecían encerrados en dicho edificio. La misión fue un
éxito sólo parcial ya que, pese a que el edificio Shell resultó muy dañado por
las bombas británicas, también se bombardeó por error una escuela católica
francesa cercana, lo cual provocó la muerte de 125 civiles, incluidos 86 niños.
Estos hechos históricos son los que sirven de base a esta película, realizada por el director danes Ole Bornedal, quien también firma el guión de la misma. El tema principal de la narración gira en torno a los horrores de la guerra y las denominadas “víctimas colaterales” de todo conflicto bélico. En ese sentido, se puede decir que el mensaje antibélico de la película realmente llega al espectador, a través de una historia contada con eficiencia y de evidente calado humano, que tiene además la virtud de no caer en excesos melodramáticos. No obstante, la película no llega a ser del todo redonda por varios factores. En primer lugar, el desarrollo de los distintos personajes que se introducen en la historia resulta claramente insuficiente, por esquemático, y también se echa en falta una mayor profundidad en los diálogos. Por otro lado, las distintas subtramas que se desarrollan en la narración, y en especial la de la joven monja y su extraña relación con el policía colaboracionista, no añaden nada de interés a la historia, por lo que en conjunto, da la sensación de que las distintas piezas del guion no terminan de estar bien encajadas, en otro caso seguramente habríamos estado ante una película memorable. Los aspectos técnicos y ambientación de la película sí rayan a muy buen nivel, y en especial me gustaron las secuencias del bombardeo del edificio Shell, muy bien recreadas en pantalla, con notable virtuosismo técnico.
En el apartado interpretativo, hay que decir que los actores, en especial los más jóvenes, están bastante correctos en sus respectivos papeles, si bien no puede decirse que ninguno destaque especialmente en su interpretación, principalmente debido a las limitaciones del guión que mencionaba antes.
En conclusión, “Una sombra en mi ojo” es
una más que correcta producción europea hecha con bastante oficio y que cuenta
una historia sobre el horror de la guerra para las víctimas civiles que se
sigue con apreciable interés, aunque se queda algo coja en el aspecto
narrativo. En cualquier caso se trata de un título que desde luego merece al
menos un visionado.
Calificación: 6/10