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viernes, 28 de mayo de 2010

Los desnudos y los muertos (The naked and the dead)

Los desnudos y los muertos (1958)

Frente del Pacífico, año 1943. Las fuerzas americanas desembarcan en una isla del Pacífico ocupada por los japoneses. Entre ellas se encuentra el pelotón de reconocimiento liderado por el Sargento Croft (Aldo Ray), un brutal combatiente decidido a no dar cuartel a los soldados nipones que caigan en sus manos. También coincidirán en la isla el General Cummings, el cínico y altivo jefe de la división, y el Teniente Hearn (Cliff Robertson), un oficial íntegro, enfrentado a su general por la forma despótica en que este dirige a sus soldados, enfrentamiento que le costará ser enviado al frente junto al sargento Croft en una peligrosa misión.

The Naked and the Dead es el título de una afamada novela antibelicista escrita por el autor norteamericano Norman Mailer, publicada en 1948. La novela estaba basada en la propia experiencia personal del autor, que había combatido como soldado de infanteria en el Pacífico, ofreciendo una cruda y descarnada visión de la guerra. Poco después de su publicación, el libro se convirtió en un best seller aclamado por la crítica literaria estadounidense. Aprovechando su éxito literario, Mailer quiso vender los derechos de la obra a alguno de los grandes estudios de Hollywood, pero sus elevadas pretensiones económicas lo impidieron, así que finalmente tuvo que venderlos a una pequeña productora independiente propiedad de los actores Charles Laughton y Paul Gregory. Sin embargo, Laughton por aquella época estaba plenamente dedicado a la preparación del guión y el rodaje de La Noche del Cazador, cuyo posterior fracaso en taquilla hizo que perdiera el interés por adaptar el texto de Mailer. De este modo, fue finalmente la Warner la que se hizo con los derechos de la novela y se comprometió a financiar el rodaje, si bien el estudio exigió a cambio tener el derecho a introducir cambios en la historia original. La dirección le fue encomendada a Raoul Walsh, realizador que ya tenia experiencia en dirigir films bélicos como “Objetivo: Birmania”, y que inmediatamente sugirió que se introdujeran en la película unas escenas de combate más intensas que las que aparecían en la novela.

Este no fue el único cambio que se introdujo respecto al texto de la novela, cuyo argumento era demasiado radical para los gustos de la época. Tanto es así que ante la ausencia de escenas románticas en el texto original, Jack Warner, jefe del estudio le dijo a Paul Gregory que: “Raoul [el director] meterá algunas domingas en la historia”. Eso se tradujo en la escena del baile sensual de la cabaretera que sirve de apertura a la película, y que no aparece en el libro. En cualquier caso, el resultado final del film no agradó en absoluto a Mailer, quien al parecer exclamó, tras visionarlo: “Hollywood ha arruinado mi libro”.

Y lo cierto es que, viendo el film, se entiende el disgusto de Mailer para con la adaptación de su novela, ya que la película ofrece algunas luces, pero tambien bastantes sombras. En primer lugar, como principal aspecto positivo puede mencionarse el tono bastante realista, sobre todo para los cánones de la época, que adopta la narración y que obviamente está directamente sacado del texto de la novela. De este modo vemos, por ejemplo, a los americanos matando a prisioneros japoneses a sangre fría, y buscando dientes de oro en los cadáveres, lo cual nos ofrece una visión de la guerra nada idealizada y bastante rompedora para los años 50. Asimismo, lejos de mostrarnos los típicos personajes acartonados de otros films bélicos de la época, la película ofrece una galería de personajes bastante humanizados, como el sádico sargento Croft, un hombre atormentado por la infidelidad de su esposa; o el altivo general Cummings, para quien sus soldados son simples peones que sacrificar en el juego de la guerra.

Sin embargo, la película tiene una serie de defectos que le restan brillantez al conjunto. Pese a que las escenas de acción no están mal (la mano de Walsh se nota) la verdad en que en conjunto resultan más bien insustanciales y aportan poco a la historia. Y ya en el plano narrativo, la verdad es que se notan demasiado los tijeretazos que sufrió el texto original de la novela, cuyos aspectos más políticamente incorrectos fueron convenientemente suavizados para hacer la película más digerible para el gran público. Así por ejemplo, el guión se encargó de aligerar las dosis de sadismo del personaje del Sargento Croft, y se cambió el trágico desenlace de la novela, por uno mucho menos duro, pero que, obviamente alteraba el mensaje central del texto literario.

Finalmente, hay que señalar que la película tiene un marcado bajón de ritmo en la parte central del metraje, que hace que sus dos horas de duración se hagan un poco largas. En cualquier caso, la película, pese a disgustar al autor de la novela, gustó al público estadounidense, ya que funcionó bien en taquilla, aunque vista en perspectiva está claro que no pasa de ser un título correcto. Seguramente si se hiciera una adaptación hoy día podría reflejarse mucho mejor el espíritu de la novela original, pero el problema es que los aspectos novedosos de esta ya han quedado hoy un tanto desfasados. En conclusión, “Los desnudos y los muertos”, no pasa de ser una adaptación más bien edulcorada de una novela que hubiera requerido unas mayores dosis de crudeza para ser traslada a la pantalla sin perder su esencia. No es está del todo mal, pero dista de ser una película brillante.

Calificación: 5,5/10

lunes, 24 de mayo de 2010

Cenizas bajo el sol (Kings go forth)

Cenizas bajo el sol (1958)

Francia, 1944. El teniente Sam Loggins (Frank Sinatra) y el Cabo Britt Harris (Tony Curtis) son destinados a la Riviera francesa, con la misión de estudiar el terreno de los Alpes situado junto a la frontera italiana para dirigir los ataques artilleros contra las fortificaciones alemanas. Una vez alli,el teniente Loggins se enamora de una joven francesa de origen americano, Monique Blair (Natalie Wood), que resulta ser descendiente de un afroamericano emigrado a Francia. Pese a que en principio Monique parece corresponder al teniente Loggins, pronto este descubre que en realidad mantiene un romance con el atractivo y seductor cabo Harris. Esta situación hará que surja entre ambos hombres una latente rivalidad, poco antes de que sean enviados a una peligrosa misión tras las líneas alemanas.

Cenizas bajo el sol es un caso arquetípico del “querer y no poder” a la hora de llevar a la gran pantalla la adaptación de una novela con argumento problemático. En este caso, se trataba del libro homónimo del escritor americano Joe David Brown, una novela que tenía como tema central la denuncia de la discriminación racial imperante en la sociedad norteamericana de la época (década de los 50), en la que las uniones interraciales eran consideradas un tema totalmente tabú. Se trataba, sin duda, de un tema atractivo y resultaba valiente el que una productora se prestara a llevar la historia al cine en un momento marcado por la represión ideológica que sufrían algunos de los más afamados guionistas de Hollywood. Sin embargo, la época de la producción, en pleno apogeo de la censura cinematográfica (agravada aun más por el influjo de la Guerra Fria) era ya de por sí un obstáculo casi insalvable para que el texto de la novela no sufriera alteraciones. Y como era de esperar, las sufrió. La película no solo recorta y suaviza de forma sensible el tema de la discriminación racial, sino que además, convierte el trágico desenlace de la novela en uno mucho más edulcorado, acorde con los gustos comerciales de la época. Pero lo peor, a mi modo de ver no es eso, sino que al final la trama queda prácticamente reducida a la típica y manida historia de triangulo amoroso en tiempos de guerra, una trama que resulta (por repetida) tan previsible como insustancial y que desdibuja por completo el tema central de la novela, que no era otro que la denuncia de una injusticia social.

Por otro lado, creo que tampoco la elección del reparto resultó muy afortunada. Frank Sinatra hace lo que puede, y compone un papel digno como el teniente Loggins, pero bajo mi punto de ver ese personaje habría requerido un actor con mayor carisma y un punto mayor de expresividad. Tony Curtis por su parte, me parece que no acabó de encontrarse cómodo en su papel de joven seductor sureño, no porque no diera el perfil físico del personaje, sino porque al igual que en el caso de Sinatra, se echan en falta en su interpretación algunos matices dramáticos que doten de profundidad a su interpretación. En cuanto a Natalie Wood, solo puede decirse que su interpretación no pasa de discreta, aunque las partes mutiladas del guión respecto a la novela seguramente tuvieron mucho que ver en esto.

Al menos, sí hay que señalar un aspecto en el que “Cenizas bajo el Sol” presenta interés, pues es una de las muy escasas películas que se han hecho ambientada en la campaña del Sur de Francia de 1944. Es una pena que las escenas bélicas no pasen de ser testimoniales y que haya algún error de atrezzo un poco cantoso (los soldados alemanes, por ejemplo, lucen cascos de acero modelo 1918); porque se trata de una campaña muy poco tratada en el cine. Pero como digo, las escenas de combate no pasan de discretas. Por lo demás es una película pasable, que se deja ver sin demasiado entusiasmo ni aburrimiento, aunque también se entienden los motivos por los que es poco recordada hoy dia.

En conclusión, entiendo que si se volviera a revisar la historia de la novela original, y la película fuera filmada sin las restricciones morales reinantes en los años 50, la historia daría para producir un apreciable drama bélico. Pero dadas las circunstancias, la verdad es que estamos un título simplemente pasable.

Calificación: 5/10

martes, 18 de mayo de 2010

The Pacific (X): Home

The Pacific. Capitulo X: Home

15 de agosto de 1945. Mientras Leckie se recupera en el hospital de las heridas sufridas en Peleliu, llegan noticias de la rendición japonesa. El final de la guerra hace que los marines sean desmovilizados y que la mayor parte de ellos regresen a sus casas. Mientras Leckie consigue recobrar su puesto como periodista en un periodico local e iniciar una relación con una antigua conocida suya, Sledge aun traumatizado por las experiencias vividas en el frente, descubre que retomar la vida civil puede ser muy complicado para un joven veterano de guerra.

Al igual que ocurrió con el último episodio de Hermanos de Sangre, el décimo capítulo de la saga “The Pacific” ha venido a poner el cierre y epílogo a la serie. Y la verdad es que, vistos los precedentes de los anteriores episodios dedicados a la vida en retaguardia, me temía lo peor para este último capítulo de la serie. Temores que –por desgracia- se han visto confirmados. La verdad es que la comparación de este finale, con el capítulo titulado Puntos, que servia de cierre a Hermanos de Sangre no tiene color. Mientras que en este último se mostraban al espectador de una forma clara y fidedigna las inquietudes y problemas del soldado aun movilizado una vez terminada la guerra, en este caso, Home ha tratado de retratar el aspecto de la reincorporación a la vida civil del soldado desmovilizado. El problema, sin embargo, ha sido el mismo que el que se ha apreciado en capítulos anteriores cuando se trataba de abordar la dimensión humana de los personajes. Esto es, al final, este episodio se limita a mostrar una historia contada sin ritmo, y lo que es peor, desarrollada de una manera bastante insulsa. Y la verdad es que el tema daba para bastante más, pero al final todo se queda en agua de borrajas.

La parte dedicada a Leckie me ha parecido del todo insustancial, el personaje recobra su vida anterior, su empleo, y logra readaptarse sin problemas e incluso iniciar una relación sentimental. Y a eso le dedican veinte minutos del capítulo. En cuanto a la parte dedicada a Sledge, que a priori ofrecía un mayor interés (sobre todo por el retrato previo que se ha hecho del personaje a lo largo de la serie) finalmente se solventa con un par de escenas más bien tópicas, que nos muestran el trauma interno que vive el personaje. Nada que nos enseñe el sindrome de estrés postraumático (por ejemplo, mediante la típica escena de un sueño que muestre un flashback de los combates), las dificultades de readaptación a la vida civil, el recuerdo de los camaradas… en fin, nada en absoluto. Da la impresión como si los guionistas hubieran querido “suavizar” en cierta medida el tono de este episodio para no mostrar a unos personajes torturados por los recuerdos y el horror de la guerra. Algo, por cierto, que se deja claramente entrever en los testimonios de los veteranos que aparecen al comienzo del episodio.

En definitiva, “Home” solo ha servido para mantener el tono, marcadamente bajo, de los capítulos de la serie dedicados a profundizar en los aspectos personales de los protagonistas. Y a modo de valoración final, puede decirse que la serie ha sido de notable alto en cuanto a sus escenas bélicas, pero de apenas aprobado en el apartado discursivo. La conclusión final no puede ser más clara: considerada en su conjunto, The Pacific ha estado ciertamente lejos de igualar la calidad de Hermanos de Sangre. Pese a ello, la serie ha mantenido el sello de calidad formal y visual de aquella, lo que, unido a algunos episodios notables (en especial, Peleliu Hills) hace que no sea un producto fallido, aunque sí, algo decepcionante para los muchos espectadores que disfrutaron con su predecesora.

Calificación: 5/10

martes, 11 de mayo de 2010

The Pacific (IX): Okinawa

The Pacific: Capitulo IX: Okinawa

Mayo de 1945. Sledge y el resto de la 1ª division de Marines se encuentran en la isla de Okinawa luchando en unas condiciones extremadamente difíciles. A la feroz resistencia opuesta por los soldados japoneses, se les unen las inclementes condiciones del clima y la presencia de civiles en el campo de batalla, que hará que cada enfrentamiento entre ambos bandos se cobre nuevas víctimas inocentes. La brutalidad de la lucha en Okinawa y las atroces condiciones de la misma harán que tanto Sledge como el resto de marines se embrutezcan y saquen lo peor de sí mismos en la lucha contra los japoneses.

Después de alcanzar su cenit cualitativo en el episodio VII, y decepcionar a propios y extraños con un plomizo capítulo VIII, tenía la duda si el último de los capítulos dedicados a los combates en el Frente del Pacífico propiamente dicho seguiría la senda del primero o del segundo. Y afortunadamente, Okinawa ha tenido bastante más que ver con Peleliu Hills que con el episodio dedicado a Iwo Jima. Al igual que en aquel, Okinawa omite el prólogo (que solo había servido para ralentizar en buena medida el ritmo de varios de los capitulos anteriores), y nos ha mostrado directamente a los marines en faena de combate. Además, como ha ocurrido en los episodios anteriores dedicados a Sledge, el episodio ha versado sobre los aspectos más inhumanos de la guerra, y lo ha hecho mediante el empleo de unas contundentes y bien dosificadas escenas bélicas que muestran lo que hoy eufemísticamente se denomina “daños colaterales”, es decir, las bajas entre la población civil.

También me ha gustado como se describe la evolución del personaje de Sledge (de lejos, el mejor de la serie) que ha pasado del endurecimiento inicial (que se mostraba en el capítulo VII) a la absoluta deshumanización de sus sentimientos, provocada por la barbarie que contempla a su alrededor. En cuanto a las secuencias bélicas, quizás hayan estado un punto por debajo en cuanto a espectacularidad respecto a las de Peleliu Hills, pero no puede negarse que están bien insertadas en la historia y que sirven al propósito de desarrollar esta. También ha insistido este episodio en introducir algunos toques ligeramente “gores”, algo que viene caracterizando la segunda mitad de la serie. Finalmente, habría que hacer mención del personaje del marine “sonado” amigo de Sledge, que cobra en este capítulo mucho protagonismo, y que ha sido sin duda el mejor personaje secundario de la serie, una pena que solo haya aparecido al final de la misma, porque prácticamente “roba” cada plano en que aparece. El mayor peso que adquiere el personaje en este episodio es de agradecer.

En resumidas cuentas, Okinawa me ha parecido un episodio notable, que desde luego está entre los mejores de la serie. Puede considerarse que está intimamente conectado al capítulo VII y que viene a ser una continuación, tanto cronológica como narrativa, de este. Eso sí, comparando ambos capítulos, me sigo quedando con Peleliu Hills, tanto por la variedad de sus escenas de acción como por la riqueza de matices narrativos que se introducían en dicho episodio. En ese sentido, quizás Okinawa ha sido un tanto más plano, centrándose en describir los horrores de la guerra y sus efectos sobre la población civil, pero no puede negarse que es un episodio intenso y que varias de sus escenas logran estremecer al espectador por momentos. Tras Peleliu Hills, me ha parecido el mejor capítulo de la serie, y un dignísimo cierre de la parte estrictamente bélica de la misma, antes del epílogo que va a suponer el capítulo X.

Calificación: 7,5/10

viernes, 7 de mayo de 2010

Los heroes de Las Ardenas (Everyman´s War)

Los heroes de Las Ardenas (2009)

A través de la historia de dos jóvenes norteamericanos enviados a combatir a Europa, Don Smith, que se ve obligado a interrumpir su incipiente romance con una compañera de estudios; y Benedetto, un ratero de poca monta obligado por un juez a enrolarse en el ejército para evitar la cárcel, la película hace un recorrido por las campañas de la 94ª division de infanteria. Así la película muestra las principales acciones de la división desde su bautismo de fuego en Francia, combatiendo a los alemanes en el cercado puerto de Saint Nazare, pasando por el frente alsalciano de las Ardenas, y terminando en los últimos combates librados en la zona de Checoslovaquia.

Hay que decir en primer lugar que el título de esta película mueve bastante al engaño. Porque si bien el título en castellano “Los heroes de Las Ardenas” parece indicar que estamos ante un film centrado en describir los combates librados en dicha campaña, lo cierto es que el título original, que podría traducirse como “La guerra de cada hombre”, nos da una idea mucho más aproximada de las verdaderas intenciones del film. Y estas no son otras que rendir homenaje a los soldados norteamericanos que combatieron en la II GM, y particularmente a los que lo hicieron enrolados en las filas de la 94ª division de infanteria norteamericana.

Entrando a valorar el film, hay que decir que en líneas generales el tono general del mismo no pasa de discreto. El aspecto más destacable de la producción es su cuidada ambientación y la buena recreación de los escenarios exteriores, así como el atrezzo militar, del que destacaría la aparición en escena de varios carros alemanes modelo Panzer IV auténticos. También me gustó que se tratara –si bien de pasada- una campaña semidesconocida como es la de el cerco de los puertos-fortaleza franceses de la Costa Atlántica en el otoño de 1944. Pero ahí acaban las virtudes del film. Lo demás resulta solo pasable.

El reparto de actores, plagado de intérpretes semidesconocidos, cumple correctamente en sus papeles, pero sin que destaque especialmente ninguna de las actuaciones. Las secuencias de acción bélicas no están del todo mal, pero son escasas y quedan demasiado inconexas como para crear verdadera tensión dramática. Y finalmente, la parte discursiva y de desarrollo de los personajes no pasa de ofrecer una colección de situaciones tópicas y diálogos manidos acerca de los aspectos más dramáticos de la guerra. Nada que no haya visto cientos de veces antes en pantalla. En cuanto a los personajes principales, también resultan bastante estereotipados: el sargento protector, el suboficial honesto y valiente, el soldado díscolo y buscavidas…etc; sin que el desarrollo de dichos personajes aporte nada especialmente novedoso al género.

En resumidas cuentas, imagino que “Los heroes de Las Ardenas” tendrá cierta capacidad de emocionar a los veteranos de la 94ª división de infantería y quizás también a sus familiares directos. Pero para el público en general no pasa de ser una película simplemente pasable. No es especialmente mala, pero sí que suena a bastante vista.

Calificación: 4,5/10

Enlace para ver la Pelicula Online

miércoles, 5 de mayo de 2010

The Pacific (VIII): Iwo Jima

The Pacific. Capitulo VIII: Iwo Jima

Noviembre de 1944. Tras conseguir una costosa y sangrienta victoria en Peleliu, los marines son retirados del frente. Mientras tanto, el sargento John Basilone, cada dia más frustrado por su papel meramente decorativo en la campaña de venta de bonos de guerra solicita volver a la acción. Su deseo se verá finalmente cumplido permitiendosele hacerse cargo de la instrucción de los nuevos reclutas del cuerpo de marines en Camp Pendleton, un centro de entrenamiento cerca de Los Angeles. Allí Basilone se enamora de una sargento del cuerpo auxiliar femenino llamada Lena, a la que tras un breve cortejo, propondrá contraer matrimonio. Mientras tanto, los marines se entrenan para su próximo objetivo: la captura de una isla volcánica llamada Iwo Jima.

La verdad es que después del alto nivel mostrado por el capítulo VII de la serie, me temía que iba a ser difícil que ese nivel se mantuviera. Y tampoco puede decirse que los anteriores episodios dedicados al personaje del sargento Basilone hayan sido los más interesantes de la serie. Ambos temores se han visto confirmados con este octavo episodio, que ha vuelto a incidir en los defectos ya observados en otros capítulos anteriores, pecando de un ritmo demasiado apático y de una parte discursiva excesivamente dilatada y poco estimulante. Y el hecho de que dos tercios del metraje de este capítulo giren en torno al romance de Basilone con Lena no contribuye especialmente a elevar el interés de la trama. Y personalmente no he encontrado nada que me haya interesado en toda esa parte de la trama, que –dicho sea de paso- se hace bastante pesada, por mucho que se hayan intercalado las típicas escenas del campo de entrenamiento, que por otra parte se antojan bastante tópicas.

Afortunadamente, los últimos quince minutos del capítulo, que nos trasladan, tras una transición algo brusca, a la lucha en las playas de Iwo Jima, logran finalmente captar la atención del espectador con las escenas de combates, que como es habitual, están magníficamente filmadas. En esa parte final, el capítulo sí que muestra un ritmo vivo y trepidante que –al igual que en capitulos anteriores- contrasta con la plúmbea parte de diálogos y desarrollo de los personajes. Lo que ya queda meridianamente claro a estas alturas de la serie, es que si bien “The Pacific” merece una notable valoración en lo que sus escenas bélicas se refiere, la parte argumental desde luego, no será recordada por la calidad de sus diálogos ni por la profundidad de sus personajes.

En resumidas cuentas, Iwo Jima puede considerarse, al igual que la mayor parte de sus predecesores, como un capítulo bastante destacable en lo tocante a la puesta en escena y recreación de las escenas bélicas, pero también decepcionante en su valoración de conjunto. En ese sentido parece que la calidad del séptimo episodio fue más una excepción que un punto de inflexión de la serie.

Calificación: 5,5/10